Escocia celebra este 18 de septiembre el referéndum independentista. Partidarios de una unión que dura más de 300 años advierten de los efectos negativos de la secesión. En cambio, los defensores del sí en la votación predicen una prosperidad máxima.
"(…) Marchar en solitario sería un riesgo para Escocia. Los puestos de trabajo se irían a Inglaterra, la financiación de las pensiones se reduciría y nuestro sistema de sanidad correría peligro", insiste el jefe de la campaña antiindependentista, Blair McDougall, según recoge la cadena BBC.
Un grupo de exjefes de las Fuerzas Armadas del Reino Unido publicaba además en el diario 'The Telegraph' una carta abierta en contra de la independencia de Escocia, argumentando que, de producirse la secesión, el conjunto de Gran Bretaña se convertiría en un blanco más vulnerable ante posibles ataques externos y advirtiendo de que Edimburgo tardará décadas en crear un Ejército propio viable.
Voces similares se oyen también en el extranjero. "La secesión sería económicamente ruinosa, socialmente inmoral y políticamente desastrosa", escribe el analista israelí Amotz Asa-El en su columna para MarketWatch. Las consecuencias económicas de votar a favor de la independencia serían "sorprendentemente negativas", insiste Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal de EE.UU., en el diario 'The Financial Times'. "Sospecho que no funcionará bien para los escoceses", advierte Robert Bruce Zoellick, exvicesecretario de Estado de EE.UU. y expresidente del Banco Mundial.
Pero las opiniones están lejos de ser unánimes. Según el analista financiero Dominic Frisby, si Escocia elige la independencia, se convertirá en el país más rico del mundo. Según comentó a 'Bloomberg', Edimburgo posee todos los factores claves para conseguir un índice ideal del PIB per cápita por paridad de poder adquisitivo, empezando por su pequeña población y concluyendo con sus importantes recursos petroleros.
Población"Hay una correlación directa entre el tamaño de un estado y el bienestar financiero de sus ciudadanos: cuanto más grande sea el primero, más pequeño es el último", sostiene Frisby. En las diversas listas de países más ricos del mundo según el PIB per cápita elaboradas por el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional países como Catar, Luxemburgo, Noruega y, en ocasiones, también Suiza, Singapur y Dinamarca suelen turnarse en los puestos de honor. Todos estos estados tienen un rasgo común: una población pequeña, destaca el analista, aunque sin mencionar el hecho de que EE.UU. y Australia también suelen acabar clasificadas entre las diez naciones más ricas pese a su población.
Si logra independizarse, Escocia, con sus 5,3 millones de ciudadanos, tendrá que sobrevivir con menos impuestos, lo que limitará el tamaño de las instituciones y organismos del nuevo estado, sostiene Frisby. El control de la acción pública se hará más eficaz, habrá más transparencia y menos pérdidas no justificadas. Con menos ciudadanos, la brecha entre los ricos y los pobres será menor y será más fácil implementar cambios, lo cual creará una nación flexible, dinámica y competitiva.
Recursos petrogasíferosEscocia es el mayor productor del petróleo dentro de la UE. Una vez independiente, obtendrá control sobre las reservas dentro de sus fronteras. Según las cifras que baraja el líder nacionalista y el ministro principal de Escocia desde 2007, Alexander Salmond, quien en su momento trabajó como economista petrolero, el nuevo estado podrá disfrutar de 54.000 millones de libras (88.000 millones de dólares) en impuestos provenientes de la explotación de los yacimientos del mar del Norte dentro de seis años. Basándose en los trabajos de Alex Kemp, de la Universidad de Aberdeen, Salmond calcula que las reservas no probadas de crudo y gas del mar del Norte podrían llegar a 24.000 millones de barriles, lo que representa un valor potencial de hasta 1,5 billones de libras (2,4 billones de dólares) en 40 años. Para un país de 5,3 habitantes la cifra no es baladí.
IndustriaEscocia produce hierro, zinc y cierto volumen de carbón. Las aguas que rodean el territorio son unas de las más ricas en toda Europa para la pesca. Escocia está dotada además de un recurso energético destacado a nivel europeo: es un exitoso exportador de electricidad, gracias tanto a sus centrales nucleares, parques eólicos y proyectos de energía olamotriz y mareomotriz. Por otra parte, la industria de whisky trae más de 4.250 millones de libras (6.930 millones de dólares) al presupuesto del Reino Unido.
Edimburgo es actualmente el decimocuarto centro financiero mayor de Europa. Según Frisby, el estatus de capital de un estado independiente y la posibilidad de implementar unas políticas monetarias propias solo reforzará a la nueva Escocia soberana.
Alto nivel tecnológicoHoy en día la prosperidad de una sociedad depende en gran medida de los avances tecnológicos que es capaz de generar. Volviendo la vista a los talentos que Escocia 'generó' a lo largo de su historia en ingeniería, finanzas y física, entre otros campos, no cabe duda de que en el siglo XXI puede seguir siendo igual. Entre las personalidades escocesas más destacadas del pasado figuran: James Watt, ingeniero cuyos trabajos dieron lugar a la máquina de vapor de agua y en cuyo honor fue llamada la unidad de potencia del 'vatio'; Alexander Graham Bell, inventor del teléfono; Alexander Bain, creador del fax y el reloj eléctrico; James Bowman Lindsay, inventor de las bombillas de luz eléctrica constantes; Thomas Lipton, fundador del Liptons Tea; James Braid, padre de las técnicas de hipnosis; Alexander Fleming, autor de penicilina; Adam Smith, pionero de la economía política; Bertie Charles Forbes, fundador de la revista 'Forbes'; William Paterson, fundador de la Banca de Escocia y de la Banca de Inglaterra; John Law, fundador de Banque Générale de Francia, entre otros.
Hoy en día, Escocia cuenta con el Silicon Glen, un centro industrial de alta tecnología que abarca la franja central de Escocia (o 'Central Belt'), el triángulo delimitado por Dundee, Inverclyde y Edimburgo y que incluye los condados de Fife, Glasgow y Stirling. Las empresas tecnológicas ubicadas en el Silicon Glen producen el 28% de todos los ordenadores en Europa, el 29% de los 'laptops' del continente y más del 7% de los computadores del mundo.
Texto completo en:http://actualidad.rt.com/economia/view/140488-escocia-independencia-pais-rico-mundo
¿Por qué EE.UU. teme la independencia de Escocia?
© RT/AFP
Analistas políticos y económicos estadounidenses no paran de dar pronósticos apocalípticos para Escocia en caso de independizarse. Pero, ¿por qué Washington habla tanto sobre el tema y por qué se muestra tan alarmado al respecto?
"Estamos interesados en ver a un Reino Unido que permanezca fuerte, sólido y unido", comunicó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca. Votar un 'sí' en el referendo de independencia sería un error económico para Escocia y un desastre geopolítico para Occidente. O, al menos, en esto coinciden expertos estadounidenses de élite entrevistados por el diario 'The Financial Times'.
"Los pronósticos de los nacionalistas son tan inverosímiles que realmente deberían ser descartados", insiste Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal de EE.UU., y explica que en realidad las consecuencias económicas para una Escocia independiente serían "sorprendentemente negativas", mucho más de lo que intentan presentar los promotores de la idea. Según él, no hay probabilidad de que Londres acuerde la unión monetaria, con lo cual los escoceses deberán dejar de usar la libra esterlina muy rápidamente. Duda, además, que el Banco de Inglaterra siga como prestatario para Edimburgo.
"Sospecho que no funcionará bien para los escoceses", advierte Robert Bruce Zoellick, exvicesecretario de Estado de EE.UU. y expresidente del Banco Mundial. Al analizar las consecuencias que la independencia de Escocia podría tener para Washington, queda claro por qué la élite estadounidense prefiere dar unos pronósticos tan pesimistas.
Influencia sobre la UE"La desintegración del Reino Unido sería la disminución de Gran Bretaña y una tragedia para Occidente, precisamente en el momento que EE.UU. necesita a aliados fuertes", admite el propio Zoellick.
La pérdida de Escocia debilitaría la influencia de Reino Unido dentro de la Unión Europea. De momento, el país, junto con Alemania y Francia constituye la gran triada del bloque. En caso de perder a la población escocesa, resultaría en el cuarto lugar, detrás de Italia. Esto supondría menos asientos británicos en el Parlamento Europeo y menos influencia a la hora de tomar decisiones políticas. "En la Unión Europea, el tamaño importa", destaca Almut Moeller, experta del Consejo de Relaciones Exteriores de Alemania, según recoge la cadena Fox News.
Una Escocia independiente no solo resultará fuera de la Unión Europea, sino podría causar también la salida del Reino Unido del bloque comunitario. Debido a las normas de votación británicas, los grupos políticos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, que abogan por abandonar la UE, resultarán proporcionalmente más fuertes en el Parlamento nacional. "Es nuestra pesadilla: la independencia de Escocia seguida por la salida del Reino Unido de la UE", admitió un oficial estadounidense bajo condiciones de anonimato ante 'The Financial Times' y argumentó que esto convertiría a Londres en un socio mucho más débil.
Supremacía nuclear de la OTAN
Otro aspecto que preocupa a los políticos estadounidenses es la cooperación militar. Según comentó el senador republicano John McCain a 'The Financial Times', la independencia escocesa damnificaría los vínculos de inteligencia y las relaciones militares únicas que Washington tiene con Londres, su aliado militar más importante.
Una vez fuera del Reino Unido, Escocia resultará también automáticamente fuera de la OTAN. Hasta que finalice el proceso de reintegración (bastante duradero, a propósito), habrá que suscribir y alcanzar nuevos acuerdos para patrullar las rutas vitales en el Atlántico del Norte y el mar del Norte. Si Escocia opta por no adherirse, se plantearía un dilema para la OTAN sin precedentes: qué hacer con la pérdida de un territorio de la Alianza desarrollado y gobernado democráticamente que ha elegido la neutralidad, puntualiza Daniel Troup, experto del Consejo canadiense de la OTAN, citado por Fox News.
Un detalle más: quienes abogan por la soberanía de Escocia insisten en que el país debe librarse del armamento nuclear, lo que supone un enorme dolor de cabeza tanto para Londres como para la Alianza al completo. Habrá que encontrar otro puerto donde fondear cuatro submarinos de la Armada Real Británica equipados con los misiles balísticos intercontinentales Trident II D5 de ojivas termonucleares que actualmente están desplegados en las aguas del río Clyde. Es un riesgo que "socava la defensa colectiva y la disuasión de los aliados de la OTAN", comentó el Ministerio de Defensa del Reino Unido al respecto. Aún más: la incertidumbre rodea el futuro de la disuasión nuclear de Gran Bretaña como tal. Washington preferiría seguir viendo a Londres como una potencia atómica, pero en caso de independizarse Escocia, muchos analistas dudan de la posibilidad de que un Reino Unido menor pueda seguir soportandolos gastos de sus fuerzas nucleares.
Sanciones antirrusas
Analistas políticos estadounidenses temen, además, que el referendo de Escocia influya también en la posición de la Casa Blanca acerca de la crisis ucraniana. Por un lado, podría debilitar la habilidad de EE.UU. y la UE de montar una respuesta común debido a la influencia reducida del Reino Unido dentro del bloque. Por otro, 'incentivaría' a Moscú. "Rusia podría argumentar que los movimientos separatistas en realidad son perfectamente legítimos, ya sea en Crimea o en el este de Ucrania", comentó a 'The Financial Times' Ivo Daalder, exenviado de EE.UU. en la OTAN.