La periodista Míriam del Río publica 'La otra cara de la Historia', un compendio de enigmas y secretos que nos permite conocer la verdad tras muchos de los grandes misterios de la historia. El hundimiento del Titanic, la llegada del hombre a la Luna o la realidad sobre el Área 51.
En este extracto por cortesía de la editorial, profundizamos en uno de los temas más escurridizos y polémicos: los círculos de las cosechas.
El enigma de los Crop Circles
Los círculos de maíz son engaños o están formados por el movimiento de vórtices del aire, Stephen Hawking (Físico)
El fenómeno de los crop circles tiene intrigados, desde hace años, a miles de personas en todo el mundo. Aficionados a los sucesos paranormales, pero también reputados científicos e investigadores, estudian estas rarezas sin hallar una explicación lógica y coherente.
Miles de círculos han aparecido alrededor del mundo. ¿Qué representan? ¿Quiénes los hacen?
¿Qué son los inexplicables dibujos geométricos que aparecen en las cosechas? ¿Qué clase de fuerzas extrañas actúan en esos lugares?
Se han descubierto desde simples círculos a complicados patrones y figuras geométricas para las que aún no se ha encontrado ninguna explicación. Han aparecido miles de círculos en todo el mundo, pero sobre todo en Inglaterra, muy cerca de la región de Avebury y Stonehenge.
¿Es una casualidad? ¿Hay algún tipo de conexión paranormal con esos lugares, donde el misticismo adquiere una dimensión tangible y mística?
Los diseños empezaron a complicarse y dieron lugar a trazados que se asemejaban a diseños de galaxias, códigos binarios, cruces celtas y un sinfín de sorprendentes figuras
El fenómeno se empieza a internacionalizar cuando a finales de la década de los años setenta aparecen en Hampshire y Wiltshire, al sur de Inglaterra, unos insólitos círculos en los campos de cereales de la zona. Este suceso llamó la atención de los granjeros que descubrieron estos dibujos en sus terrenos.
Ninguno se explicaba qué o quién había realizado los círculos. Era como si algo muy pesado se hubiera posado sobre el campo y, empezando a moverse en el sentido de las agujas del reloj, hubiera dejado impreso en el suelo un curioso y extraño entramado circular.
A este suceso se le llamó crop circle o «círculo de cosecha», un fenómeno que sorprendió a miles de curiosos que empezaron a investigar. Pero, sobre todo, fueron los medios de comunicación los que se hicieron eco del misterioso enigma y lo llevaron a la televisión. Desde entonces, ya se han documentado más de 10.000 crop circles en todo el mundo.
Inicialmente, eran simples círculos en los campos de trigo, patata o cebada, pero después, los diseños empezaron a complicarse y dieron lugar a trazados que se asemejaban a diseños de galaxias, fases lunares, astrolabios, códigos binarios, cruces celtas y un sinfín de sorprendentes figuras que, principalmente, aparecen de primavera a verano, cuando las cosechas son más abundantes.
La aparición de los dibujos suele ir acompañada de sucesos extraños
Nadie entendía cómo se realizaban esos dibujos ni el motivo por el que se hacían. ¿Había fuerzas ocultas o sobrenaturales tras esos diseños? ¿Era un mensaje alienígena llegado de las estrellas a la espera de ser descifrado?
NO ES UN FENÓMENO RECIENTE
Los informes sobre estos misteriosos círculos o agroglifos se remontan a varios siglos atrás. De hecho, en 1880, la prestigiosa revista Nature informaba sobre una serie de círculos aparecidos en los campos de trigo de Surrey (Reino Unido). Después, a partir de 1978, empezó a aumentar el número de dibujos en Inglaterra y en el resto del mundo.
Así, poco a poco, pasaron de ser círculos sencillos a convertirse en complicadas estructuras artísticas. Además, hay que tener en cuenta que la aparición de los dibujos suele ir acompañada de enigmáticos sucesos como la aparición de niebla, que los pájaros alteren el rumbo de su vuelo, que las cámaras dejen de funcionar, que se descarguen las baterías o que se escuchen sonidos extraños en la zona durante las noches previas a la aparición de los círculos.
La crónica narra cómo el granjero escuchó sonidos y vio luces extrañas procedentes de sus tierras durante la noche
LA PRIMERA REFERENCIA
La primera referencia documentada sobre un crop circle aparece en el siglo XVII, en una antigua crónica en donde se habla de un extraño suceso ocurrido en Hertfordshire (Inglaterra). El relato, titulado The Mowing-Devil, cuenta cómo un granjero tuvo un problema con un trabajador que se negaba a segar su campo por considerar que no le pagaba un salario digno.
El enfrentamiento terminó con una frase muy significativa del granjero: «¡Que lo siegue el diablo!». A continuación, la crónica narra cómo el granjero escuchó sonidos y vio luces extrañas procedentes de sus tierras durante la noche.
Portada del relato The Mowing-Devil, de 1678
A la mañana siguiente, una parte de su campo apareció comprimida y apelmazada, formando una elipse. Era como si el diablo hubiera escuchado su conversación y hubiera aceptado el desafío. Él segaría el campo, ¡él sería el diablo segador! (mowing devil). Y así se representó en su momento: un diablo con una guadaña y sonrisa burlona segando el campo del granjero.
En el siglo XVII, cualquier evento que ocurriera fuera de lo habitual se relacionaba con el diablo
De esta manera, siempre que tenían lugar hechos extraños durante la noche, se asociaban a hechiceras, brujos, duendes, gnomos o al mismísimo diablo. Recordemos que el siglo XVII seguía siendo una época en la que el miedo y la superstición prevalecían por encima de todo, y cualquier evento que ocurriera fuera de lo habitual, sobre todo si tenía lugar de noche, se relacionaba con el diablo o con fuerzas oscuras que acechaban a la cristiana y devota población.
Lo cierto es que no hubo demasiadas referencias a crop circles (o algo similar) en las siguientes centurias, quizá porque la gente temía hablar, por si de esa manera volvían a invocar al diablo; o tal vez porque simplemente no hubo ningún fenómeno. Nunca lo sabremos.
ALGUNAS TEORÍAS CIENTÍFICAS Y OTRAS NO TANTO
Investigadores de las más diversas disciplinas han dado su opinión sobre el fenómeno y las eclécticas tesis incluyen desde tornados hasta naves extraterrestres. No obstante, la primera investigación oficial sobre el tema fue organizada por Colin Andrews y promovida por la mismísima ministra Margaret Thatcher.
El hecho es que, al examinar los crop circles, se apreciaba que las espigas no se doblaban ni se rompían, sino que se tumbaban unos pocos centímetros sobre el suelo de manera que podían seguir creciendo horizontalmente. Además, se agotaban las aguas subterráneas del lugar, y tampoco había huellas de pisadas que llevaran hasta los círculos ni rastro o residuos que partieran desde ellos hacia el exterior, por lo que se hacía muy complicado imaginar cómo se realizaron. Aunque algunos creen saber cómo se hicieron.
El biofísico americano William C. Levengood sugirió en su día que algún tipo de radiación electromagnética estaba involucrada en la creación de los círculos de cultivo, ya que tomó muestras de espigas de los crop circles en diferentes países y descubrió que las semillas habían desaparecido de su interior; o, mejor dicho, que era como si las semillas hubieran explotado al sufrir un calor extremo después de ser irradiadas durante un periodo corto, pero muy intenso. Sería algo similar a cuando encendemos un microondas para cocinar un alimento.
Incluso al estudiar los tallos, observaron que estos tenían un crecimiento anormal, emitían radiación residual y exhalaban un curioso olor a tostado. Además, según Levengood, ciertas áreas de los círculos presentaban una capa de óxido de hierro, que solo se produce a temperaturas de más de 500 ºC.
Stephen Hawking apoyó la hipótesis de que los crop circles podían crearse con el movimiento de vórtices de aire
Esta teoría se apoyaba en las masas de aire de partículas electrificadas conocidas como plasmas, que son las mismas que provocan los relámpagos o las auroras boreales, ya que, al analizar la zona donde un crop circle había aparecido, descubrieron que la tierra y los cultivos emitían campos magnéticos inusuales.
Otro científico, el físico inglés Terence Meaden, propuso la posibilidad de que los crop circles fueran creados por un fenómeno meteorológico, unos remolinos cargados eléctricamente por fricciones internas que daban lugar a los dibujos circulares en las cosechas.
Aunque parezca inverosímil, hasta Stephen Hawking apoyó esta hipótesis y dijo que los crop circles podían crearse con el movimiento de vórtices de aire. Ciertamente, fue una teoría que tuvo una significativa aceptación entre el público hasta que los círculos empezaron a complicarse en sus entramados; y claro, entonces ya nadie se creía que un remolino pudiera crear patrones tan elaborados.
Lejos de las hipótesis racionales, hay quienes atribuyen tan escurridizo enigma a seres de otros planetas e incluso otras dimensiones
Fue entonces cuando empezó a tomar fuerza la teoría de que los crop circles eran creados por habitantes de otros planetas. De hecho, varios testigos creen haber visto luces y objetos voladores extraños allí donde más tarde se han descubierto los círculos.
Según diversos croppies (cerealólogos), los ocupantes de los ovnis visualizan la forma que quieren conseguir y hacen descender la nave hasta la superficie del campo para darle un patrón concreto a cada crop circle. Es como si los círculos de cosecha fueran mensajes de las estrellas que esperan a ser descifrados.
Los místicos de la Nueva Era argumentan que es la Pachamama, la propia Tierra, la que quiere así llamar la atención sobre la degradación medioambiental que sufre el planeta. Otros plantean la posibilidad de que los agroglifos provengan de una cuarta dimensión, una dimensión paralela a la nuestra que la ciencia no puede llegar a comprender.
En este sentido, lo que nosotros vemos en los campos de cultivo podrían ser las impresiones aisladas de esa otra dimensión desconocida, una especie de holograma de lo que para nosotros es nuestra realidad.
LA CONFESIÓN Y SUS IMITADORES
Doug Bower y Dave Chorley son dos amigos que en 1991 asumieron la autoría de algunos de los crop circles que aparecieron en Inglaterra desde finales de la década de 1970. Ellos afirmaron ser los responsables de, al menos, 200 círculos de cosecha y demostraron ante la prensa cómo hicieron algunos de los patrones más complejos.
Tras la confesión de Bower y Chorley empezaron a aparecer imitadores en Inglaterra que también afirmaron haber engañado a la opinión pública realizando otros dibujos
Primero, una persona fijaba una guía para marcar un diámetro en el campo; después, otra marcaba el círculo sobre el trigo o cultivo que fuera y, finalmente, se comprimía el área delimitada con una tabla o elemento pesado que se deslizaba con una cuerda. Esa fue su explicación.
A partir de entonces, empezaron a aparecer imitadores en Inglaterra que también afirmaron haber engañado a la opinión pública realizando otros dibujos. La realidad es que es posible que en algunos de los círculos complejos haya habido intervención humana, que lo hagan para mofarse del público y divertirse, o como una expresión de creatividad: esta es la hipótesis que comparten los escépticos y propietarios de los campos.
Pero detengámonos un momento en esta premisa, porque llevan apareciendo agroglifos desde hace mucho tiempo. Es aceptable que en algunos dibujos más elaborados haya intervenido el ser humano, pero no en los más simples; es decir, en aquellos que llevan apareciendo desde hace siglos.
Por ello, es importante diferenciar entre los círculos realizados como un engaño y los círculos originales descubiertos antes de 1980. Además, es imposible que todos los círculos que aparecen en el mundo hayan sido realizados por Doug Bower y Dave Chorley, ya que tenemos referencias de círculos aparecidos en Japón, EE. UU., Canadá, Hungría, Países Bajos y España.
Míriam del Río
14 de octubre de 2021 (15:15 CET)
https://www.espaciomisterio.com/enigmas-y-anomalia/enigma-crop-circles_54552