lunes, 14 de octubre de 2013

Los árboles envían señales de auxilio a las aves cuando los insectos les atacan

Una investigación de la Estación Experimental de Zonas Áridas ha demostrado por primera vez que un ave, el carbonero común, huele cuándo un árbol está infestado por orugas

SINC


Investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) y del Centro de Ecología Terrestre (NIOO) de los Paises Bajos han descubierto que las aves que se alimentan de insectos se sientenatraídas por los árboles infectados por orugas de mariposa (lepidópteras) y el mecanismo responsable de este comportamiento.

«Ante el ataque de las orugas, las plantas desarrollan una respuesta de defensa que incluye la liberación de compuestos volátiles que las aves depredadoras usan para encontrar a sus presas», declara a SINC Luisa Amo de Paz, autora principal del estudio e investigadora de la EEZA-CSIC.

«Este fenómeno se había estudiado en artrópodos depredadores, pero apenas en aves insectívoras, a pesar de que son uno de los depredadores más importantes de insectos», continúa.

Para conocer este mecanismo, los científicos hicieron diversos experimentos con carboneros comunes, Parus major. Dejaron elegir a las aves entre un árbol infectado por orugas lepidópteras y otro no infectado. Asimismo, en los experimentos quitaron cualquier resto químico de las orugas para poder concluir que las aves están atraídas por las señales químicas que emite el árbol, y no por ninguna señal que dejen los gusanos.

«Nuestros resultados mostraron que los carboneros comunes son capaces de discriminar entre árboles infectados por orugas y árboles no infectados, ya que observamos que las aves visitaron por primera vez el árbol infectado y además realizaron un mayor número de visitas al árbol que tenía orugas que al árbol no infectado», apunta la investigadora.

Las aves pueden oler qué árbol está infectado gracias a las diferencias en los compuestos

Las aves se sintieron atraídas por los árboles infectados incluso cuando, justo antes del experimento, les retiramos las orugas y las hojas dañadas por ellas, lo que demuestra que las aves reciben una señal del árbol infectado para reconocerlo.

Los árboles infectados y no infectados difirieron tanto en la emisión de compuestos volátiles, como en lacoloración de las hojas. Tanto la vista como el olfato podrían estar implicados en la discriminación de las aves.

«Sin embargo, realizamos un segundo experimento para conocer qué tipo de señal usaban las aves. En este experimento ofrecimos a los carboneros ambas señales aisladas y observamos que la atracción por los árboles infectados se mantuvo cuando las aves pudieron únicamente oler los árboles, pero no cuando solo podían verlos», señala Amo de Paz.

Este hecho implica que las aves pueden oler qué árbol está infectado gracias a las diferencias en los compuestos químicos emitidos por las plantas.
Un beneficio mutuo para aves y plantas

Según la investigadora, esto supone un beneficio para la planta, ya que las aves insectívoras son grandes depredadores y les ayuda a librarse de los insectos.

Desde el punto de vista del ave, usar las señales químicas de las plantas infectadas también es beneficioso, ya que le proporcionan información acerca de la presencia de su alimento. Esto es especialmente determinante en periodos de cría donde las aves no solo deben encontrar comida para ellas, sino también para sus polluelos.

«Esta evidencia de la habilidad de las aves insectívoras para utilizar las señales químicas de las plantas es muy importante, teniendo en cuenta que las tasas de depredación de estos animales son mucho más altas que las de artrópodos depredadores. Además, pone de manifiesto la necesidad de considerar a las aves insectívoras en el control biológico de plagas», concluye Amo de Paz.

Perú, principal productor de coca del mundo

En el Perú, la “lucha antidrogas” consiste principalmente en militarizar y erradicar las zonas de cultivo, en criminalizar a los campesinos productores, y en detener a los consumidores. 

Poco importa que esté ampliamente documentado que, si el propósito es acabar con la problemática del tráfico ilícito de drogas (TID) y la dependencia rural de la producción de coca-PBC, los mecanismos mencionados carecen de eficacia y traen como consecuencia la violación de importantes derechos.

Una “estrategia contra las drogas” que vierta significativos recursos en operaciones de reconocimiento y desarticulación de los carteles del TID, comportaría mejores resultados. Para ello, se requeriría una apuesta gubernamental (con capital humano y económico) en pos de la investigación e identificación de operaciones de lavado de activos. 

Otra maniobra paralela y eficaz sería sentar jurisprudencia mediante la condena de alguno de los numerosos casos por tráfico de insumos químicos para la elaboración de cocaína y PBC. Sin embargo, por lo menos hasta el 2012, en el Estado peruano no existía ninguna sentencia condenatoria por este delito.

Un gobierno verdaderamente preocupado por resolver esta problemática desarrollaría una política sostenible y comprehensiva de cultivos alternativos, que apunte al mercado interno y a una soberanía alimentaria, en lugar de centrarse en la dependencia de la exportación de cuatro monocultivos, dependencia agravada por los vaivenes del precio internacional de estas materias primas. Un ejemplo de la debilidad de la política de cultivos alternativos en el Perú es la plaga del café en la selva central, la que ha arrasado con más de un tercio de la producción, y la que podría ser el detonante masivo de un retorno al cultivo de hojas de coca, tal como señala el Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).

Semanas atrás, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) presentó el informe 2012 sobre el monitoreo de cultivos de coca en el Perú. En él se hizo hincapié en la reducción del 3.4% de la superficie de plantaciones de hoja de coca en el país. Lo que la UNDOC nombró más tímidamente es que esta reducción se concentró principalmente en la región del Alto Huallaga, una zona que hace más de una década ha dejado de ser el espacio principal de producción de coca, para cederle el puesto al VRAEM. Diversos expertos achacarían este descenso de cultivo en el Alto Huallaga no tanto a la exitosa estrategia del Estado, como sí a la decisión de los propias organizaciones de traficantes de transferir sus cultivos hacia otros espacios (el llamado “efecto globo”, que no acaba con el problema, sino que lo traslada hacia otros territorios).

El CIDDH publicó un imprescindible análisis de aquel informe de Naciones Unidas, donde además de señalar algunas de las cuestiones expuestas en esta columna, destaca la inopia que atraviesan zonas de cultivo como el VRAEM. La paradoja es que en “la cocina de cocaína más grande del mundo” (es decir, el VRAEM: productor del oro blanco que genera miles de millones de dólares mundialmente), abunda la miseria: se reportan tasas altísimas de desnutrición y mortalidad infantil, y alrededor del 65% de sus habitantes son víctimas de la pobreza.

Otro de los flagelos de estas poblaciones es la creciente militarización de sus territorios. De hecho, el gobierno peruano está impulsando la construcción de una base militar en el VRAEM, atendiendo a recomendaciones estadounidenses. Una decisión perjudicial y de espeluznante terquedad, sobre todo si tomamos en cuenta que nuestro país lleva décadas haciéndole caso a los bienintencionados consejos norteamericanos, y hoy nos perfilamos como el mayor productor de hoja de coca y PBC del mundo.

Asimismo, parece que también seguimos “estrategias antidrogas norteamericanas” en las urbes peruanas, aunque estas pisoteen nuestras leyes: en 2011, en EEUU se detuvieron a casi 700 mil personas únicamente por consumo de marihuana. En Perú, en 2012, el 59.4% de los arrestos por tráfico ilícito de drogas fueron por actos de consumo. La incongruencia es que, a diferencia de EEUU, en nuestro país no es ilegal el consumo de drogas. El desconocimiento de la ley por parte de nuestra Policía Nacional no solo atenta contra los derechos de los peruanos en esta materia, sino que resta recursos para la identificación y desmantelamiento de auténticos actos de tráfico ilícito de drogas.

Es evidente que el enfoque peruano contra el TID no ataca a sus verdaderas causas. Entonces, pregunto: ¿nuestras autoridades son tan ilusas como para continuar repitiendo errores del pasado o es que no les interesa acabar con el problema?

Diario 16

Israelitas cruzando el Mar Rojo

142_beach.jpgDurante siglos, no se encontraron pruebas para el Éxodo o el cruce del Mar Rojo. 

Los arqueólogos no creen que la Biblia dice. 

Por lo tanto, ellos no buscaron donde la Biblia dice que estos eventos ocurrieron. Sin embargo, cuando se usa la Biblia como guía, nunca decepciona.

Fuente de las imágenes: http://www.arkdiscovery.com/red_sea_crossing.htm

BIBLIA PRUEBA 

Éxodo – Nuweiba

142_beach.jpg

Éxodo – Nuweiba

Nuweiba (en árabe: نويبع) es una ciudad costera en la parte oriental de la península del Sinaí. Situado en la costa del Golfo de Aqaba.

Nuweiba es un acrónimo de Nuwayba’al Muzayyinah en árabe, significa “Moisés en aguas abiertas.” Que por el nombre árabe Esto se debe, por tanto, que este pedazo de tierra en algo que pasó. Esto se debe a él que no fue Moisés y el mar se abrió. Mapas en el interior del nombre de la tienda y confirmar que el punto de cruce de Nuweiba del Mar Rojo.

El pueblo de Israel viajaron a Egipto en abundancia. Corresponde a los dos millones de personas que viajaron con el ganado y todo tipo de accesorios para sobrevivir.

Nuweiba es un enorme pedazo de tierra rodeada de mar y la montaña, se adentra en el Golfo de Aqaba. Este pedazo de tierra es tan grande que no sería problema para dar cabida al gran número de personas y ganado.

La Biblia describe como el lugar parecía, en la asamblea del pueblo de Israel, antes de cruzar el Mar Rojo. La Biblia dice que el faraón creía que el pueblo de Israel vagó por el desierto de embrague.

Imagina la sensación de que tienen ante el mar, las montañas a tu alrededor, en el norte de la fuerza de Egipto y su gran ejército del Faraón. No hay ninguna base sobre a dónde ir, se convertiría en el único milagro.

Desde la playa de Nuweiba en el extremo sur de una elevación de arena se queda sin algas submarinas cubiertas camino que lleva a la otra orilla en Arabia Saudita. En este viaje bajo el agua que se encuentran una gran cantidad de coral en forma de ruedas, los carros de Egipto, los caballos y esqueletos humanos.

Cerca del lugar de los israelitas cruzan el Mar Rojo se encuentra en la columna de estilo fenicio de arena. La misma columna se encuentran en la orilla opuesta, en Arabia Saudita. Estos dos pilares erigidos en honor del rey Salomón israelitas cruzar el mar. Grabados en una columna de Nuweiba ya no eran legibles, pero el poste en Arabia Saudita han reconocido los signos que describen el milagroso cruce del mar, israelitas y de la muerte del ejército del Faraón. Publicar en Nuweiba fue erigido cerca de la carretera. Columna en Arabia Saudita oficinas fueron removidos y en su lugar se levantó la bandera.

En el extremo norte de la zona de la playa de Nuweiba, los restos de una antigua fortaleza egipcia que hoy se llama Tarabeen. La Biblia se describe Pi-hahirot, que se encuentra entre Migdol Baalzephón contrario.

Tenemos los hechos y las pruebas que el Éxodo bíblico tuvo lugar precisamente en este punto.

Exodo
Amazing Hope

El hombre de Taured, el extraño caso de una realidad alternativa en Japón.


Esta es la historia de un hombre extraño que llegó a Japón en circunstancias extrañas.Un hombre que al parecer procedía de otra dimensión. La sorprendente historia fue publicada en diversos libros durante la década de 1950. 

Muchos expertos reunieron la mayor cantidad de detalles posibles, adquiriendo con el paso del tiempo un aspecto misterioso y ciertamente calificado como una posible prueba de los infinitos mundos del multiverso.

Nos situamos en el año 1954, el día comenzó como otro cualquiera para los agentes de aduanas en un aeropuerto japonés. Los aviones de otras naciones llegaban con sus pasajeros a la terminal de llegadas internacionales, quienes recién llegados esperaban en la cola para las inspecciones de sus pasaportes y visados. Eran unos tiempos en el que Tokio iba poco a poco regresando a la normalidad, 9 años después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Pero lo que comenzó como un día aparentemente normal pronto degeneró en perplejidad y asombro, cuando uno de los recién llegados que habían volado desde Europa presentó su pasaporte. El documento de viaje provenía de un país completamente desconocido, incluso los funcionarios de aduanas de más alto rango desconocían el origen del pasaporte que, en todo lo demás, parecía ser auténtico.

Según el pasaporte, el hombre era de un país llamado Taured. Debido a la extrañeza del caso, los funcionarios escoltaron al misterioso pasajero a una sala de interrogatorios para realizarle una entrevista mientras se llevaban a cabo una verificación de sus antecedentes y comprobar la autenticidad del pasaporte. El hombre misterioso dijo que su país estaba en Europa, incluso llevaba la moneda legal de varios países europeos en una billetera de gran tamaño.
La confusión
Mientras los funcionarios de aduanas estaban confundidos, el tema pasó de desconcierto a cierta hostilidad por parte del hombre misterioso. Afirmó que estaba en Japón por negocios, el tercero en los que iba de año. Dijo que llevaba cinco años viajando a Japón y que su empresa era una filial de un conglomerado internacional. Aquí es donde empieza a complicarse la historia ya que los sellos en el pasaporte parecían estar correctos y todo aprecia concordar con la versión del misterioso pasajero.

Entonces los funcionarios contactaron con la compañía que aseguró que debía reunirse, pero esta dijo que nunca habían oído hablar de él, ni de la empresa que él representaba. Igualmente desconcertante eran otros documentos que portaba, una licencia de conducir emitida por su país, Taured. Él también tenía una licencia de conducir internacional, que era completamente válida, además de un talonario para una cuenta de un banco desconocido. Además el hotel en el cual tenía hecha una reserva no tenía constancia alguna de él.

Japan Airlines – Aeropuerto Internacional de Haneda, 1954

Un mundo equivocado

El hombre hablaba varios idiomas, incluyendo el japonés. Dijo que su lengua materna era el francés, pero cuando le mostraron un mapa del mundo manifestó que su país no estaba en él. 

El misterioso pasajero dijo a los funcionarios que Taured se encontraba en el Principado de Andorra, entre España y Francia. Curiosamente él estaba convencido de que no existía ningún país llamado Andorra, ya que su país existía desde casi 1.000 años.
Pasaron las horas y en vez de encontrar respuestas a sus preguntas, el rompecabezas sólo hacía que complicarse más. Finalmente, el hombre solicitó la presencia de las autoridades gubernamentales superiores, pensando que estaba siendo participe de una broma cruel. Los funcionarios decidieron detener al pasajero misterioso, llevándolo a una sala de seguridad del aeropuerto, donde permaneció durante casi ocho horas. Debido a las sorprendentes circunstancias que estaban viviendo, las autoridades aduaneras decidieron trasladar al pasajero a un hotel cercano con órdenes superiores de mantenerlo detenido hasta que se llegara a una decisión sobre el asunto.

La misteriosa desaparición

En el hotel, dos funcionarios de inmigración se les dio la orden de no permitir que el hombre saliera de su habitación. Después de comer una pequeña cena proporcionada por el servicio de habitación del hotel, el hombre del país desconocido pasó la noche en su habitación. Los guardias se mantuvieron en su puesto, en el pasillo fuera de la habitación del hotel. Según informaron los dos funcionarios, en ningún momento se escucharon sonidos proveniente del interior de la habitación. A la mañana siguiente, los guardias descubrieron que el extraño hombre “Europeo” desapreció. La única salida de la habitación era por la puerta y la única ventana que había en la habitación no tenía cornisa exterior, además de que estaba en un piso de gran altura y muy por encima de una calle muy transitada.

Los funcionarios de la aduana, inmigración y la policía de Tokio, prepararon una intensa búsqueda para poder encontrar el misterioso viajero, pero después de varios días finalmente se dieron por vencidos. El hombre del país desconocido no existió oficialmente y no se le volvió a ver.

Reconstrucción del hombre de Taured

Incidentes similares

Un incidente similar ocurrió en 1851, cuando un hombre que se hacía llamar Joseph Vorin fue encontrado vagando en la localidad alemana de Fráncfort del Óder. Cuando las autoridades alemanas le pidieron al hombre que se identificara, Vorin les dijo que él era de Laxaria, un país en el continente de Sakria. Esto desconcertó a las autoridades ya que ese lugar no existía en el mundo.

En 1905, fue detenido un joven en París por robar comida. Según dijeron las autoridades, el joven hablaba un idioma desconocido, y después de un extenso interrogatorio, el misterioso joven dijo que era de un lugar llamado Lizbia. Las autoridades pensando que quería decir Lisboa, por lo que le mostraron un mapa de Portugal, y solicitaron la presencia de un intérprete portugués para que hablara con el joven delincuente.

 Cuando el intérprete comenzó a hablar con el joven pronto se dio cuenta de no era de Lisboa. Además según explicó el intérprete, el lenguaje del joven no era un balbuceo inventado ya que tenía todas las reglas sintácticas consistentes de un lenguaje similar al Esperanto. Con el tiempo, el hombre de habla extraña fue liberado, y nunca se volvió a saber de él.

El conocido investigador de lo inexplicable, Charles Fort comentó una vez sobre los visitantes de otros planetas: “Si ha habido alguna vez casos de teleportaciones de seres humanos desde otro lugar de la Tierra, una investigación de las enfermerías y asilos podría dar lugar a algunas revelaciones maravillosas. A principios del año 1928, un hombre apareció en Nueva Jersey, diciendo que había venido desde el planeta Marte. Dondequiera que hubiese venido, todo el mundo sabe a dónde fue después de decir eso”.

En la actualidad ya son muchos los científicos que creen la teoría del multiverso. Como hemos podido comprobar a lo largo de nuestra historia ha habido una gran cantidad de casos que bien podría tratarse de misteriosas apariciones en diferentes universos. Pero, es cierto que a día de doy estas teorías no se han podido llegar a demostrar. Pero como siempre decimos, cada uno es libre de sacar sus propias conclusiones.

domingo, 13 de octubre de 2013

Entrevista Inédita a Alan Davis, el hombre de la NASA que vió las Ruinas en la Luna

Resultado de imagen de Alan Davis el hombre de la NASA Que vió las Ruinas en la Luna
Entrevista grabada a mediados de los noventa al ingeniero de la NASA, Alan Davis, quien fue el único encargado de ver y retransmitir las imágenes en vivo de la llegada del Apolo XI a la Luna.

En una rápida referencia, Alan Davis era un ingeniero experto en telecomunicaciones, que trabajó ese 20 de julio de 1969 en la isla

La Antigua y tuvo como misión principal la de retransmitir a través de su posición la señal que recibía del Apolo.

Tal posición le permitió ver imágenes que nunca fueron vistas por la prensa e incluso, por las autoridades más importantes de su país. Alan Davis es el principal testigo que asegura haber visto las pruebas suficientes, nada menos, que de construcciones o ruinas antiquísimas en la Luna.

La entrevista fue difundida el último sábado 23 de abril (2009) por el periodista Íker Jiménez en su programa Milenio 3 y fue realizada por los periodistas españoles Pepe Ortiz y José Luis Hermida hace 25 años. El extracto de las declaraciones puede oírse a partir del minuto 12 hacia delante.

Transcripción de la entrevista

¿Qué vio usted en la Luna?

Vi muchas cosas, he visto lo que puede ser ruinas de una civilización que existía unos millones de años, pero lo que fue, fue ruinas.

Sobre las imágenes

Esta transmisión la vi personalmente y todo el equipo de la estación, pero estoy seguro que no fue vista por ninguno de los americanos.

¿No hay ninguna duda que eran ruinas hechas por seres inteligentes?

Pues tiene que ser una raza muy inteligente por el tiempo que estaba por la condición de las piedras y la composición que parecían estar allí por miles y miles de años.

Sobre la vida en la Luna

Hubo un tiempo en la historia del mundo de nuestra civilización, en que existía vida en la Luna.

¿No hay detalles de que tipo de civilización pudo haber sido?

En absoluto.

¿Han traído algunas pruebas de esas ruinas a la Tierra para analizarlos?

Por supuesto.

¿Esas piedras de las ruinas han sido analizadas en la Tierra?

Sí, han traído fragmentos de ellos y han hecho un análisis completo. Yo no he visto los análisis pero sé que los han hecho.

¿Señor Davis, usted cree en el fenómeno extraterrestre?

Pues sí, cien por cien, mucho antes de la creación de la NASA, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos comenzó a investigar los informes de todos los pilotos militares y civiles que vieron ovnis y tienen un archivo con más de 600 casos.

Es imposible que el planeta Tierra sea el ombligo del universo.

Estamos aquí como un experimento para ellos, ellos nos han puesto a nosotros aquí. Fueron ellos, otra civilización más adelantada que nosotros, que al visitar nuestra tierra hace miles y millones de años hicieron una siembra. Nosotros somos una siembra y estamos en constante vigilancia de aquellos seres muchos más inteligentes que nosotros.

¿Están entre nosotros?

Yo creo que sí.

¿Usted qué le diría a las personas incrédulas?

No quiero decir una palabra vulgar pero si no creen, son tontos.

Otros testimonios sobre las ruinas en la Luna (Ken Johnston y Richard Hoagland)

En noviembre del 2007 en una conferencia de prensa, dos ex trabajadores de la NASA, el director de la Sección de Conservación de Fotos del Laboratorio, Ken Johnston, y el asesor, Richard Hoagland, denunciaron que su institución tiene ocultas fotografías sobre las referidas estructuras en la Luna.

Según estos ex trabajadores tanto Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin, observaron y captaron imágenes de extrañas estructuras sobre la superficie del satélite terrestre.

Johnston asegura que al tener las pruebas de estas imágenes en sus manos recibió la orden directa de eliminar todo rastro de aquellas fotografías, no obstante, él conservó algunas de ellas secretamente evitando así perder tan importante y revelador documentos.

Asimismo aseguró que las imágenes publicadas en la prensa y que son conocidas mundialmente sobre el viaje en la Tierra, no son más que fotos tratadas y falsas que han sido editadas para borrar u ocultar las evidencias dejadas por las fotografías originales.

Por su parte, Richard Hoagland, señaló que los astronautas trajeron algunos productos artificiales que hoy forman parte de la tecnología de países como Estados Unidos, Rusia, China, India y Japón, coincidentemente, países que en estos tiempos disputan una nueva carrera espacial para llegar a la Luna.







Afganistan: La Producción de heroina se ha multiplicado por cuarenta desde la Intervención de la OTAN


La producción de heroína se multiplicó por cuarenta en Afganistán desde la intervención de la OTAN en 2001. 

Estas alarmantes cifras han sido propuestas por Viktor Ivanov, director del Servicio Federal de Rusia para el Control de Estupefacientes, en su discurso en Viena, 11 de marzo 2013 con motivo de la 56 ª reunión de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el crimen. 

Una buena oportunidad para recordar que poco más de un millón de personas han perdido en los últimos diez años de vida debido al abuso de drogas.

Viktor Ivanov ha sugerido que un factor importante de inestabilidad en Afganistán aún estaba representado por la heroína: “ cualquier observador imparcial debe admitir la triste realidad de que la comunidad internacional no ha logrado detener la producción de heroína en Afganistán desde la llegada de tropas de la OTAN ”. Durante la última década, el papel de opio en la agricultura ha aumentado 18%, pasando de 131.000 hectáreas c ultivés a 154.000. Point se puede decir con seguridad que su producción se ha convertido en el centro de la economía.

Poco antes de la intervención de la OTAN, los talibanes habían tomado medidas para prohibir el opio, diciendo contrarios a las leyes islámicas, y fueron capaces de reducir de forma significativa el nivel de producción. Pero la producción se reiniciará de nuevo la ocupación occidental, Kabul y ahora cubre el 90% del mercado mundial de heroína, una gran parte se encuentra en las calles de ciudades de los Estados Unidos, Rusia y Europa.

Ivanov aprovechó la ocasión para recordar cómo trató de convencer a la población local que a menudo debe su supervivencia al cultivo de la adormidera, y también la forma que esperaba recortar los fondos para los talibanes, que a menudo son capaces de encontrar los fondos de la venta de opio a los mercados extranjeros. Esto no es una tarea fácil si tenemos en cuenta que alrededor del 15% del producto nacional afgana directamente de la exportación de drogas, cuyo importe se estima en alrededor de $ 2400 millones por año.

Los Estados Unidos y la OTAN claramente no tienen la intención de hacer tabla rasa de los campos de opio, que plantea muchas dudas sobre Colombia, el gobierno local y el Tío Sam han destruido cerca de 150.000 hectáreas de coca en 2011 . Un poco al lado del plan de opio en 2000 arrancó al mismo tiempo.

Una razón para esto de acuerdo a la información del canal Russia Today: los bancos internacionales se beneficiaría de esta situación . El fármaco se convertiría así en tan importante para ellos como petróleo o gas natural.

El FMI sugiere expropiar el 10% de la riqueza de las familias para reducir deuda pública

Su último informe recoge la posibilidad de aplicar una quita al patrimonio de los hogares para reducir la deuda pública a niveles de 2007.

Durante la presente crisis, los países desarrollados han disparado su deuda pública hasta alcanzar un nuevo récord histórico en tiempos de paz. Buena muestra de ello es la grave crisis de deuda soberana que ha estallado en el seno de la zona euro y que, por el momento, se ha saldado con el rescate internacional de cuatro estados miembros (Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre), la asistencia financiera a España y un inédito programa especial para comprar bonos periféricos por parte del Banco Central Europeo (BCE), del que también se ha beneficiado Italia, entre otras medidas excepcionales.

La deuda de la zona euro supera ya el 92% del PIB, y especialmente alarmante es la situación de Grecia (160%), Italia (130%), Portugal (127%), Irlanda (125%) y Bélgica (105%). De hecho, España no se queda muy atrás, con un 92,2% del PIB, el mayor nivel registrado en el último siglo, y que amenaza con rondar el 100% el próximo año. No es la primera vez que la deuda estatal alcanza volúmenes semejantes, ni mucho menos, pero tal crecimiento es excepcional en tiempos de paz. La cuestión que se plantean ahora analistas y gobernantes es cómo revertir tal dinámica.

Lo lógico y, sin duda, más saludable es que el estado en cuestión empiece a generar superávit fiscal primario (descontando el pago de intereses) año a año para, de este modo, no sólo frenar el aumento de la deuda sino reducir su tamaño destinando esos excedentes presupuestarios a amortizar bonos. El problema es que ello implica mantener en el tiempo una drástica senda de ajustes, sobre todo mediante recortes de gasto público, que no suelen tener muy buena acogida en los países afectados, tal y como está demostrando la actual crisis del euro.

Las vías para reducir deuda

La historia de las crisis soberanas demuestra que los políticos no son muy dados a aplicar estrictos programas de austeridad pública. De ahí, precisamente, que este tipo de fenómenos se haya resuelto habitualmente acudiendo a otro tipo de mecanismos extraordinarios:

Inflación: muchos países acuden a esta vía para impagar parte de la deuda contraída. Devaluar la moneda suele ser el recurso fácil como, por ejemplo, ha sucedido recientemente en Islandia. Aunque también existen experimentos más radicales, como el acontecido en Alemania y Austria en los años 20, mediante la impresión masiva de billetes y una histórica hiperinflación.

Default: suspender pagos es otra de las vías escogida por multitud de gobiernos. Impagar mediante una quita y/o espera ha sucedido recientemente en Grecia y, de hecho, no se descarta que vuelva a acontecer.

Impuestos especiales: otro de los mecanismos recurrentes, aunque menos conocido, consiste en la aplicación de un impuesto especial sobre el patrimonio de los hogares, que se paga de una vez. Es decir, una especie de quita sobre el capital o riqueza de las familias para conseguir ingresos extra con el fin de amortizar y, por tanto, reducir deuda pública.

Un nuevo “impuesto sobre el capital”

Ésta es, precisamente, la idea que recoge el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre Vigilancia Fiscal (Fiscal Monitor), publicado el pasado miércoles. Más allá de ampliar las bases fiscales y elevar la tributación indirecta para aumentar la recaudación con el objetivo de ir reduciendo progresivamente el déficit, el organismo reconoce que reducir los actuales niveles de deuda pública que presentan varios países, sobre todo europeos, será una tarea ardua y compleja que llevará tiempo y no estará exenta de sacrificios.

Por ello, una de las propuestas que sugiere es imponer un tributo especial “sobre el capital”. Es decir, una especie de quita “excepcional” sobre la riqueza de las familias que se tendría que aplicar de una sola vez, garantizando, además, que no se va a volver repetir para no desincentivar la inversión y provocar una intensa fuga de capitales. La medida consistiría en gravar la riqueza neta de las familias y destinar el dinero recaudado a amortizar deuda estatal.

El FMI reconoce que el fuerte deterioro de las finanzas públicas que sufren muchos países “ha reavivado el interés” sobre la posible aplicación de este tipo de gravámenes especiales y, de hecho, admite que su aplicación podría tener “éxito” frente a otras alternativas indeseadas, como la suspensión de pagos. En concreto, el informe señala que el tipo impositivo necesario para reducir la deuda a los niveles previos a la crisis son “considerables”: reducir la deuda pública de una muestra de 15 países de la zona euro a los niveles de finales de 2007 requeriría aplicar a las familias una quita del 10% sobre su patrimonio neto (activos menos pasivos), según el FMI.

El organismo no hace distinciones de ningún tipo, tan sólo alude a la posibilidad de gravar la riqueza neta de las familias, aplicando así este particular impuesto a todo tipo de hogares, siempre y cuando el valor de sus activos (vivienda, acciones, ahorros, etc.) sea superior al de sus deudas. Además, el organismo hace referencia a otros casos similares acontecidos en el pasado, ya que este tipo de gravámenes fueron ampliamente adoptados en Europa después de la Primera Guerra Mundial, y en Alemania y Japón tras la Segunda Guerra Mundial.

Efectivamente, tal y como recogen algunos destacados estudios sobre la materia -uno de ellos elaborado en 2008 por el hoy presidente del BCE, Mario Draghi-, Italia aplicó un impuesto sobre el capital en 1920, con tipos que oscilaban entre el 4,5% y el 50%, aunque el pago podía extenderse durante un total de 20 años; Checoslovaquia también aprobó una tasa progresiva especial sobre todo el patrimonio de las familias que iba del 3% al 30%, aunque recayó, principalmente, sobre una minoría de origen alemán; otros países como Austria o Reino Unido intentaron imitar estas medidas, pero fracasaron al retrasar su aplicación, disparando la fuga de capitales; en Japón, las fuerzas de ocupación impusieron dicho impuesto tras la Segunda Guerra Mundial, aunque se limitaba a castigar a quienes se hubieran enriquecido con la guerra.

Chipre y la propuesta alemana

El ejemplo más cercano es el de Chipre, en donde se aprobó una quita sobre los grandes depósitos (de más de 100.000 euros) para reducir la deuda, no del Estado, sino de sus grandes bancos insolventes, aunque a cambio de acciones de dichas entidades. Casualmente, la troika y el Gobierno chipriota tildaron de “impuesto” esta quita especial sobre los ahorradores.

Además, hace poco más de un año, destacados analistas alemanes propusieron un impuesto similar con el fin de reducir la deuda pública de los países en problemas, pero restringida a las grandes fortunas. “Los gobiernos deberían considerar la imposición de un impuesto sobre el capital de los ricos con el fin de refinanciar y reducir la deuda nacional”. ¿Su idea? Un impuesto sobre el capital del 10% sobre el patrimonio personal neto superior a 250.000 euros por contribuyente (500.000 para parejas) e incluso un tipo más elevado sobre los patrimonios superiores a 500.000 y un 1 millón de euros, respectivamente. Para los gobiernos de la periferia del euro, estas particulares quitas podrían suponer una “fuente adicional” de ingresos para asegurar la refinanciación de su deuda pública, “sin tener que depender de la ayuda externa”, añadían.

Sin embargo, también advertían de que “la imposición de tales gravámenes es compleja, ya que implica la valoración de los activos y prevenir la evasión fiscal. Si la élite rica espera que tales gravámenes se repitan, esto podría desalentar la inversión y estimular la fuga de capitales”. En este sentido, Peter Bofinger y Lars Feld, dos de los principales asesores económicos de la canciller alemana, Angela Merkel, recomendaron gravar específicamente la riqueza inmobiliaria de las familias del Sur de Europa en caso de precisar un rescate soberano, por ser activos fijos, sin la movilidad propia de los productos financieros, evitando así los nefastos efectos de la fuga de capitales que, sin duda, conllevaría una medida similar.

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La misteriosa China milenaria 2/3

Antes se recomienda leer el artículo “La misteriosa China milenaria 1/3

El rey de los Qin fundó una nueva dinastía y asumió el nuevo nombre de Huángdì, que significa “emperador“. A partir de este momento histórico, todos los monarcas chinos pasaron a utilizar este título, abandonando la denominación de “reyes“. El nuevo emperador se hizo llamar Shǐ Huángdì(“primer emperador“), viéndose a sí mismo como el primero de lo que esperaba fuera una larga dinastía de emperadores.

 Es la primera dinastía de una China reunificada y mucho más grande que la gobernada anteriormente por los Zhou. Hoy en día los chinos lo llaman más frecuentemente Qin Shi Huang (“Primer Emperador Qin“), que dio lugar a un estado chino fuerte, centralizado y unificado. El Estado Qin llevó a cabo una gran labor de unificación de normas, tales como las pesas y las medidas, el sistema de escritura. Como aspecto negativo tenemos que referirnos a la tristemente célebre quema de libros, en la que se destruyeron escritos que no se ajustaban al modelo religioso y social del nuevo imperio.


En efecto, durante el mandato del Primer Emperador de la dinastía Qin se destruyeron los documentos que contenían informaciones sobre los reinos anteriores, dejando sólo los libros y crónicas de la dinastía Qin. Este episodio se describe en el Shiji, de Sima Qian. El Shiji o Memorias Históricas, de Sima Qian, se escribió a principios del siglo I a.C., entre los años 109 y 91 a.C. y se considera la primera historia general de China. Tiene ciento treinta volúmenes que comprenden desde la época del Emperador Amarillo, o Huáng Di (2698 a.C. a 2598 a.C.) hasta mitades del periodo de la dinastía Han (206 a.C. a 220 d.C.). Esta obra proporciona mucha información sobre la política, la cultura, la economía, la historia, la cronología y la biografía de dinastías anteriores a la época en que fue escrita. Su autor es Sima Qian, el primer historiador de la cultura china tradicional y una de las grandes figuras de la literatura china

Este nuevo emperador construyó enormes palacios en Xianyang para convertir a sus antiguos enemigos en cortesanos, consolidó las partes de muralla construidos durante siglos en lo que conocemos como la Gran Muralla, e inició la construcción de su mausoleo, con los famosos Guerreros de Terracota, descubiertos recientemente. En la primavera de 1974, unos campesinos de Lin Tong estaban excavando cerca del monte Li, no lejos de la antigua ciudad de Xi’an, cuando casualmente encontraron fragmentos de una estatuilla de terracota. Según una antigua tradición histórica, cerca del pueblo de Lin Tong, bajo un montón de tierra se encontraba sepultado el primer emperador de China. Las leyendas quedaron plenamente confirmadas, ya que era uno de los 7.000 guerreros de terracota que montaban guardia en el mausoleo del emperador Qin Shi Huangdi. Con un nuevo grupo de consejeros, el rey Zheng (Qin Shi Huangdi) ideó y desarrolló una política de expansión militar.

Según el historiador Sima Qian, el reino de Qin conquistaba los estados de los alrededores con la voracidad “…de un gusano de seda que devora una hoja de morera“. En sólo 16 años, el joven Zheng había tomado todos los estados colindantes con el suyo, iniciando una época imperial. Apenas asumido el título real, Zheng había comenzado los trabajos para su tumba, que debía ser copia del universo conocido y albergar todas las maravillas del mundo. Según las crónicas de la época, la fundación del Imperio no se produjo hasta que el ambicioso emperador pudo emplear más de 700.000 soldados procedentes de todos los rincones del país para la construcción de lo que debía ser la morada eterna más espléndida de todos los tiempos. El mausoleo del emperador Qin Shi Huangdi se extiende en una superficie de unos 56 km. cuadrados, con el monte Li al sur y el río Wei al norte.

El complejo monumental se compone de varias estructuras: el centro está constituido por un enorme túmulo sepulcral, una auténtica colina artificial. El historiador Sima Qian escribió que la tumba contenía maravillas increíbles, entre las que destaca el techo de la cámara fúnebre, que estaba elaborado con bronce salpicado de gemas, imitando un cielo estrellado. En el suelo había sorprendentes ríos de mercurio, que se hacían fluir mediante sofisticado mecanismos y que representaban los ríos Amarillo y Azul. Según el mismo historiador, alrededor había maquetas de palacios y espléndidos tesoros. El primer emperador quiso que los artesanos instalasen en la entrada de la cámara sepulcral una serie de ballestas accionadas automáticamente para matar a cualquiera que se atreviera a profanar la tumba. En el exterior se plantaron árboles y todo tipo de vegetación a fin de que el túmulo tuviera el aspecto de una auténtica colina. Aunque la descripción de Sima Qian todavía no ha sido confirmada, la estructura exterior de la tumba y del complejo funerario parece confirmar la idea de que la tumba constituye una réplica de los palacios imperiales y que todo el complejo funerario es un auténtico diagrama cósmico. Ocasionales hallazgos de figuras menores de terracota, encontradas entre 1938 y 1979, habrían indicado que el área situada en torno al túmulo formaba parte del complejo. Las figuras, de una altura variable entre 65 y 78 cm., cada una de ellas modelada individualmente, fueron identificadas como imágenes de sirvientes, doncellas y palafreneros del emperador.

Las excavaciones arqueológicas, llevadas a cabo bajo la tutela del Comité Provincial de Shanxi para la Protección y Conservación de los Monumentos Históricos, comenzaron poco después del fortuito hallazgo de la primera estatua. Enseguida pareció evidente que se trataba de uno de los monumentos más importantes de la arqueología: la fosa nº 1 era una gran cámara subterránea de forma rectangular, de 210 m de longitud de este a oeste y de 60 m. de norte a sur. En su interior, dispuestos en 11 pasillos de unos 3 m de anchura y 200 m de longitud, se encontraron unas 6.000 estatuas de guerreros, carros y caballos de terracota, un ejército entero formado en posición de batalla. Los arqueros cubrían las alas exteriores, la vanguardia la ocupaban arqueros y ballesteros y los carros eran arrastrados por cuatro caballos guiados por un auriga y defendidos por batallones de guerreros. En el interior de esta formación aparecía el núcleo del ejército: 36 hileras de infantes con armadura. La fosa, compuesta por los once corredores ya mencionados y por diez rampas de acceso que se abrían en los dos lados, estaba pavimentada con ladrillos. Cada uno de los corredores estaba separado del adyacente mediante un muro de tierra, mientras que una compleja cobertura de gruesas vigas de madera cubiertas de esteras enyesadas sellaba la gran fosa.

Las figuras están modeladas en terracota: las extremidades y el busto se lograban con moldes, mientras que los rostros parecen haber sido modelados uno a uno, como si los auténticos rostros de centenares de oficiales y miles de soldados hubieran sido copiados para reproducir fielmente el ejército que había servido a Qin Shi Huangdi en vida. Todas las estatuas estaban pintadas de vivos colores, y la diversidad de vestimentas y peinados evidenciaban la pertenencia a etnias distintas. Las diferentes posturas del cuerpo y la posición de las manos de algunos permiten suponer que empuñaban armas. La tumba debió ser saqueada durante la gran revolución que puso fin a la dinastía Qin. Los revolucionarios, que penetraron en la cámara del ejército silencioso, lograron apropiarse de las armas sustraídas a los guerreros de terracota. Algunos años después, en diciembre de 1980, al oeste del túmulo, se efectuó otro sorprendente descubrimiento. En el interior de un foso se hallaron dos carros de bronce de dos ruedas, con barra simple y tiro de cuatro caballos.

Los trabajos para la construcción del grandioso complejo funerario aún no se habían terminado cuando Qin Shi Huangdimurió a los 48 años de edad. Prueba de ello es el descubrimiento de un cuarto espacio subterráneo, situado entre las fosas 2 y 3; esta cuarta fosa estaba vacía. El hallazgo parece sugerir que los trabajos de construcción de las fosas fueron abandonados inmediatamente después de la muerte del emperador. Y nunca sabremos cuántas fosas más estaban previstas ni cuántas figuras más debían modelarse para acompañar al soberano en su largo viaje. A pesar del éxito militar de la unificación, las características del estado Qin hicieron inviable su supervivencia, y se hundió tras la muerte de Qin Shi Huang. Su crueldad y los duros trabajos que impuso al pueblo sembraron el descontento. Tras su muerte, en 209 a.C., los rebeldes aprovecharon el reinado de su débil hijo Èrshì Huángdì (“Emperador Segundo“), para acabar con la dinastía Qin y arrasar su capital, Xianyang. En 206 a. C., Liu Bang, que dirigía la rebelión militar contra el ejército Qin, se proclama emperador, fundando una nueva dinastía: los Han.

Liu Bang estableció una nueva dinastía, la dinastía Han y China prosperó con rapidez, floreciendo la agricultura, la industria y el comercio. El general Zhang Qian fue enviado a las regiones del Oeste a buscar los necesarios caballos para las continuas guerras contra los hunos. Los hunos fueron una confederación de tribus euroasiáticas, muchas de ellas de los más diversos orígenes, unidas por una aristocracia que hablaba una lengua túrquica. Este grupo humano apareció en Europa en el siglo IV, y su máximo exponente fue Atila el Huno. Los hunos fueron llamados bárbaros por los romanos, a los que invadieron entre los siglos IV y V d.C.. Excelentes jinetes arqueros, veloces y decididos, de táctica impredecible, extendieron el miedo por el Imperio. Pactaron con Roma en contra de los germanos de la Europa Central y, hacia el 432 d.C. tenían un caudillo principal, Rua o Rugila, a cuya muerte le sucedieron sus sobrinos Bleda y Atila. Eran nómadas y vivían en chozas temporales, aunque conocían la propiedad de la tierra y solían serpentear por zonas concretas que estuvieran en su poder. Por su condición nómada, la vaca y la cacería tenían un papel más importante en su economía que la agricultura. Las carencias en su dieta eran saciadas por medio del comercio y, de forma mucho más habitual, el pillaje en territorio extranjero. Las armas que empleaban en la guerra eran la espada recta, la lanza, el lazo (especie de cuerda con la que lazaban a sus enemigos y les rompían el cuello) y el arco, que solían utilizar desde el caballo. A esto contribuía el uso del estribo, que tomaron de los chinos y que introdujeron más tarde en Persia y Europa.


Por su origen se cree que la lengua de los hunos debió ser del tronco uralo-altaico, el grupo al que pertenecen lenguas como el turco o el mongol. La hipótesis de que su lengua fuera en realidad de la familia irania, basada en las inscripciones de monedas halladas en tumbas hunas procedentes del actual Afganistán y algunas ex repúblicas soviéticas, ha sido rechazada hoy en día, pues se ha demostrado que tales monedas sólo repetían el mismo patrón que las persas de zonas limítrofes. Por otra parte, algunas fuentes chinas los relacionan con pueblos siberianos, como los samoyedos, pero esto tampoco concuerda con los datos aportados por la arqueología. Durante la Edad Media, se dejaron registradas numerosas gestas y leyendas, entre las cuales se halla la de Hunor y Magor, cuya versión más antigua data del siglo XIII en Hungría. En ésta se narra cómo estos dos hermanos dan nombre a las naciones huna y húngara, hallándose así ambas emparentadas. Hasta ahora no se ha logrado establecer ningún parentesco étnico entre ambas, pero se estima que después de la llegada de los húngaros de Asia, se acabaron mezclando con los restos de la civilización huna que aún vivía en el territorio de Panonia por aquél entonces.

En cuanto a la religión no se sabe casi nada de ella. Aparentemente tenían un tipo de “adoración al caballo” (ya que estos animales eran una figura casi “sagrada” para ellos en su cultura). Las fuentes romanas suelen referirse a ellos como individuos subhumanos carentes de cualquier clase de dios y moral, sin creencia en otra vida aparte de la terrenal, aunque se sabe que tenían algo parecido a chamanes o brujos en su tribu (que creían en la existencia de abominaciones subterráneas infernales), especializados en la adivinación a partir del examen de restos y huesos de animales. Originalmente cremaban a sus muertos, aunque más adelante comenzaron a inhumarlos. Practicaban tanto la poliandria como la poliginia. El historiador romano Amiano Marcelino nos dejó un texto donde podemos observar la visión deformada que los romanos tenían sobre los hunos: “Son seres imberbes, musculosos, salvajes, extraordinariamente resistentes al frío, al hambre y la sed, desfigurados por los ritos de deformación craneana y de circuncisión que practicaban, e ignorantes del fuego, de la cocina y de la vivienda”.

Según las crónicas de la antigua China, los xiongnu eran un pueblo nómada de pastores y guerreros que vivía en las estepas de Asia centro-oriental, al norte de la Gran Muralla China. Muchos historiadores modernos piensan que los xiongnu mencionados en las crónicas chinas eran el mismo pueblo que apareció siglos más tarde en Europa e invadió el Imperio romano bajo el nombre de los hunos. La dinastía Qin pudo rechazar sus ataques de forma más o menos eficaz, pero a la caída de ésta los xiongnu lograron superar la Gran Muralla e iniciar una serie de incursiones en territorio chino. Los xiongnu también combatían contra otros pueblos nómadas, y durante el mandato del jefe Mao Dun (209-174 a. C.) derrotaron a las poderosas tribus de los xianbi, los tunguses y los kitán, unificando por primera vez el área ocupada por la actual Mongolia. El emperador chino Wen, de la dinastía Han, quiso alejar el peligro de este nuevo imperio pagándoles tributo (seda y cereales sobre todo), algo que con el tiempo sería una constante en la relación de los hunos con otros pueblos. Era tal la cantidad que exigían los xiongnu para no entrar en guerra que los bienes recibidos cada año les sobraban, hasta el punto de que los vendían con notables beneficios a los mercaderes de Occidente que llegaban por la Ruta de la Seda. También hubo matrimonios de conveniencia entre princesas chinas y reyes xiongnu con el fin de sellar la paz.

Esta relación se rompió cuando el emperador Wu decidió dejarles de pagar tributo y, anticipándose a la esperada reacción de los xiongnu, envió varias expediciones al Asia Central a partir de 133 a. C., aunque sólo una tuvo éxito: la que en el año 127 a. C. consiguió expulsar a los xiongnu del curso superior del río Amarillo. Las expediciones posteriores mantuvieron entretenidos a los bárbaros combatiendo en su propio territorio de forma constante, lo que les debilitó. En 121 a. C. fueron derrotados en el corredor de Gansu por el general chino He Qubing (que construyó allí la fortaleza de Juyan) y forzados a marchar hacia el oeste, donde ya habían sometido unas décadas antes al pueblo indoeuropeo de los tocarios. Una vez expulsados los xiongnu de la cuenca del Tarim, los chinos la pusieron bajo su mando y entraron en contacto por primera vez con los persas helenizados de Farg’ona, que introdujeron la alfalfa y el caballo árabe en China.

Los debilitados xiongnu se escindieron en dos ramas hacia el 48 d. C., y una de ellas, los hunos del sur, se puso bajo el mando de los Han. Éstos los destinaron a vigilar la zona del nacimiento del río Amarillo. Aunque dejaron de atacar a los chinos, los xiongnu no creyeron que su lealtad implicase estar en paz con las otras tribus sometidas de la zona y los reinos tributarios del Asia Central, por lo que llevaron a cabo una ola de saqueos en la región durante los años 60-70 d.C.. Esto provocó que los emperadores Zhang y He volviesen a combatir contra ellos y los expulsasen de la cuenca del Tarim, aunque el debilitado poder chino en Asia Central debió hacer frente inútilmente a la sublevación posterior de las tribus tibetanas de la zona y terminaron por evacuar la región. Mientras que la posterior caída de la dinastía Han en el año 220 d.C. fracturaba China en tres reinos pequeños enfrentados entre sí, los xiongnu del sur se reagruparon de nuevo y volvieron a invadir China en 311 d.C., llegando hasta Luoyang, la rica capital de la China del norte y final de la Ruta de la Seda. La ciudad fue saqueada e incendiada, aunque más tarde los invasores se establecieron allí y la gobernaron durante 39 años. En el 350 d.C. el último rey xiongnu fue asesinado por un miembro de su propio pueblo y la dinastía fue derrocada.

Volviendo al relato principal, cuando el general Zhang Qian volvió de las regiones del Oeste, se inauguró la Ruta de la Seda, ya que las sedas chinas se vendían muy bien en esas tierras, de las que llegaban productos hasta entonces desconocidos. La Ruta de la seda era una red de rutas comerciales entre Asia y Europa que se extendía desde Chang’an (actualmente Xi’an) en China, Antioquía en Siria y Constantinopla (actualmente Estambul, Turquía) a las puertas de Europa y que llegaba hasta los reinos hispánicos en el siglo XV. El término “Ruta de la seda” fue creado por el geógrafo alemán Ferdinand Freiherr von Richthofen, quien lo introdujo en su obra “Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la seda”, en 1877. Debe su nombre a la mercancía más prestigiosa que circulaba en ella, la seda, cuya elaboración era un secreto que sólo los chinos conocían. Los romanos se convirtieron en grandes aficionados de este tejido, tras conocerlo antes del comienzo de nuestra era a través de los partos, quienes controlaban su comercio. Muchos productos transitaban por estas rutas: piedras y metales preciosos, telas de lana, lino, ámbar, marfil, especias, vidrio, materiales manufacturados, coral, etc. En esta época también se inventa el papel, lo que ayuda a promover la educación, así como el sismógrafo y numerosas técnicas nuevas que revolucionan el país. Los ideales que contribuyeron a levantar la dinastía van desapareciendo, el pueblo que se encontraba disgustado va aumentando su rechazo al régimen y surgen revoluciones en distintos puntos del país; como la de los “Leñadores Verdes” y las “Cejas Rojas” obligan a trasladar la capital desde Xi’an a Louyang en el año 25 d.C.. Y la de los Turbantes Amarillos, en el año 184 d.C., acabará por poner fin a la dinastía.


La dinastía Han se divide en dos periodos: Han Occidentales, que tuvieron su capital en Chang’an, y los Han Orientales, que mantuvieron un control menos efectivo sobre el territorio, y tuvieron que desplazar la corte al este, cerca de la actual Luoyang. 

Entre ambos periodos, la dinastía Han se vio interrumpida brevemente por el “usurpador” por excelencia de la historia china, Wang Mang, que instauró su propia dinastía Xin e intentó organizar un estado basado en el pensamiento confuciano. El periodo Han Occidental fue un periodo de prosperidad económica y cultural, especialmente durante el reinado del emperador Wu (Han Wudi, en chino), que derrotó al pueblo nómada Xiongnu, y abrió rutas comerciales con Asia Central e India, en particular la Ruta de la Seda, la cual, al intensificar los contactos entre China y otros pueblos asiáticos, hizo posible la entrada del budismo en China. Durante el reinado del emperador Wu, el gran historiador chino Sima Qian completó las Memorias Históricas, obra comenzada por su padre, Sima Tan, en la que se narra toda la historia china hasta aquel momento.

Es el período en que China se halla dividida tras la caída de la dinastía Han y por las luchas que se extienden por el país. Brevemente se unifica bajo los Jin del Este, para nuevamente ser dividida en numerosas dinastías de breve reinado. Se destaca la dinastía Wei del Norte (386-534 d.C.), fundada por los Tuoba, un pueblo de la familia de los Hunos, que desde las capitales Datong y luego en Luoyang, dan un impulso al establecimiento del budismo. Con ellos se inició la construcción de las majestuosas cuevas de Yunggan, Longmen, Mogao. La autoridad de Cao Cao en Luoyang, donde el poder nominal aún residía en el emperador Xian, le enfrentó a sus dos rivales militares Liu Bei y Sun Quan. Tras la Batalla de los Acantilados Rojos, en el año 208 d.C., en que éstos derrotaron a las tropas de Cao Cao, el imperio quedó dividido en tres. En el año 220 d.C., tras la muerte de Cao Cao, su hijo Cao Pi derrocó al último emperador Han, y se proclamó emperador en Luoyang de la nueva dinastía Wei. Liu Bei no aceptó la legitimidad de la nueva dinastía y en 221 d.C. se autoproclamó continuador de la dinastía Han en Chengdu, en el estado de Shu, actual provincia de Sichuan. Del mismo modo, Sun Quan, desde su base de poder en el bajo Yangzi, tras fracasar en los intentos de alcanzar un acuerdo con Cao Pi, fundó el Reino de Wu en 222 d.C., y unos años después se proclamó emperador. De este modo, China quedó dividida en tres reinos, Wei, Shu-Han y Wu, que se disputaban la legitimidad de la continuidad de los Han.

La reunificación de China se produjo bajo la dinastía Jin, que puede dividirse en dos etapas: los Jin Occidentales (265 – 316 d.C.), que consiguieron unificar China, y los Jin Orientales (317 – 420 d.C.), que continuaron gobernando el sur de China. En el año 263 d.C., las tropas de Wei conquistaban el estado de Shu, con lo que los tres reinos se convirtieron en dos. En 265 d.C., Sima Yan, de la prestigiosa familia Sima, descendientes de Sima Qian, derrocó al emperador Wei, acabando con el poder de la familia Cao, e instauró la dinastía Jin. En el año 280 d.C., los Jin conquistaron el reino de Wu, con lo que consiguieron reunificar bajo la nueva dinastía el antiguo imperio Han. Esta unificación no duraría mucho tiempo. La corte Jin en Luoyang se veía amenazada por los pueblos nómadas del norte que habían formado varios estados y gozaban de una larga tradición militar. Estos estados del norte acabarían conquistando las capitales; Luoyang en el año 311 d.C., y Chang’an en 316 d.C.. Así, el estado Jin desapareció del norte de China, que pasó a estar dividido en dieciséis reinos. La conquista del norte por parte de los pueblos nómadas o seminómadas provocó un importante éxodo de población hacia el sur. La corte Jin se reconstituyó en la ciudad sureña de Jiankang, cerca de la actual Nankín, donde seguiría gobernando hasta el año 420 d.C..

Los historiadores chinos han dado el nombre de “periodo de los Dieciséis Reinos” a la época comprendida entre los años 304 y 439 d.C., durante la cual el norte de China atravesó una etapa de fragmentación política y de caos. Estos dieciséis reinos habían sido formados por pueblos de etnia no china. Precisamente sería otro pueblo de etnia no china, los tuoba, los que consiguieran unificar el norte de China al derrotar a todos estos pequeños estados y proclamar la dinastía Wei del Norte en el año 440 d.C.. Con la unificación del norte, China queda dividida en dos estados: Uno en el norte, en el que se sucederán las llamadas dinastías septentrionales: Wei del Norte, Wei del Este, Wei del Oeste, Qi del Norte y Zhou del Norte; y otro en el sur, en el que, al ser derrocado el último emperador Jin en 420 d.C., se sucedieron cuatro dinastías en la corte de Jiankang: los Song, Qi, Liang y Chen.


En el año 581 d.C., Yang Jian, general del ejército de la dinastía Zhou del Norte, se hizo con el poder y proclamó una nueva dinastía: los Sui. Ocho años después, en 589 d.C., la dinastía Sui derrotaba a la débil dinastía Chen del sur, con lo que conseguía la reunificación del sur y el norte. Tras la reunificación, se inició una etapa de reformas institucionales y de consolidación del poder central. En esta época se construyó el Gran Canal y se amplió la Gran Muralla China. También fue una época de promoción del budismo. En el año 604 d.C., Yang Guang sucedió a su padre en el trono. 

Tras una serie de reveses militares en las regiones fronterizas, se produjeron insurgencias militares. El segundo emperador Sui moría asesinado en el año 617 d.C.. Se intenta mejorar con reformas la situación del pueblo, pero son traicionadas por su hijo, desencadenándose una sucesión de guerras campesinas, que finalizan con la toma del poder por Li Yuan, en el año 618 d.C., que funda la dinastía Tang, con capital en Xi’an.

En el año 618 d.C., un año después de la muerte del último emperador Sui, el general Li Yuan asumía el poder como emperador Gaozu de la nueva dinastía Tang. En el año 624 d.C., su hijo, tras haber matado a dos de sus hermanos frente a la puerta de Xuanwu en Chang’an, le obligaba a abdicar, convirtiéndose en Taizong, el segundo emperador Tang. Tras la muerte violenta del primer heredero al trono, un segundo hijo del emperador fue nombrado heredero, y subiría al trono como emperador Gaozong en 649 d.C.. Durante el reinado de Taizong, una de sus concubinas, que había sido anteriormente concubina de su padre, alcanzaría un gran poder de influencia hasta el punto en que finalmente, después de seguir gobernando desde la sombra bajo el reinado de dos de sus hijos, ella misma se convertiría en emperatriz. Así, tras derrocar a su propio hijo, el emperador Zhongzong, la Emperatriz Wu se convirtió en la primera y única mujer que gobernaría China en toda su historia. Al subir al trono, proclamó una nueva dinastía Zhou.

El reinado de la emperatriz Wu estaría marcado por su intento de legitimar su poder, cuestionado por muchos que veían una vulneración de las normas confucianas en la presencia de una mujer en el trono imperial. La emperatriz patrocinó el budismo y, en especial, formas de éste que daban legitimidad a su poder. En el año 705 d.C., la emperatriz Wu, que, según las crónicas existentes, tenía ya 80 años de edad, fue derrocada y su hijo el emperador Zhongzong retomó el poder, restaurando la dinastía Tang. Tras varios años de luchas internas, el emperador Xuanzong consolidaría el poder de la dinastía. A pesar de todas estas luchas por el poder que se sucedieron en estos años, esta primera parte de la dinastía Tang fue una época de esplendor cultural y en la que el imperio dominaba grandes extensiones de terreno, incluso partes de Asia Central, en la actual Región Autónoma de Xinjiang, que no volverían a estar controladas por un emperador chino hasta la última dinastía Qing. En la visión tradicional china, la dinastía Tang representa una de las épocas gloriosas de China.

Sin embargo, esta época de esplendor vería su final durante el reinado de Xuanzong. A pesar de la aparente fortaleza del imperio, el general de origen centroasiático An Lushan dirigiría uno de los mayores intentos de rebelión de la historia china:La Rebelión de An Lushan, que sacudiría los cimientos del estado chino en el año 755 d.C.. A pesar de que el estado, en manos del nuevo emperador Suzong logró finalmente sofocar la rebelión en el año 763 d.C., las consecuencias se sentirían en los siguientes siglos. La pérdida de poder efectivo por parte del estado, que para acabar con la rebelión había tenido que hacer concesiones a militares y a pueblos fronterizos, como los uigures y los tibetanos, hizo que el control efectivo sobre los recursos del territorio se redujera de una manera drástica. El modelo de estado centralizado y fuerte que habían implantado los Tang se vino abajo, y no volvería a existir un estado fuerte y centralizado hasta la proclamación de laRepública Popular China en el siglo XX. Mucho más debilitada, la dinastía Tang se mantendría en el poder en Chang’an hasta principios del siglo X. En el año 904 d.C., el dirigente militar Zhu Wen lanzó un ataque contra Chang’an, destruyendo la ciudad y haciendo matar a la corte del emperador. Finalmente, en 907 d.C. Zhu Wen hizo matar al último emperador Tang y proclamó una nueva dinastía: la dinastía Liang, con capitales en las ciudades de Luoyang y Kaifeng.

Tras el fin de la dinastía Tang, con la fundación de la dinastía Liang en el norte de China, se inicia una etapa de inestabilidad que vería sucederse cinco dinastías breves en el norte de China (dinastía Liang Posterior, dinastía Tang Posterior, dinastía Jin Posterior, dinastía Han Posterior y dinastía Zhou Posterior), mientras que en el sur aparecieron diez reinos independientes. A esta época, de 907 a 960 d.C., los historiadores chinos la conocen como “periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos“, o simplemente “de las Cinco Dinastías“. Las Cinco Dinastías (Wu Dai) y los Diez Estados (Shi Guo), hacen referencia a los reinos formados tanto en el norte, Wu Dai, como en el sur, Shi Guo. La historiografía china ignora el sur, denominando este período sólo por las casas reinantes del norte: Liang, Tang, Jin, Han y Zhou, que conforman las Cinco Dinastías. A partir de la caída de la dinastía Tang, el sur va a sustituir al norte desde un punto de vista no sólo económico sino también político y artístico. El norte, amenazado eternamente por las invasiones, llevo a sus habitantes al sur de Yangzi, donde se sentían protegidos de los bárbaros y donde pudieron desarrollarse económicamente a través de la agricultura o el comercio.

Entre los pueblos invasores, los kitanes se impusieron sobre el resto e instauración la dinastía Liao (907-1125 d.C.). Se extendieron geográficamente desde la actual Manchuria a la provincia de Hebei, conquistando la ciudad de Yu (hoy, Beijing); su poder fue muy grande, por lo que le permitió exigir un tributo a la dinastía Jin (936-943 d.C.) y continuar sus conquistas hacia el sur. Junto a los kitanes, con una menor fuerza y presencia, se estableció un pueblo procedente del Tíbet, los Shato, que por medio de su poderío militar impusieron sus formas de gobierno y costumbres a los Han, residiendo su valor en su poderío militar, en vez de en la razón y la fuerza de su cultura. Mientras en el norte se fueron creando estructuras políticas más o menos sólidas que daban entrever la posibilidad de una reunificación, los Diez Estados del Sur (Shi Guo) se debilitaron por pequeñas guerras de conquista, facilitando la invasión de los reinos del norte.

En el año 960 d.C., el militar de la dinastía Zhou del Norte Zhao Kuangyin fundaba la dinastía Song, continuación de las cinco dinastías que se sucedieron en el norte tras la caída de los Tang. Esta dinastía, que estableció su capital en Kaifeng, consiguió conquistar los reinos del sur y reunificar gran parte del territorio que había estado bajo soberanía Tang. Durante la dinastía Song se produjo un gran desarrollo del comercio. Se generaliza el uso de dinero, y aumenta de manera espectacular el movimiento de personas y mercancías dentro del país. Este aumento del comercio lleva a la aparición de grandes ciudades. Durante el periodo Song, se sucedieron tres estados importantes formados por pueblos de etnia no china en el norte. Los kitán fundarían la dinastía Liao en el noreste. En el noroeste, en las actuales regiones de Gansu y Ningxia, los tangut fundan la dinastía Xia Occidental. El tercero de estos estados, y el más importante, sería la dinastía Jin, fundada por los yurchen, que llegaría a conquistar el norte de China, obligando a los Song a huir al sur en el año 1127 d.C.. Estos tres estados adoptaron el modelo dinástico chino, por lo que la historiografía tradicional china los incluye en los listados de dinastías.

El periodo Song se pude dividir en dos partes: “Song del Norte“, hasta 1127 d.C., cuando la dinastía controlaba la parte principal del territorio histórico de China, y “Song del Sur“, de 1127 a 1279 d.C., periodo durante el cual la corte Song hubo de refugiarse en el sur, estableciendo la capital en la actual Hangzhou, después de su derrota frente a los Jin. Desde el sur, los Song mantenían el objetivo de reconquistar el norte, pero nunca pudieron hacer frente a la superioridad militar de los pueblos altaicos. La reunificación de China se produciría, paradójicamente, gracias a la conquista del territorio chino por otro pueblo extranjero procedente del norte: los mongoles. Por razones de política exterior tuvo dos capitales, la primera de ellas fue Pian (hoy Kaifeng) en la provincia de Henan, donde la dinastía Song del Norte reinó del 960 a 1127 d.C.. Por el avance de los kitanes y de los mongoles hacia el sur se aconsejó trasladar la capital a Linan (hoy Hangzhou) en la provincia de Zhejiang, iniciándose un segundo período denominado Song del Sur (1127-1279 d.C.).

Durante la dinastía Song surgió el renacimiento intelectual y artístico Song, debido al desarrollo del comercio interno y externo, así como medidas políticas encauzadas hacia la coexistencia con los pueblos del norte mediante el pago de tributos. El ministro del emperador Shenzhong (1068-1085) Wang An-Shih (1021-1086), fue quien desarrolló estas reformas con el Memorándum de las diez mil palabras o la articulación del cambio social adecuado a los nuevos tiempos. Existía una ausencia de movilidad social, por el asentamiento de una clase ilustrada (Shih) sobre el rígido sistema de exámenes, esta fue una de las causas por las que las innovaciones tecnológicas y económicas no constituyeron el motor del cambio social, como si sucedió en Europa. Wang An-Shih, con sus reformas políticas y económicas, intentó dotar a la clase mercantil (shang) de suficiente poder con el fin de poder contrarrestar la falta de movimiento de los Shih, por eso es que introdujo en las materias de examen para trabajar como funcionarios del Estado el conocimiento técnico y científico, ignorados hasta esa época. Favoreció también el desarrollo del papel moneda y las letras de cambio, con el fin de agilizar el comercio entre las diferentes regiones, así como proteger a los pequeños propietarios y campesinos, equilibrando la presión fiscal. Desarrolló el sistema de graneros, como despensa del Estado. El desarrollo de las comunicaciones interiores y la navegación favorecieron el desarrollo económico, pero no fueron eficaces para frenar el avance militar de los pueblos del norte.

En el año 1127 d.C., tras la captura del emperador Huizong y de la emperatriz regente, la corte huyó a la ciudad de Nankín y de ahí a Hangzhou, donde se estableció provisionalmente. La ciudad de Hangzhou se convirtió, gracias a la dinastía Song, en una ciudad rica y en la más poblada del mundo, con un modo de vida absolutamente diferente al del norte, debido al desarrollo de su economía monetaria y de la exportación del té y la porcelana. La dinastía finalizó con la victoria militar de los mongoles y el inicio de la dinastía Yuan. Los mongoles, pueblo nómada del norte de lengua altaica, llegarían a establecer uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad. Bajo su gran líder Gengis Kan, las conquistas mongolas llegaron a unir bajo su imperio territorios tan distantes como Europa Oriental, Irán y China. El propio Gengis Kan logró la conquista de los Xia occidentales, mientras que su hijo Ogodei, el segundo Gran Kan, derrotó a los Jin en 1234.

Gengis Kan nació en Burjan Jaldun, en 1162 d.C., y murió en Yinchuan, el 18 de agosto de 1227 d.C. Fue un aristócrata mongol que unificó a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio mongol, el imperio contiguo más extenso de la Historia. Bajo su liderazgo como Gran Kan, los mongoles comenzaron una oleada de conquistas que extendió su dominio a un vasto territorio, desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina. En la primera fase de esta expansión, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia, como el Imperio jin del norte de China (1211-1216 d.C.), el Imperio tanguta, el Kanato de Kara-Kitai y el Imperio corasmio. Su verdadero nombre era Temüdyin (que significa “el mejor acero“), mientras que Gengis Kan es el nombre que recibió tras ser entronizado como emperador de los mongoles en 1206. El nombre Chinguis procede probablemente de la raíz mongola chin, con el significado de “fuerte, firme, inconmovible“; el término “kan” etimológicamente significa “príncipe” en persa, mientras que la palabra Chinguis significa “océano” o “universal“, esto es:Príncipe Universal. En la época se pensaba que la tierra era una vasta llanura rodeada de agua, por lo que también se le denomina como “señor de todos los océanos“. En alusión a este título, la ciudad de Pekín fue conocida fuera de China por el nombre de Cambaluc (o Janbalic) en la época de dominio mongol.

El imperio mongol había sido dividido en cuatro partes. Una de ellas, el Gran Kanato, ocupó gran parte del territorio de las actuales China y Mongolia. En el año 1271 d.C. el Gran Kan Kublai fundó una dinastía al estilo chino, bajo el nombre Yuan, con capital en Pekín. Kublai Kan, ya como emperador Yuan, derrotó definitivamente a la dinastía Song del Sur en la batalla de Yamen en 1279 d.C.. Los emperadores mongoles tuvieron que enfrentarse a la difícil tarea de gobernar una sociedad muy diferente de la suya. Clasificaron a la población en varias categorías étnicas y, tras un periodo de interrupción, reanudaron los exámenes imperiales para captar funcionarios para la administración. El periodo Yuan estuvo marcado por una gran inestabilidad social, situación agravada por desastres naturales, como las inundaciones en el valle del río Amarillo, que provocaron hambrunas, y también por la epidemia de peste, que afectó a una gran parte del territorio.

El desorden social del final de la dinastía Yuan provocó numerosas rebeliones contra los mongoles. Un líder rebelde de origen humilde, Zhu Yuanzhang, funda la dinastía Ming en 1368 d.C., estableciendo la capital en Nankín. A Zhu Yuanzhang, el emperador Hongwu, le sucederá, tras una breve guerra civil, su hijo el emperador Yongle, que trasladará la capital a Pekín. El emperador Hongwu de la Dinastía Ming murió a la edad de 71 años, después de sobrevivir a la muerte de la emperatriz y de su hijo heredero. Docenas de concubinas fueron quemadas vivas en su funeral y enterradas con él, al igual que en la antiquísima costumbre de la incineración de las viudas en India. La tumba está en el sector norte de laMontaña Morada de Oro en Nankín, China, la construcción de la misma comenzó en el año 1381 d.C. y terminó en 1405 d.C. Durante el reinado de Yongle, China se convertiría en la primera potencia marítima del mundo, como evidencian los siete viajes de Zheng He, el Cristobal Colón chino, al sur de Asia y África. Sin embargo, estos viajes no tendrían continuidad. Probablemente por el coste que éstos habían supuesto para las arcas del Estado, China abandonó su flota y renunció a continuar las expediciones marinas. En el ámbito económico, durante el periodo Ming cae en desuso el papel moneda, debido a los problemas de inflación que generaba, y se empieza a utilizar la plata. A pesar de que los Ming habían prohibido el comercio con extranjeros, la escasez de plata en China hace que surjan numerosos contactos comerciales con Japón y, más adelante, con los portugueses, establecidos en Macao desde mediados del siglo XVI, y con los españoles, que transportaban plata de América a Filipinas.

En el año 1644, la dinastía Qing, procedente de Manchuria, conquista Pekín. En China, la dinastía Qing ha sido considerada una dinastía opresora. Los manchúes impusieron su estilo de peinado y su forma de vestir a la población china, y la lengua manchú se utilizaba para los asuntos más importantes en la corte, dominada por la clase dirigente de origen manchú. La dinastía Qing consolidaría la expansión territorial de China, incorporando al imperio Taiwán, Tíbet, Xinjiang y Mongolia. A pesar de la fortaleza militar del imperio Qing, se sucedieron las rebeliones contra éste. La más importante de las rebeliones fue la Rebelión Taiping, que causaría millones de muertos entre 1851 y 1864. A lo largo del siglo XIX se sucedieron las disputas comerciales con las potencias occidentales, que dieron lugar a la Primera Guerra del Opio, que enfrentó a China con el Reino Unido entre 1839 y 1842, y a la Segunda Guerra del Opio, entre 1856 y 1860, en la que una alianza franco-británica tomó la ciudad de Cantón. El resultado de estas guerras fue la firma de los tratados de Nankín y de Tianjin, por los que el Reino Unido consiguió la soberanía sobre parte del actual territorio de Hong Kong, además de derechos comerciales y de navegación para las potencias occidentales. En las últimas décadas de la dinastía Qing, bajo el mando de la poderosa Emperatriz Regente Cixi continuaron los conflictos con las potencias extranjeras por disputas comerciales. Además, la rivalidad con Japón por la influencia sobre Corea provocó la guerra chino-japonesa entre 1894 y 1895. Tras la derrota china en esta guerra, se firma el Tratado de Shimonoseki, por el que China reconocía la independencia de Corea, que pasaba a estar bajo influencia japonesa, y cedía Taiwán a Japón.

La emperatriz viuda Cixí o Zishí fue una gobernante china que ejerció el poder efectivo desde el año 1861 hasta su muerte en 1908, habiendo desempeñado entre otros el cargo de regente. Su etapa en el poder coincidió con los años de declive de la dinastía Qing o manchú, la última dinastía imperial china. Su nombre de pila era Orquídea, pasando a ser llamada Yehonala (el nombre del clan manchú al que pertenecía) al ser nombrada concubina imperial y más tardíamente se le denominó T´zu Hsi /Cixi (Emperatriz del Palacio Occidental). Cixi fue concubina del emperador Xianfeng. Tras la muerte de éste en 1861, Cixi y la también emperatriz viuda Ci’an, se convirtieron en monarcas regentes en nombre del hijo de Xianfeng, el emperador Tongzhi, que asumiría el poder imperial al alcanzar la mayoría de edad en 1873. Entre 1861 y 1873, las dos emperatrices regentes, asesoradas por el hermano del emperador fallecido, ejercieron el poder imperial de manera conjunta. El joven emperador Tongzhi fallecía dos años después de su mayoría de edad y la emperatriz regente Cixi vulneró las normas establecidas de sucesión al nombrar heredero a su sobrino de tres años de edad. Cixi continuó ocupando la regencia junto a Ci’an. Tras la muerte de ésta en 1881, Cixi pasó a ocupar el poder en solitario.

Cuando su sobrino el emperador Guangxu, alcanzó la mayoría de edad, Cixi se retiró, aunque se mantenía informada de los asuntos de Estado debido a que el emperador se caracterizó por ser un pusilánime con tendencia a la depresión incapaz de gobernar adecuadamente, siendo manejado por pensadores de segunda que estaban protegidos por Japón. Después de la derrota china en la Primera Guerra Sino-japonesa (1894-1895), Guangxu llevó a cabo una serie de reformas en el periodo que se conoció como la “reforma de los cien días“, guiado por ese grupúsculo de pensadores controlados por Japón. En respuesta a estas reformas, Cixi se alió con los poderes militares y con las fuerzas conservadoras para llevar a cabo un golpe de Estado y hacerse de nuevo con el poder. De esta forma, Cixi retomó el poder mientras el emperador Guangxu quedaba confinado en palacio, apartado del poder real. Con todo, las investigaciones históricas más recientes sugieren que emperatriz nunca deseó mal a su sobrino, y que fue él el que se apoyó en la figura de su madre adoptiva para seguir adelante con su tarea.

Un año después de retomar el poder, la emperatriz regente apoyó a las fuerzas que respaldaban la rebelión de los bóxers, una sublevación de carácter conservador y xenófobo, aunque nunca directamente, pues incluso protegió el barrio de las legaciones en Pekín cuando fue atacado por la secta. El problema radicaba en que la mayor parte de la corte manchú apoyaba o incluso formaba parte de los bóxers. Como represalia, las tropas de las potencias extranjeras capturaron Pekín, tras lo cual Cixi aceptó las condiciones de paz impuestas por las potencias extranjeras, aplicando muchas de las reformas institucionales por las que se había enfrentado a su sobrino el emperador. Aunque su poder efectivo se redujo considerablemente tras las derrotas militares frente a Japón y las potencias occidentales, mantendría el control del Imperio hasta su muerte. El emperador Guangxu murió poco antes que ella, según algunos envenenado por órdenes suyas. Cixi ha sido un personaje maltratado por la historiografía occidental, a causa de la defensa férrea que hizo de la monarquía manchú mientras los occidentales y Japón querían tener mayor control sobre el emperador; y por la china, tanto nacionalista como comunista, en su línea de desprecio a todo el pasado imperial chino.

En la actualidad, autores como Pearl S. Buck -en su libro La gran dama- intentan reivindicar su figura y mostrar a una mujer fuerte y segura de sí misma que tuvo que enfrentarse a mil obstáculos. Pero la derrota frente a Japón hizo crecer el desprestigio de la dinastía Qing. El descontento con el gobierno imperial manchú se manifestó en la aparición de numerosos movimientos revolucionarios que pedían la formación de una república. El 10 de octubre de 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang, rebelión contra la dinastía Qing en la actual ciudad de Wuhan, que provoca la Revolución de Xinhai, que acabará con el derrocamiento definitivo del último emperador Qing, Puyi, en 1912. El líder revolucionario chino Sun Yat-sen, al tener noticia del levantamiento de Wuchang, vuelve a China desde Estados Unidos. Aunque Sun llega a ser nombrado Presidente de la República de China, el país se encuentra dividido, dominado por dirigentes locales, y llega a un acuerdo con el destacado militar Yuan Shikai, que controlaba los restos del ejército Qing en el norte, para que éste sea presidente.

La ambición de Yuan Shikai, que llegaría a autoproclamarse emperador en 1915, hace crecer la oposición a éste. China se encontraba aún dividida, y Sun Yat-sen vuelve del exilio para instalarse en Cantón, desde donde dirige el Kuomintang, el partido político que él había fundado. En Cantón, Sun Yat-sen funda la Academia Militar de Whampoa, en la que se formará el ejército que, bajo el mando de Chiang Kai-shek, sucesor de Sun Yat-sen al frente del Kuomintang, conseguirá conquistar gran parte de China y establecer en Nankín la capital de la República de China, cumpliendo la ambición de Sun Yat-sen. Chiang Kai-shek se convierte en presidente de la República y, desde el principio, tendrá que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, el Partido Comunista Chino, a pesar de varios periodos de colaboración con el Kuomintang, lucha por establecer un régimen comunista. Por otro lado, el imperialismo japonés presiona a China. En 1931 Japón conquista Manchuria, y establece allí el estado títere de Manchukuo. En 1937 el ejército japonés inicia una invasión a China.

Durante la invasión japonesa, el gobierno de Chiang Kai-shek abandona la capital Nankín, ocupada por Japón, y se repliega al interior, estableciéndose en la ciudad de Chongqing. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón abandona sus conquistas en Asia, y China recupera Manchuria y Taiwán. Cuando parecía que el gobierno de Chiang Kai-shek podría ya lograr consolidar la estabilidad de la república, el partido comunista organizo una rebelión armada contra el Kuomintang. Éste se convierte en una guerra civil total a partir de 1947. En contra de las previsiones, los comunistas logran vencer al ejército de la República. El gobierno del Kuomintang, junto a parte del ejército y muchos de sus simpatizantes, se va a Taiwán, desde donde confiaba en poder reconquistar el continente. Esta situación, sin embargo, acabaría manteniéndose y la República de China continúa existiendo en la actualidad en la isla de Taiwán.

El 1 de octubre de 1949, el líder del Partido Comunista Chino Mao Tse-Tung proclama la República Popular China desde la puerta de Tian’anmen de la Ciudad Prohibida de Pekín. Mao fue el líder máximo de China hasta su muerte en 1976. Su periodo de gobierno estuvo marcado por profundas conmociones sociales y políticas, como las campañas del Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural. Tras la muerte de Mao, el sucesor elegido por éste, Hua Guofeng, no consiguió consolidar el poder, que acabó en manos de Deng Xiaoping. Deng Xiaoping inició un proceso de reformas económicas y apertura comercial al resto del mundo. Desde entonces, la economía china ha conseguido crecer a un ritmo espectacular. A pesar de estos éxitos económicos, la represión política se manifestó de una manera especialmente trágica en 1989, con la intervención del ejército para acabar con las protestas de la Plaza de Tian’anmen. Tras la muerte de Deng, su sucesor Jiang Zemin mantuvo el poder hasta que entre los años 2002 y 2004 fue sustituido en todos sus cargos por el actual Presidente de la República Popular China Hu Jintao.