Inspeccionará a 140 entidades y determinará las necesidades de capital
La carga de los rescates se repartirá: clientes y acreedores tendrán quitas
Francia e Italia se oponen: no quieren auditores externos en su banca
Mario Draghi, presidente del BCE. Foto: archivo
La institución presidida por Mario Draghi está trabajando en un plan radical para atajar la crisis de la Eurozona actuando sobre el principal problema que han detectado: el sistema financiero europeo, cuyos problemas están frenando la concesión de crédito y cortando la posible recuperación. El BCE inspeccionará, determinará las necesidades de capital y en los casos que sea necesario, se procederá a rescatar bancos con participación del contribuyente, de los accionistas, de los acreedores y de los clientes.
Según publica hoy el semanario alemán
Die Zeit, 140 bancos europeos, alrededor del 80% del mercado, recibirán a partir de otoño la visita de los inspectores del BCE, acompañados de consultores privados, quienes se encargarán de "iluminar" junto a las autoridades nacionales los balances de las entidades de la Eurozona.
El calendario ya está decidido y los equipos del BCE y los auditores están listos para poder examinar los libros de las entidades financieras. Los resultados de estos nuevos test de estrés deberían llegar a comienzos de 2014, y se medirá la capacidad de las entidades para capear una nueva caída de la economía de la Eurozona.
Los bancos que se estime que no son capaces de rellenar los potenciales 'agujeros' de capital deberán ser rescatados por los estados miembros. Si éstos no tienen dinero, entrará en acción el fondo de rescate europeo, el MEDE.
Pero según Die Zeit, la carga no recaerá solo sobre los contribuyentes: los accionistas, acreedores y clientes de las entidades afectadas deberán asumir en primer lugar pérdidas en la reestructuración de las entidades. Algo similar a lo que se ha hecho en España, pero a nivel de la Eurozona. El semanario con sede en Hamburgo no da detalles sobre si se impondrán quitas en los depósitos.
De todas formas, el ambicioso plan del BCE se encuentra con dificultades, fundamentalmente desde Francia e Italia, que no aceptan que haya auditorías externas de su banca. Además, el BCE se puede encontrar con otro problema, ya que para comienzos del año que viene no estará listo el mecanismo de resolución bancaria, encargado de acabar con las entidades que no sean viables, por lo que no podrá ser demasiado exigente.