Lo bautizaron Changesite-(Y) y según el régimen de Xi Jinping permitirá "la exploración del espacio profundo". Mientras tanto, la NASA retrasa el lanzamiento de su propia misión por fallas técnicas
20 September 2022
Por Oriana Rivas – Panampost.com
Las continuas misiones en la Luna lideradas por China, finalmente parecen estar rindiendo frutos para el régimen comunista de Xi Jinping, el cual en su empeño por conquistar el espacio por encima de Estados Unidos, ha ejecutado diferentes planes. Esta vez, informó el hallazgo de nuevo mineral en la Luna convirtiéndose en el tercer país en hacer un descubrimiento de este tipo en el satélite de la Tierra.
Lo bautizaron Changesite-(Y) y según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, en inglés) se trata de «una especie de cristal columnar transparente e incoloro». El uso que podría darle ese país aún no esta del todo claro. Pero según el Instituto de Investigación de Geología del Uranio de Beijing (BRIUG, en inglés) «el descubrimiento tiene una gran importancia científica para el estudio de los minerales lunares, la evolución lunar y la exploración del espacio profundo».
Sobrepasando los tecnicismos, el hecho demuestra las ansias de China por lograr que su programa espacial supere el de EE. UU., su principal enemigo. No de gratis ha enviado cinco misiones del Programa de Exploración Lunar desde el año 2007. La última, bautizada como Chang’e-5, logró el hallazgo. En contraste, el país gobernado por Joe Biden tuvo que suspender dos veces en cinco días el lanzamiento de la misión no tripulada conocida como Artemis I.
China enviará tres misiones más en los próximos 10 años. Tendrán objetivos que van desde estudiar la composición geológica o la ubicación del hielo de agua en la Luna, hasta «probar las tecnologías necesarias para la construcción de una base científica lunar», reconoce la NASA.
China quiere agua y más poder
Liderazgo, poder y agua. Esos son tres objetivos que China quiere conseguir con sus viajes a la Luna. El gigante asiático enfrenta desde hace años una escasez del líquido que lo lleva a recurrir a viajes al espacio. Posiblemente por eso el lanzamiento del Chang’e-7 previsto para 2024 contempla la búsqueda de hielo lunar.
Por los momentos, se sabe que hay indicios del vital líquido. Así lo dejó saber en enero de este año cuando reportó señales «en datos espectrales de reflectancia en la superficie lunar».
Esa búsqueda la acompaña con la construcción de una gran estación espacial de tres módulos y 66 toneladas métricas, para la cual han enviado varios cohetes con piezas y componentes. Precisamente uno de ellos tuvo en vilo a varias naciones en mayo del 2021 porque se desconocía cuál lugar de la Tierra iba a ser su destino final.
Estuvo en caída libre hasta que sus restos terminaron en el océano Índico. Fue la evidencia de que el comunismo chino no se detiene cuando se trata de superar a EE. UU. A eso se suma que para 2019 se convertía en el primer país en llevar un robot rover al «lado oscuro» de la Luna.
Son precedentes que se suman el hallazgo del nuevo mineral en la Luna, que ya cuenta con la certificación de la Asociación Internacional de Mineralogía, según la agencia de noticias Xinhua.
La NASA se queda atrás
Una lectura relevante de todo lo que ocurre, es que para llegar hasta el espacio y enviar astronautas se necesita amplio conocimiento en muchas áreas. Que China haga semejantes viajes significa que logró dominar muchos de ellos. Tal como explicó Scott Pace, antiguo secretario ejecutivo del Consejo Nacional Espacial de la Casa Blanca en 2018.
“Para llevar humanos al espacio y hacerlo con éxito, es necesario dominar todos los campos de la actividad técnica: la química; física; todas las formas de ingeniería; la medicina, lo que sea, tiene que ser un maestro», aseveró.
En paralelo al descubrimiento chino del nuevo mineral en la Luna (el sexto hallado por la humanidad en ese satélite), la NASA tuvo que suspender por segunda vez el lanzamiento de la misión Artemis I a la Luna. Ocurrió a inicios de septiembre, supuestamente por una fuga de combustible.
“Los equipos intentaron solucionar un problema relacionado con una fuga en el hardware que transfiere el combustible al cohete, pero no tuvieron éxito”, aseguró la agencia espacial estadounidense.