Tras quitarse la vida, cuentan que el fantasma de Nerón se aparecía en su lugar de enterramiento. Un siglo después, un Papa tuvo que exorcizar el lugar.
Un Papa contra el fantasma de Nerón
Fantasmas también los hay ilustres y, en el caso del emperador Nerón, molestos. La mala fama que lo acompañó en vida no lo abandonó tras su muerte. Nerón ha pasado a la historia como un personaje sanguinario y cruel –y no precisamente por sus insufribles actuaciones, en las que tocaba el arpa y cantaba y de las que cuentan que llegaban a durar días y noches–. Desde luego, hizo méritos para alcanzar tales “honores”. Más allá de si realmente provocó el incendio que redujo parte de la ciudad de Roma a cenizas, no le faltan muertes a sus espaldas.
Hay indicios para pensar que mandó envenenar a su hermanastro Británico; tras varios intentos fallidos de asesinar a su madre, Agripina, la acusó de formar parte de una conjura y fue ejecutada por ello.
Eso por no hablar de sus dos esposas, Octavia y Popea, y de la gran cantidad de cristianos que perecieron bajo su mandato como consecuencia de la feroz persecución emprendida contra ellos, algo que en cierto modo continuó haciendo desde el más allá.
Nerón fue el último emperador de la dinastía Julio-Claudia
Tras quitarse la vida y enterrar sus restos a las afueras de Roma, comienzan los relatos que afirman ver el fantasma de Nerón
Así, en junio del año 68 d. C, tras ser considerado "enemigo público" por el Senado de Roma, Lucio Domicio Claudio Nerón decidió quitarse la vida. Aunque, en honor a la verdad, en el último momento debieron de faltarle agallas y tuvo que ser su secretario Epafrodito quien le hundió el puñal en la garganta.
El emperador fue incinerado y sus restos enterrados a las afueras de la ciudad del Tíber, bajo un precioso nogal que crecía en el lugar. A partir de ese momento comienzan sus correrías desde el otro lado. Y es que, cuentan que el fantasma de Nerón, acompañado de una corte de almas en pena, se dedicaba a atormentar a todo el que osaba pasar por allí. Es más, el lugar acabó por convertirse en sitio de reunión de brujas y hechiceros.
EXORCISMO AL FANTASMA DE NERÓN
Desde luego, tal situación era un tanto escalofriante, pero no se puso "solución" hasta un siglo después, concretamente en el año 1.099. Fue el Papa Pascual II quien, atendiendo las demandas de la gente, se decidió a parar los pies al alma en pena del emperador y lo hizo de un modo un tanto peculiar: practicó un exorcismo al lugar de las apariciones.
En primer lugar, ordenó tres días de oración y ayuno. Se cuenta que fue la tercera noche cuando a su Santidad se le apareció la Virgen María dando órdenes explícitas de lo que debía hacerse si se quería acabar con el fantasma de Nerón: el nogal bajo el que se encontraba enterrado debía ser talado y los pocos restos que del emperador quedasen exhumados y arrojados al río Tíber.
Al cuarto día, cientos de personas asistieron con una mezcla de terror y curiosidad a tan peculiar exorcismo, el cual puso fin a las andanzas del diabólico espíritu de Nerón.
Iglesia de Santa María del Popolo (Wikipedia)
Al poco, se construyó una pequeña iglesia en el lugar que, en 1472, sería sustituida por Santa María del Popolo a petición del Papa Sixto IV. En ella aún pueden verse varios bajorrelieves que narran dicha leyenda, incluido el de Pascual II asestando el hachazo al nogal bajo la mirada de la Virgen María y Jesús.
Periodista
7 de Junio de 2021 (13:18 CET)
https://www.espaciomisterio.com/historia-oculta/papa-contra-fantasma-neron_53881
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