martes, 13 de noviembre de 2012

Las descargas dejarán de estar amparadas por el derecho a copia privada


Nueva norma de propiedad intelectual

Lassalle podrá cerrar páginas de enlaces y restringe la copia privada

La reforma supone un régimen sancionador que reúne lo peor de dos mundos: compensación a los autores y persecución de los usuarios.


José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura. | Archivo/EFE
Los tribunales europeos dictaminaron que el canon digital era demasiado indiscriminado porque lo pagaban también quienes no empleaban los soportes digitales para hacer copias privadas de música o películas. La solución del Gobierno consiste en que lo paguemos todos, aunque no hayamos visto un CD o un disco duro ni de refilón. Al parecer eso no es indiscriminado.

Pero, con todo, eso no es lo más grave del nuevo régimen sancionador que han preparado el ministro Wert y el secretario de Cultura Lassalle. El borrador que se ha filtrado no intenta establecer un régimen justo en el que se intenten equilibrar los intereses de usuarios y autores, sino uno hecho a la medida del lobby cultural, hasta el extremo de que parece más elaborado por los abogados de la SGAE que por un Gobierno que se presenta a las elecciones de vez en cuando

Lo primero que cabe resaltar es que se mantiene el pago compensatorio por el derecho a la copia privada, que ahora pagaremos todos de nuestros impuestos, al mismo tiempo que se restringe enormemente ese derecho. Así, sólo las personas físicas podrán hacer copias y sólo para uso privado. Además, con la nueva redacción se prohíbe hacer copias de otras copias, o de fuentes de comunicación que permitan discriminar previamente qué se está copiando. Dicho de otro modo: las descargas directas o las que se hacen a través de redes P2P dejarán de estar amparadas por el derecho de copia privada. Sólo estarán permitidas las grabaciones de programas de radio o televisión.
Además, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil permitirá al lobby cultural sortear el grave problema que se estaban encontrando para perseguir a los usuarios de internet. Al no ser un delito, sino un ilícito civil, los tribunales no podían pedir a los proveedores la dirección IP del infractor, que es un dato protegido. De modo que no podían identificar al infractor y demandarle. A partir de ahora, podrán pedir esa diligencia preliminar en un proceso civil.
De este modo, los españoles sufriremos lo peor de ambos mundos: pagaremos a través de impuestos una compensación a los autores como otros países de la Europa continental a cambio de poder ser perseguidos judicialmente como sucede en países anglosajones como Reino Unido o Estados Unidos.

Lassalle podrá cerrar páginas de enlaces

Si a comienzos de siglo nos lo cuentan no nos lo hubiéramos creído. Entonces los activistas ponían el grito en el cielo ante la posibilidad de que con la excusa del terrorismo se pusieran límites a ese territorio libre que era internet. Nadie creía que terminaran haciéndolo con una excusa tan mala como la protección de los intereses económicos de una élite.

Así, uno de los cambios previstos en el borrador es el artículo 158 bis de la Ley de la Propiedad Intelectual, que prevé el cierre de las páginas "que tengan como principal actividad facilitar listados ordenados y clasificados de enlaces a tales contenidos, desarrollando a tal efecto una labor activa y no neutral de mantenimiento y actualización de dichos listados". Los castigos incluyen el cierre de seis meses a un año de la web infractora y multas de hasta 150.000 euros, que impondrá "la persona titular de la Secretaría de Estado de Cultura", actualmente Jose María Lassalle.

La redacción del texto, no obstante, limita el alcance a buscadores como Google, ya que poner enlaces a contenidos protegidos no es su "principal actividad" ni hace una "labor activa y no neutral" para actualizar esos contenidos, sino que los indexan automáticamente. Tampoco otros sitios web que, por ejemplo, tengan fotografías sin dar el debido crédito a su autor, podrían verse afectadas si esa no es su principal actividad.
No obstante, esta redacción pone en manos del secretario de Cultura el poder de cerrar sitios web. Ni siquiera disimula como la Ley Sinde con una comisión "neutral", aunque estuviera controlada por el lobby cultural. El Gobierno del PP está llevando a cabo lo que la propia González-Sinde no se atrevió a hacer.

Daniel Rodríguez Herrera

Fuente: Meneame // http://www.libertaddigital.com/ciencia-tecnologia/internet/2012-11-12/lassalle-podra-cerrar-paginas-de-enlaces-y-restringe-la-copia-privada-1276474047/

La conexión entre el cerebro y la máquina da un paso adelante

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Hablar de ciencia y tecnología a veces suena a ciencia ficción. Sin embargo, poco a poco, se van consiguiendo pequeñas hazañas que hacen que toda esa nebulosa de ideas sea un poco más real. Aunque todavía hay mucho camino que recorrer, sin duda.

El último paso lo ha dado Takashi Kozai en su trabajo de investigación presentado en Nature Material. La conexión entre el cerebro y la mente está más cerca gracias a una única fibra de carbono de siete micrómetros de diametro conectada al cerebro.

Gracias a un revestimiento químico, para evitar que se dañe por el contacto con las proteínas del cerebro, esta fibra puede captar la actividad de una neurona. En comparación con la tecnología que se usa a día de hoy en investigación es un salto notable ya que es 100 veces más fino que los electrodos convencionales.

El objetivo de este proyecto es crear electrodos que duren setenta años con el fin de mejorar la conectividad con el cerebro y poder crear interfaces que conecten al hombre a una máquina directamente. Hay muchos pasos que dar todavía pero de momento las primeras pruebas son muy buenas.

Esta fibra se está probando en pacientes voluntarios con parálisis y gracias a ella pueden controlar extremidades robóticas o incluso el ratón de un ordenador. Gracias a este tipo de conexión, y a la resistencia del conector, se puede estudiar las señales que envía las neuronas y aprender a decodificarlas.

Otros investigadores que estudian en este campo han elogiado el trabajo de Takashi Kozai pero también señalan algunos riesgos: es difícil de insertar en el cerebro y también asegurar que estén bien protegidos.

Corales piden auxilio a los peces, frente ataques de algas tóxicas

Los corales de la isla Fiji demostraron que no se necesita tener un cerebro para tener conciencia del peligro de las algas tóxicas, y cuando se sienten amenazados piden auxilio a los peces, según un estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Georgia Tech, el 8 de noviembre.

Las señales que emiten estos corales son químicas “como una llamada de emergencia al 911”, y los peces gobio, que viven en estos territorios, responden de inmediato, demostrando una relación simbiótica entre ambos para eliminar a los intrusos, destaca el equipo de científicos.

“Esta especie de coral está reclutando guardaespaldas”, dijo Mark Hay, profesor de la Escuela de Biología de Georgia Tech.

“Hay una danza cuidadosa y matizada con los olores, que permite que todo esto suceda”, explica el profesor Hay.

“Los peces han evolucionado para recibir las señales de olor que libera el coral en el agua, y muy rápidamente se hacen cargo del problema”, agrega el científico.

“Esto tiene lugar muy rápidamente, lo que significa que debe ser muy importante, tanto para el coral como para los peces. El coral libera una sustancia química y los peces responden de inmediato”, reporta en su informe.

Las algas compiten con los corales por el espacio submarino, las dañan e incluso las cubren y matan a través del sobrecrecimiento.

Los corales proporcionan a su vez un hábitat para los gobios, y los protegen de otros depredadores. Estos peces se alimentan del mucus de coral, las algas, así como del plancton en el agua.

El equipo de investigación comprobó que al colocar filamentos del alga tóxica fastigiata Chlorodesmis, en el coral Acropora nasuta, diferentes especies de gobios se movieron hacia el lugar de contacto en cuestión de minutos y comenzaron a recortar las algas.

El grupo científico demostró que la señal que atrae a los peces la emiten los corales y no el alga invasora.
Para determinar esto realizaron pruebas en que los peces sólo se acercaron cuando se desarrollaron reacciones químicas por parte del coral.

Estas reacciones químicas olorosas del coral fueron en respuesta a la sustancia tóxica expulsada por el alga. Los investigadores aislaron las sustancias tóxicas para crear muestras simuladas con y sin este elemento y detectaron que no es el alga la que llama a los peces.

El pez logró reducir el daño que producen las algas a sus anfitriones en una relación simbiótica mutualista. En los lugares ocupados con estos peces, los investigadores observaron que las algas disminuyeron un 30% en un período de días y la cantidad de daño se redujo en un 70 a un 80%, en comparación con los lugares donde los corales no contaron con este auxilio, donde fueron dañados severamente.

Un estudio más profundo demostró que la especie de Gobidon histrio es la que realmente se come a las algas nocivas, mientras que los demás peces solo las muerden sin comerlas.

Otra particularidad que destaca el estudio es que los peces Gobidon histrio al comer estas algas tóxicas se vuelven menos atractivos a los depredadores.

El profesor Hay y el investigador Danielle Dixson de Girogia Tech anunciaron que esperan continuar con sus investigaciones en otros arrecifes y observar si estas respuestas simbióticas se dan con otras especies.

“Este tipo de interacciones positivas necesita ser mejor entendido porque nos dicen algo acerca de las presiones que han pasado a través del tiempo en estos corales”, dice Hay.

“Si ellos han evolucionado para enviar señales a estos gobios cuando un competidor se presenta, entonces la competencia ha sido importante a lo largo del tiempo evolutivo”.

La investigación se realizó como parte de un estudio a largo plazo de las señales químicas en los arrecifes de la isla Fiji dirigida para la comprensión de estos ecosistemas que se encuentran amenazados y para el descubrimiento de sustancias químicas que puedan ser útiles como productos farmacéuticos.

El estudio contó con el apoyo de la Fundación Nacional de Ciencias, los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Teasley en Georgia Tech.

http://www.lagranepoca.com/26126-corales-piden-auxilio-peces-frente-ataques-algas-toxicas

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ahora renuncia la directora de noticias de la BBC Helen Boaden, por las noticias sobre el escándalo Sexual Infantil

La BBC informó que Boaden, encargada del área de noticias de toda Gran Bretaña, dimitió en espera de una revisión del caso.














La directora de noticias de la BBC y el subdirector renunciaron a sus cargos por los hechos ocurridos con el manejo informativo (Reuters).
Lo más importante
  • Helen Boaden y Steve Mitchell renunciaron a sus cargos
  • La BBC también enfrenta críticas por su manejo de las acusaciones en contra de Jimmy Savile

LONDON (CNN) — La directora de noticias de la British Broadcasting Corporation (BBC), y el subdirector de noticias "se hacen a un lado" a la espera de una revisión interna sobre un informe que falsamente implicó a un exfuncionario de alto nivel político en un escándalo sexual infantil, dijo este lunes la organización de medios de comunicación.

Es la última caída tras el informe que ha golpeado a una de las más antiguas y más respetadas organizaciones de medios del mundo, seguida de la dimisión del fin de semana de George Entwistle, como director general de la BBC.

La directora Helen Boaden y su suplente, Steve Mitchell, han pedido "renunciar a todas sus responsabilidades" en espera del resultado de la revisión, informó la BBC.

El 2 de noviembre, Newsnight de la BBC transmitió acusaciones de abuso sexual en contra de una figura política de la década de 1980. Días después, la víctima admitió que identificó al hombre equivocado.
La BBC transmitió una disculpa el viernes, pero hizo poco para contener las consecuencias de la falsa acusación.

Fue la segunda gran crisis que golpea a la BBC en meses.

A finales de septiembre, la BBC se vio envuelta en un escándalo por el manejo de las acusaciones de abuso sexual en contra de su presentador de televisión Jimmy Savile.

El escándalo estalló en medio de revelaciones que sacó Newsnight de la BBC en un informe sobre las denuncias contra de Savile antes de un homenaje planeado al presentador de televisión por la organización de noticias.

Entwistle y otros fueron llamados ante los legisladores para responder por el escándalo de Savile, las autoridades dijeron que era sospechoso de haber abusado sexualmente de mujeres jóvenes y niñas, en las instalaciones de la BBC.

Boaden se desempeñó como directora de noticias de la BBC cuando se tomó la decisión de sacar el informe de Savile, reportó la BBC.

Fuente:  http://mexico.cnn.com/mundo/2012/11/12/la-directora-de-noticias-de-la-bbc-helen-boaden-renuncia

Cuentan los últimos Indígenas Macuxíes....

Cuentan los últimos macuxíes (del norte del Amazonas), que hasta el año 1907 entraban por una caverna y andaban entre trece y quince días, hasta llegar al interior. Allí, “del otro lado del mundo”, viven los “hombres grandes”, que miden entre tres y 3,5 metros.
Son muy buenos pero hay que respetar sus indicaciones. La consigna de los macuxíes del lugar, era custodiar la entrada de la caverna, impidiendo el acceso a todo otro ser que no fuera alguno de los autorizados de la tribu.
Cuando el gran viento que recorría el enorme túnel empezaba a soplar hacia afuera, (tenía ritmos de cinco días hacia afuera y otros tanto hacia adentro) podían comenzar a descender las escaleras (de 82 cm. de altura cada escalón), y las escaleras terminaban al tercer día (contaban los días con el estómago y los períodos de sueño, lo que resulta sumamente exacto).
Allí dejaban también los breos (antorchas hechas con palos embebidos en brea de afloramientos petrolíferos cercanos), y continuaban iluminados por luces que simplemente estaban colocadas allí, grandes como una sandía y claras como una lámpara eléctrica.
Cada vez andaban más rápido, puesto que iban llevando menos peso e iban perdiendo el peso corporal. Atravesaban cinco lugares que estaban muy bien delimitados, en medio de unas cavidades enormes, cuyo techo no era posible ver. Allí habían -en una de las salas- cuatro luces como soles, imposible mirarlos, pero que seguramente no era tan altas como el sol. En ese sector crecían algunos árboles de buenos frutos, como cajúes, nogales, mangos y plátanos, y plantas más pequeñas.
Por la descripción comparativa con ciertos lugares de la zona macuxí, esa sala tendría unos diez kilómetros cuadrados de superficie “transitable” y vegetada, y otros sectores inaccesibles y muy peligrosos, con piedra hirviendo, así como unos arroyos de azogue (mercurio, que los macuxíes conocieron en el presente siglo su uso para amalgamar el polvo de oro, merced a los garimpeiros que hoy contaminan con él las aguas amazónicas).

Luego de estas cinco grandes cavidades, en un punto situado más allá de medio camino, debían tomarse de las paredes, y con cuidado impulsarse porque “volaban” (es decir que estaban ingrávidos como un astronauta).
El viento que había comenzado a soplar hacia afuera, no era obstáculo al iniciar el descenso, pero si lo intentaban al revés, la violencia del remolino les podía arrastrar al abismal túnel, y el cadáver -golpeado mil veces- no se detendría hasta un día de marcha, cueva adentro. 

Respetando este ciclo, iniciando la marcha con viento en contra (que era a favor de su seguridad) bajaban tres días por escaleras; y luego de dos días de marcha por túnel angosto, ya sin escaleras, el viento volvía hacia adentro, de modo que cuidaban los pasos desde el día de la partida, para no dejar arena removida o guijarros sueltos que luego se estrellarían en sus espaldas. Aún con viento a favor -ya en el séptimo u octavo día de marcha-, llegaban a la zona “donde todo vuela”, es decir al medio de la costra del planeta (el medio de la masa, magnéticamente hablando, que no es el centro geométrico de la Tierra, sino cualquier punto en medio del espesor de la corteza).
A veces el viento era muy fuerte, y en vez de tomarse de las paredes para impulsarse, debían hacerlo para frenarse y no ser golpeados. Generalmente duraba desde poco menos de un día hasta día y medio, la travesía sin gravedad. Algunas veces debieron aferrarse a las salientes pétreas o a hierros que habían “desde antes” clavados en la roca, y esperar dos días a que amainara el viento.
Luego seguían el camino caracterizado por arroyos con aguas muy frías que atravesaban la caverna, y entraban a una especie de gran vacía, mayor que las anteriores, donde habían unas cosas brillantes, de forma similar a los panales de abejas, de unos diez metros de diámetro, situados sobre un vástago, como un tronco de árbol, a una altura imprecisable por la memoria de los últimos macuxíes que viven recordando aquello, aún con cierto temor a las represalias de “los hombres grandes”.
Los viajeros iban recobrando el peso, pero no llegaban a recobrarlo totalmente, porque aparecían en “la tierra del otro lado”, donde todo es un poco más liviano, el sol es rojo y siempre es de día, sin noche, ni estrellas ni luna. Allí permanecían unos días, disfrutando de unas playas cercanas, volviéndose más jóvenes. (Lo que recuerda a Apolo, que iba al Olimpo a rejuvenecerse)
Los macuxíes conocían muy bien el Atlántico, pues estaban -”afuera”- a unos trescientos kilómetros de la costa, y no era éste el mar). Los gigantes les daban unos peces muy buenos y grandes, cuya carne no se descomponía hasta dos o tres meses de haber sido pescados. Con esa preciosa carga, manzanas más grandes que una cabeza y uvas del tamaño de un puño, además de mucha energía corporal, volvían acompañados de algunos gigantes que les ayudaban con el enorme peso que traían. El viaje de vuelta se iniciaba con viento a favor, para volver a tenerlo a favor también en la última etapa, al subir los tres últimos días por las escaleras, cuyos últimos restos existen actualmente.
La creencia -o conocimiento- de los macuxíes, es que si respetan las pautas dadas por los gigantes, luego de morir aquí afuera, nacerán entre ellos, allá adentro. Cuentan que algunos macuxíes no morían, sino que se transformaban (¿transfiguraban?) en casi-gigantes y se quedaban en el interior. Esto requería principalmente, no tener hijos aquí afuera.
La tragedia para los macuxíes sucedió en 1907. Tres exploradores ingleses, llegaron en nombre de su reina, buscando diamantes. La zona macuxí es aún actualmente un poco diamantífera, pero ya se la ha explotado desde 1912 tan intensamente que casi no hay diamante, siendo poco o nada rentable su búsqueda. Cuando llegaron los ingleses, había lo suficiente como para conformar a la reina y a muchos ambiciosos que se enriquecieron luego, explotando a los nativos, pero uno de aquellos “viajeros autorizados al Centro de la Tierra” cometió la terrible imprudencia de violar la consigna de secreto, e indicó el lugar de entrada a los extranjeros.
Uno de ellos envió una carta a Su Majestad, repitiéndole una narración como ésta, con algunos detalles más. En las arenas de las playas interiores, abunda el diamante, al igual que en algunos enormes bloques carboníferos de mineral de serpentina, de antiguos calderos volcánicos, que hoy son, justamente, esos túneles hacia el interior del mundo.
Los tres hombres salieron -o mejor dicho entraron- de expedición, pero no regresaron jamás. En vez de ello, salieron los gigantes, reprendieron a los macuxíes y les prohibieron para siempre el ingreso al interior. Luego de dos años de angustia y pobreza (esa zona, en esta superficie externa tenía diamantes -sin valor entonces para ellos-, pero no mucha fruta ni muchos peces), decidieron intentar un nuevo contacto con los gigantes, a pesar de la prohibición.
Viajaron esperanzados durante dos días, pero llegaron a un punto del camino donde el viento venía de otra caverna que ellos no conocían. El camino original estaba derrumbado. Algunos volvieron inmediatamente, pero otros decidieron seguir el nuevo y desconocido túnel. Varios meses después, uno de ellos regresó y dijo al resto que podían entrar; los gigantes les autorizaban, pero sería para no volver nunca afuera, porque otros ingleses irían al territorio y les dañarían. Algunos se negaron a partir, porque el lugar asignado era una de aquellas grandes vacuoides. Otros aceptaron irse y no regresaron jamás.
Unos años después, comenzaron a llegar garimpeiros, a enturbiar los ríos con zarandas, resumidoras y mercurio, y a enturbiar los cerebros de los macuxíes que se quedaron “afuera”, con caña, caipiriña y macoña (droga). También les enturbiaban las espaldas -con látigos- y la raza, violando a sus mujeres. En junio o julio de 1946 hubo un enorme derrumbe en el túnel, cayendo casi toda la escalera. Hoy sólo quedan algunos escalones del inicio, y un enorme precipicio inescalable, donde el viento sopla con ritmos diferentes.
Algunos viejos macuxíes que escaparon al látigo inglés, y aún viven contando su edad por lunas, no se resignan totalmente a olvidar el Paraíso Perdido. Nunca mejor expresado, pues ellos lo conocieron… Y lo perdieron.
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