miércoles, 26 de febrero de 2020

¿Qué nos enseña el Coronavirus sobre la Vida en Marte?

Tras la expansión del coronavirus alrededor del mundo no se habla de otra cosa. Sin embargo, podemos sacar varias reflexiones sobre las constantes investigaciones (y obsesiones) de encontrar vida en Marte. ¿Estamos preparados para ello?


¿Qué nos enseña el coronavirus sobre la vida en Marte?

El virus SARS-CoV-2 ha originado una enfermedad que se está expandiendo a gran velocidad por todo el mundo, conocida como COVID-19 o, coloquialmente, coronavirus. Todavía estamos aprendiendo cómo contrarrestar dicho virus, y aunque la Organización Mundial de la Salud, así como todos los expertos médicos, hacen un llamamiento a la calma y a la serenidad, la realidad es que este brote (y el pánico que está sembrando) nos invita a reflexionar sobre el espacio exterior.

No hay que olvidar que el coronavirus tiene unos síntomas parecidos a los de la gripe, y su tasa de mortalidad es del 0,7% fuera de China. En el país asiático, la tasa aumenta al 2-4%, ya que es donde ha habido más casos registrados (cerca de 80.000), y la mayoría de las víctimas que se ha cobrado eran personas muy mayores o que presentaban patologías previas que se complicaron al contraer la enfermedad. 





Todo esto nos lleva a pensar en las investigaciones en el planeta rojo, Marte, y la constante persistencia (e insistencia) por parte de la comunidad científica en encontrar vida más allá de nuestro planeta. Sin embargo... ¿Estamos preparados para las posibles consecuencias? De nuestras visitas a Marte nos traemos "souvenirs" dedicados a la exploración científica. ¿Y si uno de ellos contiene una patología? No podemos estar seguros de los organismos que existen fuera de la Tierra, ni cómo se comportarán en nuestra frágil biosfera. 

Carl Sagan, que fue un reconocido astrofísico y escritor, publicó en 1973 The Cosmic Connection - An extraterrestrial perspective, y hablaba sobre las patologías marcianas:

"Precisamente porque Marte tiene un medio ambiente con un gran potencial a nivel biológico, es posible que contenga patógenos; organismos que, al ser transportados al entorno terrestre, causen un gran daño biológico (...). La posibilidad de que una infección así ocurra es muy pequeña, pero el riesgo, en caso de suceder, es muy alto". 

Es por ese motivo por el que tal vez, tal y como indica John Rummel (científico del Instituto SETI de California), "podria ser instructivo considerar este clima de preocupación que rodea la situación actual del coronavirus".

 El principal problema al que nos enfrentamos es la ignorancia, y es que los tests diagnósticos del coronavirus todavía no son del todo claros, ya que los síntomas pueden tardar hasta una semana en aparecer. ¿Pero qué pasaría con una enfermedad marciana? Ese tiempo de margen podría no existir.

De este modo, podría ser productivo reconsiderar el estado de alarma que se vive actualmente y relativizar la gravedad del coronavirus. Marte, así como otros planetas que se investiguen en el futuro, podrían esconder males mayores que hoy desconocemos. Aunque se trate de un peligro menor y el porcentaje real de posibilidades de que pase es muy limitado, también lo es morir por culpa del coronavirus, ¿verdad? 

En busca de la vacuna para contrarrestar el coronavirus

Para los más preocupados e hipocondríacos, ya se está trabajando en una vacuna para contrarrestar la enfermedad. Y es que un grupo de científicos ya ha encontrado la estructura molecular de la proteína clave que usa el coronavirus para invadir las células humanas, lo que abre la posibilidad de desarrollar una vacuna. 

Todavía se necesita investigar más, ya que en los diferentes infectados el virus se ha propagado por diversas proteínas, pero parece que su identificación está muy cerca. Y una vez identificado el objetivo, se puede prevenir la fusión del virus en la célula. Que no cunda el pánico.


Un meteorito letal: el origen del coronavirus





La epidemia por coronavirus se ha cobrado la vida de más de 2.000 personas y ha infectado a unas 74.000, según los datos más recientes facilitados por Pekín, y aunque las fuentes coinciden en considerar su origen como animal, hay científicos que aseguran que un meteorito caído en China hace unos meses podría ser el causante.

Un meteorito letal: el origen del coronavirus

El profesor Chandra Wickramasinghe, director del instituto de Astrobiología de la Universidad de Buckingham, asegura en un artículo que «una bola de fuego excepcionalmente brillante se vio el 11 de octubre de 2019 sobrevolando la ciudad de Sonjyan» a unos 2.000 km de Wuhan, el centro a partir de el cual se expandió el virus. 

Si un fragmento suelto de un meteorito carbónico que lleva dosis de virus y bacterias entra en la mesosfera y la estrateosfera a gran velocidad (30 km por segundo), su parte más interna que sobrevive a la incandescencia se podría haber dispersado, asegura un científico de la Universidad de Buckingham. 

La dispersión a nivel terrestre del contenido de un meteorito varía según la meteorología y las precipitaciones, por lo que concuerda que haya sido tan irregular en tiempo y lugar (tengamos en cuenta que los primeros casos de esta nueva epidemia comenzaron a documentarse en noviembre de 2019). 

Este proceso podría prolongarse en una escala temporal típica de 1-2 años hasta que se drene un inoculante inicial del agente infeccioso. Concuerda bien con muchas nuevas cepas de virus, incluida la gripe, que han aparecido en los últimos años.


¿Se Acerca el Final de Justin Bieber ?






Físico cuántico confiesa su Encuentro con Extraterrestres impresionante testimonio


El científico en física cuántica Deep Prasad decide compartir su testimonio de contacto extraterrestre en su cuenta de twitter.

Esta es una transcripción de su testimonio:

Es Acción de Gracias, y esta será una publicación bastante complicada. Tampoco es objetivamente una buena idea para mí escribirlo dado que cada científico tiene un objetivo a sus espaldas en la comunidad ovni (con razón) y dado que todavía soy un CEO de tecnología.

Cerca del comienzo de este año (1 de febrero), tuve la experiencia más absurda y revolucionaria de mi vida. Sucedió a plena luz del día a las 9:40 de la mañana en mi casa. Los detalles más específicos serán para otro momento cuando tenga una mejor red de seguridad y pueda expandirme más. 





Pero para decirlo simplemente: estaba paralizado contra mi voluntad, no podía moverme y vi 3 entidades que no tenían frío. ¿Podría estar loco? Seguro. ¿Creo que lo soy? Obviamente no. ¿Podría esto haber sido una alucinación? No puedo demostrar que no fue así o no estaría tan preocupado por compartir esto.

Estas entidades proyectaban cientos / miles de oraciones y párrafos en un idioma que parecía un matrimonio de jeroglíficos japoneses y egipcios. Estaba aterrorizado de que apenas podía moverme y estaba completamente incrédulo por lo que estaba sucediendo. Iba y venía de un lado a otro, convenciéndome de que estaba teniendo algún tipo de ataque o que me había quedado inconsciente y que no había forma de que esto sucediera, temiendo francamente que todo se sintiera más real que la realidad.

Tenía miedo de no poder moverme y no tenía el control de la situación, pero podía pensar perfectamente. Mi mente estaba corriendo. “¿Estas cosas son realmente reales? ¿Esto realmente está sucediendo en este momento? ¿Están listos mi familia y amigos para esto si alguna vez les sucede? ¿Me van a matar? ¿Cómo puedo transmitir que no quiero morir y que no soy una amenaza? "

Al mismo tiempo, estaba tratando de dar sentido a los símbolos. Fue increíblemente frustrante no poder entenderlos o traducirlos. Las oraciones y los párrafos seguían cambiando rápidamente y la única palabra en inglés que vi, al menos 3 veces, era la palabra "ADN". Esto significa que quien sea o lo que sea que estaba haciendo esto (incluso si es mi cerebro), entendió claramente el inglés.

 Pero estaba eligiendo no usarlo para todo. La imagen de mi habitación desaparecería cuando levante un poco la cabeza. Pero fue difícil hacer eso y me sentiría extremadamente nauseabundo.

Cuando desapareció me di cuenta de que ya no estaba en mi habitación sino en otro lugar. Cuando bajaba la cabeza, la imagen de mi habitación volvía a aparecer y los símbolos volvían a encenderse. Decidí dejar de luchar contra lo que estaba sucediendo y, por alguna razón, ya no sentía miedo sino fascinación total. El sentimiento de miedo volvería de vez en cuando, pero en este punto, estaba observando astutamente todo lo que estaba sucediendo...

Historia completa en el vídeo:



            
https://www.extranotix.com/2019/12/fisico-cuantico-confiesa-su-encuentro.html


Sorprendente teoría sobre las líneas de Nazca !

Sobre las famosas líneas y geoglifos de Nazca (Perú), redescubiertas hace casi un siglo, se ha dicho ya prácticamente todo, habiendo sido objeto de múltiples propuestas y teorías (académicas y alternativas), incluyendo algunas bastante radicales o fantasiosas, como la inevitable intervención extraterrestre, según Erich Von Däniken. 

Para los interesados en repasar el tema, en este mismo blog pueden consultar dos artículos anteriores en los cuales ya desgrané los argumentos más debatidos.

Ahora quisiera referirme a una nueva y asombrosa teoría que ha sido recientemente difundida en el sitio web de Graham Hancock, a cargo de tres investigadores independientes: Frank Maglione Nicholson, Ken Phungrasamee y David Grimason. 

Estos investigadores, que configuran un equipo de trabajo llamado “The Nazca Group”, afirman haber dado por fin la clave definitiva de las líneas y los geoglifos, aunque –con buen criterio– han bautizado a su propuesta como una mera hipótesis: la hipótesis del gran mapa circular de Nazca... si bien el concepto de mapa debe tomarse aquí de forma bastante abierta. Vamos pues a exponerla y analizarla brevemente a partir del extenso documento original en inglés.

Toda la propuesta está basada en dar un nuevo sentido al enorme despliegue de líneas rectas y figuras geométricas que se pueden observar sobre el terreno, y que durante décadas han sugerido todo tipo de interpretaciones, siendo las más comunes las referidas a alineaciones de estrellas o constelaciones o bien a la indicación de una serie de rutas sagradas. 





Aparte queda, por supuesto, la presencia de numerosos geoglifos (la mayoría en forma de animales), cuyo sentido y relación con las líneas aún se muestra –cuando menos– confuso. Sin embargo, para el Nazca Group no hay duda de que existió una relación directa entre ambos elementos. 

En su opinión, todo el conjunto de líneas tiene una coherencia interna pues formaría nada menos que una proyección gnomónica con el centro de la Tierra como su punto de vista cartográfico. Dicho de otro modo, se trataría de un inmenso mapa global en 2D que proyectaría en 3D una serie de grandes círculos que recorrerían la superficie del planeta. 

Según los autores, existen hasta cinco centros radiales o focos de proyección de donde salen multitud de líneas, y cada uno de estos centros representa un lugar específico de la Tierra. En cuatro casos han podido reconocer concretamente las ubicaciones: el río Amazonas, la isla de Pascua, Tiwanaku y el cabo Agulhas (en el extremo sur de África). 

Quedaría un punto en el Pacífico sin un referente específico. Para situar u orientar el mapa completo, se han fijado en un punto concreto marcado por el geoglifo de unas llamas, que vendría a identificar la propia región andina de Nazca. De hecho, creen que todos los geoglifos ejercen una función de marcadores eco-geográficos, esto es, que cada figura tiene una vinculación natural con el entorno geográfico donde su ubica. Es, por decirlo así, como si un antiguo cartógrafo se hubiera dedicado a dibujar los animales propios de cada región descrita en el mapa.


Geoglifo del llamado perro

A partir de esta premisa, el Nazca Group se ha dedicado a situar e identificar cada geoglifo según patrones geográficos. 

Así, afirman que –de acuerdo con su posición y orientación– los animales en cuestión se ajustan a su contexto sobre el mapa. Por ejemplo, el famoso mono-araña se corresponde con una región muy concreta del Amazonas. 

O el llamado colibrí también encajaría con la región norte de Sudamérica y Centroamérica. En otros casos, empero, los autores entran en el terreno de la interpretación y sugieren que algunas identificaciones clásicas de ciertas figuras han errado en la diana. Así, consideran que el perro no es tal, sino un mamífero arborícola de nombre tamandúa, exclusivo de Sudamérica. 

Del mismo modo, no ven ningún cóndor, sino un pájaro costero llamado willet, de la fachada atlántica americana. Pero, puestos a sorprender, opinan que en la representación de África aparece claramente un cocodrilo, pero la figura adjunta (considerada como un árbol) no sería más que la forma aproximada del delta del río Okavango, una gran rareza natural, pues se trata de un río que “muere” en el interior del continente.

No obstante, el argumento principal de la teoría se centra en la citada red de líneas radiales. ¿Qué sentido tendrían dichas líneas? ¿De qué modo podemos hablar de “mapa”? 

En este punto, los autores exponen un estudio basado en un extenso trabajo matemático-estadístico a base de repasar coordenadas, orientaciones y coincidencias. En primer lugar, asumen que determinadas formas geométricas representan áreas geográficas concretas, como ríos, corrientes de agua o mares. En cuanto a las líneas radiales, distinguen entre líneas primarias y secundarias en función de su relación directa con los cinco focos básicos. 

No quiero extenderme en detalles, pero lo que se quiere demostrar es que las líneas no fueron trazadas al azar sino con la intención de marcar o “capturar” en su proyección una serie de elementos característicos distribuidos sobre la superficie terrestre; a saber: antiguos monumentos (incluyendo algunos sumergidos), volcanes y cráteres de impacto de meteoritos.

Panorámica de una amplia porción de las líneas de Nazca visibles desde el aire

Para probar su teoría, el Nazca Group ha echado mano de ordenadores y de Google Maps para poner de manifiesto que las líneas de Nazca –al ser proyectadas sobre el globo terráqueo– pasan por una multitud de esos puntos. 

En su artículo, podemos observar toda una serie de imágenes de docenas de circunferencias que pasan inevitablemente por esos lugares señalados. 

Sólo por citar algunos de los monumentos arqueológicos, están el Osireon de Abydos, el complejo de Baalbek, las pirámides de Guiza, Stonehenge, los alineamientos de Carnac, la ciudad de Derinkuyu, Gobekli Tepe, Harappa, Knossos, Angkor Wat, Machu Picchu, Nabta Playa, Chitchén Itzá, Yonaguni, etc. Como vemos, se nos ofrece un amplio muestrario de arqueología mundial, de épocas y culturas muy diversas.

Sobre los volcanes y cráteres, hay también largos listados con muchos nombres conocidos, y también repartidos por todo el mundo. Cabe añadir que los autores, para demostrar que su enfoque es válido, han sometido a una sesuda prueba estadística su teoría de la proyección de líneas, y concluyen que tal agrupación de elementos en torno a las líneas por la acción del mero azar es prácticamente imposible. 





Ello implicaría un conocimiento e intencionalidad a la hora de trazar las líneas, con el propósito de crear un mapa sobre Nazca capaz de recoger una visión determinada de la Tierra hace miles de años. Dicho esto, los tres investigadores se quedan en este estudio meramente descriptivo –un punto de partida– y no ofrecen más pistas sobre quiénes realizaron las líneas, ni cómo ni cuándo.

Hasta aquí los datos, que nos presentan un panorama bastante impactante y espectacular, sugiriendo –aunque sin mencionarla– la existencia de una remota civilización situada en los Andes tenía altos conocimientos geográficos y cartográficos, que luego acabó plasmando en forma de líneas y geoglifos que sólo pueden ser observados correctamente desde una cierta altura, no lo olvidemos. Los autores eluden cualquier comentario sobre esta circunstancia, quizá para no meterse en viejos callejones sin salida. 

Por supuesto, todo esto se enmarca en las diversas conjeturas sobre esa visibilidad aérea de los trazados y las figuras, que ha dado mucho que hablar, pero sin llegar a conclusiones sólidas. Lo cierto es que, más allá de la acumulación de números, coordenadas y orientaciones, esta nueva propuesta no parece aportar nada realmente fiable o contrastable por otros medios, y se queda en un puro ejercicio teórico con bastantes cabos sueltos. Así pues, cabría realizar una serie de objeciones fundamentadas en el sentido común y la experiencia arqueológica.

El perro sería en realidad... ¿un tamandúa?

En primer lugar, los autores han tomado unos puntos básicos de referencia (los “focos radiales”) y les han dado una ubicación geográfica concreta, creando un mapa a partir de tales identificaciones, suponiendo que existe una relación directa “eco-geográfica” entre la posición de ciertos geoglifos y su entorno “lineal”. 

Las posiciones parecen cuadrar en algunos casos, pero los autores no explican otros muchos y además juegan con fuego al interpretar la “verdadera” identidad de algunos animales para que cuadren con su tesis. 

Por ejemplo, pueden decir que el estilizado perro es un perro muy discutible, de acuerdo, pero el mamífero tamandúa no es que tenga precisamente un parecido mucho más claro con la figura del geoglifo en cuestión. En otros casos, los autores han ido bastante lejos, como afirmar que el raro delta africano del Okovango es en verdad el geoglifo en forma de “árbol”. Igualmente, aquí podemos decir que han arrimado el ascua a su sardina para que todo encaje (dejando a más de uno con la boca abierta…).

En segundo lugar, sobre el asunto de las líneas, estamos en la misma situación que otros muchos investigadores que han relacionado las líneas y las figuras con múltiples temas: estrellas, constelaciones, caminos rituales, vías de agua subterránea, mensajes en clave, pistas de aterrizaje, etc. 

El caso es que, al haber tantas líneas que se proyectan en forma de círculos (o circunferencias, para ser más exactos), al final resulta que tenemos una inmensa red o entramado terrestre que acaba pasando por cientos de lugares destacados, como antiguos yacimientos arqueológicos, volcanes y cráteres. 





Y uno se puede preguntar: ¿Por qué los autores escogieron tales elementos? Cabe suponer porque “lanzaron” sus proyecciones y vieron que pasaban por allí, y los consideraron “relevantes” por algún motivo. ¿Qué trataban pues de representar en tal mapa? 

Es obvio que las coincidencias son múltiples, pero no son significativas por sí mismas ni indican ninguna intencionalidad. Tal vez se podrían haber buscado –o encontrado– otros elementos que hubieran dado también numerosas coincidencias.

Dicho esto, y en honor a la verdad, se debe admitir que desde hace tiempo algunos autores alternativos han llamado la atención sobre la posición de muchos enclaves arqueológicos de cierta importancia y de las relaciones entre ellos, dando a entender que no estaban distribuidos al azar sobre el planeta, sino que se asentaban en puntos específicos sobre una trama o patrón global de coordenadas y distancias cuya finalidad se nos escapa. 

Esta especie de red global podría estar organizada a partir de ciertas líneas o corrientes de energía telúrica, tal y como defiende la teoría de las llamadas ley-lines, sobre las cuales se sitúan determinados lugares monumentales y sagrados, y las vías que las comunican entre ellas. Ahora bien, asegurar que las líneas de Nazca pretendían reflejar esa supuesta red de forma precisa sería, como poco, muy aventurado. 

En tercer y último lugar, podemos observar que el estudio cartográfico y estadístico basado en la proyección de las líneas es más bien pobre en términos arqueológicos, pues no nos dice nada de la sociedad que supuestamente construyó ese “mapa”. ¿Qué sentido o mensaje habría detrás de tal enorme esfuerzo? ¿Cómo podían conocer tan perfectamente la geografía global? Y si así fuera, ¿por qué lo hicieron de forma tan complicada y confusa? 

Evidentemente, si no fue la antigua cultura local nazca la que realizó tal proeza, los autores deberían ofrecer alguna explicación sobre quién, cuándo y cómo emprendió la tarea. Por desgracia, todo aparece fuera de la historia y de un contexto razonable. Más bien da la impresión de que se han tomado coincidencias y datos parciales y a partir de ahí se ha construido un enorme edificio basado en números y coordenadas, pero que realmente carece de solidez argumental.

Concluyendo, como hipótesis es un intento loable de ver las cosas de otro modo y de abrir la mente a todas las posibilidades, pero a la hora de conjuntar todas las piezas y darles un sentido creo que el Nazca Group se ha quedado en el limbo. Se pueden desplegar muchas tecnologías de la información, análisis estadísticos, diagramas y largos listados de datos, pero si se parte del sesgo o prejuicio y se tiende a cuadrar los datos a la tesis prestablecida, entonces no se está llevando a cabo ciencia rigurosa sino más bien juegos de manos o fuegos artificiales. 

Lo que parece evidente es que, en cierta medida, tanto la arqueología académica como la alternativa han sucumbido a esa fiebre hipertecnológica y se dedican a avasallar por la mera potencia del despliegue de datos, cuando en realidad lo que falla de principio es la carencia de una verdadera mentalidad científica.

© Xavier Bartlett 2020

El Misterio del Alma ¿Podríamos detectarla?






Cámara de seguridad de una escuela en Armenia graba la Aparición Fantasmal de un Niño


Para muchas personas la escuela es un lugar divertido, donde se aprende todo tipo de cosas interesantes y pasar el tiempo con los amigos. Lo que no sabe mucha gente es que los primeros seres humanos no necesitaban escuelas para transmitir información.

 Educaron a los jóvenes de forma individual dentro de la unidad familiar. Sin embargo, con el tiempo las poblaciones crecieron y se formaron sociedades. En lugar de que cada familia fuera responsable individualmente de la educación, las personas pronto descubrieron que sería más fácil y eficiente que un pequeño grupo de adultos enseñase a un grupo más grande de niños. De esta manera, nació el concepto de escuela.





Y claro, con el paso del tiempo algunas escuelas y universidades se construyeron en antiguos cementerios y otros se convirtieron en testigos silenciosos de trágicos suicidios y muertes inexplicables. 

Por lo que nos debiera de sorprender que haya tantas escuelas supuestamente embrujadas. Y tal vez esto explique lo ha ocurrido en una escuela de Armenia, donde un vigilante de seguridad afirma haber grabado en video un fantasma mientras estaba de servicio a principios de febrero.

¿Aparición fantasmal?

El avistamiento fantasmal ocurrió justo después de las 06:00 de la mañana del pasado 02 de febrero en una escuela de Armenia, cuando el vigilante de seguridad debería haber sido la única persona en el edificio. 

Según reza descripción del video publicado en YouTube por el canal The Hidden Underbelly 2.0, el testigo explicó que estaba trabajando en la escuela cuando escuchó las voces de unos niños. Debido a que era domingo, el edificio tenía que estar completamente vacío, por lo que decidió llamar a la policía.

Después de que los agentes se personaran y revisaran la escuela, estos salieron con un “objeto desconocido”. El vigilante dijo que no pudo ver el objeto o por qué la policía se fue con él.

 Sin embargo, cuando revisó la grabación de la cámara de seguridad, observó lo que parecía ser una extraña mancha blanca atravesando una puerta. La misteriosa forma se mueve hacia adelante y hacia atrás cerca de la puerta antes de entrar en la habitación oscura.

La forma blanca es casi del tamaño de un niño pequeño y la descripción del video especula que el “objeto desconocido” que la policía se llevó podría haber sido un cuerpo. Sin embargo, es realmente extraño que hubiese el cuerpo de un niño en esa habitación. 

Es interesante ver que la aparición parece estar interactuando con la puerta, en contraste con otros videos de fantasmas que resultan ser una polilla o un fallo en la cámara.

Es cierto que podría ser una ilusión óptica causada por un reflejo, dando la impresión de que se está moviendo hacia la puerta cuando se aleja de la cámara, pero como se puede apreciar parece que tenga inteligencia propia. 





Por desgracia, no sabemos si la puerta o habitación sala tiene algún significado para inquietante, como que haya ocurrido alguna trágica muerte. Además, las voces que escuchó el vigilante y el extraño comportamiento de la policía añaden más misterio al video, y podría hacerlo mucho más creíble si pudiéramos verificar la información.

Dado que el testigo a querido permanecer en el anonimato y se ha negado a revelar la ubicación exacta de la escuela, no podemos asegurar que esta historia sea cierta. Pero tampoco no quiere decir que no lo sea. 

Perfectamente podría haber ocurrido, pero no hay pruebas, únicamente las imágenes. 

La verdad es que se trata de un video realmente interesante, y aunque no se ve con toda claridad, se puede apreciar una misteriosa figura blanca moviéndose por lo que parece ser una especie de habitáculo.

Por otra parte, esta no es la primera que las cámaras de seguridad graban un fantasma en una escuela. En octubre de 2017, un video publicado por una escuela secundaria en Cork, Irlanda, mostraba una aparición fantasmal abriendo y cerrando puertas, además de mover objetos. 

El video se convirtió en todo un fenómeno viral. Fue ampliamente compartido por medios internacionales, incluidos Today y New York Post, y llegó a acumular más de 13 millones de reproducciones en unas pocas semanas después de su publicación.

¿Qué opinas sobre el video de la escuela en Armenia? ¿Puede ser un fantasma? ¿O tienes otra explicación?