ASTRONOMÍA Lo ha confirmado la Agencia Estatal Europea
El Cometa ISON se acerca al Sol ESA
Las primeras observaciones preliminares de los astrónomos indican que parte de la cola del
cometa ISON ha sobrevivido a su paso junto al Sol este jueves pero no así su núcleo, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA) en su cuenta oficial de Twitter.
La comunidad científica ha estado pendiente de lo que ocurría en el viaje 'kamikaze' hacia el Sol de esta roca, a la que muchos ya han bautizado como 'el cometa del siglo', y en las próximas horas podrán concluir si sus restos seguirán brillando o no y si se podrán ver desde la Tierra.
"Yo no he visto nada que haya emergido de detrás del disco solar. Eso podría ser el último clavo en su ataúd", había reconocido previamente el astrofísico Karl Battams en una retransmisión de este acontecimiento emitida por la televisión de la NASA. "Es triste que parece haber acabado su vida de esta manera, pero vamos a poder aprender mucho más sobre este cometa", ha asegurado este experto.
"Lo que lo hace verdaderamente fascinante es que (el cometa) es un fósil de una etapa temprana del Sistema Solar", explicó antes de que se produjera el 'roce' del cometa con el Sol Alex Young, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard en Maryland.
Young indicó que ISON es muy grande, por lo que esperaba que sobreviviera tras 'rozar' el Sol. Otros expertos, en cambio, sostenían que el calor de nuestra estrella derretiría el hielo que mantiene unidos los fragmentos del cometa, lo que provocaría su desintegración.
"Estudiar cometas nos permite observar al pasado y determinarcuáles eran las condiciones del Sistema Solar hace 4.500 millones de años", dijo Young.
El viaje de ISON cerca del Sol también es una oportunidad para que los científicos puedan estudiar la atmósfera de nuestra estrella.
Young indicó que ver a este cohete es una oportunidad que se da "sólo una vez en la vida". "Es un cometa prístino ... y no volverá", añadió.
La primera 'prueba de fuego'
ISON, visto por primera vez en septiembre de 2012 por astrónomos rusos, es un cometa especial que procede de la nube de Oort, una burbuja que rodea todo el Sistema Solar y que, según las estimaciones de los astrónomos, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.
Nada más descubrirse, ISON destacó por su enorme brillo -considerando la gran distancia que le separaba del Sol- y, desde entonces, astrónomos de todo el mundo esperan divididos que el cometa pase su primera prueba de fuego: el paso por el perihelio, que será el momento en que estará más cerca del Sol.
La mayoría de los cometas son pequeños cuerpos sólidos helados que sufren cambios dramáticos según se acercan al Sol y sube la temperatura: los hielos que albergan en su interior se calientan, subliman (evaporan) y liberan polvo que reflejan la luz solar y que da lugar a la mancha difusa que envuelve al núcleo (coma) y la cola.
José Luis Ortiz, un investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) que participa en una campaña de observación de ISON, explica que "al igual que le está pasando a ISON en las últimas semanas", los cometas registran episodios puntuales de violenta actividad en los que su brillo se intensifica súbitamente.
"No se conocen bien los mecanismos que causan estos estallidos de actividad pero en la mayoría de los casos se producen cuando al acercarse al Sol los hielos que albergan en su interior reciben el calor del Sol y se evaporan bruscamente", señala Ortiz.
En el caso de ISON, lo más probable es que "el eje de rotación de este cometa haya estado alineado con el Sol, con lo que siempre recibía la luz solar sobre el mismo hemisferio, pero ahora, al moverse en la órbita y cambiar su orientación, el cometa recibe luz donde antes no llegaba y sublima hielos ocultos", puntualiza.
El cometa ISON se desintegra en su viaje al Sol
El cometa ISON se ha desintegrado este jueves en su viaje alrededor del Sol, según han advertido los científicos de la Agencia Espacial estadounidense (NASA), al no haber hallado su rastro al otro lado, después de cruzar la corona solar.
El acercamiento al sol de este cometa había causado una gran expectación ante la posibilidad de que lograra sobrevivir tras superar las altas temperaturas solares o se desintegrase en su aproximación al astro rey.
Sin embargo, después de que los telescopios de la NASA siguieran al cometa hasta sumergirse en la corona del Sol, no ha habido pruebas de que hubiera surgido al otro lado, aunque los científicos han asegurado que seguirían analizando las imágenes en busca de algún resto del ISON.
Cuando se acercaba a su punto más cercano al Sol a las 18:48 GMT, la cabeza del cometa se desvaneció y la cola de miles de kilómetros de diámetro se hizo más difusa, lo que también sugiere su ruptura.
“No estamos viendo realmente la cabeza del cometa,” ha explicado Phil Plait, uno de los astrónomos que participó en el Hangout de la NASA sobre ISON. “En este punto, sospechamos que el cometa se ha roto y ha muerto“, ha explicado Karl Battams, un científico del Laboratorio de Investigación Naval, quien se unió a una charla de la NASA y Google + desde el Kitt Peak Observatory en Arizona.
Primer cometa que se acerca tanto al Sol
Aunque el cometa se haya roto finalmente, ha ofrecido una oportunidad muy rara de ver, ya que ha permitido observar cómo uno de los objetos más antiguos del sistema solar interactuaba con el campo magnético del Sol.
Aunque los científicos han seguido otros cometas de la nube de Oort, Battams dijo que éste fue el primero que ha podido ser grabado pasando tan cerca del astro rey. “No tenemos idea de cuándo vamos a ver algo tan increíble de nuevo”, agregó.
Los científicos continúan estudiando los cometas para descubrir de qué están compuestos, ya que nacieron junto con el sistema solar hace 4,5 billones de años.
Cuando los cometas pasan lo suficientemente cerca del Sol, su hielo se derrite y el polvo que dejan a su paso da pistas sobre su composición. “Esto nos da la oportunidad de ver y estudiar estos campos magnéticos de una manera que normalmente no podríamos hacer”, dijo Alex Young, un físico solar del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA. “La naturaleza nos está dando esta oportunidad única para estudiar estos campos magnéticos“, agregó.
Los científicos dijeron que iban a seguir revisando las imágenes captadas por 11 telescopios de todo el mundo que realizan un seguimiento del cometa para saber lo que pasó con él y estudiar los datos que permitan saber más sobre el Sol.
El cometa más observado
C/2012 S1 (ISON), visto por primera vez en septiembre de 2012 por astrónomos rusos, es un cometa especial que procede de la nube de Oort, una burbuja que rodea todo el Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.
La comunidad científica ha estado pendiente de lo que ocurría con esta roca, a la que muchos ya han bautizado como ‘el cometa del siglo’, y en las próximas horas podrán concluir si sus restos seguirán brillando o no y si se podrán ver desde la Tierra.
Los astrónomos esperaban que ISON pudiera continuar su viaje, tras este encuentro con la estrella, y poder estudiar de cerca su composición, ya que iba a pasar a unos 64 kilómetros del planeta.
Hubiera sido una buena oportunidad para observar este cuerpo, cuyo origen está en el borde del Sistema Solar, por lo que conservaba los hielos primordiales de su formación hace miles de millones de años.
Concretamente, se cree que el ISON provenía directamente de la nube de Oort, donde abundan los cuerpos helados. Por alguna razón, este cometa fue expulsado de la nube hacia el corazón del sistema debido a la intensa atracción gravitacional del Sol.
ISON ya ha sido visible desde el planeta en el último mes, a veces con binoculares ordinarios y ocasionalmente a simple vista, por lo que los científicos ya han podido ir recogiendo datos desde entonces. La agencia espacial estadounidense ya ha declarado a ISON como el cometa más observado de su historia.