Por FTG
La Leyenda de la Caja de Pandora y el mito de la esperanza ha sido malinterpretado desde hace generaciones. En este artículo os diré por qué.
PANDORA
En la
mitología griega, Pandora (en
griego antiguo: Πανδώρα) fue la primera mujer, hecha por orden de
Zeus para introducir males en la vida de los hombres, después de que
Prometeo, yendo en contra de su voluntad, les otorgara el don del fuego.
El Mito
Según la versión del poeta Hesíodo, la creación de la primera mujer está ligada estrechamente con el incidente de Mecona. Cuando los mortales e inmortales se separaron,
Prometeo urdió un engaño para que, en adelante, cuando los hombres sacrificaran a los dioses, solo les reservaran los huesos y pudieran aprovechar para sí mismos la carne y las vísceras. Zeus, irritado por el ardid, les negó el fuego a los hombres, pero Prometeo, hurtándolo, se los restituyó (Teog. 535-570; Trabajos y días, 47-58).
Zeus ordenó que
Hefesto modelara una imagen con arcilla, con figura de encantadora doncella, semejante en belleza a las inmortales, y le infundiera vida. Pero, mientras que a
Afrodita le mandó otorgarle gracia y sensualidad, y a
Atenea concederle el dominio de las artes relacionadas con el telar y adornarla, junto a las
Gracias y las
Horas con diversos atavíos, a
Hermes le encargó sembrar en su ánimo mentiras, seducción y un carácter inconstante. Ello, con el fin de configurar un “bello mal”, un don tal que los hombres se alegren al recibirlo, aceptando en realidad un sinnúmero de desgracias.
Los poemas presentan de distinta forma la introducción de los males por Pandora. En Teogonía, el poeta la presenta como la primera de entre las mujeres, que en sí mismas traen el mal: en adelante, el hombre debe optar por huir del matrimonio, a cambio de una vida sin carencias materiales, pero sin descendencia que lo cuide y que mantenga después de su muerte su hacienda; o bien casarse, y vivir constantemente en la penuria, corriendo el riesgo incluso de encontrar a una mujer desvergonzada, mal sin remedio (Teog. 602-612).
En Trabajos y días, Hesíodo indica que los hombres habían vivido hasta entonces libres de fatigas y enfermedades, pero Pandora abrió un ánfora que contenía todos los males (la expresión «caja de Pandora» en lugar de jarra o ánfora es una deformación renacentista) liberando todas las desgracias humanas. El ánfora se cerró justo antes de que la esperanza fuera liberada (Trabajos y días 90-105).
En esta última versión es cuando se menciona por primera vez el nombre de “Pandora”, y su vínculo con
Epimeteo: Prometeo le había advertido no aceptar ningún regalo de Zeus, de lo contrario les sobrevendría una gran desgracia a los mortales, pero no escuchó a su hermano y la aceptó, dándose cuenta muy tarde de la astucia del padre de los dioses (Trabajos y días 83-89).
Otras versiones del mito relatan que en realidad la jarra contenía bienes y no males. La apertura de la jarra ocasionó que los bienes volaran regresando a las mansiones de los dioses, sustrayéndose de la vida de los hombres, que en adelante solo viven afligidos por males. Lo único que pudieron conservar de aquellos bienes es la esperanza.
1
La
Biblioteca mitológica (I, VII, 2) menciona que Epimeteo y Pandora fueron padres de
Pirra, esposa de
Deucalión, hijo de Prometeo. Deucalión y Pirra son considerados por el mito como antepasados de la mayor parte de los pueblos de Grecia.
Etimología del nombre “Pandora”
Etimológicamente se ha dado a la palabra «Pandora» un significado con distintos matices:
Paul Mazon2 y
Willem Jacob Verdenius3 la han interpretado como “el regalo de todos”; sin embargo, para
Robert Gravessignifica “la que da todo” e indica que con ese nombre (Pandora) se adoraba en Atenas y otros lugares a
Rea.
4 Según Graves, se estaría ante la precursora griega de la Eva bíblica, puesto que Pandora es quien, como aquélla, trae la desgracia a la humanidad.
5
Sentido del mito
Para
Jean-Pierre Vernant, el rol de mito de Pandora en el texto hesiódico (sobre todo referido a Trabajos y días) es el de la justificación teológica de la presencia de fuerzas oscuras en el mundo humano. Al intentar Prometeo obtener para los hombres más de lo que debían recibir, arrastra a la humanidad a la desgracia: Zeus le da a los mortales un don ambiguo, mezcla de bien y mal, una peste difícil de tolerar pero de la que no se puede prescindir. Es el engaño mismo disfrazado de amante. Pandora es la responsable de comunicar al mundo humano los poderes representados por la estirpe de la
Nyx: de ahora en adelante, toda abundancia convive con
Ponos, a la juventud sigue
Geras, y la justicia contrasta con
Eris. La aparición de la mujer implica también la necesidad de un constante afán en las labores agrícolas, puesto que es presentada constantemente como un vientre hambriento, atenta a la hacienda de su prometido, al que acecha con encantos seductores (
Apate), y una vez casada instala el hambre en el hogar.
6
LA CAJA DE PANDORA
La Caja de Pandora es un artefacto de la
mitología griega, tomada del mito de la creación de
Pandora, que fue la primera mujer creada por
Zeus. La “caja” era en realidad un gran jarra dada a Pandora, que contenía todos los males del mundo.
Entonces Pandora, con su curiosidad, abrió el frasco, todo su contenido, excepto un ítem, fue liberado hacia el
mundo. El ítem remanescente fue la
esperanza.
Hoy en día, abrir una “caja de Pandora” significa crear una acción en apariencia pequeña o inofensiva pero que puede acarrear consecuencias importantes o de largo alcance.
Interpretación
Es en la
Ilíada que, en el verso 527 y siguientes, se utiliza este término: en la casa de Zeus había dos jarras, una encerraba los bienes, y la otra encerraba los males.
1 La
Teogonía de
Hesíodo no lo evoca, anunciando solo que sin mujer, la vida del hombre es impraticable, y con mujer todavía más impracticable. Hesíodo clasifica a Pandora como «mal bello» (en
griego καλὸν κακὸν kalòn kakòn).
Para el nombre «Pandora» hay varios significados: panta dôra, (que tiene todos los dones) o pantôn dôra (que tiene dones de todos los dioses).
La razón para la permanencia de la Esperanza entre los males necesita de mejor traducción del texto griego. El término preciso es en
griego ἐλπίς elpís, definible como la espera de algo; se traduce muchas veces por esperanza. Una traducción alternativa será “antecipación”.
Pandora es simultáneamente la introductora de los males pero también de la fuerza, de la dignidad y de la belleza, y a partir de la apertura de su caja, el ser humano no puede mejorar su condición sin enfrentar adversidades.
Sin embargo Pandora abrió la caja liberando criaturas hasta ahora desconocidas que trajeron consigo la envidia, el miedo, el odio, los celos.
La historia cuenta que después de que Pandora recibiera la jarra, recibió también una órden de Zeus diciendo que jamás debe abrirla. Día tras día, Pandora estaba cada vez más curiosa, y un cierto día, decidió que iba a abrirla para ver qué había dentro. Cuando la abrió, todos los males fueron liberados, excepto uno, que permaneció allí dentro: la esperanza.
La historia de Pandora es la siguiente:
Por orden de Zeus padre de los dioses, Hefesto dios del fuego, famoso por sus habilidades, formó la estatua de una hermosa doncella. La propia Atenea que, celosa de Prometeo, habíase trocado en su enemiga, echó sobre la imagen una vestidura blanca y reluciente, aplicóle sobre el rostro un velo que la virgen mantenía separado con las manos, coronada de frescas flores y le ciñó el talle con un cinturón de oro, adornada maravillosamente con policromas figuras de animales. Hermes, el mensajero de los dioses, otorgaría el habla a la bella imagen, y Afrodita le daría todo su encanto amoroso.
De este modo Zeus, bajo la apariencia de un bien, había creado un engañoso mal, al que llamó Pandora, es decir, la omnidotada; pues cada uno de los Inmortales había entregado a la doncella algún nefasto obsequio para los hombres.
Condujo entonces a la virgen a la Tierra, donde los mortales vagaban mezclados con los dioses, y unos y otros se pasmaron ante la figura incomparable. Pero ella se dirigió hacia Epimeteo, el ingenuo hermano de Prometeo, llevándole una caja regalo de Zeus. En vano aquél había advertido a su hermano que nunca aceptase un obsequio venido del olímpico Zeus, para no ocasionar con ello un daño a los hombres; debía de rechazarlo inmediatamente.
Epimeteo, olvidándose de aquellas palabras, acogió gozoso a la hermosa doncella y no se dió cuenta del mal hasta que ya lo tuvo. Pues hasta entonces las familias de los hombres, aconsejadas por su hermano, habían vivido libres del mal, no sujetos a un trabajo gravoso, y exentos de la torturante enfermedad. Pero la mujer llevaba en las manos su regalo, una gran caja provista de una tapadera. Apenas llegada junto a Epimeteo abrió la tapa y en seguida volaron del recipiente innumerables males que se desparramaron por la Tierra con la velocidad del rayo. Oculto en el fondo de la caja había un único bien: la esperanza; pero, siguiendo el consejo del Padre de los dioses, Pandora dejó caer la cubierta antes de que aquella pudiera echar a volar, encerrándola para siempre en el arca.
Entretanto la desgracia llenaba, bajo todas las formas, tierra, mar y aire. Las enfermedades se deslizaban día y noche por entre los humanos, solapadas y silenciosas pues Zeus no les había dado la voz. Un tropel de fiebres sitiaba la Tierra, y la muerte, antes remisa en sorprender a los hombres, precipitó su paso.
La vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen; todos los males del mundo se habían extendido por la tierra y sólo la esperanza quedó oculta en el fondo del arca.
Bueno, pues ahora os voy a contar el porqué del título del articulo. Como siempre empecemos por las definiciones.
Esperanza según la R.A.E.:
1. f. Estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
2. f. Mat. Valor medio de una variable aleatoria o de una distribución de probabilidad.
3. f. Rel. En la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido.
~ de vida.
1. f. Tiempo medio que le queda por vivir a un individuo de una población biológica determinada. Para los recién nacidos coincide con la duración media de la vida en dicha población.
alimentarse alguien de ~s.
1. loc. verb. Esperar, con poco fundamento, que se conseguirá lo deseado o pretendido.
dar ~, o ~s, a alguien.
1. locs. verbs. Darle a entender que puede lograr lo que solicita o desea.
llenar algo la ~.
1. loc. verb. Corresponder el efecto o suceso a lo que se esperaba.
qué ~s.
1. loc. interj. Cuba, Méx. y Ven. U. para indicar la improbabilidad de que se logre o suceda algo.
□ V.
Iniquidad según la R.A.E.:
(Del lat. iniquĭtas, -ātis).
1. f. Maldad, injusticia grande.
Durante generaciones a los seres humanos se nos ha dicho que hemos de tener esperanza en que todo lo que queremos algún día llegará. Según la leyenda de la caja de Pandora, en dicha caja se encontraban todos los males e iniquidades del mundo y lo único que quedó encerrado fue la ESPERANZA. La ESPERANZA es por lo tanto la última iniquidad, y si habéis leído las definiciones no es algo bueno sino todo lo contrario. Todos hemos tenido y tenemos esperanza en que todo lo que deseamos se cumpla, algunas cosas se habrán cumplido y otras no. Pero en muchas cosas de las que se hayan cumplido la esperanza habrá sido un factor menor, pues los principales factores para conseguir cumplir nuestros objetivos son: tenacidad, constancia y un objetivo claro y definido.
tenaz.
(Del lat. tenax, -ācis).
1. adj. Que se pega, ase o prende a una cosa, y es dificultoso de separar.
2. adj. Que opone mucha resistencia a romperse o deformarse.
3. adj. Firme, porfiado y pertinaz en un propósito.
constancia1.
(Del lat. constantĭa).
1. f. Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos.
La palabra esperanza contiene implícitamente otra, la palabra espera. La palabra espera viene del verbo esperar.
Esperar según la R.A.E.:
(Del lat. sperāre).
1. tr. Tener esperanza de conseguir lo que se desea.
2. tr. Creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable.
3. tr. Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo.
4. intr. No comenzar a actuar hasta que suceda algo. Esperó A que sonase la hora para hablar.
5. intr. Dicho de una cosa: Ser inminente o inmediata. Mala noche nos espera.
6. intr. Poner en alguien la confianza de que hará algún bien. Espero ENti.
~ sentado.
1. loc. verb. U. cuando parece que lo que se espera ha de cumplirse muy tarde o nunca.
Por lo tanto espera y esperanza están unidas, y tener esperanza es un camino que no lleva a ninguna parte, pues la espera puede ser eterna.
Tanto las élites religiosas como políticas del planeta nos han vendido la esperanza como algo bueno y no es más que una forma de control. Mientras tenemos esperanza en que cumplan sus promesas nosotros somos incapaces de actuar racionalmente y por nosotros mismos. Ellos no moverán un dedo para solucionar nuestros problemas porque ellos los han creado y la población ingenuamente les da el poder “con la esperanza” de que hagan algo bueno a nuestro favor. Nos dejan la esperanza como un resquicio de libertad, pero un resquicio tan pequeño que es inútil para nosotros, pero suficientemente útil para los controladores. Los Poderes que Son, actúan como los Dioses del Pasado, y la esperanza es una de sus armas.
Tanto para nuestros objetivos personales como sociales, la esperanza no nos lleva a ninguna parte. Todo lo que sucede, sucede porque hemos tomado acciones para que suceda, la esperanza no ha servido de nada en tales acciones, salvo como una vaga idea de algo que queríamos.
Un mundo basado en la esperanza nunca logrará sus objetivos, porque la inactividad no produce nada tangible, solo imaginario. Esta crea ideas vagas de lo que queremos y deseamos, no cosas sólidas. La sociedad necesita cambiar a mejor para todos, pero solo con esperanza no lo lograremos. Necesitamos actuar para concretar hechos que nos lleven a esa mejora.
Para poner un ejemplo. Cuando Obama fue elegido Presidente de los Estados Unidos de América por primera vez, su campaña electoral nos vendió la “esperanza” del cambio. Todo el mundo creyó que sería un cambio a mejor, pero dada la ambigüedad de los términos cambio y esperanza la decepción a sido grande. Sí, ha habido cambio, pero no el que el mundo esperaba a mejor, sino todo lo contrario. Más guerra, más violencia, más crímenes, más represión. Eso sí, diciéndonos que todo es por nuestro bien. Aquí en España tanto con Zapatero, como con Rajoy, la decepción con la esperanza de cambio a mejor ha sido también enorme, y la represión también ha crecido.
La esperanza es una enorme y ambigua maldad, con la que se manipula la voluntad humana, hacia un lado u otro, según convenga al que se beneficie de su utilización. Esta debería de ser una palabra maldita. Debemos de actuar con determinación para conseguir lo que queremos en favor de la sociedad y por lo tanto de nosotros mismos, no basar el cumplimiento de todos nuestros anhelos en algo tan inútil como la “esperanza”. Si quieres algo levántate y actúa para conseguirlo, seguro que lo lograrás antes que esperando sentado con la esperanza de conseguirlo. Tanto de modo individual como colectivo lograremos las cosas antes actuando que esperando. Y no lograremos las cosas manifestándonos en las plazas de nuestras ciudades, sino actuando de la forma correcta en nuestra vida diaria. Haciendo lo que deberíamos de haber hecho mucho antes, pero que ha sido ofuscado con la esperanza de que los que nos gobiernan lo harían por nosotros. Nosotros somos el cambio, la esperanza como he demostrado es un engaño y un arma para que no hagamos nada que cambie el status quo del sistema.
1 de julio de 2013