Enoch: el primer hombre en ser abducido por alienígenas.
Crédito: codigooculto.com, pxfuel.com, mysteriousradio.com.
Edición: Erick Sumoza
El fenómeno de las abducciones sería mucho más antiguo de lo pensado, y tendría como protagonista a Enoch, posiblemente el primer hombre en ser abducido.
La Biblia nos muestra los primeros contactos con seres de otros mundos, sin embargo, estos escritos habrían sido censurados por la Iglesia.
Uno de estos libros habla de Enoch, quien, posiblemente, fue el primer hombre abducido de la historia.
Diferentes textos antiguos han revelado fragmentos de nuestra historia que se han mantenido suprimidos adrede para que no afecten los intereses de las instituciones religiosas actuales.
El Libro de Enoch, a pesar de encontrarse junto a otros que si se añadieron a la biblia, es un ejemplo de como la religión omitió información importante de la historia
¿Por qué?
¿Qué razón tenían para eliminar un libro completo del canon cristiano?
Porque estos textos relatan cómo fue realmente la caída de los ángeles y su unión con los humanos. Además de como Enoch se relacionó con estos seres.
El primer contacto con alienígenas
El libro de Enoch podría mostrar el primer contacto extraterrestre de la humanidad.
Según los historiadores que han podido reconstruir la historia de Enoch a partir de la restauración de varias piedras cuneiformes, este libro nos relata el primer contacto que tuvo con los ángeles.
Enoch los llamaba los "Vigilantes", pero cuando se hace una comparativa con los relatos de abducciones y avistamientos recientes, podemos hacer un claro símil con los extraterrestres.
El texto nos cuenta que estos seres aparecieron un día cualquiera mientras él se encontraba en su hogar.
Los describe como criaturas muy altas y de rostro brillante, vestidos de túnicas blancas y con una voz que se proyectaba y le transmitía paz y serenidad.
De acuerdo a esto, podemos deducir que el primer contacto extraterrestre de la humanidad fue a través de Enoch, además de que también es fácil asociar su descripción con los ángeles usuales de la biblia.
Otro punto destacable de los textos, es cuando Enoch menciona la llegada de un "ejército de carros" guiados por estos seres, quienes se movían por los cielos.
Aquí podemos ver que, a diferencia de la "creencia popular", estos "ángeles" no volaban con sus alas, sino en claros vehículos voladores que generaban ruido.
La primera abducción de la humanidad
Enoch podría haber sido la primera persona en ser abducida en la historia.
Crédito: Aert De Gelder
Wikimedia Commons
Los textos también nos relatan cómo estos seres tomaron a Enoch y lo hicieron ascender en uno de sus carros hasta una especie de palacio que flotaba en el cielo.
De acuerdo a la descripción que se aprecia en el texto, este parecía ser de cristal, con el suelo formado por placas de vidrio traslúcido por el cual se podían apreciar las estrellas que habían atravesado para alcanzar ese lugar.
Todo se hacía más pequeño mientras viajaban hasta que Enoch no divisó nada más que un enorme círculo lleno de agua y con pequeñas salpicaduras de tierra encima.
No hay que ser un estudioso de las antiguas escrituras para comprender que nos dice Enoch en este mensaje:
fue subido en una nave especial y sacado de nuestro mundo hasta, posiblemente, una nave madre y como percibió la Tierra mientras se alejaba a gran velocidad.
Enoch nos relata que "vivió diferentes experiencias" cuando fue llevado por aquellos seres.
Nos menciona que, "las nubes lo llamaban, la neblina le gritaba y los relámpagos le apremiaban, que los vientos lo alzaban hasta adentrarse en los cielos".
Una descripción de un hombre que jamás había sido capaz de ver o percibir tecnología avanzada, como la gravedad cero, láseres y más.
Una vez más, hacemos hincapié en los relatos de personas abducidas en la época contemporánea y las similitudes que existen con el relato de Enoch.
Además, Enoch también menciona que, más allá del gran palacio al que lo llevaron, se encontró con unos seres que parecían "fuego ardiente", capaces de tomar forma humana.
También mencionó lugares diferentes:
"la casa de la tempestad", la cual se encontraba sobre una montaña que alcanzaba al cielo.
También hace mención a las "mansiones de las luminarias y los tesoros de las estrellas y el cielo".
Una clara referencia a como fue llevado a diferentes planetas, además que fue testigo de cómo vivían sus habitantes en la cotidianidad y como estos eran capaces de tomar apariencia humana para mezclarse con ellos.
La creación de una nueva humanidad
Estos seres descendieron de los cielos y se aparearon con las mujeres humanas, creando una nueva raza de humanos que se extinguió en el diluvio universal.
Todo parece indicar que Enoch fue una persona de suma importancia para que la humanidad se pudiera mezclar con estos seres, quienes le enseñaron conocimiento avanzado y crearon una nueva raza humana.
Raza que, tiempo después, sería aniquilada por el gran diluvio universal, el cual es mencionado en cada cultura antigua que existió antes de Cristo.
Enoch habría sido una pieza fundamental para que los alienígenas comprendieran a los humanos y pudieran acercarse a ellos de una manera más fácil.
De esta forma podríamos hablar de un antes y un después en la raza humana, en donde esta "aprendió", medicina, arquitectura, astronomía y demás ciencias que fueron desarrollándose con el pasar de los años.
El ascenso de Enoch
Enoch pidió a estos seres que se lo llevaran.
Crédito: Gerard Hoet
Wikimedia Commons
En estos libros podemos leer que, al final de su vida, Enoch pidió a estos seres que lo contactaron en el pasado que lo llevasen con ellos.
Su hijo, quién es la persona que cuenta esta sección, nos muestra como su padre "se transformó" en llamas y luz, hasta que una tormenta y rayos lo envolvieron, desapareciendo.
De esta forma, Enoch habría sido arrebatado por los extraterrestres por algún motivo, pasando el resto de su vida junto a ellos.
Podemos concluir que el Libro de Enoch es el primer acercamiento de la humanidad con seres de otros mundos, una muy clara referencia de cómo estos nos han estado visitando desde hace milenios.
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