Y ahora, nos vamos a Detroit.
Doy por hecho que sabes que el ayuntamiento de LA CIUDAD DE DENVER (las mayúsculas no son por casualidad) se declaró en bancarrota hace meses.
Bien, pues hace unos días se celebra un juicio sobre la propia declaración de bancarrota deLA CIUDAD y allí, en calidad de testaferro de la Fundación “La silla de Pedro”
aparece un tipo de Ohio apellidado Marques que toma la palabra, con la autoridad que le ha sido concedida, y declara que ese juicio es inválido porque “todas las deudas globales fueron canceladas el pasado 30 de junio cuando las sanciones a Irak fueron levantadas”. [Llevo tiempo escuchando la importancia del nuevo dinar iraquí en el nuevo sistema monetario basado en oro; supongo que se referirá a eso, pero no lo puedo asegurar].
Acto seguido explica las razones que, por supuesto, están basadas en el “timo de las letras mayúsculas” al cual dediqué varios post en el mes de agosto (Búscalos en el archivo de la web). Podéis leer su argumentación en la transcripción de su declaración que aparece en el vídeo de más abajo.
“La gente de Detroit no puede asumir una bancarrota porque, sencillamente LA CIUDAD DE DETROIT, que es la que ha entrado en bancarrota, es una ficción jurídica que no tiene que ver con la gente de Detroit”. “Quieren que la gente, que son los que dan crédito a la ciudad de Detroit, asuman sus deudas, pero ellos no son deudores sino acreedores” [Es decir, a los que le deben el dinero, no los que deben el dinero].
Como digo, Marques se presenta como Presidente de la Fundación “La silla de San Pedro” con autoridad sobre el Vaticano que, según él mismo dice, es el propietario de la ciudad de Detroit; me imagino que “de los terrenos donde se levanta la ciudad”. [Recordemos que la "conquista de América" de los Reyes Católicos fue en nombre del Papa].
Marques, y su organización, que es el estado global por encima de la curia romana, enviaron un documento de 20 páginas al órgano judicial USA, así como a varias parroquias de Detroit en el que les informaba de la situación.
En su alocución, se refiere expresamente a Dios y al Derecho Natural como fuente primordial de la autoridad de la que emana su declaración (en consonancia con el OPPT que os conté este verano).
Tanto LA CIUDAD DE DETROIT, como los TESTAFERROS DE LOS ESTADOS UNIDOS y la CORTE DE LA BANCARROTA son ficciones legales extranjeras que operan bajo la jurisdicción de la Curia Romana.
Los ciudadanos de la ciudad de Detroit son los verdaderos acreedores y han requerido que actúe La Sillade San Pedro a su favor para objetar oficialmente a los requerimientos y asegurar el retorno de su propiedad al principio de Administración en su original jurisdicción”.
Acto seguido, declara que los acreedores en la bancarrota de la CIUDAD DE DETROIT objetan que precisamente sea esta ficción jurídica quien sea elegida como acreedora de su propia bancarrota (la de los ciudadanos).
1-”La ciudad de Detroit, con 300 años de historia, es solvente económicamente ya que sus habitantes son capaces de pagar vía compensación de sus obligaciones con presentar un decreto en el que todas las cuentas [De los acreedores] sean canceladas”. La ficción legal “CIUDAD DE DETROIT” no ha mostrado una ley que justifique la continua esclavitud de la gente de Detroit”.
2-”La petición de la declaración de bancarrota es intencionalmente confusa y engañosa y no logra explicar el significado de las palabras usadas en la declaración, al tiempo que emplea múltiples y diabólicas palabras con el sentido inverso al que les es propio en el cuerpo del documento, identificando a los habitantes de Detroit como “deudores” en lugar de como “acreedores” y, por tanto, ¡AFIRMANDOLA NECESIDAD DE SER PROTEGIDOS DE ELLOS MISMOS EN LA BANCARROTA!” [Esta vez las mayúsculas y las exclamaciones son mías].
3-”La ficción legal LA CIUDAD DE DETROIT sólo tiene 80 años de antigüedad y es un instrumento que ha sido intencionalmente manipulado por los políticos, burócratas y consejeros para, con ese cambio de palabras, llevar a la gente a la esclavitud”.
4-”La ‘CIUDAD DE DETROIT’ es un instrumento creado por los testaferros, administradores y guardianes que operan bajo la jurisdicción de la Curia Romana que han engañado a la gente comprometiendo su propiedad como aval para las deudas en las que han envuelto a la CIUDAD, convirtiendo así a los verdaderos Acreedores en deudores, y haciendo que los acreedores sean insolventes y carezcan de derechos”.
[Me parece claro que las obras faraónicas del alcalde Gallardón en Madrid, así como la bancarrota de Cataluña y otras ciudades y regiones españolas responden al mismo plan y estrategia: las llevan a la bancarrota para llevarnos a la esclavitud].
5-”La CIUDAD DE DETROIT es una ficción legal extranjera que ha hipotecado el crédito de la gente de la ciudad de Detroit y sostiene la fábrica de fondos privados que rehúsan ejecutar la compensación de la deuda por el establecimiento y cancelación de las cuentas para hacer que “La ciudad de Detroit” y “LA CIUDAD DE DETROIT” vuelvan a ser solventes”. [Más abajo se aclara este aparente embrollo].
“La gente, los verdaderos acreedores, los verdadores actores en una transacción (comprador y vendedor) de aquí en adelante exponen el remedio: la inmediata compensación de la deuda por el establecimiento y cancelación de esas cuentas, liquidando la ficción legal de LA CIUDAD DE DETROIT, y la inmediata devolución de la propiedad vía “scheat”* al Principio de la Administración de la jurisdicción original”.
Vale, ya lo he entendido: dado que los ciudadanos de Detroit, que son los verdaderos dueños de la ciudad, son los deudores a la CIUDAD DE DETROIT (la ficción legal Iluminati que ha usurpado a la original), se cancela esa ficción legal y, con ella, las deudas. ¡Así de fácil! Al mismo tiempo, se devuelve la propiedad a sus legítimos poseedores mediante este *escheat, que es el recurso legal para que una propiedad cuyo dueño se muere sin descendencia, pase a la corona o al estado. En este caso, se hace justamente al revés: dado que ya no hay “estado”, vuelve a su propietario original. Seguidamente, expone el plan de recuperación de la ciudad de Detroit (y del Planeta entero).
Dice textualmente (frotaos los ojos): “la red bancaria Post.Net ha sido establecida por el Servicio Postal Global en conjunción con el departamento de comercio como un sistema global bancario para facilitar al transferencia electrónica de dinero, eliminando así la deuda y facilitando el retorno de la propiedad en el intercambio“.
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