Por MEP
14/07/2022
En 1978, Steven Spielberg, George Lucas y Lawrence Kasdan pensaron en la creación de un personaje aventurero que inspiraría a muchas personas a convertirse en arqueólogos. Indiana Jones finalmente se convirtió en uno de los personajes más famosos de Hollywood, pero ¿se basó en algún arqueólogo real? Según el autor Justin M. Jacobs, es difícil encontrar una coincidencia entre la ficción y la realidad, específicamente porque las películas se desvían bastante de la arqueología real.
Sin embargo, lo que muchas personas desconocen es que Indy si tiene su homólogo en la vida real, aunque con ciertas diferencias. Roy Chapman Andrews fue un académico y arqueólogo de Wisconsin con una vida bastante aventurera. Trabajando en el Museo Americano de Historia Natural, su nombre está relacionado con los hallazgos de varios esqueletos de dinosaurios completos en el desierto de Gobi en la década de 1920, además de encontrar pruebas de que los primeros mamíferos vivieron junto a estas antiguas criaturas. Con el tiempo, compiló una serie de más de 20 libros sobre sus viajes. Recuerda engañar a la muerte varias veces durante sus aventuras en el extranjero.
Y Andrews no es el único aventurero, hay muchos más. Este es el caso de un detective de arte conocido como el ‘Indiana Jones Holandés’, quien acaba de recuperar uno de los artefactos más sagrados jamás robados de la Iglesia Católica.
En busca de la ‘Preciosa Sangre de Cristo’
Arthur Brand, quien es conocido por sus increíbles habilidades para buscar arte robado, encontró la reliquia de la ‘Preciosa Sangre de Cristo’, un relicario que se dice que contiene la sangre de Jesús, seis semanas después de que fuera robado de una abadía en el norte de Francia.
Brand explicó al portal de arte ArtNews que el santuario dorado adornado, que contiene dos viales de plomo que se dice que contienen sangre de Jesús recogida durante la crucifixión, fue depositado de forma anónima en su puerta en una caja de cartón después de que los ladrones contactarán con él.
El detective del arte, que previamente recuperó una pintura de Picasso, una escultura conocida como los caballos de Hitler y un anillo que perteneció a Oscar Wilde, ahora entregará la reliquia a la policía holandesa, que la devolverá a Francia.
“Como católico, esto es lo más cercano a Jesús y la leyenda del Santo Grial que puedes obtener», dijo Brand. “Fue una experiencia religiosa auténtica.”
El robo tuvo lugar el 1 de junio cuando se cree que un ladrón se escondió dentro de la abadía de Fécamp, a unos 160 kilómetros al oeste de Calais, a la hora del cierre. Luego pasaron la noche vaciando el edificio sagrado de artefactos valiosos, incluido lo que parece ser un cáliz para el vino de la comunión, platos litúrgicos y una serie de otros objetos de oro. Pero el artículo más valioso que robaron fue la Preciosa Sangre de Cristo.
El relicario es una caja de cobre de 30 cm de altura que contiene dos signos vitales de plomo que, según cuenta la leyenda, se llenaron con sangre recogida de Jesús en el Santo Grial cuando murió en la cruz hace más de 2.000 años. Se dice que la reliquia, adornada con oro, piedras preciosas y representaciones de Cristo en la cruz, fue sellada en un baúl y arrojada al océano antes de desaparecer en el norte de Francia. Ubicado en la abadía de Fecamp, atrae peregrinos desde hace 1.000 años.
La noticia del robo fue particularmente impactante porque se produjo solo dos semanas antes de la celebración anual de la ‘Misa de la Sagrada Sangre’. Brand dijo que su participación en el caso comenzó unos días después del robo, cuando recibió un correo electrónico protegido de un escritor anónimo que afirmaba tener el sagrado objeto.
“Esta persona se acercó a mí en nombre de otra, en cuya casa se almacenaban las reliquias robadas», continuó explicando Brand. “Pero tener la última reliquia, la sangre de Jesús en tu casa, robada, eso es una maldición. Cuando se dieron cuenta de lo que era, de que en realidad no se puede vender, supieron que tenían que deshacerse de él.”
La persona que robó la reliquia bíblica envió un correo electrónico a Brand, diciéndole que era demasiado arriesgado devolverla a la propia abadía. Entonces la solución fue entregarlo en su casa, pero sin fecha ni hora.
“Fui prácticamente un prisionero en mi propia casa durante una semana”, recordó el arqueólogo. “No podía irme. Estas personas conocen mi reputación y que lo más importante es devolver esto a la iglesia. Esperemos que se mantenga por otros mil años.”
Finalmente apareció el objeto, entregado por un remitente anónimo, hacia las 22:30 horas de un viernes. Brand es conocido como un experto en buscador de arte robado y afirma haber recuperado más de 200 objetos en tres décadas.
Los artefactos recuperados incluyen un anillo que perteneció a Oscar Wilde que fue robado del Magdalen College de la Universidad de Oxford, la pintura Buste de Femme de Pablo Picasso que fue sustraída del yate de un príncipe saudí en 1999 y la Adolescencia de Salvador Dalí que fue robada de un museo holandés ese mismo año.
Pero quizás su recuperación más impresionante fueron los Caballos de Hitler: estatuas de bronce de 5 metros 16 del artista nazi Josef Thorak que se colocaron fuera de la Cancillería del Reich en 1939.
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