Afortunadamente, pocos de nosotros en los tiempos modernos nos han dejado un pollo muerto en la puerta o hemos encontrado una muñeca de cera perforada con alfileres, que contiene mechones de nuestro cabello, envuelta en un cordón rojo y escondida debajo del sofá.
Sin embargo, enviar malos deseos o maldiciones a través de un objeto sigue siendo muy común en la actualidad. Es posible que recibamos el objeto inesperadamente, incluso como un regalo, aparentemente enviado como un ofrecimiento de paz de alguien que sabe que no nos cae bien.
En muchos sentidos, un envío negativo es mucho peor incluso que el mal de ojo o una maldición en palabras. Esto se debe a que guardamos y podemos tocar o usar el objeto maldito regularmente, especialmente si es bonito.
Cada vez que lo hacemos, activamos la mala energía que fue puesta deliberadamente (o, con menos frecuencia, inconscientemente) por el “enemigo”. Los pensamientos negativos que se han unido al objeto se juntan a nuestro campo de energía. Y por si fuera poco, cuanto más potente sea la maldición, más dramáticos y duraderos serán los efectos.
Cómo saber si un objeto está maldecido
Puedes estar bastante seguro de que un objeto está maldecido si, casi inmediatamente después de recibirlo, comienzas a tener dolores de cabeza, sufres de extraños accidentes, te sientes constantemente nervioso, eres incapaz de dormir o tienes pesadillas vívidas en las que te atacan brutalmente.
También puedes experimentar una racha de mala suerte inesperada e inmerecida, y los que lo rodean pueden estar discutiendo o siendo rencorosos mientras recogen las vibraciones transferidas a la casa desde el objeto.
Como regla general, ten cuidado con los regalos inesperados de alguien que no te guste, especialmente si los regalos son objetos personales como joyas o bisutería.
También debes tener especial cuidado la adquirir objetos mágicos o aquellos que retratan deidades o espíritus desconocidos de otras culturas, especialmente de la antigüedad, ya que estos pueden contener una maldición muy poderosa del creador original o de aquellos que los han usado por un propósito negativo.
Objetos malditos y las pesadillas
Si estás en un lugar donde se practica habitualmente la magia e incluso involuntariamente ofendes a un practicante, lo que puedes obtener puede convertir tu vida en un auténtico infierno.
Sin embargo, una de las primeras experiencias que se siente al recibir un objeto maldito es a través de los sueños. Angustiada por las pesadillas y los sentimientos desagradables, la persona expuesta a la maldición se agota y la va destruyendo lentamente.
Con el paso de los días, las pesadillas son cada vez mas vividas y más aterradoras, llegando hasta un punto en el cual la víctima puede llegar a pensar que la vida no tiene sentido y que el suicidio es la única solución.
No es necesario decir, que cuando se tienen este tipo de pensamientos la situación es limite y es necesario acudir a un profesional para poder identificar el objeto en cuestión para posteriormente destruirlo como es debido.
Preservar objetos malditos
Sin embargo, incluso si están malditos, no es necesario tirar los objetos si son importantes paran nosotros o simplemente son valiosos. En este caso, es necesario limpiarlo utilizando una potente hierba como el hisopo, o usando salvia, cedro o un stick de incienso de pino. El poder del hisopo se remonta a los tiempos bíblicos y es utilizado en maga con fines de limpieza.
A parte de la limpieza de objetos malditos, expertos en la materia lo utilizan para erradicar espíritus o entidades demoniacas en una casa. Aunque no siempre la hierba debe ser utilizada en casos extremos, también se recomienda su uso para prevenir ataques psíquicos.
Objetos con energía negativa
Incluso si un objeto no está directamente maldecido, puede llevar energía negativa de la persona que lo poseía antes, especialmente si practica las artes oscuras. Por lo tanto, si compras objetos de segunda mano o en una tienda de antigüedades, siempre límpialos antes de entrarlos en tu casa.
Las joyas que compres en casas de empeño o anticuarios también pueden tener energías negativas si el propietario tuvo una vida dramática o se vio obligado a separarse de su tesoro por razones económicas.
Si el objeto en cuestión es grande, como muebles, coloca una planta en maceta verde justo al lado durante veinticuatro horas, y si es posible, coloca un círculo de nueve pequeñas amatistas alrededor de la planta.
Ya sea que te hayan enviado un objeto que crees que está maldecido o si compras un artículo viejo, este ritual elimina la maldición mediante el poder del humo.
Es una técnica aún más potente que la limpieza con hisopo y especialmente efectivo si está implicado un profesional.
Ingredientes: Un incienso en stick de salvia o cedro; Nueve velas rojas dispuestas en un círculo lo suficientemente grande como para pararse de forma segura; El objeto maldito; Si lo deseas, una foto de los seres queridos afectados en el centro.
El ritual: Enciende cada vela en el sentido contrario a las agujas del reloj, diciendo lo siguiente:
“Le pido a los Ángeles que purguen esta maldición. Contra su poder no puede permanecer el mal. Nadie puede oponerse a su nombre, nadie resiste su llama limpiadora.”
Seguidamente, párate en el centro del círculo de velas y gira en las cuatro direcciones en sentido antihorario (oeste, este, sur y norte). Levanta el stick de incienso en espiral en sentido contrario a las agujas del reloj en cada dirección, luego levántalo por encima de tu cabeza, hacia las fotos y finalmente apúntalo al suelo. Mientras lo haces, di en cada dirección:
“Arriba, abajo y por todas partes, no se puede encontrar ninguna señal de maldad.”
Si no tienes el espacio para hacer un círculo de velas lo suficientemente grande, párate fuera del círculo de velas y muévete alrededor del exterior. Finalmente, deja que las velas se apaguen para luego enterrarlas en campo lejos de tu casa.
Si has destruido el objeto, pero aún sientes la maldad
SI has decidió destruir el objeto maldito, al fuego, al agua o enterrándolo, es posible que desees deshacerte de cualquier vestigio de malestar o desgracia. Los huevos se usan tradicionalmente para eliminar el mal de ojo, pero también sirve para erradicar las maldiciones en personas y objetos. Simplemente debes coger un huevo pasarlo por todo tu cuerpo de arriba a abajo.
Luego rompes el huevo y los viertes en el interior de una copa y vaso de cristal transparente. Lo que observarás pasados unos segundos serán unas inusuales burbujas que representan la persona que ha maldecido el objeto y que se irán dispersando hasta desparecer. Para finalizar, tira el huevo al inodoro, mientras pides que “toda maldición desaparezca de tu vida”.
Ahora ya sabes identificar y erradicar una maldición de un objeto. Pero debes de tener en cuenta que lo mejor en estos casos es pedir ayuda un profesional. Si tienes alguna duda o quieres explicar tu experiencia no dudes en escribir a continuación a través de nuestro formulario de contacto.
Por MEP
Publicado el 04/05/2020