domingo, 5 de marzo de 2017

El ser humano está entregando su poder divino a las máquinas

Una expresión griega dice: "lo divino es", lo divino indeterminado. Este hecho existe en la experiencia de todos. No es algo que pertenezca sólo a un momento determinado de la historia. Pertenece al tejido de nuestra vida. La verdadera diferencia estriba en reconocerlo o no. 

Roberto Calasso
© desconocidoYuval 

Noah Harari se ha convertido en uno de los escritores de cabecera de los ejecutivos de Silicon Valley. En su Homo Deus: A Brief History of Tomorrow argumenta que los avances tecnológicos exponenciales, de la mano de la desigualdad que impera a favor de una élite privilegiada, crearán una brecha en la que los señores de este nuevo mundo serán tan diferentes de nosotros como nosotros de los neandertales.



Esta nueva especie será el Homo Deus y la relación que surgirá entre la élite aumentada tecnológicamente a niveles indistinguibles de la divinidad y todos los demás será parecida a la actual entre hombres y animales.

Todos los que no seamos parte de esta élite seremos como los animales de hoy en día: ganado, mascotas, curiosidades de zoológico y acaso el tema de una conmovedora campaña de conservación entre los Homo Deus (si es que la compasión y la empatía aún tienen tracción entre los miembros de esta especie). 

Harari escribe que hemos llegado a un punto en el que podemos dedicarnos a objetivos trascendentales, habiendo superado nuestras necesidades básicas. "Al buscar la dicha y la inmortalidad, los humanos de hecho están intentando elevarse a la condición de dioses". Harari utiliza la palabra "upgrade", como si estuviéramos en un proceso en la cúspide de la historia de actualizar el programa humano e instalar la divinidad por medios tecnológicos. Harari olvida, sin embargo, que desde el principio de la civilización los hombres han querido hacerse dioses y que la sola conciencia ha hecho que, desde que se tiene memoria, la humanidad tenga un deseo de trascendencia que va más allá de lo meramente biológico. Lo que ha cambiado es sólo la percepción de cómo esto es posible en la mentalidad occidental. 

Deslumbrados por el poder de la tecnología, hoy en día las élites que controlan esta tecnología, y la economía que se basa en ella, se atreven a creer que la inmortalidad y una especie de divinidad mediatizada están ahora sí al alcance. Esto mismo, sin embargo, ha sido parte de otro tipo de grupos, que por mucho tiempo se han movido a los márgenes de la sociedad --se les llama místicos, aquellos que se mueven en el misterio, en el secreto, y que buscan agenciarse la experiencia de lo divino. Evidentemente, para la tecnoélite de nuestra civilización todas las tentativas de místicos, chamanes y demás son meramente balbuceos primitivos o alucinaciones que hoy se pueden explicar por medio de la neurociencia. 

Desde el principio de nuestra civilización, en los textos religiosos más antiguos que tenemos, ha sido esencial a la condición humana la búsqueda de elevarse hacia lo divino. En esto consiste el misterioso ritual del Soma:
¡Hemos bebido el soma y somos ya inmortales! 

Hemos logrado la luz, hemos hallado a los dioses. 

Rig VedaOccidente tiende a desacreditar todo conocimiento que no sea parte del progreso del materialismo científico. Para los científicos de hoy, con sus sofisticados y multimillonarios aceleradores de partículas, es ridículo pensar que hombres semidesnudos hubieran podido conocer los secretos del universo hace miles de años simplemente mirando hacia el interior, utilizando el telescopio de la mente (lo que en la India se conoce como samadhi). Sin embargo, la ciencia moderna comparte con la religión antigua un impulso místico y espiritual hacia el conocimiento:la mayoría de los grandes científicos han estado inspirados en ideas religiosas: Copérnico, Galileo, Newton, Lemaitre, etc., todos vieron en las leyes del cosmos ecos del pensamiento divino. Inclusive la tecnología moderna, desde el Internet hasta la inteligencia artificial, tiene una inspiración en ideas místicas o mesiánicas, como ha demostrado David F. Noble en su libro La religión de la tecnología y como puede claramente constatarse revisando las ideas de Ray Kurzweil, el principal exponente del transhumanismo.

"La esperanza de la salvación final a través de la tecnología, sin importar los costos humanos y sociales inmediatos, se ha vuelto la ortodoxia tácita, reforzada por un entusiasmo masivo por lo novedoso estratégicamente inducido por el marketing y avalado por un anhelo milenarista por nuevos comienzos", escribe Noble.La modernidad ha interpretado a Prometeo como un héroe y ha considerado que la divinización del ser humano o su liberación de la esclavitud de las leyes de la naturaleza deberá ocurrir --como ocurre en cierta interpretación del mito de Prometeo-- a través de la tecnología. Es como si en nuestra fundación estuviera la tecnología ("mitos" modernos como la película 2001: Odisea en el espacio refrendan esta creencia). Sin embargo, hay otro mito que podría ser relevante considerar. En el mito de Dionisio Zagreo, según la visión órfica, éste niño divino es devorado por los titanes, lo cual despierta la furia de Zeus (el padre de Dionisio), quien los calcina con un rayo. Es a través de la mezcla de las cenizas de los titanes y de Dionisio que se crea la humanidad, de aquí se deriva la doctrina de la chispa divina que existe en el ser humano. 

El anterior mito, el cual coincide con numerosas otras culturas, sugiere que el ser humano no se tiene que divinizar realizando una hazaña o construyendo un artificio, sino que es de hecho ya divino y sólo debe reconocer su propia naturaleza. Es de este origen divino que tiene potestad sobre la naturaleza y que puede crear e imbuir a sus creaciones de una cierta fuerza divina. En este sentido nuestra capacidad de crear "tecnología indistinguible de la magia", parafraseando a Arthur C. Clarke, es sólo una muestra de nuestra propia divinidad. La precognición del big data, la telepatía de la telefonía celular, la visión remota del Hubble, serían parte de nuestra propia naturaleza inexplorada. Hemos considerado el espacio como la última frontera sin haber antes conquistado la frontera de nuestra propia mente. 

En 1918 Oswald Spengler escribió en La decadencia de Occidente:
Las máquinas toman formas cada vez menos humanas, más místicas, ascéticas, esotéricas. Envuelven el mundo con una red infinita de fuerzas sutiles, corrientes, tensiones. Sus cuerpos se vuelven cada vez más inmateriales, y cada vez menos ruidosos. Las ruedas, rodillos y palancas ya no son vocales. Todo lo que importa se retira hacia el interior. 

El hombre ha sentido que la máquina es diabólica, y con razón. Significa en los ojos del creyente la destitución de Dios. Entrega la causalidad divina hacia el hombre y por él, con una suerte de presagio omnisciente, se pone en marcha silenciosa e irresistible.Spengler veía en la modernidad mecánica una pérdida del alma que animaba a la cultura: "Rige el cerebro, porque el alma se ha despedido". Es de notar la preciencia de Spengler al notar la tendencia de interiorización de la tecnología, esto tanto en su aspecto físico como funcional: al final lo que se busca replicar, la metatecnología, es la mente. Curiosamente, Marshall McLuhan, el teórico de medios más importante de la segunda mitad del siglo XX, también vio en la tecnología una usurpación diabólica:

Los ambientes de información eléctrica siendo totalmente etéreos fomentan la ilusión del mundo como una sustancia espiritual. Es ya un facsímil del cuerpo místico [de Cristo], una manifestación descollante del Anticristo. Después de todo el Príncipe de este mundo es un gran ingeniero eléctrico.Tenemos aquí la noción no de la tecnología como una forma de obtener una divinidad ausente, sino como la forma de simular y suplantar una divinidad inherente o latente. 

Lo anterior no significa que la tecnología es diabólica, sino justamente que es diabólica o divina (que puede ser cualquier cosa que en ella proyectemos) porque es una representación in extenso de la conciencia humana y de la misma naturaleza que es "un símbolo del espíritu" (según Emerson). No es otra cosa que lo que ya existe en el ser humano, la mente desdoblada de manera que por momentos parece tener una existencia autónoma, hasta el punto de conjurar una inteligencia artificial, superior a la nuestra. Dice Borges: "El mayor hechicero (escribe memorablemente Novalis) sería el que el que se embrujara él mismo al punto de tomar sus propias fantasmagorías por apariciones autónomas. ¿No sería esta la verdad de nosotros? Yo conjeturo que así es". 

Es mi tesis que el poder de la tecnología que hoy se antoja digno de una deidad, no es más que la transferencia del poder divino de la mente humana hacia una máquina. El hecho de que recurramos a la tecnología para manifestar nuestros deseos más profundos es sólo un síntoma de nuestra creencia ilusoria en la solidez del mundo, de nuestra fe ciega en la materia, esto es, la creencia de que vivimos en un mundo de objetos sólidos, separados, estables e independientes de nuestra mente. La física cuántica, a partir de la interpretación de Niels Bohr, ha demostrado que no existen fenómenos objetivos u objetos clásicos independientes de nuestra observación, incluso que no existe realmente eso que llamamos "cosas". 

El hecho de que hayamos logrado transformar radicalmente la naturaleza utilizando una serie de aparatos y herramientas, que son en realidad extensiones de nuestras propias facultades, más que una prueba de la valía de la ciencia materialista es muestra del propio poder de nuestra mente, del poder de la mente sobre la materia. 

El peligro de esta divinización de la máquina --basada en nuestra fe fetichista en el objeto y en lo objetivo-- es fundamentalmente una pérdida de fe en nuestro propio potencial humano, un desplazamiento de lo subjetivo hacia lo objetivo en el cual la conciencia humana crea un límite para sí misma y toda una panoplia de objetos que son sólo su propia fantasmagoría. Al apostar al objeto, a lo externo, a lo físico, abandonamos nuestra propia capacidad de manifestar lo divino como realidad cotidiana. Por usar un parangón tecnológico del potencial humano inherente, así glosa Leon Marvell las ideas de Leibniz en su libro The Physics of Transfigured Light: 

Para Leibniz las mentes son almas racionales en virtud del hecho de que no sólo se asemejan a la deidad (son "pequeños dioses") sino que participan en lo divino a través de la presencia de la "luz resplandeciente" interna --una especie de transistor hipercelestial. Una figura contemporánea equivalente bien podría ser que los seres humanos tienen en su interior un aparato de comunicación luciforme que les permite una traducción instantánea entre la inteligencia divina (nous) y la inteligencia terrestre (mens). Mi descripción de este aparato como siendo "luciforme" no es metafórico-- el mismo Leinbiz lo invoca en la noción de un "cuerpo astral [luciforme]" en sus Nuevos ensayos, notando que es una pena que esta noción haya sido rechazada de manera tan poco crítica por sus contemporáneos... 

Henri Bergson, en lo que parece haber sido un intento de conciliar la teoría de Darwin con la teología pero que hoy en día puede verse como un antecedente del transhumanismo, escribió que el ser humano tiene "la responsabilidad, entonces, de decidir si sólo quiere vivir, o intentar hacer el esfuerzo extra requerido para cumplir, incluso en este planeta refractario, la función esencial del universo, que es una máquina para crear dioses" (Las dos fuentes de la moral y de la religión). Esta visión encaja perfectamente con el lenguaje progresista y milenarista del transhumanismo actual, y por lo demás es un reflejo de la visión mecánica del universo que rige aún la física (puesto que la física moderna sigue dominada por la física clásica en tanto que la física cuántica no ha sido asimilada como visión del mundo). 

Existe, sin embargo, otra visión y es aquella que sugiere que el universo no es una máquina de hacer dioses --cuya punta de lanza sería el ser humano-- sino que es la expresión de una divinidad autosuficiente, perfecta en sí misma, sin ninguna necesidad. Esta visión se articula en un lenguaje distinto; no se habla construir o de evolucionar sino de descubrir y reconocer. El tiempo no se percibe como una carrera o una competencia, sino como una ilusión o un juego. La diferencia es importante porque la primera nos vuelca hacia afuera, en una impetuosa conquista y explotación de la naturaleza y la otra nos hace voltear hacia adentro, a contemplar nuestra naturaleza primordial.

vie, 17 feb 2017 05:41 UTC
Alejandro Martínez Gallardo

sábado, 4 de marzo de 2017

Historia, cuidados y rituales con la Rosa de Jericó


La Rosa de Jericó es, en realidad, un helecho. Tiene la particularidad de poder presentarse en dos estados completamente diferentes: hecha una bolita, pareciendo un simple matojo mustio, cuando las circunstancias son desfavorables; o con los esporangios extendidos y de un color verde vivo, cuando encuentra suficiente humedad a su alrededor. La alternancia entre estas dos fases puede realizarlas en inmumerables ocasiones durante más de 20 años.



Los ocultistas de todos los tiempos han sabido que esta es una planta sacra y una de las más mágicas de nuestro mundo. Durante milenios ha sido utilizada por chamanes y brujos por sus reputadas propiedades mágicas, y más tarde se ganó un lugar en los laboratorios de los alquimistas.

La Rosa de Jericó absorbe y se alimenta de todo tipo de energías del lugar donde se encuentra, especialmente de las negativas, transformándolas en positivas. También se la conoce con el nombre de doradilla o planta de la resurrección.

Entre los usos mágicos que le han dado las distintas culturas, destacan la propiedad de bendecir y proteger casas y atraer la suerte, el dinero y la fortuna a los negocios. Los practicantes del vudú también la utilizan para atraer dinero y amor. Pero los beneficios de este auténtico talismán viviente no acaban aquí: los que decidan poner una Rosa de Jericó en su vida y trabajen con ella, experimentarán mejoras en su salud, vida en pareja o matrimonial, exámenes, en el trabajo, los negocios, la prosperidad económica o en la suerte de sus vástagos.

Científicamente, la doradilla se denomina “Selaginella lepidophilla” y pertenece a la familia de las licopodíneas. Crece prolíficamente en los extensos prados de los Estados Unidos, y también se la puede encontrar en algunas zonas del norte de España, oeste de Francia, Bélgica y Oriente Próximo. Es una molécula de azúcar, denominado trehalosa, la que le confiere la capacidad de “resucitar”. Otros animales y plantas, como los tardígrados, también hacen uso de ella para salir de estados de muerte aparente. Incluso se encuentra en varias algas marinas y hongos, como la conocida seta shiitake, en los que jugaría un papel esencial en los procesos de hidratación/deshidratación.

Los griegos la llamaban la planta sagrada de la resurrección, y los árabes rosa de ariha.

Los “hombres medicina” de los indios Hopi buscaban las que nacían entre las rocas, pues aseguraban que eran las mejores para darle usos medicinales. No en vano se le reconocen propiedades terapéuticas, en especial como diurética y para la cura y mejoramiento de heridas.

Para las culturas precolombinas también era una planta sagrada, pues se han encontrado doradillas en muchas tumbas de jefes y grandes sacerdotes.

En realidad, no se conoce a ciencia cierta cuándo recibe el nombre de Rosa de Jericó y por qué se le dio en un momento dado, pues no es oriunda de esta ciudad palestina, donde ni se la conocía. Se cree no obstante que la llevaron hasta allí algunos viajeros en los primeros siglos de la Edad Media (de ahí el nombre que se le daba en esa época, Rosa Hiericontea). Una vez arribó a Jericó, punto comercial importante en el que se vendían principalmente hierbas medicinales y aromáticas, se comenzó a utilizar para bendecir casas y atraer fortuna a los negocios. A partir de aquí, su fama como planta mágica no hizo más que extenderse.

Jericó, la ciudad de las palmeras

Su uso en las artes mágicas en el continente asiático se pierde en la noche de los tiempos. En Europa se empieza a conocer en el siglo XIII. Se cree que en principio se utilizaba para adivinar el tiempo, por su gran sensibilidad a los cambios de humedad. Los magos y chamanes prestaban atención a las rosas de Jericó del desierto. Con la llegada de la humedad se abrían lentamente, pero si la lluvia era inminente, se expandían con más rapidez. En ausencia de precipitaciones o tiempo seco permanecían cerradas.

Los alquimistas y los magos antiguos la acogen en sus laboratorios, bautizándola con el nombre de “Flor Divina”. Los ocultistas franceses aseguraban que si una mujer embarazada coloca una doradilla en un vaso de agua de lluvia y se despliega con ufanía, es señal de que el parto se llevará a cabo sin mayores complicaciones.

Aún hoy en día se pueden ver en la zona de Balonia (Bélgica) platos o jarras llenas de doradillas en hogares y comercios públicos. En Normandía también se pueden observar todavía en algunas iglesias, como recuerdo de aquella época en la que la magia se fusionaba con la religión.

Son varias las leyendas que tienen como protagonista a la Rosa de Jericó. Por ejemplo, una de estas historias nos ha llegado desde la época medieval: en el siglo XIII, un caballero catalán llamado Guillaume, perteneciente a la nobleza de Vallespir, regresó de las cruzadas con varias de estas plantas convencido de las propiedades mágicas que se le asignaban en Oriente. Al llegar a su tierra se encuentra con que su hijo había contraído la lepra, la enfermedad más letal en aquellos tiempos. El caballero, movido por la fe ante tal triste suceso, decide ir a recoger agua bendita de una iglesia cercana y poner en ella una Rosa de Jericó. Siguiendo la tradición ocultista de las novenas, la tuvo allí durante 9 días y después hizo que su hijo se lavara la cara en esa agua. Según la leyenda, el joven curó casi de inmediato, lo que dejó perplejos a todos los que allí se encontraban.

Otra leyenda cuenta que cuando Jesús se encontraba orando en el desierto, una Rosa de Jericó que el viento empujaba a su antojo, quedó parada a sus pies. Al amanecer, la humedad del ambiente se transformaba en gotas de rocío que quedaban posadas delicadamente entre las ramas de la planta. Jesús recogía estas gotas con sus dedos y se las llevaba a los labios para calmar su sed, después de haber pasado toda la noche rezando.

Otra leyenda hace referencia a cuando María y José huían de Belén con el niño Jesús para evitar que Herodes pudiera asesinarlo. Cuando estaban atravesando las llanuras de Jericó, María se bajó del burro y al tocar el suelo brotó una Rosa de Jericó para saludar al niño. Dicen que cuando Jesús murió en la cruz, todas las rosas se marchitaron, y tres días después, coincidiendo con la resurrección, volvieron a la vida de nuevo. Otra versión dice que la Rosa surgió como símbolo de la energía que se difundió especialmente en esa zona al morir el Cristo y derramar su sangre por nosotros.

En la Biblia se hacen varias referencias a la Rosa de Jericó, de las que entresacamos esta en las que se cita textualmente: “Crecí como palmera en En-Gadi y broté cual rosa de Jericó; como magnífico olivo en la llanura, y crecí como el plátano…” . (Elogio de la sabiduría, capítulo 24, versículo 24).

Mantenimiento de la Rosa de Jericó 

Si hemos adquirido una Rosa de Jericó por primera vez, buscaremos un cuenco, plato hondo o pecera de materiales naturales (barro cocido, madera, cristal, monterita…) donde colocarla. Los recipientes de materiales sintéticos no son tan afines y resultan mucho más bastos a la hora de dejar pasar las energías.

A los tres días, cambiaremos el agua, y a partir de esta vez puede hacerse cada dos semanas. La primera vez debe ponerse en el agua un martes o viernes a las nueve de la mañana o tres de la tarde. Esta operación debe realizarse siempre a la misma hora, tanto la primera vez que le cambiemos el agua a los tres días como en las veces sucesivas. También, cada vez que cambiemos el agua o queramos pedir algo en especial, recitaremos esta oración:

Divina Rosa de Jericó. Por la bendición que de nuestro Señor Jesucristo recibiste, por la virtud que tú encierras y por el poder que se te concedió, ayúdame a vencer las dificultades de la vida, da paz, prosperidad, alegría, salud y felicidad a este hogar en donde tú estás, al igual que a sus moradores, protégelos de cualquier enfermedad y mal. Divina Rosa, todo esto te lo pido en virtud de todo aquello que tú encierras, en y por amor de Cristo Jesús. Amén.

Si el agua se pone turbia los primeros días, es que efectivamente está ejerciendo su acción vibratoria y purificante del lugar. Es preferible que permanezca sumergida dentro del recipiente, para lo cual podemos añadir agua siempre que sea necesario. Si el agua está clara, es señal de que todo va bien.

El agua, naturalmente, juega un papel primordial, pues en ella vive y debe “trabajar”. No es recomendable mantenerla con el agua del grifo, sobre todo si vivimos en una gran ciudad, por la cantidad de sustancias que trae consigo. Para que la doradilla se encuentre en óptimas condiciones, utilizaremos agua de pozo, manantial o mineral. Aunque si pretendemos llevar a cabo algún trabajo mágico recomiendo el agua de lluvia. Si es recogida en una noche de luna llena mucho mejor, ya que su magnetismo es elevado y es más poderosa.

Como cuidado adicional, podemos echar dos o tres gotas de aceite nitratado por quincena en el agua de la Rosa. Este aceite contiene sustancias nutritivas para nuestra planta, que contribuirán a alargarle la vida. Es el aceite que se usa también para “vestir” las velas y se puede encontrar en tiendas esotéricas.

No olvidemos colocarla en un lugar donde le pueda dar la luz del sol, pues como vegetal que es, necesita hacer la fotosíntesis.

No es aconsejable poner más de una doradilla en el mismo recipiente, ya que cada planta trabaja a su ritmo y por su cuenta, y se interferirían unas con otras.

Una vez finalizado el ciclo vital de la planta, podemos utilizar los restos para confeccionar saquitos de la suerte o taures, pues sigue conservando sus poderes durante bastante tiempo. Para ello, la podemos mezclar con ruda, muérdago y coriandre o lágrimas de Balaal, que combinan perfectamente con ella.

Rituales con la Rosa de Jericó

“Para el sincero buscador de la magia y sus efectos, le será útil saber que en resumen, cuando más se produce, es en el momento en que se da cuenta que puede ser ser una ayuda para los demás.” Ramón Plana

Existen multitud de rituales que se pueden hacer con la ayuda de esta planta mágica. No olvidar, cuando estemos trabajando con la magia, el triángulo de la verdad o los tres factores esenciales: la FE (que debe ser franca y total por parte del practicante), la MENTE POSITIVA (pues con una mente negativa que atraiga malas vibraciones, nada bueno conseguiremos) y la VOLUNTAD, para realizar el trabajo al pie de la letra sin hacer modificaciones por nuestra parte.

Por las circunstancias idiosincráticas de nuestra sociedad en las que nos vemos envueltos en estos tiempos, he elegido estos dos rituales para compartir con los lectores:

RITUAL PARA CONSEGUIR TRABAJO

Poner la Rosa de Jericó dentro de un boldo o pecera de cristal, con agua pura. Escribir en un papel con lápiz o tinta virgen el deseo de obtener trabajo a la mayor celeridad posible.

Una vez tengamos hecho el papelito, enrrollarlo alrededor de un pequeño imán o piedra magnética (la magnetita también sirve) hasta formar un pequeño paquetito que ataremos a las raíces de la planta, teniendo en cuenta que el peso no sea abusivo. A continuación recitaremos durante 28 días (de luna llena a luna llena) la siguiente oración:

“Santa Rosa y San Pancracio,
esta ofrenda os hago yo,
con deseo limpio y puro,
y la gran ilusión,
que el trabajo serio y largo
llegue hasta mi corazón.”

Una vez acabado el trabajo enterraremos la flor en algún lugar de nuestro jardín o balcón, para recoger toda su protección.

RITUAL PARA PROTEGER EL HOGAR DE LAS MALAS INFLUENCIAS

Podemos utilizar este ritual cuando se estén dando en nuestra vida o nuestra casa una sucesión de hechos extraños, tengamos la sospecha de que hemos sido víctimas de un mal de ojo, para limpiar una vivienda antes que entrar a habitar en ella, etc. Actuaremos de la siguiente manera:

Cogeremos tres Rosas de Jericó y tres velas de colores verde, roja y blanca.

Un lunes por la noche, pondremos en un rincón de la casa tres boldos de agua con una flor en cada uno de ellos.

Los tres recipientes deberán formar un triángulo de lados más o menos equivalentes, entre los que colocaremos las tres velas antes mencionadas, y a las que habremos frotado previamente con aceite de mandrágora. Las encenderemos durante tres minutos cada día, y durante nueve días, recitaremos en voz baja esta oración poniendo mucha fe:

“Por la santa llama de Melquisedec,
por la flor divina que renace,
por los colores de San Alejo (verde, blanco y rojo)
que el mal que mi casa está sufriendo,
por las tres fuerzas divinas (hacer la señal de la cruz)
desaparezcan para siempre de mis aposentos.”

Una vez terminados los rezos y oraciones y pasados los días indicados, cogeremos los restos de las velas, las flores y el agua y los tiraremos a la basura, pues todas las malas vibraciones que pudieran existir en la casa habrán quedado impregnadas en estos restos. No dejar que los niños pequeños toquen estos restos tampoco.

Para afianzar el ritual y como medida preventiva y de seguridad, se puede poner una nueva Rosa de Jericó en la casa para que siga transmutando las vibraciones.

Publicado en 26 de febrero de 2014 por elenross
https://granmisterio.org/2014/02/26/historia-cuidados-y-rituales-con-la-rosa-de-jerico/

Imagenes filtradas de la sonda Juno muestran un Ovni orbitando Jupiter




IMAGENES FILTRADAS DE LA SONDA JUNO MUESTRAN OVNI ORBITANDO JUPITER

Un shockeante video de Youtube que dice revelar imágenes filtradas de la sonda Juno de la NASA, mostrarían un misterioso OVNI orbitando jupiter.

El video viral, que ha sido visto más de 116.000 veces, fue supuestamente filmado por la sonda de la NASA cuando entraba en la órbita del gigante gaseoso este mes.
Un artículo publicado con el video decía que:

“LAS PRIMERAS IMÁGENES CAPTURADAS POR JUNO REVELARON UN MISTERIOSO OVNI ORBITANDO SOBRE EL GIGANTE PUNTO ROJO DURANTE ALGUNOS MINUTOS ANTES DE RETIRARSE HACIA EL ESPACIO PROFUNDO.



“EN FEBRERO DE 2016, UNA ENORME ESTRUCTURA EXTRATERRESTRE FUE VISTA MOVIÉNDOSE HACIA LA LUNA DE JUPITER, EUROPA, LA QUE -DE ACUERDO A ALGUNOS INVESTIGADORES- PARECÍA SER UNA NAVE NODRIZA INTERESTELAR O UN CRUCERO GALÁCTICO”



Por Landalas 21 Julio, 2016 
http://exoovnis.com/sonda-juno-descubre-ovni/

Cómo es Zelandia, el nuevo continente descubierto en el Pacífico

CÓMO ES ZELANDIA, EL NUEVO CONTINENTE DESCUBIERTO EN EL PACÍFICO

Es posible que los libros de ciencia deban añadir un nuevo continente: científicos del centro neozelandés GNS Science han publicado el descubrimiento de Zelandia en la revista de la Sociedad Geológica de América (GSA). Dos semanas atrás, se habían encontrado restos de otro continente bajo el océano Índico.


Zelandia está casi totalmente inmerso en las aguas del sureste del Pacífico, pero sus montañas más altas (el 6% de su territorio) se asoman sobre el mar y son territorios ya conocidos: Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. 

Este descubrimiento significa, en otras palabras, que Nueva Zelanda no es parte de Oceanía y no está en el mismo continente que Australia, sino que es parte de un continente propio, que cubre 4,9 millones de kilómetros que se encuentran bajo el mar.



A los científicos les llevó más de 20 años probar, a través de datos colectados por sensores submarinos, que Zelandia reúne las condiciones necesarias para ser clasificado como un continente nuevo: elevación sobre la zona circundante, geología distintiva, un área bien definida y una corteza más gruesa que el suelo oceánico normal. 

Los bordes de la corteza continental del nuevo continente están a solo 25 kilómetros del borde de Australia, pero aún así son independientes.

Según los investigadores, Zelandia es uno de los continentes que se formaron después de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace entre 85 y 30 millones de años. 

Según explicó Nick Mortimer, líder de la investigación, Zelandia fue en principio un enorme continente subacuático, cubierto completamente por el océano. Luego, la convergencia de placas tectónicas fue levantado partes de Zelandia que formaron las islas de Nueva Zelanda.

¿Por qué es importante el descubrimiento?

Los especialistas están intentando explicar al mundo que la importancia de Zelandia va más allá de añadir un nombre a la lista de continentes: dice mucho sobre nuestro planeta.

"Es el continente más fino y más pequeño que se ha encontrado, y el hecho de que esté tan sumergido pero no fragmentado lo hace útil para explorar la cohesión y desintegración de la corteza continental", afirma Mortimer.

El científico también explicó que Zelandia proporciona un nuevo contexto de para los estudios de biología evolutiva, que ahora podrán explicar los orígenes de la flora y fauna de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, y también explorar cómo evolucionó la vida en un área que se hizo pequeña y se hundió en el mar.

Ahora que sabemos que Zelandia es un nuevo continente, ¿seremos capaces de cuidarlo, o pronto estará tan dañado como el resto del planeta?


FUENTES:
RPP Noticias
http://www.labioguia.com/notas/como-es-zelandia-el-nuevo-continente-descubierto-en-el-pacifico

Zelandia, el continente hundido con el que se teorizaba desde hace décadas

Resultado de imagen de Zelandia
La masa de tierra que conforma Zelandia tiene una extensión de 4,5 millones de kilómetros cuadrados, siendo sus puntos más altos las regiones que ascienden por encima de la superficie y reciben los nombres de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia.

"La identificación de Zelandia como un continente geológico, en lugar de una colección de islas continentales, fragmentos y rebanadas representa más correctamente la geología de esta parte de la tierra", explican en el estudio titulado Zelandia: el Continente escondido de la Tierra. 

"Esto no es un descubrimiento repentino, sino una realización gradual, ya que hace 10 años no habríamos tenido los datos acumulados o la confianza en la interpretación para escribir este artículo. Sin embargo, todavía no es bien conocido por la amplia comunidad científica internacional".

El tamaño del continente hundido de Zelandia sería el similar a dos terceras partes de Australia.

"El valor científico de clasificar Zelandia como un continente va mucho más allá de añadir un nombre a una lista. Que un continente pueda estar tan sumergido sin fracturarse hace útil explorar la cohesión y ruptura de la corteza continental". La intención de Nick Mortimer, principal responsable del estudio, no es solo la de reconocer a Zelandia como una isla del planeta, sino investigarla para descubrir más sobre la geología del planeta y, a ser posible, que empiece a aparecer en los mapas del mundo.

https://buhomag.elmundo.es/entretenimiento/confirmada-existencia-zelandia/a54c2d23-0004-5813-2134-112358132134



Estos Hombres Afirman Que Viajaron Al Año 1944(VIAJEROS EN EL TIEMPO)





Una Aleación de la Atlántida recuperada en grandes cantidades desde un antiguo naufragio


En la costa de Sicilia, cerca de la ciudad de Gela, en Italia, una nueva expedición a un naufragio de 2.600 años de antigüedad ha regresado con 47 piezas de orichalcum, una rara aleación que se dice que está fundida en la legendaria isla de Atlántida. (Ver vídeo!)



El naufragio se remonta a 600 antes de cristo y fue explorado previamente en el 2015, cuando los arqueólogos subacuáticos encontraron 39 lingotes del metal. Este viaje también produjo un frasco y dos cascos corintios.

Según la mitología griega, fue inventado por Cadmus, el fundador fenicio y primer rey de Tebas.

Aunque el orichalcum se menciona en varios escritos antiguos que se remonta yendo atrás hasta Hesíodo, era del cuarto siglo antes de cristo. El filósofo griego Platón lo hizo legendario.

En el diálogo de Critias de Platón, la figura ateniense Critias afirma que orichalcum fue extraído en la mítica Atlántida y fue utilizado para cubrir las paredes, columnas y pisos del templo de Poseidón. Era brillante, y Critias sugirió que su preciosidad era superada sólo por el oro.

El metal era tan estimado que en el templo mismo había un pilar de orichalcum sobre el cual las leyes de Poseidón estaban inscritas, según el relato.

"La pared más externa estaba revestida de latón, la segunda con estaño y la tercera, que era la muralla de la ciudadela, destellaba con la luz roja del orichalcum", —Platón.

En 2015, después de que este naufragio fue descubierto, los funcionarios sicilianos comenzaron a describir el metal encontrado allí con el mismo nombre. 

Los lingotes estaban hechos de zinc, carbón y cobre, informó News Corp Australia en ese momento; La tradición dice que el orichalcum estaba hecho de cobre, oro y plata. 

El metal encontrado por el naufragio, sin embargo, coincidía con las antiguas descripciones del orichalcum, que se suponía tenía un tono rojo.

Sea o no el metal encontrado en este naufragio en particular el orichalcum de antaño, es un extraño y raro descubrimiento, posiblemente enviado al mar como una ofrenda a los antiguos dioses.


http://conspiraciones1040.blogspot.com/2017/03/aleasion-atlantis-recupera-gela-antiguo-naufragio.html