sábado, 4 de mayo de 2013

Imponen a Portugal el despido de 30.000 funcionarios, recortes de pensiones y más horas de trabajo, y Los sindicatos alemanes acusan a Merkel de arruinar al sur de Europa


El Gobierno de Portugal anunció este viernes nuevos recortes sociales que incluyen el despido de 30.000 funcionarios, recortar las pensiones, retrasar un año la jubilación y ampliar, de 35 a 40, las horas semanales de trabajo en los empleados públicos.

El primer ministro luso Pedro Passos Coelho explicó el nuevo paquetazo neoliberal en una alocución al país en la que cifró en 4.800 millones de euros los recortes que se producirán hasta 2015 para acontentar a la llamada Troika, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

Passos Coelho ha indicado que si bien la edad legal de jubilación continuará siendo de 65 años, ha matizado que para recibir la pensión completa, los trabajadores del sector público y privado tendrán que trabajar hasta los 66 años.

Además, los funcionarios deberán trabajar 5 horas semanales más, lo que significará que pasarán de las 35 a las 40 horas trabajadas a la semana.

Movimientos sociales, sindicatos y partidos de izquierda acusan a Passos Coelho de atentar contra los intereses de la clase trabajadora lusa que está viendo como día tras día se deterioran sus condiciones de vida y se pierden derechos laborales logrados durante décadas.

Además, advierten que los Gobiernos neoliberales y la Troika usan la deuda como mecanismo de chantaje y sometimiento de los pueblos, ofreciendo préstamos millonarios que esclavizan por generaciones a los países del sur de Europa y que terminan con su soberanía nacional.


Los sindicatos alemanes acusan a Merkel de arruinar al sur de Europa

Angela Merkel, canciller de Alemania
El pasado 1 de mayo centenares de miles de personas participaron en manifestaciones convocadas a lo largo y ancho de Alemania para conmemorar el día del trabajador. El responsable del poderoso sindicato metalúrgico IG-Metall, Berthold Huber, aprovechó la ocasión para exigir un programa de inversiones públicas para Europa y tachó de "inhumano" que "los recortes se sigan haciendo sobre la espalda de los parados, los enfermos y los ancianos".

Según los sindicatos, unas 425.000 personas, algo más que en la pasada edición, acudieron a las movilizaciones organizadas bajo el lema: "Primero de mayo: nuestro día - Buen trabajo, pensión segura, Europa social". "El gran número de participantes envía una clara señal en este año electoral 2013: no se pueden ignorar los asuntos sindicales y las reivindicaciones de las trabajadoras y los trabajadores", aseguró por su parte, en Berlín, Michael Sommer, presidente de la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB).

Por lo tanto se puede afirmar que las protestas sindicales en Alemania no olvidaron, pese a la sólida situación macroeconómica del país y la baja tasa de desempleo, la recesión que lastra a gran parte de la zona del euro, y en particular a los países de su periferia.

En cualquier caso, las organizaciones de los trabajadores germanas también tienen sus propias reivindicaciones que hacer en casa. Casi 50.000 trabajadores alemanes de más de un centenar de empresas diferentes provenientes de las áreas metalúrgica y electrónica entraron en huelga un día después de esta convocatoria, el jueves, para presionar a los empleadores a que mejoren su oferta salarial.

IG-Metall, que es el mayor sindicato de trabajadores industriales del país, está reclamando aumentos salariales de hasta el 5,5% para unos 3,7 millones de empleados a partir de mayo. Hasta el momento, ha rechazado una oferta de incrementar los salarios un 2,3% desde julio tras dos meses sin alza, que es la oferta propuesta desde la industria. "No es suficiente. IG-Metall espera una oferta que nos permita llegar a un acuerdo. Es por eso que aumentaremos nuestra presión", dijo Huber.

Un alza en los salarios de los trabajadores alemanes podría brindar cierto respiro a los estados de la zona del euro en problemas al mejorar la demanda doméstica y, por lo tanto, las importaciones. Eso ayudaría a Alemania a mostrar que está haciendo su parte para impulsar el crecimiento en la región.

Por su parte, el Gobierno español ha supeditado la bajada de la tasa de paro en los próximos años a la aplicación de una "importante" moderación salarial, de modo que el incremento anual de los salarios, tanto de los trabajadores del sector privado como de los funcionarios públicos, no supere el medio punto hasta el año 2016. Así lo señala en su actualización del Programa de Estabilidad, donde pronostica que la tasa de paro flexionará a la baja ya desde 2014 y con mayor intensidad a partir de 2015. 

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