El primer europeo conocido, un niño de 10 años que vivió en lo que hoy es Orce (Granada) hace 1,4 millones de años, no podía imaginar la polémica que generaría su muela de leche fósil en el año 2013.
Apenas 20 días después de la publicación del hallazgo en Journal of Human Evolution, el editor de esta revista ha decidido “una retirada temporal” del estudio científico del diente del niño de Orce.
La editorial, Elsevier, anuncia una nueva versión “lo antes posible”, en la que “especificará la razón de la retirada o se restablecerá el estudio”. Cuando parecía que la maldición de Orce se había acabado, vuelve con fuerza.
La causa de la retirada del estudio es una carta enviada por el geólogo Luis Gibert al editor de la revista especializada en evolución, según explica él mismo a Materia. Luis es hijo de Josep Gibert, el investigador que en 1982 creyó encontrar en Orce un fragmento de cráneo de un humano que habría vivido hace 1,5 millones de años. Posteriormente, casi con cuentagotas, todos los científicos que defendían la humanidad de aquel cráneo se fueron bajando del burro, primero atribuyéndolo a un caballo y ahora a una cierva u otra hembra de rumiante. Gibert padre se quedó solo. Muchos de los autores del reciente estudio sobre la muela de Orce han renegado en años pasados de los estudios inconsistentes de Gibert, descubridor de los yacimientos.
Yacimiento de Barranco León, en el que apareció la muela de leche / Jordi Mestre/IPHES
Uno de los investigadores cree que se debe a una “guerra personal” del hijo de Gibert
Ahora, su hijo se ha quejado al editor del Journal of Human Evolution de que estos autores no hayan citado en su estudio de la muela de leche ningún estudio anterior de Josep Gibert. “Mi padre publicó en 1999 el hallazgo en Orce de una muela humana de 1,25 millones de años que ha sido completamente ignorada en este nuevo estudio”, critica. También lamenta que no se citen otros trabajos de su padre sobre las herramientas de piedra halladas en el yacimiento de Barranco León, el mismo en el que apareció la muela de leche del niño de 1,4 millones de años.
Según uno de los firmantes del último estudio, el paleontólogo Paul Palmqvist, de la Universidad de Málaga, el editor de Journal of Human Evolution simplemente les ha solicitado que incluyan alguna mención a esos estudios anteriores de Josep Gibert para volver a publicar una versión completa en la revista. Palmqvist lo lamenta. “Aquel supuesto diente humano de 1999 no es en absoluto un fósil concluyente. Es un fragmento de esmalte dental que, en mi opinión, perteneció a un hipopótamo”, asegura.
Publicada en una “hoja parroquial”
Aquella muela de 1999, que evidentemente no es la misma que la publicada ahora en 2013, se presentó en la revista Human Evolution a secas, hoy desaparecida. Esta publicación no tiene ninguna consideración en la comunidad científica. El hijo de Gibert, que es geólogo en la Universidad de Barcelona, asegura por teléfono que uno de los mayores expertos mundiales en dientes fósiles, José María Bermúdez de Castro, le confirmó a su padre la humanidad de la muela. Bermúdez de Castro, codirector de los yacimientos de Atapuerca, lo niega rotundamente. “No es humano en absoluto”, manifiesta. A su juicio, la revista Human Evolution era “una revista de sexta fila, una hoja parroquial en la que colaba todo”. Este investigador se muestra “sorprendido” por la retirada temporal del estudio sobre la muela de leche de 1,4 millones de años.
Palmqvist cree que la polémica se debe a que Luis Gibert se ha tomado la excavación de los yacimientos de Orce como una “guerra personal”. Gibert hijo solicitó a la Junta de Andalucía un permiso de excavación, que le fue denegado, en favor de los investigadores de la muela de leche. “Yo sólo pido que se respete la memoria de mi padre. Yo ya sé que jamás excavaré en Orce”, asegura lacónico.
» Referencia del estudio retirado temporalmente (Journal of Human Evolution)
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