Uno de los libros prohibidos más extraños del siglo XX es el Codex Seraphinianus, compuesto por el artista italiano Luigi Serafini; una especie de enciclopedia visual sobre un mundo enigmático, desconocido, escrito en una lengua intraducible.
Las 360 páginas del Codex Seraphinianus fueron compuestas a lo largo de treinta meses extenuantes, entre 1976 y 1978.
El libro se divide en dos secciones y once capítulos. La primera parte parece brindar detalles sobre la flora, fauna y física de un planeta desconocido. La segunda narra la historia de su pueblo.
El libro se divide en dos secciones y once capítulos. La primera parte parece brindar detalles sobre la flora, fauna y física de un planeta desconocido. La segunda narra la historia de su pueblo.
Una mirada despojada de incentivos esotéricos objeta el carácter sobrenatural del libro, señalando que sus imágenes son una suerte de revisionismo surrealista de nuestro propio mundo.
No obstante, las imágenes de Codex Seraphinianus son demasiado extrañas para incluirlas en un estilo determinado; son, en toda regla, una visión inquietante de aquello que no tiene sentido, y que a causa de eso tal vez podría existir en algún rincón inaccesible del universo.
No obstante, las imágenes de Codex Seraphinianus son demasiado extrañas para incluirlas en un estilo determinado; son, en toda regla, una visión inquietante de aquello que no tiene sentido, y que a causa de eso tal vez podría existir en algún rincón inaccesible del universo.
Mapas insólitos, geografías imposibles, máquinas orgánicas unidas por filamentos que parecen tentáculos, rostros semihumanos de rasgos bestiales; todo ello es parte intrínseca del Codex Seraphinianus.
Su escritura, por cierto, es aún más extraña. Parece seguir algún viejo sistema semita, por el cual algunas letras solo aparecen al principio o al final de determinadas palabras.
El idioma del Codex Seraphinianus, si cabe llamarlo de ese modo, ha desafiado los intentos de los mejores lingüistas del mundo, entre ellos Allan Wechler e Iván Derzhanski, quienes afirman haber roto el código secreto en la numeración de páginas.
El idioma del Codex Seraphinianus, si cabe llamarlo de ese modo, ha desafiado los intentos de los mejores lingüistas del mundo, entre ellos Allan Wechler e Iván Derzhanski, quienes afirman haber roto el código secreto en la numeración de páginas.
En un concilio de la Sociedad de Bibliófilos de la Universidad de Oxford celebrada en 2009,Luigi Serafini afirmó que no hay un significado oculto en el Codex Seraphinianus; y aún más, que su escritura le fue sugerida desde afuera, es decir, una suerte de escritura automática.
En otros foros Serafini sostuvo que su intención era regalarle al lector las mismas sensaciones de un niño que aún no sabe leer frente a un libro común y corriente.
En otros foros Serafini sostuvo que su intención era regalarle al lector las mismas sensaciones de un niño que aún no sabe leer frente a un libro común y corriente.
Sea cual sea el origen del Codex Seraphinianus, una obra dictada por esferas ignotas o la creación artística de un genio subliminal, el libro roza las fronteras de lo extraño y lo macabro con toda la potencia de los viejos arcanos.
Lo grotesco y lo perturbador se entrelazan con visiones de gracias y belleza, de un modo que podríamos calificarlo como una Oda al Caos, una valoración de lo inarmónico, una glorificación de lo incomprensible.
Sin haber tenido la ocasión de observar de primera mano el libro, sospecho que el Codex Seraphinianus podría describirse como una tentativa de racionalizar lo imposible.
Fuente: http://elespejogotico.blogspot.com.es/2012/08/codex-seraphinianus-libro-imposible.html
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