Un reciente estudio ha permitido que los científicos logren confirmar una hipótesis de larga data que sugería que la órbita de la Tierra está deformada por la atracción gravitacional de Júpiter y Venus en un ciclo que se manifiesta cada 405.000 años.
Dennis V. Kent, investigador de la Rutgers University, dijo en un comunicado:
Es un resultado sorprendente porque este largo ciclo, que se había predicho a partir de movimientos planetarios hace unos 50 millones de años, se ha confirmado hace al menos 215 millones de años. Los científicos ahora pueden vincular los cambios en el clima, el medio ambiente, los dinosaurios, los mamíferos y los fósiles de todo el mundo a este ciclo de 405.000 años de una manera muy precisa”.
Por más de 10 años, los investigadores han estudiado este fenómeno, un ejemplo de lo que se llama un ciclo de Milankovitch, que hace que nuestra órbita prácticamente circular alrededor del Sol cambie a una que es aproximadamente 5% elíptica, antes de reanudar su trayectoria circular.
Sin embargo, anteriormente no se tenía la suficiente evidencia para confirmar esto.
Ahora, gracias a las antiguas rocas perforadas desde las profundidades del Parque Nacional del Bosque Petrificado de Arizona, nos estamos dando una idea más clara.
En el año 2013, Kent y su equipo comenzaron a perforar núcleos de rocas de más de 457 metros desde una colina en el parque, analizándolos en busca de radioisótopos que indicaban su edad y evidencia de reversiones en la polaridad del campo magnético de la Tierra.
Núcleo de roca. Crédito: Columbia University
Al compararlas con muestras de sedimentos de la cuenca Newark, un antiguo lago prehistórico que abarcaba la mayor parte de Nueva Jersey, descubrieron que el ciclo de 405.000 años es el patrón astronómico más regular relacionado con el giro anual de la Tierra alrededor del Sol, que data de hace aproximadamente 215 millones de años, hasta el período Triásico.
Kent agregó:
Hay otros ciclos orbitales más cortos, pero cuando miras hacia el pasado, es muy difícil saber con cuál estás tratando en un momento dado, porque cambian con el tiempo. La belleza de este es que está solo. No cambia, todos los demás se mueven por él”.
Los datos han confirmado que este ciclo estable de 405.000 años data de un tiempo anterior a los dinosaurios. Esto tendrá una serie de implicaciones en diversos campos de investigación, desde la interpretación de fósiles, la evolución de las formas de vida y para mejorar el entendimiento de los movimientos planetarios.
Sin embargo, los investigadores esperan que esto permita ayudarnos a comprender de mejor manera cómo Júpiter y Venus -a pesar de lo increíblemente distantes que se encuentran – afectan el clima de la Tierra, y cómo inevitablemente experimenta cambios de calentamiento y enfriamiento en vastos marcos de tiempo.
Los autores indican que esto no debe ser tomado como la causa de los problemas climáticos actuales de nuestro planeta, debido a que el ritmo de los efectos del ciclo de Milankovitch no es algo que pudiéramos notar en nuestras cortas vidas.
Kent agregó:
Está muy abajo en la lista de tantas otras cosas que pueden afectar el clima en escalas de tiempo que nos importan. Por otro lado, todo el CO2 que vertimos en el aire en este momento es el principal problema. Eso está teniendo un efecto que podemos medir en este momento. El ciclo planetario es un poco más sutil”.
Los hallazgos del estudio han sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Artículo escrito por: Fernando T. para CodigoOculto.com