(Tempi)- «Soy un musulmán devoto, defender a los cristianos acusados de blasfemia es mi deber legal, constitucional e islámico». Pero tras la absolución de Shafqat y Shagufta, la vida del abogado corre peligro: «Millones de musulmanes están dispuestos a matarnos» .
En Pakistán se puede evitar la condena a muerte por blasfemia, pero no la justicia sumaria. «Todos los que estamos implicados en el caso corremos grave peligro. Los mensajes de religiosos influyentes, pertenecientes a varios partidos, exhortan a millones de musulmanes pakistaníes a matarnos para que «puedan ir al paraíso». Incentivos como estos empujan a los musulmanes pobres a cometer homicidios a sangre fría».
Quien está en peligro es Saiful Malook, el valiente abogado musulmán que, después de arriesgar su vida para que absolvieran a Asia Bibi, ha luchado para salvar a un matrimonio cristiano de la condena a muerte por blasfemia. Los cónyuges y los dos jueces que han ordenado su liberación están en peligro.
Blasfemia, Malook salva al matrimonio
En varias ocasiones, Tempi les ha contado la dramática historia de Shafqat Emmanuel y su esposa Shagufta Kausar, torturados hasta que confesaron un crimen que no habían cometido, lo que les ha llevado a pasar siete largos años en el brazo de la muerte antes de ser exonerados de todas las acusaciones. La absolución llegó el pasado 3 de junio, cuando el Tribunal Supremo de Lahore los declaró inocentes. Tras siete años de cárcel injusta y aplazamiento de las audiencias, Malook ha conseguido desmontar la trama urdida por un musulmán que buscaba venganza.
No habían sido ellos, analfabetos, los que difundieron en Gojra y enviaron a Muhammad Hussein mensajes blasfemos en inglés, sino un vecino que, en nombre de la mujer, había comprado y utilizado una sim para incriminarlos. «Si los dejan libres en público, los matarán enseguida», había denunciado rápidamente el abogado, pidiendo protección para sus asistidos. Pero ha sido en vano: anunciando que recurriría al Tribunal Supremo, el abogado de Hussein ha negado que el matrimonio corriera peligro. Pero no ha sido así.
«Los extremistas nos quieren muertos»
Pocas horas después del veredicto, las redes sociales se inundaban de mensajes que incitaban a ajusticiar al matrimonio. Y, con ellos, también al abogado Malook, acusado de «colaborar» con los blasfemos, y a los dos jueces de Lahore, acusados de haber cedido a la presión internacional para liberarlos.
Lo que ha reavivado el llamamiento a la justicia sumaria ha sido la resolución aprobada por una gran mayoría del Parlamento europeo el 30 de abril, a saber: la petición a Islamabad -a la que se opuso con fuerza el ministerio de Asuntos Exteriores-, de conceder libertad a las minorías religiosas, reconsiderar el estatus comercial preferencial atribuido al país asiático, además de liberar al matrimonio cristiano, abrogando la controvertida ley sobre la blasfemia.
«Peor que la liberación de Asia Bibi»
«La situación será probablemente peor respecto a la de octubre de 2018, cuando los fanáticos bloquearon el país después de la absolución de Asia Bibi por parte del Tribunal Supremo», ha afirmado Malook, que ha subrayado que la respuesta del gobierno y de las agencias de seguridad a sus llamamientos pidiendo protección ha sido «sumamente decepcionante»: «El gobierno del primer ministro Imran Khan no quiere perder el apoyo de los extremistas religiosos. Es improbable que el gobierno garantice nuestra seguridad; por consiguiente, sí, estoy muy preocupado por todos nosotros y por mi familia».
Los abogados del Pakistan Bar Council han condenado con firmeza las amenazas y han exhortado al gobierno a arrestar a los autores, a fin de detener, antes de que sea demasiado tarde, el odio difundido por los extremistas que piden la cabeza de su compañero abogado Malook y, también, las de Ali Rizvi y Tariq Saleem Sheikh, los dos jueces que absolvieron a los imputados porque las «pruebas habían sido adulteradas y los testimonios manipulados por los testigos de la fiscalía».
«Defender a los cristianos es mi deber»
Según los abogados, es imposible que los extremistas se queden sentados mientras excarcelan al matrimonio y ven la enésima victoria de Malook, convertido en icono de los derechos humanos en Pakistán. Un abogado fiel al islam y a su deber, como ha vuelto a decir a Morning Star News: «Soy un musulmán devoto y amo al profeta Mahoma igual que lo aman los otros musulmanes.
Defender a los cristianos acusado de blasfemia es mi deber legal, constitucional e islámico. No estoy haciendo nada que no sea islámico. El islam nos enseña que si matamos a un inocente, matamos a toda la humanidad; por desgracia, un gran número de mis hermanos musulmanes está decidido a difamar nuestra religión pacífica y justa».
Publicado por Caterina Giojelli en Tempi.
Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.
Por INFOVATICANA | 20 junio, 2021
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