jueves, 13 de junio de 2013

Ron Paul: “EE.UU. podría matar a Edward Snowden con un drone”


El destacado político estadounidense Ron Paul admite que el Gobierno de EE.UU. podría recurrir a un drone para matar a Edward Snowden, quien reveló el espionaje masivo no autorizado de la CIA en Internet.

El republicano, entrevistado por el canal Fox Business, expresó su preocupación por la vida de Snowden, al que podrían amenazar “misiles de crucero o de un avión no tripulado”.

“Vivimos una mala época en la que los ciudadanos de EE.UU. no tienen derechos y pueden ser asesinados. Pero [Snowden] está tratando de contar la verdad sobre lo que está pasando”, explicó Paul, que abandonó el Congreso a principios de año.

De hecho, varios ciudadanos de EE.UU. ya han sido víctimas del programa de drones que el país norteamericano aplica en el extranjero para luchar contra el terrorismo. El presidente Barack Obama admitió que entre 2009 y 2011 los aviones no tripulados mataron a cuatro estadounidenses en Yemen y Pakistán. Pese a la presión social dentro del propio país y en el extranjero, los ataques de drones continúan.

Ron Paul recuerda que los ciudadanos de EE.UU. no tendrían por qué preocuparse por la seguridad de sí mismos o de sus “domicilios, documentos y pertenencias”, pero “el Gobierno actúa a menudo en secreto”, accediendo a la información privada “sin causa probable ni orden judicial”, según una nota de la organización política Campaign for Liberty, presidida por Paul.

Fuente: RT

Los científicos rusos advierten del gran peligro del Maíz Transgénico asociado al ‘coronavirus’ (MERS-CoV).

Un reciente informe del ministerio de Medio Ambiente ruso estaría alertando del gran peligro que corre el planeta entero por las plantas modificadas genéticamente por la empresa Monsanto, que estaría provocando el síndrome respiratorio coronavirus (MERS-CoV).

La alarma ha saltado por las sucesivas muertes a consecuencia de estas cepas mutantes (Deltapine) en el estado de Alabama, cuyos síntomas son exactamente iguales a la epidemia sucedida el pasado año en India, que provocó la mayor ola de suicidios de la historia y provocó su prohibición total en ese país.

Acogiéndose al tratado bilateral “Cielos abiertos” (Open skies), Putin ordenó el pasado 4 de junio a un avión Tupolev que hiciera un vuelo de reconocimiento por Estados Unidos para conocer la extensión de este cultivo, ayudado por tecnología infrarroja. Al poco de su despegue, sus equipos sufrieron un ataque de algún tipo de armas de ondas, que los dejaron inutilizados.

Días más tarde, la administración Obama se hizo responsable de este problema en los radares, provocado por la suelta del componente RR-188 [Entiendo que es un tipo de chemtrail].


Según los científicos del ministerio de medio ambiente ruso, este ataque fue ocasionado por la gran extensión de los cultivos mutantes [transgénicos] en el área agrícola más productiva de Estados Unidos. Aunque el gobierno Obama solo admite que es el estado de Oregón el afectado por esta cepa mutante, los rusos afirman que actualmente el 30% del cereal norteamericano ha sido contaminado por esta cepa mutante.

Extrañamente, el propio gigante bioquímico Monsanto ha reconocido que “la propagación de esa cepa pudo ser un sabotaje” y que “podemos ver episodios similares en otros lugares del país”.

En otras palabras, que estamos ante el comienzo de otro ataque de Bandera Falsa más.

Ante el comienzo de los controles en todos los países del mundo sobre la importación de este cereal modificado genéticamente, los científicos rusos se preguntan cómo es posible que esa cepa haya vuelto a propagarse cuando, supuestamente, fue destruida en el año 2001…

El problema es tan grave que hasta la Organización Mundial de la Salud ha dado la voz de alarma sobre la extensión del coronavirus y el propio gobierno norteamericano reconoce que es un problema que afecta a la seguridad nacional.

Al parecer, la conexión entre el coronavirus y la cepa modificada genéticamente es una hipótesis con la que llevan trabajando en algunos países de Oriente Medio. En concreto, los científicos sauditas quisieron investigar la estructura molecular del mencionado coronavirus pero se encontraron con que “CIENTÍFICOS HOLANDESES DEL CENTRO ERASMUS LO HABÍAN PATENTADO Y RECHAZARON QUE FUERA EXAMINADO“.

El escándalo es tan patético que los científicos sauditas están batallando en Ginebra con la oficina de patentes para que les levanten la prohibición y les dejen investigar el virus, con el fin de hallarle remedio. Hasta Margaret Chan, de la OMS, se ha quejado del absurdo que rodea a este caso.

Aunque la información oficial está tratando de convertir este suceso en una lucha entre las multinacionales de los transgénicos DuPont (holandesa) y Monsanto, lo cierto es que ambas consiguieron el pasado mes de marzo que el congreso norteamericano aprobara la “Ley de Protección de Monsanto” por la que los tribunales norteamericanos no pueden litigar contra esta compañía e incluso la agencia de protección ambiental carece de poder para regular sus productos.

Para entender la locura que rodea a los productos mutantes, el estado de Connecticut fue el primero que reguló el etiquetado de los productos modificados genéticamente pero con unas condiciones que a uno le deja con la boca abierta:

-Para que se produzca el etiquetado, al menos cuatro estados y uno de ellos, fronterizo con Connecticut, deben haber aprobado leyes similares, y además, varios estados del noreste que conjuntamente sumen 20 millones de habitantes, deben haber hecho lo propio.

Si no entiendes nada de lo que pasa en este Planeta, ya somos dos.

Fuente: http://www.rafapal.com/?p=21743


Monsanto afronta demandas colectivas por el Trigo Transgénico en EE.UU


Agricultores estadounidenses han presentado dos demandas colectivas contra Monsanto, tras el hallazgo de campos de trigo genéticamente modificado en el estado de Oregón.

El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) comenzó a investigar el caso después de que un granjero de Oregón descubriera un campo con trigo biotecnológico no autorizado.

El granjero envió muestras del trigo a la Universidad Estatal de Oregón que se puso en contacto con el USDA, y este confirmó que se trataba del trigo transgénico cultivado durante los experimentos genéticos que Monsanto llevó a cabo en 16 estados del país entre los años 1998 y 2005, lo que quiere decir que esa variedad de trigo modificado genéticamente fue desarrollada años atrás pero no está aprobada para la venta ni el consumo.

En las demandas presentadas contra el gigante de biotecnología los agricultores afirman que Monsanto debía haber tenido en cuenta que los experimentos con trigo transgénico representaban cierto riesgo para los granjeros. Los demandantes acusan a la empresa de negligencia y exigen compensaciones por los daños sufridos.

Por ejemplo, Ernest Barnes, un productor de trigo de Kansas, que fue el primero en demandar a Monsanto el pasado 5 de junio, exigió 100.000 dólares por las pérdidas que le ha originado la bajada del precio del trigo causada por el descubrimiento de las semillas transgénicas en la zona.

Los agricultores también piden que Monsanto descontamine tierras de cultivo, equipos e instalaciones de almacenamiento que puedan contener semillas genéticamente modificadas.

Asimismo, los demandantes aseguraron que “la empresa conocía los posibles efectos perjudiciales que podía tener el uso de este tipo de cultivos en el mercado” señalando que la presencia en EE.UU. de trigo genéticamente modificado afectó al mercado tanto nacional como mundial y puso en peligro las exportaciones.

La mitad de la cosecha de trigo del país se exporta, lo que representa unos ingresos anuales de 9.000 millones de dólares. Después de que los funcionarios del Departamento de Agricultura de EE.UU. confirmaran que el trigo de Oregón procedía de semillas de Monsanto, Japón, Corea del Sur y México suspendieron inmediatamente las importaciones de EE.UU. Por su parte, la Unión Europea, que importa normalmente más de un millón de toneladas de trigo anuales desde EE.UU., estableció un control más riguroso del cereal procedente del país.

¿Ruinas en Marte?

El 7 de Diciembre 2012, Una imagen colgada por la NASA y procedente de Marte, sigue dando que hablar.

En ella se descubre lo que parecen unas antiguas ruinas.

Por otra parte en su dia ya hablamos  de la famosa “Calzada” que la sonda “Opportunity” grabo en una de sus incursiones al planeta rojo.

Muchas son las teorias, muchas las sospechas, desde NASA parece que desde el otro lado del “telon” y muy sutilmente, estan publicando fotografias mas que sospechosas.

Aun no hay comunicados oficiales al respecto, bien para preparar al rebaño o bien para seguir confundiendolo aun, con sus muchos brazos armados de desinformadores muy presentes en las red y en las redes sociales.-



FOTO DE LA FAMOSA CALZADA DESCUBIERTA POR “Opportunity”

Los científicos quedaron perplejos y no salen de su asombro con el descubrimiento de la sonda robótica Opportunity: unas extrañas formaciones rocosas que parecen seguir una pauta. Como pueden ver en las siguientes fotos, tomadas por la sonda robótica, se aprecia lo que parece ser una hilera de ladrillos de los que se usan para la pavimentación.

El parecido con una estructura o calzada inteligente medio enterrada por la erosión es impresionante.

 ¿Se trata, por fin, de una prueba irrefutable de la existencia de una civilización marciana en Marte en un pasado remoto?

Fuente: Planeta enigmático

El asunto Goodman: Monsanto intentando controlar las publicaciones científicas


Richard E. Goodman, Universidad de Nebraska

Richard Smith, ex editor de la revista British Medical Journal, bromeaba sobre su revista rival,The Lancet, y decía que en un lugar de realizar revisiones científicas lo que hacía era tirar un montón de papeles por las escaleras y las que llegaban al final era lo que se publicaba. En otra ocasión, Smith se enfrentó al reto de publicar en la revista British Medical Journal aquellos artículos que habían sido retirados después de una revisión por pares para ver si alguien se daba cuenta. Respondió: ¿Cómo saben que no lo he hecho ya?

Como se desprende de lo que acabamos de contar de Robert Smith, los editores de las revistas tienen mucho poder e influencia en la Ciencia, teniendo oportunidades para el abuso. La Industria Biotecnológica sabe todo esto, e intenta influir y controlar las publicaciones científicas.

A veces cuentan con la cooperación voluntaria de los editores, que puede ser de forma descarada. En 2009, se descubrió que la editorial científica Elsevier estaba publicando una revista médica, con su comité editorial y todo, en la que aparecían artículos que hacían publicidad de la empresa farmacéutica Merck. Merck le proporcionaba los documentos, Elsevier los publicaba, y los médicos los leían, sin saber que la revista The Australasian Journal of Bone and Joint Medicine era simplemente un osito de peluche.

En septiembre de 2012 la revista científica Food and Chemical Toxicology (FCT) publicó un estudió que produjo una convulsión internacional (Séralini et al. 2012). El estudio, dirigido por el profesor Gilles-Eric Séralini de la Universidad de Caen, Francia, sugería que un maíz transgénico de Monsanto y el herbicida Roundup planteaban graves riesgos para la salud. El estudio de alimentación que se prolongó durante dos años encontró que las ratas alimentadas tanto con el maíz transgénico como con pequeñas cantidades de Roundup, provocaba daños orgánicos graves y un aumento en la tasa de tumores y muerte prematura. Tanto el maíz transgénico NK603 como Roundup están producidos por Monsanto. Corinne Lepage, ex Ministra de Medio Ambiente de Francia, afirmó que tal estudio era “una bomba”.

Posteriormente se inició una campaña para desacreditar el estudio en los medios de comunicación y obligar a la revista a que se retractase de la publicación de dicho estudio. Muchos de los que enviaron comunicaciones a FCT ( que es publicada por Elsevier) tenían conflictos de interés con la Industria de los Transgénicos y formaban parte de grupos de presión, aunque este punto no se reveló públicamente.

La revista no se retractó de la publicación del estudio. Pero sólo unos meses más tarde, a principios de 2013, el Consejo de Redacción de FCT contrató a un nuevo “Editor asociado a la Industria de la Biotecnología”, Richard E. Goodman. Se ocupó así un enclave estratégico para seguir el asunto Séralini.

Richard E. Goodman es profesor en Food Allergy Research and Resource Program, de la Universidad de Nebraska. Pero también un ex empleado de Monsanto, compañía en la que estuvo trabajando desde 1997 a 2004. En Monsanto trabajaba sobre la alergenicidad de los cultivos transgénicos y publicó varios artículos sobre cuestiones de alergenicidad y seguridad alimentaria de los transgénicos (Goodman y Leach 2004).

Goodman no tuvo relación, que se sepa, con la revista hasta febrero de 2013. Su nombramiento fue por la vía rápida, y se plantean algunas preguntas sobre la ocupación de este puesto en el Consejo de Redacción. ¿ Intenta Monsanto decidir cuáles son los documentos sobre Biotecnología que se deben publicar en FCT? ¿Es un intento por parte de Monsanto y de la Industria Biotecnológica de controlar las publicaciones científicas?

Equiparar una revista científica con la Ciencia puede parecer una exageración. Pero una publicación revisada por pares, para la mayor de los científicos, es Ciencia. Una vez que un artículo se publica en una revista académica sirve de modelo, sea sobre la tectónica de placas o la estructura del ADN. El resto de la investigación, sin importar lo innovador que sea, es irrelevante. Un científico hizo una vez una observación mordaz sobre los datos de seguridad de la Industria Biotecnológica, que se consideran confidenciales, y en los que se basa la aprobación de productos químicos y de los alimentos transgénicos: “Si no se publican, no existen”.

La conexión de Goodman con ILSI

La conexión con Monsanto del nuevo guardián de la Biotecnología en FCT no es la única. Goodman tiene una activa y continua participación en ILSI (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida). ILSI está financiado por las grandes empresas de transgénicos y de Agroquímicos, como Monsanto. Dice elaborar métodos para la evaluación de riesgos de los alimentos transgénicos y contaminantes químicos, que después forman parte de las regulaciones gubernamentales.

ILSI se describe a sí misma como de interés público y sin ánimo de lucro, pero la infliltración en las Agencias de Regulación y su influencia sobre la política de evaluación de riesgos es algo muy controvertido tanto en América del Norte como Europa. En el año 2005, los sindicatos escribieron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) protestando sobre la influencia de ILSI en la aprobación de las normas sanitarias internacionales y de suministro de alimentos y agua. Como resultado, la OMS prohibió a ILSI participar en actividades de la OMS relacionadas con las normas de seguridad, debido a las fuentes de financiación. Y en Europa, en 2012, Diana Banati, por entonces jefe de la junta directiva de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), tuvo que dimitir por su participación no revelada en ILSI (Robinson et al. 2013).

El nombramiento de Goodman para el Consejo de Redacción de FCT es sorprendente, porque de hecho la revista ya cuenta con expertos en seguridad de los alimentos transgénicos. De los cuatro jefes de redacción, José L. Domingo es profesor de Toxicología y Salud Ambiental y autor de dos revisiones completas de los estudios sobre inocuidad de los alimentos transgénicos (Domingo 2007, Domingo y Bordonaba 2011). Ambas revisiones se mostraban escépticas con la tesis de que los transgénicos son seguros. En consecuencia, no está nada claro por qué FCT necesita un “Editor asociado de Biotecnología”, pero está claro que Monsanto tiene interés en asegurarse que el asunto Séralini no vuelva repetirse.

El caso Paul Christou

FCT no es la única revista académica que parece haber caído en los intereses comerciales. Después de la campaña que se inició para conseguir que FCT se retractase de la publicación del estudio de Séralini, la revista Transgenic Research publicó una dura crítica del estudio y de los propios investigadores (Arjo et al., 2013). El principal autor de la crítica fue Paul Christou.

Christou y otros coautores dijeron del Editor de FCT que la publicación de estudio de Séralini suponía “una violación clara y flagrante de las normas de publicación científica”. Insistieron en que el editor de la revista debía retractarse de la publicación de este estudio “en base a unos claramente erróneos y las fuertes evidencias de una mala conducta científica y de un abuso del proceso de revisión por pares. Incluso una retracción completa del artículo de Séralini no va a limpiar Internet de las imágenes de las ratas con inflamaciones tumorales”.

Estos mismos autores insistieron en que el estudio de Séralini era fraudulento, que los investigadores no habían analizado los datos de una manera objetiva, y que el tratamiento dado a los animales durante el experimento fue inhumano.

No es la primera vez que Christou ataca los estudios científicos que plantean dudas sobre los cultivos transgénicos. En 2001, Ignacio Chapela y David Quist, de la Universidad de California, Berkeley, publicaron en la revista Nature que las variedades de maíz indígena mexicano estabancontaminados con genes transgénicos (Quist y Chapela, 2001). Este problema era, y sigue siendo, muy controvertido, ya que México es el centro genético del maíz. En paralelo con los ataques recibidos por el estudio de Séralini, se produce en Internet otra campaña contra Chapela y Quist, exigiendo también que la revista Nature se retracte de su publicación. Entonces Christou, cuando estaba en pleno ataque al estudio de Séralini, ataca también el de Chapela y Quist en un artículo titulado “No hay evidencias científicas creíbles para respaldar las afirmaciones de que el ADN transgénico haya contaminado las variedades tradicionales de maíz en Oaxaca, México” (Christou, 2002).

En respuesta a la campaña, el editor de la revista Nature, Philip Campbell, solicitó a Chapela y Quist más datos, y se preparó otra nueva revisión por pares. Sólo hubo un apoyo dentro del grupo de tres para que se produjese esa retracción, y nadie había presentado datos ni análisis que contradijeran los hallazgos de Chapela y Quist. Sin embargo, Nature afirmó: “Las pruebas disponibles no son suficientes para justificar la publicación del artículo original”.

Algunas investigaciones posteriores realizadas con diferentes muestras encontraron genes transgénicos en las variedades indígenas de maíz mexicano ( Piñeyro-Nelson et al. 2009), mientras que otros no los encontraron (Ortiz-García et al. 2005).

Paul Christou por el contrario, no tenía ningún problema en que se le publicase una de sus críticas sobre la investigación transgénica. Es el editor en Jefe de la revista. Al igual que Goodman, Christou mantiene relaciones con Monsanto. Monsanto compró la compañía de semillas transgénicas Agracetus ( el antiguo jefe de Christou) y Monsanto tiene ahora patentes para la producción de cultivos modificados genéticamente, de los que Christou figura como inventor. Es una práctica normal normal señalar en los artículos científicos los conflictos de interés, pero Christou no los dio a conocer en su crítica al estudio de Séralini.

El asunto Ermakova

No sólo los editores pueden impedir la publicación de investigaciones en su revista que muestran los problemas con los cultivos transgénicos, sino que pueden bloquear su publicación en otras. En 2007, la revista académica Nature Biotechnology publicó un ataque al trabajo de la científica rusa Irina Ermakova (Marshall, 2007). Habían encontrado un retraso en el aumento del peso, mayor mortalidad y disminución de fertilidad en las ratas alimentados con soja transgénica tolerante al glifosato durante varias generaciones (Ermakova, 2006; Ermakova, 2009).

El editor de la revista Nature Biotechnology, Andrew Marshall, se puso en contacto con Ermakova, invitándola a responder a las preguntas sobre sus conclusiones, que sólo había expuesto en conferencias. Le dijo que tenía “la oportunidad de presentar sus opiniones y conclusiones, en lugar de que todo fuese por referencias”. Ermakova estuvo de acuerdo.

Photo: Petermann/GJEP

Lo que siguió a continuación fue irregular y engañoso. El editor envió a Ermakova una serie de preguntas sobre su investigación, a las que ella respondió. Al cabo de un tiempo recibió lo que pensaba iba a ser su artículo, con la inclusión de su autoría.

Sin embargo, el artículo que finalmente fue publicado era muy diferente. En lugar de aparecer el nombre de Ermakova aparecía el de Marshall. En cada una de las respuestas que había dado Ermakova a las preguntas aparecía una larga crítica realizada por cuatro científicos protransgénicos (Marshall, 2007). La prueba enviada a Ermakova no incluía estos comentarios críticos. Se le negó posteriormente en la revista la oportunidad de ejercer la misma práctica. En la redacción final del artículo el editor de la revista conservó las referencias de los críticos, eliminando muchas de las de Ermakova, lo que daba la impresión de que sus afirmaciones estaban infundadas.

El tratamiento dado a Ermakova en Nature Biotecnology fue criticado por muchos científicos y en muchos medios de comunicación. Harvey Marcovitch, ex editor de una revista científica, y ahora director de la Comisión de Ética de las Publicaciones (COPE), que establece las normas éticas de las revistas académicas, comentó lo siguiente: “Es algo con lo que nunca me había encontrado”. Y a pesar de decir que había cosas muy sorprendentes, no estuvo dispuesto a especular sobre lo que había pasado: “Quizás el editor estaba probando un nuevo tipo de redacción de los artículos, sin tenerlo todo planeado, o quizás es que hubo una especie de conspiración o como quieran llamarlo”.

El Dr. Brian John, de GM-Free Cymru fue más contundente: “Estas publicaciones académicas sensacionalistas dan lugar a engaño, a la mentira, a la hipocresía y a una mala praxis editorial”.

En medio de este alboroto, el editor Marshall mantuvo un intercambio de correos electrónicos con Ermakova. Se demostró que lejos de haber solicitado los comentarios a los cuatro científicos protransgénicos, estos por propia iniciativa se habían dirigido a la revista para exponer su crítica, y ninguno de ellos era toxicólogo. Los críticos se seleccionaron a sí mismos para juzgar la publicación de Ermakova, que nunca apareció en la forma en la que ésta lo había redactado, como errónea.

Nature Biotechnology tampoco reveló los conflictos de interés en los caían los críticos de Ermakova: Bruce Chassy, autor de dos publicaciones en ILSI,que definían metodologías para la evaluación de riesgos de los cultivos transgénicos, que posteriormente fueron incluidos en las directrices de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria; Vivian Moses, que fue presidenta de GropGen, un lobby del sector de los transgénicos que tiene a Monsanto entre sus patrocinadores; L. Val Giddings, consultor de la Industria, descrito como ex miembro de la Organización de la Industria Biotecnológica (BIO), de que Nature Biotechnology omitió decir que ocupaba un alto cargo en BIO, Vicepresidente para la Alimentación y la Agricultura, y que entre los financiadores de BIO se encontraban empresas relacionadas con los cultivos transgénicos, como Monsanto, Dow y DuPont; el último de los críticos era Alan McHughen, que desarrolló para Monsanto un lino transgénico denominado Triffid, que en 2009 se descubrió había contaminado los suministros de lino que llegaban a Europa desde Canadá. Si se hubieran dado a conocer estos conflictos de interés, los lectores podrían haber juzgado de una forma diferente la crítica a Ermakova.

Estos ejemplos muestran que existe una amenaza real de la Industria a las revistas científicas. Las posibilidades que tienen los investigadores de publicar estudios críticos son cada vez menores. Esto es especialmente cierto en las revistas que tienen un mayor prestigio o impacto en los medios o que influyen en la opinión pública. Por otro lado, son pocas las Instituciones Científicas que apoyan a los investigadores que discrepan de los puntos de vista de la Industria, como ocurrió con Chapela y la Universidad de Berkeley, que trató de negarle su plaza de profesor después de la publicación del controvertido estudio sobre el maíz. Incluso se les niega el acceso a las fuentes de financiación. Casi toda la financiación para la investigación en bioseguridad llega a los investigadores que mantienen vínculos con la Industria.

Esto afecta directamente a la calidad de los estudios que se realizan. Una reciente revisión de la literatura científica encontró que la mayoría de los estudios que concluyen que los alimentos transgénicos son tan seguros como los no transgénicos, habían sido realizados por empresas que los promovían o estaban asociadas a ellas (Domingo y Bordonaba, 2011). No es casualidad que Noruega, un país que no está presionado por la Industria Agrotecnológica, albergue la única entidad pública del mundo que realiza investigaciones sobre las consecuencias sociales, para la salud y el medio de la Ingeniería Genética.

Hay diferentes formas de mitigar o neutralizar la influencia de la Industria que trata de bloquear los estudios científicos independientes que se muestran críticos. La primera forma es la transparencia en la publicación. Los editores de revistas deben adoptar las directrices de la COPE y publicar todos los conflictos de interés existente entre su personal y los editores.

Así mismo, de conformidad con lo estipulado por la COPE, los revisores deben seleccionarse para que no existan conflictos de interés. Si esto resulta imposible debido a la existencia de patentes y fondos de investigación aportados por la Industria, se debe tener cuidado a continuación de seleccionar un panel equilibrado que represente los diferentes puntos de vista. FCT es miembro de la COPE, pero no publica información sobre los conflictos de interés de los editores, y la cita de Goodman sobre Domingo demuestra poco interés en solventarlo.

Es posible que sea necesario examinar de forma crítica el concepto de revisión por pares. Las limitaciones de las opiniones de los expertos, ya sean a nivel individual o en grupo, son de sobra conocidas en el campo de la Medicina basada en evidencias. Para solucionar este problema, organismos sin ánimo de lucro, como Cochrane Collaboration, han desarrollado metodologías sistemáticas y transparentes para revisar y evaluar la eficacia de las diferentes intervenciones médicas. El objetivo es permitir a los profesionales tomar decisiones clínicas bien fundamentadas. Los criterios de revisión se establecen de forma transparente, por lo que hay menos posibilidades de sesgo en la evaluación de los estudios. Cuando hay desacuerdos, el fácil identificar y resolver el problema. Cochane también elabora normas para prevenir conflictos de interés entre los revisores y la junta editorial.

El enfoque Cochrane es muy respetado y sus lecciones sobre la Medicina basada en evidencias, los conflictos de interés, y la resistencia a la presión de la Industria, se están aplicando en otros campos, como el de la exposición ambiental peligrosa (Woodruff et al. 2011). No hay razón para que las revistas científicas, incluyendo aquellas que publican artículos sobre investigación en torno a los transgénicos, no puedan utilizar métodos similares para evaluar sus documentos, de modo que tengan un menor protagonismo aquellos expertos que se vean envueltos en conflictos de interés.

Aplicar este tipo de políticas supondría un fuerte apoyo entre la comunidad científica independiente. Pero este apoyo no puede existir fuera de la investigación médica.

FCT nombró a Goodman, un ex empleado de Monsanto y conocido defensor de los puntos de vista de la Industria, nombramiento que se hizo justamente después de la publicación del polémico artículo muy crítico con los productos de Monsanto. Los directivos de FCT pasaron por alto el ascenso gradual desde dentro.

Mientras tanto, otras dos revistas científicas destacadas han servido como plataforma para que sus editores sigan generando actitudes abusivas y poco científicas, sin ninguna repercusión en su línea editorial. Marshall sigue siendo editor de Nature Biotechnology. El hecho de que los editores de revistas tengan este comportamiento, sugiere poco apoyo a la investigación independiente, y que la rendición de cuentas dentro del mundo de la edición científica apenas existe.

Es poco probable que las revistas científicas aborden los defectos de la publicación científica. Para ello habría que enfrentarse a un acuciante problema: que la Ciencia Académica hace caja de la explotación de los conflictos de interés. Se ha convertido de hecho en un modelo de negocio subyacente en el campo científico. Las Universidades ofrecen asesoramiento independiente a los Gobiernos, mientras reciben fondos de las empresas de investigación. Las Empresas no dan ese dinero para generar un nuevo conocimiento, sino por la influencia que comporta.

Este tipo de incentivos también se realizan a nivel personal. Los científicos ocupan puestos académicos financiados por los contribuyentes, mientras se benefician de las patentes, reservas y labores de consultoría. Si las revistas y las Agencias Gubernamentales tomasen cartas en el asunto para resolver los conflictos de interés, las empresas no destinarían ese dinero para la investigación, porque los científicos que reciben fondos de parte de la Industria perderían influencia.

Pero si las revistas científicas no encuentran una forma de nivelar la publicación de estudios críticos, los pocos científicos que todavía son capaces de llevar a cabo una investigación independiente de interés público pueden empezar a buscar modelos alternativos de publicación: revisión por pares pública o investigación de código abierto… Tales enfoques de colaboración podrían incluso revitalizar la publicación científica.

A menos que se produzca una reforma radical, la publicación revisada por pares, de la que muchos dicen es la característica definitoria de la investigación, necesita de enormes cambios, Desde su origen como garantía de calidad e independencia, se ha convertido en un instrumento a través del cual sólo hay una visión, con un casi total control. Richard E. Goodman, nuevo Editor Asociado de FCT sobre Biotecnología, tiene ahora la oportunidad de tirar por la escalera sólo aquellos documentos marcados como “aprobados por el sector”.

Referencias:

Arjo G, et al. (2013). Plurality of opinion, scientific discourse and pseudoscience: an in depth analysis of the Séralini et al. study claiming that Roundup Ready corn or the herbicide Roundup cause cancer in rats. Transgenic Research 22: 2 255-267

Christou P (2002). No credible scientific evidence is presented to support claims that transgenic DNA was introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico. Transgenic Research 11: iii–v

Domingo JL (2007). Toxicity studies of genetically modified plants: a review of the published literature. Crit Rev Food Sci Nutr 47(8): 721-733

Domingo JL and JG Bordonaba (2011). A literature review on the safety assessment of genetically modified plants. Environ Int 37: 734–742.

Ermakova I (2006). Genetically modified soy leads to the decrease of weight and high mortality of rat pups of the first generation. Preliminary studies. Ecosinform. 2006;1:4–9.

Ermakova I (2009). [Influence of soy with gene EPSPS CP4 on the physiological state and reproductive function of rats in the first two generations] [Russian text]. Contemporary Problems in Science and Education 5:15–20.

Marshall A (2007). GM soybeans and health safety – a controversy reexamined. Nat Biotechnol 25: 981–987.

Ortiz-Garcia S, et al. (2005). Absence of detectable transgenes in local landraces of maize in Oaxaca, Mexico. Proceedings of the National Academy of Sciences 102: 18242.

Pineyro-Nelson A, et al. (2009). Transgenes in Mexican maize: molecular evidence and methodological considerations for GMO detection in landrace populations. Mol Ecol 18(4): 750-761.

Quist D and IH Chapela (2001). Transgenic DNA introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico. Nature 414(6863): 541-543.

Robinson, C, et al. (2013). Conflicts of interest at the European Food Safety Authority erode public confidence. J Epidemiol Community Health.doi:10.1136/jech-2012-202185.

Séralini GE, et al. (2012). Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food and Chemical Toxicology 50(11): 4221-4231.

Woodruff TJ, et al. (2011). An evidence-based medicine methodology to bridge the gap between clinical and environmental health sciences. Health Aff (Millwood) 30(5): 931-937.


Por Claire Robinson y Jonathan Lathan, 20 de mayo de 2013

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Renuncia subdirector de la CIA tras escándalo por espionaje en Internet


El subdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Morell, renunció este miércoles y será sustituido por la actual asesora legal de la Casa Blanca Avril D. Haines, el próximo 9 de agosto.

“Aunque he dado todo lo que tengo a la Agencia Central de Inteligencia y su misión vital durante un tercio de siglo, es hora para mí de dar todo lo que tengo a mi familia”, dijo Morell en un comunicado divulgado por la agencia.

Luego de trabajar 33 años en la CIA asumiendo responsabilidades como director encargado y una como subdirector, se retira en medio del conflicto actual en torno a la Agencia, luego de que se revelara el plan de espionaje masivo en Internet que afecta a millones de usuarios en Google, Facebook, Skype y Apple.

Informaciones publicadas en la prensa del país revelaron que Estados Unidos realiza programas de espionaje de registros telefónicos y de comunicaciones en internet a todos los usuarios con el fin de controlar las comunicaciones de sospechosos de terrorismo.

Por su parte, en el comunicado de la Agencia, el director John Brennan dijo que trató “por todos los medios que se quedara el mayor tiempo posible, pero él decidió retirarse para pasar más tiempo con su familia y seguir con otras oportunidades laborales”.

Brennan dijo que Morell será sustituido por Avril Haines, la primera mujer en esa posición. Haines es la actual asistente adjunta del presidente y asesora jurídica del Consejo Nacional de Seguridad.

Haines también se desempeñó como asesora legal asistente para asuntos de tratados en el Departamento de Estado, de acuerdo a un comunicado de la Casa Blanca.

Morrell ocupó el máximo cargo de la agencia de espionaje tras la salida del exdirector David Petraeus como consecuencia de un escándalo por una relación extramarital, hasta que el presidente Barack Obama, eligió a su asesor contra el terrorismo John Brennan, actual titular la organización.

Durante la gestión de Morrell, se aprobó la petición del Departamento de Estado de eliminar la referencia a los milicianos en los puntos de debate sobre el ataque en Libia. También fue ampliamente criticado por decir que el programa de interrogatorios de la CIA produjo cierta información útil.

Video :  RT

Tomás Mosciatti comenta filtraciones de la NSA: “El gran hermano ya está entre nosotros”


Hoy pareciera que tuviéramos un gran hermano. Uno que se cree guardián, que quiere decidir por nosotros y que quiere establecer lo que es bueno y lo que es malo.

Recordemos que Edward reveló a los medios norteamericanos todo lo que ocurre con el espionaje que realiza el Gobierno de ese país a sus ciudadanos y se vio obligado a pedir asilo en “cualquier país que crean en la libertad de expresión”, según explicó. Y es que el programa PRISM, permite a la entidad gubernamental ingresar a cuentas de los ciudadanos gracias a la colaboración de las empresas informáticas.

El cuestionado Snowden, que indicó que todo lo que dijo fue “para tener su mente limpia”, adelantó además que en el país que gobierna Obama se construyen unas instalaciones que almacenarán todo el tráfico de Internet mundial de los últimos 5 años. Es decir, tendrán todos los datos almacenados. ¿Cuáles? El suyo, el mío, el que ellos quieran… el gran hermano ya está entre nosotros y todos seremos víctimas.

Para ver el video entra aquí..


Visto en : Verdad Ahora

El Barranco de Badajoz. Naturaleza encantada.

Chamoco, otro misterio canario

El último mencey de Güimar, Añaterve, cedió su territorio a las tropas castellanas en 1496, posterior a esto en la repartición de las tierras conquistadas este lugar le fue entregado a Juan de Badajoz y por eso toma el nombre -desde finales del siglo XV- de Barranco de Badajoz.

Anteriormente los aborígenes guanches nombraban Chamoco a esta zona donde se encuentra el barranco.

El Barranco de Badajoz se encuentra situado en el municipio de Güimar, Isla de Tenerife, dentro del paisaje natural protegido de Siete Lomas; con una cota máxima de altura de 2259 m, partiendo desde Izaña.

Es un cañón canario, el más espectacular de la isla.

Está formado por paredes verticales de cientos de metros de altura, separadas por pocos metros en el fondo del lecho del barranco. Estas paredes están cubiertas de diferentes plantas, como son. Bejeques, corona de rey y gran cantidad de plantas rupículas.

A medida que nos adentramos en el barranco las paredes se van acercando, hasta llegar a tocarse sellando el fondo del cañón; imposibilitando así la continuación del sendero, que sólo podría proseguirse con técnicas especiales de escalada.

Siguiendo el cauce de barranco, a derecha e izquierda, nos encontramos con muchas galerías y cuartos abandonados, que sirvieron a los mineros en el proceso de la construcción y extracción del agua de las distintas galerías.

Tanto este barranco como el Barranco del Río, fueron los abastecedores de toda el agua necesaria para los cultivos de medianía y costas del municipio de Güimar.

A la entrada del barranco nos podemos encontrar la central hidroeléctrica (la hidro) que abastecía de electricidad a la mitad del municipio, utilizando la energía producida por el importante desnivel en la conducción del agua de las galerías de la zona.

Este espacio natural alberga gran cantidad de endemismo vegetales canarios, algunas manifestaciones de pinar natural y además reductos de la Laurisilva.

El vestigio prehistórico más significativo que ahí se encuentra, demostrando así la actividad aborigen del lugar, lo es la Cueva del Cañizo; la cual está a 100 m de altura, aproximadamente, a la mitad del camino y en la pared izquierda del barranco que debe su nombre a las doce varas de madera (presumiblemente de sabina, según Irineo González, 1883), que se hallan colocadas en el techo de la misma; las que se pueden ver desde el cauce del barranco.

Podemos observan desde abajo, al mirar hacia la cueva, que esta es la boca de una gran cara, que nos parece ver en esa zona.

Entre otras, la teoría más popular es que esta cueva fuera utilizada para colocar alimentos para su curación, principalmente queso. Según Felipe Miguel de Poggi Borsotto (1868) se le designa con el nombre de Cañizo o Quesera de los Guanches, “porque estos aborígenes se servían de aquellos para poner a secar sus quesos”, por lo que se deduce que en aquellos tiempos el acceso debía ser más fácil que hoy en día.

Son muchas las leyendas y las anécdotas sobre experiencias que han tenido muchos de los que han visitado y permanecido, principalmente de noche, en el Barranco de Badajoz.

LEYENDAS

SERES BLANCOS

La leyenda cuenta que en 1912 dos trabajadores de una de las galerías de agua que se encuentra en el Barranco de Badajoz, en concreto la más adentrada en el barranco, Izaña, se encontraban desarrollando su trabajo cuando la pared en la que excavaban se vino a bajo quedando al descubierto ante ellos una galería bastante amplia.

Vieron entonces tres seres completamente blancos que desde luego no parecían formar parte de la plantilla de trabajadores y que hicieron ademán de acercarse a ellos. 

A partir de aquí la leyenda se divide en dos versiones diferentes: 

Por un lado se dice que los dos trabajadores corrieron despavoridos hacia el cuartel de la guardia civil más cercano, es decir el de Güimar, con el objeto de presentar denuncia de lo que les había pasado. 

Otros cuentan que los mineros llegaron a comunicarse con lo tres seres, los cuales, llegaron incluso a indicarles el lugar correcto en el que debían excavar para encontrar agua.

Aunque la primera versión es la más extendida, en el cuartel de la Guardia Civil de Güimar nos han asegurado que no existe ningún tipo de archivo histórico en el que pudiera localizarse esta denuncia.

LA NIÑA DE LAS PERAS

La segunda de estas historias del Barranco de Badajoz es la de: “la niña de las peras”. Nos remontamos a los primeros años de 1900. Se cuenta que los padres de una niña enviaron a su hija al barranco en busca de fruta pero ésta desapareció y no volvió a su casa. La zona fue rastreada completamente por vecinos y amigos de los padres, los cuáles desesperados buscaban a su hija sin encontrarla por ningún lado. Finalmente, desanimados, la dieron por desaparecida.

Varios años más tarde, la niña regresó a su casa, asombrosamente con el mismo aspecto que tenía al marcharse aquel día a buscar fruta, como si los años no hubieran transcurrido para ella. La niña contó a sus atónitos padres que había llegado al barranco buscando la fruta que sus padres le habían encargado y se quedó dormida al pie de un peral.

Allí fue despertada por un ser muy alto vestido de blanco. Contó la niña que este ser no le inspiró ningún miedo, y accedió a seguirle cuando se lo pidió. La niña acompañó al ser blanco hasta el interior de una cueva en la que había unas escaleras por las que descendieron hasta llegar a una especie de jardín en el que había más seres como él. Finalmente el ser la acompañó de nuevo a la entrada de la cueva y se despidió de ella, que recogió las peras y fue camino a su casa.

Ella pensaba que sólo habían pasado unas horas, sin embargo habían pasado más de 20 años.

Actualmente se escuchan muchas historias de gente que ha pasado noches en el barranco o ha entrado a la gruta que existe en el barranco y ha escuchado la voz de la niña en forma de murmullos.

SERES ALADOS

La noche del 1 de julio de 1991 un grupo de personas atraídas por sus misterios, se encaminaron hacia el Barranco de Badajoz. A determinada altura, en el ascenso por el Barranco, el grupo pudo oír una especie de aleteo, bastante cerca, sobre sus cabezas. Casi en un acto reflejo, Teyo Bermejo (destacado fotógrafo), aunque no se veía nada, comenzó a disparar su cámara.

El resultado: una de las fotografías más inquietantes que se haya tomado en el Barranco de Chamoco.

¿LOS NAZIS EN EL BARRANCO?

Lo que a priori puede parecer una descabellada idea, si analizamos las diferentes épocas y circunstancias podemos sorprendernos con algunas cuestiones relacionadas con simbologías y pequeños hallazgos que tienen su eje central en el Barranco de Badajoz.

Es conocido por todos los que se interesan por el mundo de los misterios, que los nazis, concretamente el Departamento de Arqueología Germánica de la SS, realizó grandes expediciones por todo el Mundo en busca de elementos exotéricos y de simbología judío-cristiana tales como el Arca de la Alianza, el Santo Grial, la lanza de Longino, la Piedra del Destino y un largo etcétera.

 El mismísimo Adolf Hitler fue un hombre marcado por la magia, las doctrinas exotéricas y el mundo truculento de la adivinación.

En otra ocasión hablaremos en Angulo 13 de las sombras que envolvieron y aún hoy en día envuelven la figura del Führer.

Fueron miles los objetos de esa índole que cayeron en manos nazis, pero los grandes símbolos jamás cayeron en manos alemanas.

Tras la guerra, tanto el ejército de los estados unidos como el Británico incautaron toda la documentación que recoge los datos de esas expediciones pero están acogidas bajo el sello de TOP Secret.

¿Qué tiene que ver esto con el Barranco de Badajoz?

El 28 de julio de 1991, una persona encuentra en el barranco la empuñadura o embellecedor de una daga que nos muestra a un ser alado.

Si atendemos a las descripciones que la SS hacía sobre la “raza pura”, podemos observar que siempre estas imágenes venían representadas por seres provistos de dos grandes alas desplegadas.

Hoy en día se sabe con certeza que los nazis estuvieron en el Archipiélago Canario, y no solo eso, sino que además con el permiso de Franco, se adentraron en nuestra geografía en busca de hierbas medicinales y quien sabe si para encontrar objetos de poder.

De aquí en adelante todo lo que se puede decir sería mera especulación. Pero no es tan descabellada la idea si atendemos a los diferentes factores que confluyeron en una época en la que los nazis y su aterradora SS se podía mover por el territorio español con relativa facilidad, y si no sirva como ejemplo la búsqueda del Santo Grial en la Montaña de Montserrat en Cataluña.

FENÓMENO OVNI

Particularmente las Islas Canarias se han caracterizado a lo largo de la historia reciente por ser un lugar de peregrinación de los investigadores del fenómeno ovni. 

Casos como los de La Punta del Hidalgo, Playa de la Tejita, El Médano, Gáldar, Corralero, El Golfo etc., son algunos de las decenas de avistamientos que se han datado en territorio insular.

Concretamente en la isla de Tenerife uno de los referentes es sin lugar a dudas el Barranco de Badajoz en Güimar donde se han recogido testimonios de gran valor investigativo.

Una extraña nube con forma de flecha aparece en plenas fiestas de la Virgen de la Candelaria (ultima Virgen negra de los templarios guardiana de las puertas del cementerio) esta flecha señala hacia el barranco de Badajoz.

Aquí hay varias fotos de diferentes puntos sobre la nube estática situada encima de La Basílica de Candelaria

Hay 7 minas para la extracción de agua situadas en el Barranco de Badajoz.

La longitud de esas minas suman 14930 metros, las galerías están ordenadas según la proximidad del mar, la primera es Acaymo terminando con Izaña que es la que mas se adentra en el Barranco de Badajoz.

Acaymo conocida también como Cueva negra, para localizarla basta con localizar la Cara del Ángel ya que la galería se encuentra justo debajo de ella, cuenta con una longitud de 1975 metros.

El Almagre 2900 metros es la primera que se encuentra en el lado derecho del Barranco.

Chamoco con 4086 metros es la galería más escondida del Barranco y la más larga.

Aceviñó con 2275 metros, a la entrada de esta galería hay edificaciones que sirvieron de alojamiento para los mineros, así como para maquinas y herramientas.

Nuestra Señora Del Socorro con 1879 metros.

El cañizo con 1815 metros es la mina mas corta del Barranco, la galería del Cañizo tiene un peligro añadido en su recorrido existe un pozo en el que no seria difícil caer.

Izaña la mas antigua de todas comenzaron las excavaciones en 1912, no se sabe la longitud de esta galería, al terminar las excavaciones oficiales se hicieron otras que no lo fueron tanto, formando varias ramificaciones, además tanbien hay que destacar que esta galería ha sufrido varios derrumbes, por lo que es muy arriesgado entrar en ella para saber la longitud exacta.

Este rostro que el relieve de la montaña define con una nitidez sorprendente en la parte baja del Barranco de Badajoz, en la pared S.O. se puede reverse encuentra justo encima de la mina Acaymo y it conocido como la Cara del Angel o la Cara del Niño. 

¿Estamos ante un caso de teleplastia?

LA ISLA DE CRISTAL

A mediados de los 90 hubo una avalancha de avistamientos en el Barranco de Badajoz. Desde el interior del barranco y mirando Inclinado hacia el mar podía reverse una isla que según muchos testigos parecía de cristal (se comprobó que no podía ser ninguna de las otras islas Canarias) de esta isla despegaba verticalmente una luz en forma de nave, cuando la luz había alcanzado cierta altura se precipitaba a gran velocidad Inclinado hacia el barranco y acababa estrellándose against una de las paredes de first desintegrándose y desapareciendo.

La noticia llegó a ser publicada en varias revistas de tirada nacional e of intercultural nacional dedicadas a las ciencias ocultas e incluso el director de una de estas revistas relató los hechos en el que por aquel entonces era el programa de Pepe Navarro “Esta Noche Cruzamos el Misisipí”

FIGURAS DISCOIDALES

Esta fotografía muy reciente, tomada por Teyo Bermejo en el verano del 2003. 

En la imagen pueden reverse con claridad varias figuras lumínicas y ovaladas, lejanas algunas tan, que a penas se aprecian bojidar simple puntos de luz.

 A primera vista podría pensarse que it algún tipo de reflejo el causante de first efecto, la ampliación de la figura elimina rotundamente esta posibilidad. It importante señalar que first tipo de figuras no solo se han fotografiado en el Barranco de Badajoz, sino que están apareciendo en otras muchas fotografías sacadas en otros lugares, al parecer indiferentemente de la hora y las circunstancias en que son tomadas.

Fuentes: