La increíble historia de Robert Emenegger ocurrió alrededor del año 1972, durante el gobierno de Richard Nixon.
Para ese entonces, Robert Emenegger era director creativo de la empresa de publicidad Grey Advertising, conocida por haber trabajado para la administración de Nixon y para el Banco de América. Emenegger junto con el productor Allan Sandler habían realizado un film educativo para la marina norteamericana relacionado con el abuso de alcohol y un aviso publicitario de televisión para hacer que el público norteamericano apoyase la construcción de los nuevos transbordadores especiales.Además, el productor Robert Emenegger era amigo de Bob Haldeman, jefe de Gabinete del presidente Nixon y tenía una estrecha relación con varias personas de la administración de Nixon. Esta relación fue tan cercana que el mismo presidente Nixon le llegó a enviar una carta a Emenegger, pidiéndole que le sugiriera nombres de personas que podrían trabajar en su nuevo gobierno. Eventualmente, Robert Emenegger se unió al comité de reelección del presidente Richard Nixon.
Según Emenegger, el primer contacto se realizó en la Base Norton de la Fuerza Aerea. Sandler y Emenegger fueron conducidos a un cuarto sin micrófonos ni cámaras, en el que se reunieron con Paul Shartle, director audiovisual de la Base Norton de la Fuerza Aérea. Paul Shartle les pregunto que pensarían si les contara que una nave extraterrestre aterrizó en la Base Holloman de la Fuerza Aérea y que el suceso fue filmado y la película fue enviada a la Base Norton donde se encontraba el archivo audiovisual de la Fuerza Aerea. Shartle les dijo que siguieran con sus otros proyectos con los militares pero que si estaban interesados en la historia del aterrizaje de los extraterrestres en Holloman que fueran a hablar con un capitán que los pondría en contacto con el Pentágono.
Emenegger y Sandler decidieron aceptar la oferta del Paul Shartle y empezaron a visitar el Pentágono. En esas reuniones, el Coronel de la Fuerza Aérea William Coleman, ex miembro del proyecto “Libro Azul”, y el Comandante de ATIC (Centro de Inteligencia Técnica Aérea) George Weinbrenner le ofrecieron a Robert Emenegger y a Allan Sandler, miles de metros de filmaciones de ovnis y extraterrestres. Las reuniones para definir los detalles del documental tuvieron lugar en la oficina del Coronel Coleman en el Pentágono.
Los productores sostienen que el Coronel William Coleman les dijo que este documental sería auspiciado por el Departamento de Defensa en un intento por mejorar sus relaciones con los norteamericanos después de la Guerra de Vietnam, y que el gobierno estaba preparado para hacer públicos todos los hechos relacionados con la presencia alienígena en la Tierra.En el guión del documental, Emenegger había incluido la secuencia del supuesto aterrizaje extraterrestre en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en 1971, que había sido mencionada por Paul Shartle. De acuerdo con el testimonio de Emenegger, ninguno de los presentes en esas reuniones se inmutó ante este tema.“De hecho, lo acordado era que debíamos revisar el guión del documental con el Pentágono, y ellos tenían el derecho de hacer preguntas u objeciones sobre cualquier tema. Extrañamente, nadie cuestionó el tema del aterrizaje extraterrestre en la Base Holloman de la Fuerza Aérea. Fue como ‘OK’…,no lo podía creer pero dije ‘bueno’ y les seguí la corriente… cualquiera podía haberlo cuestionado, que era lo que yo esperaba. Podían habernos dicho ‘¿de qué están hablando?”
Las autoridades prometieron entregarle lo siguiente a los productores: 800 pies de película con la filmación de un encuentro entre los ocupantes de una nave extraterrestre y oficiales norteamericanos en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en 1971, otras filmaciones de ovnis, y fotos de ovnis tomadas por astronautas de la NASA en el espacio.
Es más, en una entrevista realizada para un especial de History Channel, el productor Emenegger relató que se reunió con George Weinbrenner en su oficina de Wright Patterson para preguntarle sobre la filmación del aterrizaje extraterrestre en la Base Holloman. Pese a todo lo sucedido, Emenegger aún no podía creer que esa filmación fuera una realidad. Weinbrenner en lugar de responderle le alcanzó un libro abierto en el que se leía “Para mi gran amigo Georges Weinbrenner, de Allen Hynek”. El libro era sobre ovnis.
Tratando de confirmar el aterrizaje extraterrestre en Holloman, Emenegger fue a la oficina de su amigo Bob Haldeman en la Casa Blanca, el jefe de Gabinete del presidente Nixon, y le hizo la misma pregunta. La respuesta de Haldeman fue clara: “Bueno, he escuchado algo, pero no sé.”
Robert Emenegger no creía en la existencia de seres extraterrestres antes de esta experiencia, pero lo que vio y experimentó durante estas reuniones cambió su punto de vista radicalmente.
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