Luces en el cielo durante el terremoto en México causan gran expectación en las redes sociales en el mundo. algunos diciendo que se trataba de señales apocalípticas.
Otros señalando que es una señal ya que hace cuatro años el mismo día 7 de septiembre ocurrió el poderoso terremoto de 8.2 en México y a los 12 días le siguió otro de 7.1 y comentan que hay que estar preparados porque puede que al igual que hace 4 años ocurra otro sismo en los próximos días.
Recordando lo ocurrido hace 4 años el 7 de septiembre de 2017 la tierra se movió con tal fuerza que se registró un sismo de magnitud 8.2 localizado en el golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas este terremoto dejo más de 90 personas fallecidas.
Pero luego a los 12 días el terremoto del 19 de septiembre 2017, de magnitud 7,1 y con epicentro entre Puebla y Morelos (centro), dejó 369 personas fallecidas, 228 de ellas en Ciudad de México.
Ahora en 2021 se repite el mismo patrón y al igual que hace 4 años se vieron luces en el cielo en diferentes partes de México.
Vídeo con las imágenes de las extraña luces en el cielo en ciudad de México:
Durante el terremoto de magnitud 7,4 que después fue degradado a 7.1 que sacudió México este martes, algunos testigos presenciaron una iluminación inusual en el firmamento. En las redes sociales fueron compartidas imágenes de luces verdes y azuladas que algunos usuarios señalan que fueron los transformadores de luz que explotaron, mientras que otros piensan que son relámpagos. Sin embargo, se trata de las llamadas luces de terremoto.
Este fenómeno, semejante a una aurora boreal, se puede apreciar en las inmediaciones del lugar donde se registra una actividad tectónica, aunque aparece en menos del 0,5 % de los movimientos sísmicos. Con una duración próxima a una fracción de segundo, la comunidad científica no posee una explicación definitiva sobre su origen.
Sin embargo, detrás de estos destellos podrían estar las masas de aire con átomos ionizados que flotan cerca de la superficie de la Tierra. De acuerdo con un estudio de 2014 publicado en la revista Seismological Research Letters, que analizó 65 incidentes de luces de terremotos en busca de patrones, estas pueden ser causadas por cargas eléctricas activadas en ciertos tipos de rocas durante la actividad sísmica.
"La naturaleza agita ciertas rocas" y "se activan cargas eléctricas, como si encendieses una batería en la corteza de la Tierra"; estas cargas se pueden combinar y desplazar "a velocidades muy altas" y "producir descargas eléctricas en el aire", comentó a National Geographic Friedemann Freund, uno de los participantes de la investigación.
Por ejemplo, las rocas de basalto y gabro tienen pequeños defectos en sus cristales que podrían liberar cargas eléctricas en el aire tras la tensión entre ellas, que friccionan entre sí durante un sismo. Estas cargas se dirigen hacia arriba sin obstáculos, ya que en estas zonas las rupturas geológicas abruptas tienen carácter vertical. Cuando alcanzan la superficie de la Tierra, interactúan con la atmósfera y es esto lo que produce el destello.
Según el Instituto de Física de la Universidad Nacional Atónoma de México, "la triboluminiscencia es un fenómeno en el que mediante acciones mecánicas como la frotación, la trituración, la agitación, la fricción o la deformación, ocurren rupturas en los enlaces químicos de un determinado material, produciendo así destellos de luz".
Esto quiere decir que los destellos se asocian al sismo a partir de la fricción de las partículas presentes en la corteza terrestre que generan efectos eléctricos como electromagnéticos.
“Las rocas de la corteza terrestre como el basalto y el gabro tienden a tener ciertas imperfecciones y al ser sometidas a esta fricción sueltan electrones o cargas eléctricas”, explicó a EFE el académico del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM Esteban Hernández.
Expertos coinciden en que el fenómeno se debe a la liberación de energía antes, durante y después del temblor. La luz que ha podido observarse hoy sobre el cielo de Ciudad de México y Guerrero aparece sobre las áreas donde hay estrés tectónico, actividad sísmica o erupciones volcánicas.
“La interacción del movimiento del suelo con la atmósfera es real. Hay registros que muestran que con un sismo se pueden producir perturbaciones dinámicas y señales electromagnéticas”, explica Víctor Manuel Cruz, sismólogo del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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