|VÍCTOR PUENTE|
Ayer el periódico dominical del diario español ABC publicaba en sus últimas hojas de internacional una noticia ,cuanto menos, nada despreciable titulada ‘‘de Guantánamo a una tumba en Siria’’. El título, aunque pueda sonar a cartelera, narra la aventura de Brahim Benchekrún, un marroquí nacido en Casablanca que en 2001 fue detenido en Pakistán tras los ataques del 11S y que tras pasar 2 años y medio como el preso 587 en Guantánamo fue extraditado en 2004 a Marruecos, donde un año después quedó en libertad bajo fianza.
Pues bien, esta noticia en apariencia de medio pelo puede ayudarnos a comprender la realidad geopolítica y militar imperante en el nuevo milenio. ¿Cómo puede ser que un yihadista, como así lo califica el diario, detenido a raíz de los atentados más escalofriantes jamás recordados pase en tan solo 4 años de Guantánamo a encabezar una de las facciones más violentas de Al Qaeda en Siria llamada Al Nusra? ¿Cómo es posible que sea extraditado en tan solo 2 años, y pase de una de las cárceles de más alta seguridad y represión del mundo a la libertad más absoluta, hasta el punto de encabezar en Siria una importante facción terrorista?
Más allá de la prodigiosa vida de Brahim, que daría para toda una novela de acción, lo aún más chocante de toda esta historia resulta, como muchos os habréis dado cuenta, es que Al Qaeda, la organización terrorista más temida en el mundo, pasa de perpetrar atentados a combatir a uno de los mayores enemigos de occidente. El régimen sirio de Bashar al-Asad, uno de los países más moderados de oriente próximo, donde existía libertad de manifestación y culto y coexistían suníes, alawitas, chiíes, drusos, ismaelitas y el cristianismo en sus distintas versiones. Cuando digo coexistir no hablo de un clima de tolerancia o respeto, sino de absoluta integración.
Con esto no quiero decir que Siria sea un país modelo, ni un referente en Derechos Humanos, no, pero tampoco considero justa la imagen que los medios de des-información masiva han dado sobre ella. Menos aún cuando regímenes como Arabia Saudí, Qatar o Israel, aliados de EEUU y occidente, son sometidos a un continuo lavado de imagen. Pero este ya es otro tema. Retomando el hilo, lo verdaderamente chocante es que el enemigo número uno de los servicios de inteligencia del primer mundo, esté liderando la revuelta de los mal llamados opositores con el fin de derrocar a un régimen por el simple hecho de no conceder la explotación de sus recursos.
Porque países en los que la sociedad civil sea pisoteada, hay muchos y en los que los derechos humanos no son respetados también, pero que tengan importantes recursos naturales y sea uno de los principales productores de oro negro ya no tantos.
Más allá del sinsentido de que Occidente apoye a las facciones radicales de Al Qaeda en Siria cuando lleva más de diez años condenándola, y expandiéndose, con el fin de combatirla. Nos queda una cosa más (en realidad nos quedan muchas cosas pero son inabordables en un solo post), y que también refleja la noticia a la que alude el texto, y son la declaraciones recogidas por eL diario que hizo en febrero de este año la de la viceministro de Exteriores marroquí, Mbarka Bouaida, “son cientos los marroquíes que combaten en Siria como también hay franceses o españoles’”.
El valor de estas declaraciones es incalculable pues nos está revelando que la revolución llevada por la oposición a Bashar al-Asad está siendo orquestada por la inteligencia de la potencias del Primer Mundo, que están nutriendo, previo pago, a las facciones radicales del régimen opositor sirio de yihadistas internacionales, cuando lo lógico es que los opositores movidos por el descontento de la política siria, sean por lo menos de origen sirio o residentes en el país, pero nunca exportados y mantenidos por Occidente. Muchos recordaréis que hace unas semanas saltó la noticia de que la policía española desarticuló una célula yihadista con sede en Melilla encargada del envío de hombres al frente sirio (Para los que no, dejo el link:http://politica.elpais.com/politica/2014/03/14/actualidad/1394781849_681744.html)
Lo que está claro es que las mentiras de la prensa oficialista empiezan a ser demasiado gordas y a poco que husmees tardarás poco en descubrir la misma forma de proceder, con los mismos intereses en un nuevo lugar. Ahora toca Ucrania, punto de distribución de gas hacia Europa por parte de Rusia, principal productor agroalimentario de Europa; trampolín seguro de Monsanto, vecino del enemigo eterno, Rusia, y tantas cosas más…