El destacado académico, filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky ha criticado el famoso y polémico dispositivo, las gafas Google Glass, diciendo que es un camino hacia la destrucción de las personas.
“Google Glass es una manera de destruir a la gente”, ha afirmado el académico a través de su cuenta en Twitter.
Esta declaración del famoso lingüista va en la línea de las hechas por él hace unos días, cuando Chomsky tachó la innovadora herramienta de “orwelliana” y “ridícula”.
“Siento que estamos entrando en un mundo que fue descrito con bastante exactitud por uno de los fundadores de Google”, agregó Chomsky.
“Algún periodista le preguntó a Eric Schmidt si se trataba de una invasión a la privacidad… y él dijo: “Si usted está haciendo algo que no quiere que esté en Internet, no debería hacerlo”, recordó el académico.
Las Google Glass, que saldrán al mercado mundial a finales de año, pero cuyo prototipo ya fue puesto a la venta por 1.500 dólares solo para algunos desarrolladores, ya han sido prohibidas por varios sectores en EE.UU.
Además, levantaron preocupaciones sobre la falta de privacidad que conllevaría la proliferación de las ya famosas lentes de realidad aumentada, así como sospechas de que podrían ser una presa fácil para los ‘hackers’, y el miedo de algunos expertos de que podrían presentar peligros para la salud, ya que el innovador ordenador que llevan integrado y que se coloca junto a un ojo podría afectar a las capacidades cognitivas esenciales de quienes las usen.
Ayer fue uno de los primeros días en los que se habló de Google Glass en la conferencia del buscador, la I/O. Y, por fin, se tocó uno de los puntos polémicos: la privacidad. ¿Resultado? Los comentarios de Google al respecto no pueden ser más preocupantes.
"Sabrás cuando alguien te está prestando atención con Glass", dijo uno de los responsables del producto.
¿Eso es todo lo que Google ofrece, pura intuición? Con razón el Congreso de EE.UU. ya le ha pedido que aclare cómo piensa proteger nuestra privacidad con Glass.
"Sabrás cuando alguien te está prestando atención con Glass", dijo uno de los responsables del producto.
¿Eso es todo lo que Google ofrece, pura intuición? Con razón el Congreso de EE.UU. ya le ha pedido que aclare cómo piensa proteger nuestra privacidad con Glass.
El Congreso de EE.UU. envió a Google una lista de preguntas a las que quiere respuesta antes del 14 de junio. Quieren saber cómo piensa gestionar el buscador la privacidad en Glass. "Dado que Glass aún no está a la venta al público y tenemos dudas sobre los planes de Google de incorporar medidas de protección de la privacidad en el equipo, hay todavía un número de preguntas sin respuesta que queremos compartir", dice la carta remitida por miembros del Congreso a Larry Page.
Hay que recordar que Glass no incluye ninguna luz LED o similar que avise a la gente alrededor de que la persona en frente está grabando o haciendo una foto. De momento, la respuesta que dio ayer Google al tema de la privacidad es, cuando menos, preocupante.
Según Steve Lee, director de producto de Glass, la "privacidad estaba arriba del todo en las prioridades cuanto empezamos a diseñar el producto". Los primeros prototipos cubrían el ojo del usuario, pero al final decidieron dejar expuesto el ojo que mira a la pantallita para solventar los problemas de privacidad. Lee aseguró que:
Sabrás cuando alguien con Glass te está prestando atención. Si miras a la pantalla de Glass, miras hacia arriba... Si te estoy grabando, te tengo que mirar. Y cuando alguien te mira, te tienes que dar cuenta. Si entras en un servicio público y alguien te está mirando - no sé lo que tú harías, pero yo me iría corriendo".
Ese parece ser el plan de Google sobre privacidad: simplemente adivinaremos si alguien nos está grabando. ¿Y qué hay de las aplicaciones que ya permiten tomar fotos simplemente con parpadear? ¿Qué hay de la posibilidad de hackear el aparato y activarlo de diferentes formas para grabar vídeo o tomar fotos sin que la gente alrededor se de cuenta? ¿Quiere Google decir que a partir de ahora tendremos que estar pendientes de los ojos de nuestro interlocutor para asegurarnos de que no nos graban?
Es genial que Google esté tan convencido de que no hay problema de privacidad. El problema es que también lo tiene que estar la gente alrededor. Sabemos que si alguien nos apunta con un móvil o una cámara, probablemente es para hacernos una foto o grabar. Le podemos pedir que no lo haga. Pero por supuesto no ocurre lo mismo con unas gafas que siempre llevamos puestas. La tipología de uso es diferente.
En un Google IO con pocas novedades de hardware las famosas gafas de Google se han convertido en uno de los objetos más codiciados. Muchos de los… Leer más…
En algo tiene razón la carta del Congreso de EE.UU. remitida a Google: hay muchas preguntas por responder. Que Google relegara Glass a un plano secundario en su conferencia este año es muy significativo. Que Larry Page pasara por ello de puntillas, también (vídeo debajo, a partir del minuto 0:40). ¿El motivo? El aparato aún no está listo. Es futurista, es una apuesta de gran mérito, pero de momento es limitado. Y si a ello añadimos las dudas sobre privacidad, Glass se va a enfrentar a bastantes más obstáculos de los que pensábamos.
Aunque, por encima de todo, queda una duda mayor, la de la utilidad real de Glass: ¿será la forma en la que nos informemos y comuniquemos en 5 o 10 años, o nos hará parecer tan frikisy ridículos como los pinganillos bluetooth de hace unos años para hablar sin manos con el móvil? Si es lo último, ya sabemos qué ocurrirá: fracaso absoluto. Como en el vídeo debajo.
Fuente:http://es.gizmodo.com/google-tiene-un-serio-problema-de-privacidad-con-google-508147747
Los problemas de Google Glass
Las Google Glass son un gadget muy interesante, pero no son perfectas. Te contamos algunos de los problemas más comunes que los primeros usuarios están encontrando
Las Google Glass, para muchos un objeto de deseo, suponen una nueva concepción en la forma en que los usuarios interactúan con su entorno. Pero, a pesar de su aspecto futurista y de su precio, hay algunos aspectos que dan problemas a los usuarios, y que Google deberá tener en cuenta de cara a versiones comerciales.
Es el momento de proponer mejoras
Vale, lo sabemos, lanzar una versión limitada de las Google Glass pensando en desarrolladores tiene como objetivo (además de que puedan existir aplicaciones interesantes cuando las gafas salgan al mercado) que Google pueda tener elfeedback de los usuarios para introducir algunas mejoras en el gadget. Pues bien, ese feedback comienza a llegar, y los problemas e inconvenientes que las gafas están dando son de lo más variados. Veamos cuáles son.
Duración de la batería
Ya estamos acostumbrados a que eso muchas veces sea un problema en nuestros smartphones. Pues imagínate en un dispositivo que, en el caso ideal, debería estar relacionándose con nuestro entorno constantemente.
A pesar de tener una pantalla con un consumo mucho menor que la de un teléfono inteligente, sí que tienen conectividad inalámbrica, sensores, procesador, y demás tecnología que hacen que su autonomía pueda variar desde 3’5 a 5 horas. Una cantidad de tiempo bastante pequeña como para hacer un uso intensivo de ellas, especialmente cuando los desarrolladores creen nuevas aplicaciones que requieran más recursos de las gafas, por lo que Google deberá pensar en baterías alternativas, o en algún sistema de recarga por energía solar que permita al menos aumentar su tiempo de uso.
Fatiga visual y dolores de cabeza
A pesar de estar pensadas para que se pueda visualizar su display a pocos centímetros del ojo, hay usuarios que han sufrido dolores de cabeza, mareos, fatiga visual, y otros síntomas, que hacen bastante incómodo su uso. Esto tendrá difícil solución, ya que no parece que el display vaya a cambiar mucho próximamente.
También asociado a la pantalla está el problema de que ésta no se ve correctamente cuando el entorno está muy iluminado. Se debe al propio sistema de proyección que utiliza, y de nuevo para solucionarlo habría que modificar la parte correspondiente al visor, aislándolo más de la luz ambiental, algo complicado si queremos que se superponga la imagen digital a lo que estamos viendo más allá de las gafas.
Sistema no configurable
Ésta es una de las quejas más comunes entre los usuarios, y es que, si bien el sistema operativo de las Google Glass funciona basándose en Android, no es Android como tal. En concreto, el dispositivo no permite determinadas acciones de configuración, tales como desconectar la conexión Bluetooth, o modificar el brillo de la pantalla.
Control por voz poco fiable
Las Google Glass permiten contestar a mensajes mediante reconocimiento de voz… en teoría. Y es que el reconocimiento a menudo falla, con lo que los mensajes que redacta contienen bastantes errores. Además, esto también hace que ejecute acciones por error, reconociendo incorrectamente comandos de voz, o lo que es peor, que otra persona pueda ejecutar acciones en nuestras gafas (como tomar una fotografía) simplemente diciéndolo en voz alta si está cerca nuestra.
Estructura no plegable
Las llamamos gafas, pero en realidad de gafas tienen poco. Tan poco que ni siquiera pueden plegarse como unas gafas tradicionales (al ser flexibles sí que se pueden doblar, para evitar que se partan, pero no se pueden cerrar como tal), lo cual dificulta el poder guardarlas cómodamente, poder colgárnoslas del cuello, o meterlas en una funda pequeña. Para transportarlas, lo tendremos que hacer manteniéndolas en la forma que tienen, o sea, de gafas con las patillas abiertas, ya que no se pueden cerrar.
Necesidad de aplicaciones “killers”
Es una de las mayores debilidades de este producto es precisamente contar con “killer apps“, aplicaciones que realmente resuelvan una necesidad del usuario y cobren mayor importancia por usarse precisamente en unas gafas. La existencia de estos programas es lo que Google quiere favorecer, y en ello están trabajando ya los desarrolladores, pero la propia dependencia entre el éxito de las gafas y la existencia de aplicaciones punteras es una debilidad del modelo, ya que, si pudiéramos hacer con las gafas todo lo que hacemos con nuestro smartphone, probablemente su penetración sería muy baja.
Cambios en conductas sociales
Más allá de aspectos tecnológicos, hay una componente social asociada a estas gafas. Y es que, por una parte, sus usuarios son vistos aún como “bichos raros”, en el sentido de que son gafas que no parecen gafas normales, que llaman la atención, y que no están extendidas. Pero, además, las personas que rodean al usuariocambian su conducta habitual, porque no saben bien cómo reaccionar (no saben si, por ejemplo, el usuario les está sacando una foto, cosa que ya puede hacerse simplemente pestañeando gracias a la aplicación Winky, o si está grabando un vídeo). Si la gente se siente incómoda cerca de personas con estas gafas, Google tendrá que pensar en algún indicador que permita a los demás saber si están siendo fotografiados o grabados, entre otras cosas.
Estos son algunos de los problemas que los usuarios han notificado, y en los que es posible que Google ya esté trabajando, aunque probablemente seguiremos conociendo inconvenientes de las Google Glass, conforme su uso se vaya extendiendo.
por Joaquín Alviz @rayjaken