A diferencia de los años anteriores, los drones han sufrido una drástica reducción en el presupuesto del Pentágono del año fiscal 2014. La misma suerte le han deparado los recortes al ambicioso programa de sensores dedefensa antimisiles, Precision Tracking Space System (sistema espacial de seguimiento de precisión). Son recortados o desechados los proyectos sobre la nueva generación de misiles para el sistema de defensa antiaéreo Aegis, sobre helicópteros ligeros para el ejército, sobre municiones para la Infantería de Marina, etc.
Aun así, varios sistemas de armas siguen siendo una prioridad, indica el portal Wired. Son estas:
Vehículo de combate anfibio
AFP Pornchai Kittiwongsakul
Los infantes de marina realmente quieren un tanque flotante, un vehículo que les pueda transportar desde su buque de desembarco a una costa bajo fuego enemigo. Su actual versión fue desarrollada en los años 70 del siglo pasado. Pero aunque los sobrecostes mataron este proyecto en 2011, casi inmediatamente los marines volvieron a los tableros de dibujo. Para el programa denominado Vehículo de Combate Anfibio el nuevo presupuesto de I + D del Pentágono solicita 137 millones para el año fiscal 2014, en comparación con los 95 millones del año pasado y los 37 millones de hace dos años.
Caza de combate F-35 Joint Strike Fighter
No hay grandes sorpresas en lo que se refiere a las tres versiones de este caza furtivo: los modelos para la Fuerza Aérea, para la Marina de Guerra y para el Cuerpo de Infantes de Marina todavía no están logrados. Anunciado como el avión más avanzado jamás concebido, es también el programa de armasmás costoso en la historia. En total, el Pentágono propone gastar 8.400 millones en su desarrollo y en la adquisición de aparatos F-35: 19 para la Fuerza Aérea, 6 para el Cuerpo de Infantes y 4 para la Marina de Guerra. En total, es algo menos que los 9.100 millones que quería para el presupuesto del año pasado aunque, con todo y con eso, se trata del mayor gasto del presupuesto previsto por el Pentágono.
El avión de lucha electrónica EA-18G Growler
A la Marina le encanta la versión de guerra electrónica del cazabombardero embarcado F/A-18F Super Hornet, que debutó en combate en la campaña contra Libia hace dos años. Durante los últimos dos años, el Pentágono quería 12 aviones de lucha electrónica pero ahora pide 2.010 millones para 21.
Submarinos SSN-774 clase Virginia
Sigiloso y capaz de operar cerca de las costas, este submarino nuclear multifuncional se desplaza a gran velocidad y cuenta con modernos sonares. Además, la Marina piensa usarlos para transportar a comandos a sus destinos de campaña. La financiación solicitada para sumergibles clase Virginia se ha elevado este año a 5.400 millones para adquirir dos barcos, frente a los 4.200 millones del año pasado y los 4.790 millones de hace dos.
Buque de Combate Litoral
wikipedia.org
Junto con los sumergibles clase Virginia, se trata de otra nave de combate cerca del litoral, pero de superficie, siendo considerado además el ‘buque insignia’ del presupuesto de la Armada a corto plazo. De los ocho buques y submarinos de la Marina cuya construcción está prevista para este año, cuatro de ellos son buques de combate litoral, mientras que para 2018 planea comprar diez más. Todo ello encaja con la pronta llegada de la nave de combate litoral a Singapur en su misión inaugural.
La nave es cara, y aunque desplaza menos que las fragatas lanzamisiles, es capaz de cumplir misiones de pequeño transporte de asalto con una cabina de mando y cuenta con un hangar bastante grande para trasladar dos helicópteros. Dispone de una plataforma modular para ser reconvertido en dragaminas, buque de guerra antisubmarina y de combate en superficie, etc. La Armada está pidiendo 2.380 millones de dólares para este año, algo más que los 2.330 del año pasado.
Red inalámbrica en campo de batalla.
El ejército tardó casi una década en desarrollar esta novedosa red inalámbrica de transferencia de datos a los soldados en movimiento (‘Warfighter Information Network’ o WIN-T). Ahora está en uso como un programa piloto en Afganistán. El dispositivo a través del cual se realizará la comunicación es un teléfono móvil Motorola Atrix con una versión modificada del sistema operativo Android. La recopilación y el intercambio de datos entre los soldados y, en caso de ser necesaria, su transferencia a los altos mandos militares, es la tarea principal de la WIN-T.
El Ejército contempla esta red entre sus prioridades de adquisición, aunque importantes círculos del Senado no están convencidos del todo. El nuevo presupuesto del Ejército solicita casi 1.280 millones dólares para apoyar y ampliar la red WIN-T, un poco más que los 1.230 millones dólares del año pasado.
Fuente: RT
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