17 NOVIEMBRE, 2017 - 19:35 ANCIENT-ORIGINS
Un gran número de llaves ornamentadas de la época vikinga (c. 800-1066 d. C.) han sido descubiertas en tumbas femeninas y como hallazgos individuales. Estas llaves de bronce, realizadas con una excelente artesanía, eran utilizadas por las mujeres como un símbolo de estatus, y eran a menudo pequeñas obras de arte que se lucían atadas a un cinturón.
La llave de la granja Heggum (Heggheimar en nórdico antiguo) tiene 9,5 centímetros de largo y está ornamentada con figuras de animales entrelazadas. Fue hallada en un túmulo funerario, y podría haber pertenecido a una poderosa ama de casa. El día que se casó, la mujer habría obtenido las llaves de las puertas de su granja y cofres del tesoro como símbolo visible de su posición y su poder.
Réplica: En la isla de Björkö del lago Mälaren, Suecia, fue descubierto un candado con llave de empuje de la época vikinga. (Foto: historicallocks.com)
Las obligaciones laborales de la mujer vikinga
Las responsabilidades de la mujer vikinga iban “de puertas para adentro,” las del hombre, de puertas para afuera. Las obligaciones laborales femeninas eran los quehaceres domésticos y la preparación de comidas y alimentos, lo que incluía secar y ahumar pescados y carnes, trabajar la lana, hilar, coser y tejer. El embarazo, la lactancia y la crianza de los hijos también ocupaban el tiempo de la vida de una mujer vikinga. En la práctica, probablemente fuesen también las mujeres quienes cuidaban de los ancianos.
La mujer vikinga también debía realizar trabajos pesados como transportar agua y participar en la producción de heno. Además, poseía conocimientos de las hierbas necesarias para elaborar medicinas para los enfermos y heridos. Cuando el hombre salía de caza o de pesca, participaba en incursiones vikingas o enfermaba, la esposa tenía la responsabilidad de hacer que la granja entera siguiera funcionando, lo que en las familias pudientes también precisaba del trabajo de numerosos thralls (esclavos).
La mujer casada era vista como un miembro de la familia en la que se había criado, y por esta razón nunca se convertía en parte integral de la familia de su marido.
Derecho al divorcio
Si un matrimonio no daba resultado, tanto la esposa como el marido podían exigir el divorcio. Las sagas islandesas describen una amplia gama de leyes de divorcio, lo que da testimonio de un sistema de leyes muy avanzado.
Figura femenina de plata, tal vez la diosa Frigg o Freya, descubierta en el lago Tissø, Dinamarca. (Foto: Museo Nacional de Dinamarca)
La mujer podía, por ejemplo, exigir el divorcio si el marido se había asentado en otro país, o si no había ido a la cama con ella en tres años. Las causas más comunes de divorcio eran que el marido fracasara a la hora de abastecer al hogar o fuese violento. Si él había golpeado a su mujer tres veces, ella tenía derecho a abandonarle. Para llevar a cabo este acto de separación, ella debía llamar a testigos y proclamarse divorciada –primero en la puerta principal de la casa, y después en la cama de la pareja.
Desconocemos la tasa de divorcio de la época vikinga, pero los derechos al divorcio, a la propiedad y a la herencia demuestran que las mujeres vikingas disfrutaban de un estatus legal independiente en aquella época. Generalmente, los bebés y los niños pequeños seguían a su madre, mientras que los niños mayores se repartían entre las familias de ambos padres, dependiendo de su riqueza y estatus. Los derechos de las mujeres vikingas expiraron con la introducción del cristianismo.
Imagen de portada: Esta llave de bronce hallada en la granja Heggum de Røyken, en el fiordo de Oslo, está datada en la época vikinga. (Foto: Eirik Irgens Johnsen, Oldsakssamlingen)
El artículo ‘Keys Symbols of the Viking Women’s Independence’, escrito por Thor Lanesskog, fue publicado originalmente en Thor News y ha sido publicado de nuevo en Ancient Origins con permiso.
https://www.ancient-origins.es/artefactos-otros-artefactos-noticias/la-llave-simb%C3%B3lica-la-independencia-la-mujer-vikinga-004590
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