domingo, 17 de noviembre de 2019

Top 10 Nuevas Razas Alienígenas







El PSC vota con los separatistas facilitar la identificación de los Mossos en las cargas contra los CDR

INDEPENDENTISMO EN CATALUÑA

Pedro Sánchez y Quim Torra en la puerta del Palacio de la Moncloa @Getty

17/11/2019 06:49

El PSC se ha unido a Podemos y a las fuerzas separatistas del Parlament de Cataluña para sacar adelante una moción que le pone las cosas más difíciles a los Mossos d’Esquadra. Los antidisturbios deberán llevar números más cortos y "recordables" para que los CDR puedan señalarles más fácilmente tras sus cargas.

La moción llega en plena ‘caza de brujas‘ de Quim Torra contra los Mossos por sus acciones durante la violencia callejera que asoló durante semanas Barcelona y otras ciudades catalanas.

Fue el grupo parlamentario de Podemos (En Comú Podem) quien presentó la medida a la Mesa del Parlament el pasado 30 de octubre. El Pleno la tramitó y la sometió a votación el miércoles de esta misma semana.





Entre las diez medidas que planteaba Podemos y el separatismo, muchas de ellas respaldadas por el PSC, hay una que preocupa especialmente al cuerpo de Mossos d’Esquadra. La referente a la nueva instrucción para identificar a los agentes antidisturbios.

De aquí a seis meses, como contempla esta medida amparada por los socialistas catalanes, los uniformes de los antidisturbios deberán reflejar con mayor "claridad" el NOP (la clave alfanumérica que llevan impresa en su espalda, que permite identificar a los agentes).

El número deberá ser más corto y "fácil de recordar" para que cualquier manifestante pueda memorilizarlo "a una distancia segura". Se aprueba también que ese NOP figure impreso en el casco de protección y en la parte delantera del uniforme.

A exigencia de los CDR

PSC, Podemos, ERC y JxCAT se pliegan así a una de las reivindicaciones que vienen repitiendo los Comités de Defensa de la República, organizadores y responsables de la violencia callejera vivida en las últimas semanas en Cataluña.

La nueva medida, según ha sabido OKDIARIO, ha generado bastante inquietud entre las plantillas de la Brigada Móvil (BRIMO) y la ARRO, las dos unidades antidisturbios encargadas del mantenimiento del orden en Cataluña.

El PSC también permitió, con su abstención, sacar adelante otra medida encaminada a prohibir el uso de pelotas de goma a la Policía Nacional y a la Guardia Civil en Cataluña. A partir de ahora, los Mossos no podrán actuar conjuntamente con las fuerzas policiales estatales si estos no se pliegan a esa demanda del separatismo. 

Si salen a la calle con lanzadores de pelotas, los Mossos recibirán la orden de volver a sus comisarías. De esta forma, la Generalitat consigue limitar el margen operativo de Policía y Guardia Civil a pesar de que no tiene competencias para ello.

Caza de brujas

Los propios agentes de estas unidades enmarcan esta nueva normativa dentro de esa ‘caza de brujas’ que inició la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos por encargo directo del presidente Torra. La investigación interna más profunda que ha llevado a cabo la policía autonómica en toda su historia, y para la que se están utilizando algunos de los vídeos grabados por los propios CDR para denunciar las cargas policiales.

De hecho, en esa misma votación en el Parlament, el PSC también se alineó con Podemos y con los separatistas para respaldar la "investigación interna" abierta en el seno de la policía autonómica.

Entre los mossos se ha instalado la certeza de que el Govern catalán busca cada vez más "maniatar" a los agentes ante actuaciones contra manifestaciones separatistas. Cabe recordar que antes de que comenzasen los episodios de violencia callejera como respuesta a la sentencia del procès, Torra dio orden de precintar el material antidisturbios -los lanzadores de pelotas de Foam- para obligar a los agentes que decidiesen utilizarlo a dejar constancia de su responsabilidad -y se le pudiesen pedir explicaciones posteriormente-.



La Verdad Oculta sobrte el acuerdo de Pedro Sanchez y Pablo Iglesias



sábado, 16 de noviembre de 2019

La Ciudad Perdida de Z y la Misteriosa Desaparición de Percy Fawcett

11 NOVIEMBRE, 2019 - 17:50 BRYAN HILLIARD

Cuando los primeros europeos llegaron al Nuevo Mundo, conocieron historias sobre una legendaria ciudad de oro en la selva a la que se referían como El Dorado. El Conquistador español Francisco de Orellana fue el primero en aventurarse a lo largo del Río Negro en busca de esta ciudad fabulosa.

 En 1925, a la edad de 58 años, el explorador Percy Fawcett también se adentró en las selvas de Brasil para encontrar otra misteriosa ciudad perdida que él llamaba "Z". 





Él y su equipo desaparecerían sin dejar rastro y su historia resultaría ser una de las noticias más comentadas de su época. A pesar de incontables misiones de rescate, Fawcett nunca fue encontrado. ¿Fue asesinado por miembros de una tribu amazónica? ¿Existe alguna base real que nos lleve a creer en la existencia de su desaparecida Ciudad Z?

El Coronel Percy Harrison Fawcett nació en Inglaterra en 1867 y fue un famoso explorador británico cuyas legendarias aventuras cautivaron al mundo entero. 

Oficial topógrafo del ejército, Fawcett fue el último de los grandes exploradores territoriales: esos hombres que se aventuraban a adentrarse en las desconocidas e inexploradas manchas en blanco de los mapas con poco más que un machete y una brújula. 

Sobrevivió durante años en la jungla sin otro contacto que el de tribus indígenas que jamás habían visto un hombre blanco hasta su aparición y con las que trabaría amistad. Sus proezas en el Amazonas han inspirado multitud de películas de Hollywood así como muchos libros: Indiana Jones está basada, supuestamente, en Fawcett.

El Coronel Percy Harrison Fawcett en 1911. (Wikimedia Commons)

La selva del Amazonas tiene, aproximadamente, el mismo tamaño que los Estados Unidos continentales y, durante la época de Fawcett, era una de las últimas regiones que aún seguían inexploradas. 

En 1.906, la Real Sociedad Geográfica, organización británica que patrocina expediciones científicas, invitó a Fawcett a inspeccionar la frontera entre Brasil y Bolivia. 

Pasó 18 meses en la región del Mato Grosso y fue a lo largo de las diferentes expediciones que llevó a cabo en ese período de tiempo cuando se obsesionó con la idea de civilizaciones perdidas en esa parte del mundo.


La inexplorada selva del Amazonas en Brasil, en la que Percy Fawcett dirigió numerosas expediciones (Wikimedia Commons)

Fawcett describe la ciudad de Z

Fawcett formuló sus teorías sobre la ciudad que llamó 'Z' en 1912. Su convicción se alimentó en parte del redescubrimiento de la ciudad perdida inca de Machu Picchu, en 1911, oculta hasta entonces en los remotos Andes peruanos. 

A lo largo de sus viajes, Fawcett también oyó rumores de una ciudad secreta subterránea en las selvas de Chile que, según decían, tenía las calles pavimentadas de plata y los tejados de oro. El propio Fawcett tenía ideas muy concretas sobre cuál podía ser el aspecto de Z. Así, en una carta de 1.912, dirigida a su hijo Brian, Fawcett escribió:

El aspecto de las ruinas parece ser de tipo monolítico, anteriores a los descubrimientos egipcios más antiguos. A juzgar por las inscripciones halladas en muchas partes de Brasil, sus habitantes empleaban una escritura alfabética similar a muchas otras antiguas escrituras europeas y asiáticas. Hay rumores, también, de una fuente extraña de luz en los edificios, un fenómeno que llenó de terror a los Indios que aseguraban haberlo visto.

El lugar llamado "Z" - nuestro objetivo principal – está situado en un valle rodeado de altas montañas. El valle tiene, aproximadamente, diez millas de ancho y la ciudad se halla sobre un promontorio en medio del valle, llegándose hasta ella por un camino de piedra cubierto por una bóveda. Las casas son bajas y sin ventanas, y hay un templo piramidal. 

Los habitantes del lugar son numerosos, poseen animales domésticos, y han excavado minas en las colinas circundantes. No muy lejos hay una segunda ciudad, pero la gente que la habita es de rango inferior a los habitantes de "Z". Aún más al sur hay otra gran ciudad, medio enterrada y completamente destruida.
El Manuscrito 512

En 1920, Fawcett encontró por casualidad un documento en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro llamado el Manuscrito 512. 

Fue escrito por un explorador portugués en 1753, que aseguraba haber descubierto una ciudad amurallada, evocadora de la antigua Grecia, en las profundidades del Mato Grosso, región de la selva tropical del Amazonas. El manuscrito describía una ciudad perdida rebosante de plata, con edificios de muchas plantas, altos arcos de piedra y amplias calles que conducían hasta un lago sobre el cual dicho explorador había visto a dos Indios blancos en una canoa. 





Sobre los laterales de un edificio aparecían letras grabadas que se asemejaban al griego o a algún antiguo alfabeto europeo. Estas afirmaciones fueron rechazadas por los arqueólogos que creían que una selva no podía albergar ciudades de gran tamaño, pero para Fawcett, todo encajaba.

Páginas del Manuscrito 512 (Wikimedia Commons)

En 1921, Fawcett preparó su primera expedición a la búsqueda de Z. Poco después de comenzarla, él y su equipo se sintieron desmoralizados por las dificultades que presentaban la selva, los animales peligrosos, y las desconocidas enfermedades a las que se enfrentaban. 

Esta expedición fracasó pero Fawcett saldría de nuevo ese mismo año, en busca de su ciudad fabulosa, partiendo en esta ocasión, completamente solo y desde la ciudad brasileña de Bahía. Recorrió ese camino durante tres meses antes de regresar con un nuevo fracaso a sus espaldas.

La desaparición de Percy Fawcett

El final de la búsqueda de Z acabó con la completa desaparición de Percy. En abril de 1925, intentó una vez más encontrar Z, en esta ocasión mejor equipado y mejor financiado gracias al patrocinio de periódicos y sociedades, incluyendo a la Royal Geographical Society (Real Sociedad Geográfica) y a los Rockefeller. El resto del equipo de esta expedición estaba formado por su gran amigo Raleigh Rimell, su hijo mayor de 22 años, Jack, y dos trabajadores brasileños.

El 29 de mayo de 1925, Fawcett y compañía alcanzaron el límite del territorio inexplorado, que se internaba en selvas que ningún extranjero había pisado jamás. Explicó en una carta dirigida a su familia que cruzaban el Xingu Superior, un afluente al sudeste del Río Amazonas y que habían enviado de regreso a uno de sus compañeros de viaje brasileños, que deseaba abandonar la expedición. 

El equipo llegó hasta un lugar llamado el Campo del Caballo Muerto, desde el que Fawcett fue enviando mensajes y cartas durante cinco meses para, después del quinto mes, cesar toda comunicación. En su último envío, Fawcett escribía a su esposa Nina afirmando: "esperamos atravesar esta región en unos días.... No debes temer fracaso alguno." Estas fueron sus últimas palabras. Nadie volvió a tener noticias de ellos, jamás.

Los expedicionarios habían declarado antes de su marcha que tenían previsto estar fuera cerca de un año, por lo que al transcurrir dos años sin obtener noticias de ellos, comenzó la preocupación de sus seguidores. Numerosas expediciones se pusieron en marcha en busca de respuestas, muchas de las cuales sufrieron el mismo destino que Fawcett. 

Un periodista llamado Albert de Winton salió en busca de los desaparecidos y tampoco se le volvió a ver nunca más. En total se organizaron 13 expediciones para encontrar a Fawcett y su equipo, y más de 100 personas perdieron sus vidas intentándolo o, como el propio Fawcett, desaparecieron para siempre en la selva. Durante décadas, miles de personas intentaron continuar con la búsqueda llevándose a cabo docenas de expediciones similares para intentar dar con su paradero.

Una de las rutas seguidas por Percy Fawcett (Wikimedia Commons)

El informe oficial de una de las misiones de rescate afirmaba que Fawcett había remontado el Río Kululene y que fue asesinado por insultar a un jefe indio, historia que se ha dado por válida hasta el presente. 

Sin embargo, Fawcett siempre aseguró mantener buenas relaciones con los indígenas de la región y el modo en que le recuerdan sus habitantes se corresponde con lo que Fawcett contaba. 

Otra posibilidad es que tanto él como su equipo murieran a consecuencia de un accidente, por alguna enfermedad o, simplemente, se ahogaran en el río. Una tercera posibilidad es que fueran apresados, robados y asesinados. En la zona había estallado una revolución poco antes de las expediciones y había soldados rebeldes ocultos en la selva. En diversas ocasiones, meses antes de la expedición, otros viajeros habían sido capturados, robados y en algunos casos incluso asesinados por los rebeldes.

En 1952, los Indios Kalapalo del centro de Brasil explicaron que un grupo de exploradores había atravesado su territorio y que los mataron por hablar mal a los niños del pueblo. Los detalles del relato sugerían que las víctimas podían haber sido Fawcett Percy, Jack Fawcett y Raleigh Rimmell. 

Después de este informe, el explorador brasileño Orlando Villas Boas, investigó la supuesta área en la que habrían sucedido los hechos y recuperó huesos humanos, así como objetos personales que incluían un cuchillo, botones, y pequeños objetos metálicos.

Orlando Villas Boas con dos Indios Kalapalo junto con los supuestos huesos del Coronel Fawcett. 1952 (Wikimedia Commons)

Los huesos fueron sometidos a numerosas pruebas. Sin embargo, sin el ADN de los miembros de la familia Fawcett, que rechazaron aportar muestras, no se puede confirmar la identidad del individuo al que pertenecen los restos. Los huesos se encuentran en la actualidad en el Instituto de Medicina forense de la Universidad de Sao Paulo.

Mientras que la ciudad perdida de Fawcett, Z, nunca fue descubierta, en los ultimos años sí que se han encontrado numerosas ciudades antiguas así como restos de ancestrales lugares de culto en las selvas de Guatemala, Brasil, Bolivia y Honduras. 

Con la llegada de las nuevas tecnologías al mundo de la exploración y la aventura quizá sea posible que la antigua ciudad de Z, que dio pie a tantas leyendas, pueda, por fin, ser descubierta.





Imagen de Portada: Ilustración de El Dorado, autorizada su reutilización. (TheRavens)

Fuentes

Lost in the Amazon. United States: PBS Home Video, 2011. Film.

"Secrets of The Dead: Lost in the Amazon." PBS. 2015. http://www.pbs.org/wnet/secrets/ajax/printable/?id=829&box=2.


"Secrets of the Lost City of Z." CBSNews. February 10, 2010. http://www.cbsnews.com/news/secrets-of-the-lost-city-of-z/.

Swancer, Brent. "The Mysterious Lost Expedition for the City of Z | Mysterious Universe." Mysterious Universe. August 4, 2014. http://mysteriousuniverse.org/2014/08/the-mysterious-lost-expedition-for-the-city-z/.

Grann, David. "The Lost City of Z: A Quest to Uncover the Secrets of the Amazon." September 19, 2005. http://www.newyorker.com/magazine/2005.

https://www.ancient-origins.es/fenomenos-inexplicables/la-ciudad-perdida-z-percy-fawcett-002678

Democracia en peligro: por qué se debilita en América Latina ?


La crisis en Bolivia es la última de una serie alarmante, en la que se mezclan gobiernos que rompen los límites constitucionales, demandas sociales que sobrepasan los canales formales, oposiciones radicalizadas y la reaparición de las Fuerzas Armadas como árbitro. 

Todo, en el contexto de una opinión pública polarizada, que sólo reconoce como democráticos a quienes piensan igual


El gobierno de Evo Morales terminó con una crisis completamente inesperada años atrás (foto montaje)

A 30 años de la tercera ola democrática, que sepultó a los regímenes autoritarios que habían sido la norma en América Latina, la democracia entró en una preocupante fase de debilitamiento. 

El fenomenal crecimiento económico que experimentó la región entre 2003 y 2013, que permitió reducir la pobreza y expandir las clases medias en casi todos los países, no estuvo acompañado de una consolidación política. Con el deterioro de la economía en el último lustro, se desataron varias crisis que exponen la fragilidad de las instituciones latinoamericanas.





La última es también una de las más dramáticas, por los indudables éxitos que había tenido el gobierno de Evo Morales en Bolivia. Pero la legitimidad de un masivo acompañamiento en las urnas, en un país con un sistema político desarticulado y escasos mecanismos de contrapeso, le permitió torcer a su favor dos reglas centrales de la democracia: el límite de los mandatos —clave en todos los sistemas presidenciales— y la inviolabilidad del sufragio popular.

Con el objetivo de refundar el país, impulsó en 2009 una reforma constitucional que creó el Estado plurinacional de Bolivia y, entre otras cosas, extendió a cinco años el período presidencial y habilitó una reelección consecutiva. Para no ser acusado de querer perpetuarse, incluyó una cláusula por la cual se iba a considerar como primer mandato al que había comenzado en 2006, por lo que solo iba a poder presentarse una vez más.

Evo Morales y el ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman (REUTERS/David Mercado)

Pero el triunfo con 64% de los votos en las presidenciales de 2009 lo convenció de que podía ir por más. Para eso dio un paso decisivo, que fue aprovechar su mayoría calificada para poblar de seguidores al Tribunal Constitucional y al Tribunal Electoral. Tras suprimir su independencia, consiguió un fallo que anulaba la restricción que él mismo se había autoimpuesto y le permitió volver a postularse en los comicios de 2014.

Una nueva victoria aplastante, creyó, le despejaba el camino para seguir obviando los límites. No sólo los de las leyes, sino incluso los de la ciudadanía. El 21 de febrero de 2016, el 51,3% de los bolivianos votaron en contra de habilitar una nueva reelección, pero el 29 de noviembre de 2017 el Tribunal Constitucional emitió uno de los fallos más insólitos de la historia latinoamericana: sostuvo que la Constitución violaba los derechos humanos de Morales al impedirle postularse.

Viendo lo que está pasando ahora, se comprueba hasta qué punto se debilita la democracia cuando la Corte Suprema se convierte en un apéndice del Poder Ejecutivo. En Colombia, por ejemplo, donde Álvaro Uribe era tan popular como Evo en Bolivia, fue la Corte Constitucional la que en 2010 frustró sus planes de ir por un tercer mandato.

Jeanine Áñez habla en La Paz, Bolivia, el 15 de noviembre de 2019 (REUTERS/Henry Romero)

“Una causa del debilitamiento de la democracia es el comportamiento cada vez más autoritario de presidentes elegidos democráticamente. Como bien describen dos politólogos estadounidenses en un libro publicado recientemente (Cómo mueren las democracias), los líderes electos pueden erosionar gradualmente los procesos para aumentar su poder. 

Eso lo vemos claramente en casos como Bolivia o Venezuela, donde Morales, Chávez y Maduro acumularon poder copando la Corte Suprema y la Corte Electoral con aliados, entre muchas medidas que llevaron a un desgaste de las normas democráticas. 

Eso pone a los partidos de oposición en una situación muy difícil: o aceptan participar en un sistema semi autoritario, con reglas de juego desiguales, o redoblan la apuesta usando métodos inconstitucionales para volver al poder. Ninguna de las dos opciones es buena para el fortalecimiento de la democracia”, explicó Miguel Carreras, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de California, Riverside, consultado por Infobae.

Morales necesitaba superar el 50% de los votos u obtener diez puntos de ventaja sobre el ex presidente Carlos Mesa para ganar su cuarta reelección en los comicios del 20 de octubre pasado. Ninguna de las dos condiciones se estaban cumpliendo cuando se interrumpió misteriosamente el cómputo de votos, que estaba por concluir. Cuando se reanudó, Morales obtenía los diez de diferencia y se declaraba ganador.

Nicolás Maduro disfrazado de policía en una ceremonia de graduación (REUTERS/File Photo)

Hasta ese momento, Mesa, un dirigente que durante la mayor parte de su trayectoria se caracterizó por su moderación, era el principal referente de la oposición. Pero la indignación popular con lo que se percibió como un fraude empezó a darle protagonismo a líderes radicalizados y extra partidarios, como Luis Fernando Camacho, del Comité Cívico de Santa Cruz.

Lo que terminó de activar el estallido fue la confirmación de que el proceso electoral efectivamente había estado viciado de graves irregularidades, la última frontera que le faltaba cruzar a Morales. Primero lo dijo la empresa contratada por el Tribunal Electoral para auditar los comicios. Luego lo afirmaron los supervisores de la OEA, que hasta ese momento había sido complaciente con el gobierno, pero que pasó a reclamar una repetición de las elecciones.

Morales trató de darle una salida institucional a la crisis que él mismo había desatado aceptando que se vuelvan a realizar los comicios. Pero ya era tarde. Las voces moderadas se habían apagado. Mientras hordas atacaban las casas de funcionarios masistas —luego, la del propio mandatario en Cochabamba— y los forzaban a renunciar, la Policía se amotinó y el general Williams Kaliman, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, le sugirió renunciar.

Daniel Ortega creó un ejército paramilitar para sofocar la rebelión ciudadana que inició en abril del 2018 en Nicaragua

Totalmente vaciado de poder y con un respaldo menguado —hasta la Central Obrera Boliviana le había pedido la dimisión—, Morales renunció el domingo pasado. Desde entonces, Bolivia está en una suerte de estado de excepción, en el que siguen los enfrentamientos entre las facciones en disputa, los periodistas son amenazados y no pueden trabajar, y no se sabe qué es legal y qué no.

“Lo que ha ocurrido es una debilidad institucional inherente a los procesos políticos encabezados por líderes personalistas, que se conciben a sí mismos como su expresión genuina. 

Por lo tanto, se resisten a delegar en otros la continuidad del proceso y, en muchos casos, pasan por alto restricciones constitucionales. Tanto Morales en Bolivia como Daniel Ortega en Nicaragua se ven a sí mismos como líderes de un pueblo virtuoso, con la responsabilidad de frenar a la elite dominante, que sin duda tiene impulsos reaccionarios y altamente conservadores. 





En Bolivia, las nuevas autoridades y los referentes opositores que encabezaron las revueltas rechazan la integración indígena, sus símbolos y sus discursos, y eso resulta particularmente grave en un país donde un gran porcentaje de la población es indígena”, dijo a Infobae el politólogo Pablo Valenzuela, becario del Centro de Estudios para el Conflicto y la Cohesión Social.

Juan Orlando Herández, presidente de Honduras

La crisis expuso también la otra cara del debilitamiento de la democracia en la región: la polarización total de la opinión pública, que ni siquiera llega a acuerdos mínimos sobre lo que son las reglas básicas de la democracia. 

Quienes se sienten identificados con Morales consideran que no hay nada antidemocrático en lo que hizo entre 2016 y 2019, y que lo único que sucedió fue un golpe de Estado perpetrado por los policías, los militares y las elites. Con la misma ausencia de matices, los que se ubican en el bando contrario entienden que Evo era un dictador y que no hubo nada irregular en su salida.

“En el contexto de discursos populistas, muchos grupos se han apropiado del concepto de democracia, dotándolo de significados específicos que no son compartidos por todos los actores políticos —continuó Valenzuela—. Ello lleva a que se polaricen las posiciones. Mientras algunos reclaman para sí la defensa de la democracia como ellos la entienden, otros son acusados de golpistas en la medida en que sostienen alguna noción diferente. 

En ese marco, es necesario llegar a puntos comunes sobre qué es la democracia: procesos electorales y un sistema donde los partidos pierden, entre otras cosas. Hay que construir un piso común que identifique a todos los actores sociales y políticos, pero ellos mismos tienen que estar dispuestos a reconocer y acatar las reglas del juego”.

Manuel Zelaya, ex presidente de Honduras (AFP)

La democracia, otra vez en cuestión

Si bien se registraron crisis importantes en diferentes países de América Latina en la década de 1990, la mayoría logró procesarlas institucionalmente. Una de las grandes excepciones en esos años fue Perú, que quedó marcado por el golpe de Estado que dio el presidente Alberto Fujimori en 1992. Con apoyo de las Fuerzas Armadas, disolvió el Parlamento, intervino drásticamente el Poder Judicial, aplicó severas restricciones a la libertad de expresión y empezó a perseguir a opositores políticos.

El cambio de siglo fue un período de fuerte inestabilidad en toda la región, porque coincidió con la recesión que afectó a buena parte de las economías entre 1998 y 2002. El suceso más traumático de esa etapa fue el golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez en abril de 2002. Pedro Carmona, entonces presidente de Fedecámaras, estuvo menos de 48 horas en el poder con la ayuda de una parte de las Fuerzas Armadas. Pero una movilización popular y la reacción de otro sector militar lo desalojó del gobierno y restableció a Chávez en la presidencia.

Desde ese momento se abrió una era de aparente consolidación de la democracia, apoyada en el crecimiento económico sostenido que vivió la región por más de una década. La mancha en el período fue el derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras en junio de 2009, tras un conflicto con el Congreso. Las Fuerzas Armadas, que parecían corridas de la escena en la región, lo sacaron de su residencia y lo llevaron en avión a Costa Rica, avalando la asunción de Roberto Micheletti, presidente del Parlamento.

Los altos jefes militares posan con el presidente Martín Vizcarra sentados en su despacho presidencial (Foto: Twitter Presidencia Perú)

Lo de Honduras fue un recordatorio de que esas cosas aún podían suceder en América Latina. Pero seguía pareciendo impensable en la mayoría de los países.

Las crisis democráticas comenzaron a desencadenarse a partir de 2016, cuando quedó claro que China ya no iba a crecer ni a comprar commodities al nivel en que lo venía haciendo, y las economías de toda la región se resintieron. Conflictos que estaban en ascenso, pero se mantenían bajo relativo control, terminaron de estallar.

“Las debilidades institucionales de América Latina no son nuevas, son de largo plazo. Estados débiles, falta de mecanismos representativos genuinamente democráticos, hiperpresidencialismos autoritarios, jueces politizados, corrupción endémica. 

La lista es larga. 

En la primera década y media del siglo, el boom de las commodities y las esperanzas despertadas por el acceso al gobierno de partidos de izquierda y centro izquierda generaron una estabilidad que atenuó el conflicto social y forjó expectativas de mejoras en las condiciones de vida de la población. 

Hoy estamos en una nueva media década perdida de bajo crecimiento económico y estancamiento, que se une con la pérdida de apoyo y de legitimidad de los gobiernos de turno. Eso expone nuevamente las debilidades institucionales de la democracia liberal en América Latina”, sostuvo Francisco Panizza, profesor de política comparada latinoamericana de la London School of Economics, en diálogo con Infobae.

Protestas en Chile (REUTERS/Ivan Alvarado)

El máximo exponente de este proceso es, sin dudas, Venezuela. Los gobiernos de Chávez habían corrido ciertos límites constitucionales, pero no se habían atrevido a vulnerar el principio electoral. A diferencia de Morales, ganó en 2009 un referéndum para enmendar su propia Constitución y habilitar la reelección presidencial indefinida.

 Algo que no existe en ninguna democracia presidencialista más o menos consolidada, aunque es muy habitual en los autoritarismos electorales de África y Asia Central. Al igual que Evo, convirtió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en un ente testimonial.

Pero los niveles de conflictividad empezaron a crecer a partir de 2013, cuando murió Chávez y asumió Nicolás Maduro, y fueron muy superiores a los de Bolivia, donde además la economía se mantuvo siempre ordenada y estable.

 Un sector radicalizado de la oposición asumió el liderazgo en 2014 y trató de forzar la salida de Maduro a través de movilizaciones en las calles. La respuesta del gobierno fue una combinación de represión y persecución que dejó a decenas de muertos y a varios presos políticos, entre ellos, Leopoldo López.

El fracaso de esa alternativa le abrió la puerta al ala moderada de la oposición, que apostaba a una salida electoral. El sorprendente triunfo en los comicios legislativos de diciembre de 2015, que le dio le dio mayoría de la Asamblea Nacional a los opositores, parecía augurar un desenlace institucional al enfrentamiento.

Protestas en Ecuador (Franco Fafasuli)

Pero ocurrió todo lo contrario. Ante la perspectiva de dejar el Estado, el chavismo se exacerbó. A través del TSJ, el Gobierno bloqueó absolutamente todas las acciones aprobadas por el nuevo Parlamento. 

Luego negó arbitrariamente la posibilidad de realizar un referéndum revocatorio y en 2017 creó un Legislativo paralelo, la Asamblea Nacional Constituyente, en comicios fraudulentos y sin participación ajena al oficialismo.

“La causa principal para explicar el aparente debilitamiento de la democracia es el uso de los procedimientos democráticos para debilitar el sistema y así realizar un objetivo alternativo. Esto, en combinación con el antiguo fantasma de Latinoamérica, el autoritarismo, puede explicar parcialmente la cuestión. 

Tras alcanzar el objetivo inicial, que es controlar el Ejecutivo, se hace una necesidad controlar los demás poderes, así como el ente que organiza las elecciones. Una vez consolidado el poder, es cada vez más fácil debilitar la democracia”, dijo a Infobae el politólogo Miguel A. Buitrago, profesor de la Universidad de Hamburgo.





La estocada final fueron las elecciones presidenciales de mayo de 2018, que se realizaron con los principales líderes y partidos opositores proscritos, y sin aceptar supervisión internacional. Así Maduro obtuvo una reelección considerada ilegal e ilegítima por muchos países. Con ese argumento, en enero de este año la Asamblea Nacional desconoció a Maduro y nombró “presidente encargado” a su titular, Juan Guaidó.



El conflicto permanece abierto y el actor clave es la Fuerza Armada Nacional. No ya como árbitro o garante del orden, sino como parte de un régimen en el que el componente militar se impone cada vez más sobre el civil.

El caso de Nicaragua tiene parecidos impactantes con el de Venezuela, empezando por la reelección presidencial indefinida. La democracia también se fue horadando de a poco, a partir de la acumulación de atribuciones por parte del gobierno de Daniel Ortega. Primero ilegalizó al principal partido de oposición y despojó de sus bancas a varios de sus diputados, y luego ganó su cuarto mandato en comicios sin adversarios reales ni auditorías externas. 

Tras varios años de una extraña calma, la ciudadanía estalló en 2018 con un masivo movimiento de protesta, que fue brutalmente reprimido. Ortega continúa en el poder, pero la inestabilidad es enorme.

Honduras volvió a demostrar que tiene una de las democracias más débiles de América Latina en 2017, cuando Juan Orlando Hernández, presidente desde 2014, fue habilitado por la Corte Suprema a postularse a una reelección, a pesar de que no está contemplada por la Constitución.

 Ganó en comicios plagados de irregularidades. Este año la degradación alcanzó un nuevo nivel cuando la Justicia estadounidense condenó por narcotráfico a su hermano Tony y acusó a Hernández de recibir sobornos millonarios de El Chapo Guzmán.



Instituciones sin respuestas

Latinobarómetro anticipó en 2018 la crisis de la democracia en América Latina. Su encuesta regional reveló que sólo el 48% de los latinoamericanos considera que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. El dato igualó al de 2001 como el peor desde 1995, cuando la organización comenzó a realizar el estudio. Además, llegó a un máximo de 28% la proporción de personas que dicen que les da lo mismo si hay o no democracia en su país. El 15% directamente prefiere un régimen autoritario.

También llegó a su pico en el período la insatisfacción con el funcionamiento de la democracia: 71 por ciento. Los insatisfechos representaban el 51% en 2009, 20 puntos menos. Otro dato preocupante es el declive de la confianza en el órgano de control electoral, lo que supone que se descree del resultado de los comicios. Entre 2006 y 2018 cayó de 51 a 28 por ciento.

En muchos países de la región no se registraron golpes de Estado, pero sí graves tensiones que muestran la decreciente capacidad de la democracia para procesar los conflictos y dar respuesta a las demandas sociales. El impeachment a Dilma Rousseff en agosto de 2016 es un buen ejemplo.

Si bien el proceso siguió los pasos que dicta la Constitución, y fue supervisado por un Supremo Tribunal que es considerado independiente, lo anodino del delito que se le imputó —manipular las cuentas públicas— revela que el objetivo era usarla como chivo expiatorio ante el reclamo de la ciudadanía contra la corrupción política. 

Fue el resultado de un fracaso de los partidos políticos para dirimir sus diferencias como se espera de ellos. El triunfo de Jair Bolsonaro, un militar con un discurso antisistema y antipolítico, es otro síntoma del mismo malestar.


“Desde los años 90 la democracia no ha traído las mejoras prometidas al inicio de la tercera ola —dijo Buitrago—. La gente perdió las ilusiones y se ha tenido que confrontar con la realidad democrática. 

Esa realidad que se basa en la aceptación de una derrota electoral, en la realidad de los resultados de compromisos políticos, en la realidad de tomar en cuenta la opinión de la minoría política, y en la realidad de querer vivir esos valores liberales. A todo eso se le suma la creciente desigualdad, que parece la manifestación de esa discrepancia entre los ideales de la democracia y la dura realidad”.

En Perú hay muchos puntos de contacto con lo que está pasando en Brasil. Tres ex presidentes fueron arrestados por causas de corrupción vinculadas al Lava Jato, y el cuarto, Alan García, se suicidó en abril de este año, antes de ser detenido por la misma razón.

También cayó la jefa de la oposición, Keiko Fujimori, que había perdido las elecciones de 2016 por centésimas. Eso la llevó a proponerse desestabilizar a los gobiernos. Primero el de quien la venció, Pedro Pablo Kuczynski, y luego el de Martín Vizcarra, quien lo sucedió tras su renuncia —para evitar la destitución—. El enfrentamiento con el Parlamento, dominado por el fujimorismo, llegó al extremo de que el presidente lo disolviera y este reaccionara suspendiéndolo por 12 meses.

La disputa se zanjó cuando una multitud salió a respaldar a Vizcarra, y este se mostró con los jefes de las Fuerzas Armadas, que le mostraron explícitamente su apoyo. Un ejemplo del inquietante rol que parecen haber recuperado los militares en la región.



“En este escenario han vuelto a surgir las Fuerzas Armadas como árbitro. En realidad, es un rol al que nunca han renunciado del todo. La diferencia es que no se involucran directamente en el proceso político, ni buscan tampoco ocupar una posición de poder, sino que inclinan la balanza hacia alguna posición. El caso de Venezuela es diferente, pues el proceso bolivariano desde un principio se basa en la incorporación de los militares en la política, y hoy gran parte del sostén del que dispone el gobierno de Maduro es gracias a su presencia monolítica”, dijo Valenzuela.

Otro modelo de crisis es el de Ecuador y Chile. En ambos casos, un aumento en un servicio —la gasolina en un caso y el metro en el otro— desencadenó una ola de protestas masivas y violentas, que paralizaron al país.

“El caso chileno es muy diferente —dijo Carreras—. No se observa la misma tendencia del ejecutivo a erosionar las normas democráticas, pero la crisis actual parece ser el resultado de una crisis de la representación democrática en ese país y de un crecimiento económico muy desigual. Esto se relaciona con una incapacidad de los gobiernos sucesivos para responder a las expectativas crecientes de las nuevas clases medias, que sienten que sus demandas son ignoradas por el establishment político”.





Entre los elementos comunes a ambos países se puede encontrar el enojo con el deterioro de las condiciones de vida y la desigualdad, la ausencia de vehículos estatales o partidarios capaces de canalizar el descontento, y la apelación de los gobiernos a las Fuerzas Armadas con la esperanza de restaurar el orden.

“La creciente presencia de los militares puede ser un resultado de la confluencia de dos factores. Por un lado, el debilitamiento institucional de la democracia, asociado fuertemente con la crisis de los partidos políticos, que deja un vacío que no puede ser llenado por los actores del sistema. Por otro, el resurgimiento de diversas formas de conflictividad social, desde la que se origina en factores socioeconómicos hasta la de carácter delincuencial, que asumen expresiones violentas. 

Ambos factores ofrecen una oportunidad a actores como los militares que se ven a sí mismos como portadores del orden. Por tanto, es probable que estos episodios de presencia e intervención se hagan más usuales en América Latina”, afirmó Simón Pachano, profesor de ciencia política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede Ecuador (FLACSO), consultado por Infobae.


Cámara de seguridad graba a un humano interdimencional cruzar una puerta cerrada


Un vídeo que esta causando un gran debate en las redes sociales, el vídeo muestra un hombre atravesando un puerta de cristal que se encuentra cerrada de un establecimiento comercial.

Algunos usuarios de la red opinan se trata de un CGI (imágenes hechas por computadora), otros se trata de un holograma en todo su esplendor, pero algunos dicen es un ser humanoide de esos que ya viven entre nosotros los humanos.

Cuando el extraño hombre se encamina a la puerta, la cámara capta parpadeos de las luces del establecimiento, incluso cuando el hombre ya se encuentra supuestamente dentro se puede observar como las luces de dentro del establecimiento parpadean segundos después el hombre sale atravesando la puerta.





Parece que hay un poco de energía sobrenatural relacionada con el humanoide Interdimensional, lo que provoca el parpadeo de las luces dentro y fuera del centro comercial y las imágenes de la videocámara, el vídeo fue captado por las cámara de seguridad del establecimiento el pasado 30 de enero de 2016.

El vagabundo que se encuentra dormido fuera parece percatare de este hombre al entrando y saliendo del establecimiento.

Me imagino que la gran mayoría ya vio este vídeo, pero si a un no lo has visto esta muy interesante

¿Es un holograma, un CGI o es Real?

Vídeo:


Misterioso monumento es hallado en un bosque británico que inspiró a J.R.R. Tolkien y a J.K. Rowling

 

El equipo arqueológico que lo ha descubierto desconoce aún qué usos se le daba en la antigüedad, aunque lo más probable es que se utilizase para celebrar rituales funerarios. 

Una de las piedras del monumento sobresaliendo entre la abundante maleza. Gracias a un escáner aéreo de la zona con tecnología láser (LiDAR), un grupo de arqueólogos ha descubierto un enorme monumento de piedra circular (cairn) en el famoso Bosque de Dean, situado en el oeste del condado de Gloucestershire, Inglaterra. 





Se trata de un conjunto de piedras apiladas, que data del año 2.000 a.C., construido durante la Edad de Bronce. 

Sin embargo, el equipo del arqueólogo Jon Hoyle, autor del descubrimiento, desconoce exactamente qué usos se le daban al monumento. 

Lo más probable —una hipótesis aún por confirmar— es que se utilizase para celebrar rituales, probablemente fúnebres, en su interior; algo que los expertos sospechan porque se han encontrado restos de fuego en otros anillos similares. 

Detección del ‘cairn’ circular por LiDAR. Una de las características más sorprendentes de la estructura es su enorme tamaño: unos 25 metros de diámetro.

 De hecho, lo primero que Hoyle pensó al observar los resultados del escaneo tridimensional de la zona fue que montículo era en realidad un búnker o un depósito de armas de la Segunda Guerra Mundial. Pero no: su antigüedad era mucho mayor, más de 4.000 años.

 En declaraciones a la cadena BBC, Hoyle dijo que los montículos circulares de piedras eran «comunes en lugares como Derbyshire, Northumberland y Gales», pero este era el único conocido en el condado de Gloucestershire. 

Además, el investigador incluirá este «emocionante y relevante» descubrimiento en su próximo libro, Hidden Landscapes of the Forest of Dean (‘Paisajes ocultos del Bosque de Dean’). 

Recreación artística.

 Bosque inspirador 

Como dato de color, cabe destacar que la zona forestal donde se halló el monumento es bastante conocida para la literatura inglesa. J.R.R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, se inspiró en este área a la hora de escribir su obra cumbre, llevada al cine en forma por parte de Peter Jackson. 

Pero la vinculación con grandes obras británicas no acaba ahí. J.K. Rowling, «madre» de Harry Potter menciona este bosque en uno de los libros de la saga del joven mago, uno de los pocos escenarios reales de la trama.