Cuando piensas en los efectos del cambio climático en el Ártico y su vida silvestre, la imagen de los osos polares es lo primero que suele venir a la cabeza.
Sin embargo, en un reciente documental de Netflix se muestra el fatal destino de morsas que se lanzan al vacío luego de escalar acantilados que nunca tendrían que haber escalado.
La impactante secuencia de imágenes tiene lugar en el documental que estrenó el pasado fin de semana, Our Planet. Allí vemos como un grupo de morsas en Rusia escalan una ladera rocosa hasta llegar a la cima, desde donde se ve la playa.
La gran mayoría de estos enormes mamíferos acaban perdiendo la vida. La escena se grabó en otoño de 2017, y el final, con las morsas precipitándose al vacío hasta encontrar la muerte, es tremendo, aunque no menos que el mensaje que trata de enviar el documental creado por el equipo detrás de Planet Earth de la BBC, y narrado por David Attenborough.
La serie está claramente enmarcada a través de la lente del cambio climático, mostrando cómo el calentamiento de las temperaturas globales, el aumento del nivel del mar o la reducción del hielo están afectando directamente a muchas de las especies de nuestro mundo.
Y una de ellas es la morsa. Imagen del documental donde se muestran cerca de 100,000 morsas en la costa del norte de Rusia.
El equipo del documental había escuchado indicios de tales caídas, pero no estaban preparados para la sorpresa de verlos. «Es lo peor que he filmado», dice Jamie McPherson, un camarógrafo, en una secuencia. ¿Por qué lo hacen?
Los osos polares, aparentemente, no los estaban acosando. Los equipos de cámaras estaban filmando desde lejos para que sus olores y sonidos no asustaran a los animales asustadizos. ¿Qué estaban haciendo las morsas en los acantilados?
«Esta es la triste realidad del cambio climático», cuenta la directora de la serie. «Estarían en el hielo si pudieran». La vista de una morsa fuera del agua es pobre. Sin embargo, pueden «sentir» al resto de la manada.
Las morsas árticas, por lo general, descansan o «salen» después de los periodos de alimentación en el hielo marino cerca de donde comen.
Sin embargo, a medida que el hielo se encoge, los animales se ven obligados a desplazarse en grandes grupos a pequeñas franjas de playa más cerca de sus áreas.
Estas salidas masivas involucran a miles de morsas acurrucadas en lugares cerrados. Algunas buscan alejarse de las grandes multitudes para encontrar algo de espacio para descansar, por eso vemos un momento del documental donde escalan un empinado acantilado con vistas a la playa. Al principio, la producción de Our Planet no entendía muy bien por qué estas criaturas comenzaron a escalar.
Pero llegado un momento, después de descansar en la cima del acantilado, las morsas parecen sentir que sus compañeros en la orilla se están moviendo. Hambrientas y desesperadas por volver al agua con el resto, las morsas comienzan a lanzarse por el acantilado.
Obviamente, no entienden que la caída probablemente las matará. Según el equipo de la producción, filmaron la muerte de cientos de morsas. Como dice uno de los miembros del equipo, «es muy difícil ver y presenciar esto.
Es tan desgarrador». Mismos términos que Sophie Lanfear, quien produjo y dirigió el episodio, y le contó al New York Times lo siguiente: «Las escenas de las morsas fueron las cosas más difíciles que he tenido que presenciar o filmar en mi carrera.
Realmente no estaba preparada para la escala de la muerte. Un pequeño grupo de quizás seis o siete bajaría de manera segura, y todos lo celebraríamos. Pero la gran mayoría no lo hacen.
Básicamente, se lanzan por el precipicio.
Las morsas están acostumbradas a un aterrizaje suave. Su percepción de profundidad no ha evolucionado para hacer frente a una situación de acantilado, ni han evolucionado para descubrir cómo regresar por donde vinieron. Así que es trágico. Es absolutamente desgarrador».
Si bien hay algunos científicos que dicen que el cambio climático no es necesariamente el culpable de este comportamiento, la mayoría sí piensan firmemente que todo está conectado. Como le cuenta a The Atlantic Anatoly Kochnev, un investigador ruso que participó en el documental, «esto antes era muy raro que pasara.
Cuando comencé a documentar este comportamiento hace tres décadas, solo se incluían algunos machos. Ahora incluyen hembras y crías también».
Según el World Wildlife Fund las escenas mortales como las aparecidas en la serie de Netflix son cada vez más comunes a medida que las morsas continúan perdiendo más de sus hábitats naturales. Edición: Miguel Jorge.