ACTUALIZADO: 01/11/2021 06:47
Desde el Gobierno se insiste en que no habrá cortes de suministro de gas natural, pero los mensajes del Ejecutivo son más la expresión de un deseo que otra cosa. Y es que, desde el pasado 29 de septiembre, Sánchez tiene la alerta oficial sobre el riesgo de corte de suministro encima de su mesa.
Quien advierte es Enagás en un informe en el que asegura que hay garantía total de suministro, «siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”.
Y lo que hay en estos momentos es, precisamente, eso, «limitaciones en la importación del aprovisionamiento», ya que uno de los dos grandes gasoductos que traen el combustible a España desde Argelia ha sido sentenciado al cierre desde el 1 de noviembre.
Confiar en que el cierre del gasoducto será solucionado vía transporte marítimo, a través de buques que traigan el gas natural desde Argelia sin mayores problemas es de una candidez preocupante. Porque los barcos para traer gas natural están bajo una fuerte demanda y quienes están consiguiendo llevárselos de forma mayoritaria son los mercados asiáticos, de modo que el optimismo del Gobierno no está justificado.
Y lo sabe. Y por eso cruza los dedos. Porque el cierre de uno de los gasoductos que suministran gas natural a España desde Argelia es un problema descomunal. Y confiar en que no habrá problema es no conocer cómo funciona el mercado.
Si tenemos en cuenta que los datos oficiales de almacenamiento de gas en España muestran que las reservas nacionales se encuentran por debajo de la media europea y 20 puntos por debajo de las que tenía España hace un año, confiar en la palabra del Gobierno es un ejercicio de alto riesgo, un acto de fe injustificado.
Sánchez se juega su futuro político a una sola carta: que el 25% del gas procedente de Argel llegue por barco sin problemas. Si no llega, apaga y vámonos, presidente. Porque si no hay gas, este Gobierno muere de asfixia.
https://okdiario.com/opinion/si-no-hay-gas-este-gobierno-muere-asfixia-8030982
CRISIS ENERGÉTICA
Argelia cierra el gasoducto del Magreb y se abre una incógnita sobre el suministro de gas a España
Sánchez dice que no habrá cortes de gas pero sus datos adelantan una caída del 35% en los gasoductos
¿Cómo son los barcos que transportan gas? El «salvavidas» del Gobierno en plena la crisis energética
Gas para calefacción.
ACTUALIZADO: 31/10/2021 19:57
El presidente de Argelia, Abdelmedjid Tebboune, ha confirmado este domingo el cierre por razones políticas del gasoducto Magreb Europa, construido hace 25 años, y abre con ello una gran incógnita sobre el futuro del suministro de gas a España, que promete compensar aumentando la capacidad de Medgaz, la otra gran tubería que comparten ambos países, y con buques con gas licuado, lo que encarece los costes.
Fue el 1 de noviembre de 1996 cuando Argelia abrió por vez primera la válvula de una infraestructura clave para su economía, pero también para la de Marruecos y esencial para España, que desde que en diciembre de ese mismo año inaugurara el tramo cordobés recibía el 25% de su aprovisionamiento de gas por esa vía.
Un cuarto de siglo después la cierra por razones políticas y geoestratégicas a largo plazo que van más allá de su ruptura en agosto de las relaciones diplomáticas con Marruecos y que tienen como objetivos finales salvar su economía -sumida en un severa crisis desde 2014- y cambiar en su favor los equilibrios en el norte de África y en el Sahel, la frontera que más preocupa a la Unión Europea.
La opción del gas licuado
A corto plazo, las opciones son dos: aumentar la capacidad del gasoducto de Medgaz hasta los 10.500 millones de pies cúbicos -parche que se prevé esté listo a finales de noviembre gracias a un plan conjunto para ampliar la fuerza de propulsión de los motores- y compensar los casi 5.000 millones restantes con buques metaneros, alternativa que complica el proceso al tiempo que lo encarece.
La opción del gas licuado (GNL) podría conducir a un aumento en el precio, ya que las tarifas de envío en buques son más altas, algo que podría repercutir en los hogares españoles que ya afrontan la subida de los precios de la electricidad, el gas y los combustibles.
De hecho, el precio del GNL se ha disparado un 77% en los últimos dos meses justo a las puertas de que Argelia cerrase el gasoducto del Magreb. En concreto, los precios futuros del gas natural licuado JKM -Japan Korea Market-, el de referencia del sector, se ha disparado un 77% en los últimos dos meses. El jueves marcó un precio de 33,9 dólares por millón de btu, lo que equivale a 98 euros por megawatio hora, frente a los 18 dólares que registró el 1 de septiembre.
¿Suministro garantizado?
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido en innumerables ocasiones que el suministro a España está garantizado en invierto, pero lo cierto es que dependerá de las temperaturas que haga, porque el sistema no está preparado para una caída de las importaciones de gas y ya se están produciendo.
La amenaza de falta de suministro de gas para este invierno va creciendo ante la escasez de esta energía por la falta de gas ruso y las incompletas reservas que tienen en este momento las comercializadoras. Hasta octubre, las gasistas tenían contratado para este invierno un 60% menos que hace un año en las conexiones internacionales de entrada a España.
Así lo reflejan los datos de Enagás, el gestor del sistema, participada en un 5% por el Estado, que mantiene el 100% de la capacidad de almacenamiento dispuesto para cuando las empresas hagan las compras de gas.
https://okdiario.com/economia/argelia-cierra-gasoducto-magreb-suministro-gas-espana-8036010