Los apócrifos que han llegado hasta nuestros días son reproducciones hechas en tiempos disímiles. Solamente se han conservado copias, igual que los canónicos. Cuando en una Biblia dice “traducción teniendo a la vista los textos originales”, se está haciendo referencia a copias relativamente antiguas. Nada más.
Téngase bien claro, no existen originales de la Biblia, ni canónicos ni apócrifos. Todos se han perdido. Sólo existen pedacitos de papiros dispersos del Nuevo Testamento. Todos estos fragmentos son después del año 200.
Antes no hay nada de nada. Mencionemos algunos de los trozos de papiro supuestamente del año 200 (ojo: pueden ser más recientes, pero no más viejos, y quien sabe si en lugar de ser copias, sean en verdad los originales. Eso implicaría que la Biblia se escribió más tarde de lo que se pensaba.
Extractos de papiros bíblicos encontrados:
• P52: Contiene el versículo 18:31 del evangelio de Juan. Encontrado en Egipto.
• P64, P67 y P77: Son versículos de Mateo.
• P66: Algunos versículos de Juan.
• P75: Evangelio de Juan y algo del de Lucas.
• P32 y P46: Epístolas de Pablo
• P98: Algo del Apocalipsis.
• Pergamino 0189: Fragmentos de Hechos.
• P45, P46 y P47: (papiros Chester Beatty) Por primera se encuentra Hechos y las Cartas de Pablo juntos con partes de los cuatro evangelios. Data del año 300.
A partir del siglo III, proliferan las copias sueltas de los 27 textos neotestamentarios. Pero las versiones casi completas más antiguas que han sobrevivido del Nuevo Testamento pertenecen al siglo IV (¡y contienen apócrifos que los sacaron!) son el códice Sinaítico y el códice Vaticano, que están cuidados como oro en el Museo Británico y el Museo Vaticano respectivamente.
Soporte material
La arqueología bíblica ha encontrado copias en papiro, pergaminos y en códices. ¿Cuál es la diferencia? El papiro son hojas de la planta papiro engomadas. Son muy frágiles. En cambio, el pergamino es más resistente porque está hecho de cuero. Cuando los papiros o pergaminos se enrollaban se denominan “rollos”.
Se dice que éstos manchaban las manos por la tinta que botaban. Cuando los escritos se cosían en forma de libros encuadernados (ya sean papiros o pergaminos) se les llamaba “códices” (codex). Los escritos de la Biblia se empezaron a juntar primero en rollos y luego en códices.
Se dice que éstos manchaban las manos por la tinta que botaban. Cuando los escritos se cosían en forma de libros encuadernados (ya sean papiros o pergaminos) se les llamaba “códices” (codex). Los escritos de la Biblia se empezaron a juntar primero en rollos y luego en códices.
Versiones y tensiones
Los apócrifos y los canónicos neotestamentarios están escritos en griego popular (koiné), que era el idioma comercial de la época, como decir el inglés ahora. También hay inserciones en arameo, la lengua que hablaba Jesús (dialecto regional hebreo de ese tiempo). Más adelante, los apócrifos fueron traducidos al latín y luego a idiomas orientales como el copto (egipcio cristiano), siríaco (que se parece al arameo), etíope, armenio, árabe y eslavo.
Circularon clandestinamente por toda la Edad Media. ¿Por qué? Los apócrifos al no estar dentro del canon (que fue un canon cambiante durante siglos, ojo), se traducían más rápidamente a las lenguas vernáculas sin tanto protocolo.
Circularon clandestinamente por toda la Edad Media. ¿Por qué? Los apócrifos al no estar dentro del canon (que fue un canon cambiante durante siglos, ojo), se traducían más rápidamente a las lenguas vernáculas sin tanto protocolo.
Paradójicamente, las copias orientales de los apócrifos por ser informales y subrepticias, sobrevivieron a la monstruosidad negra de la Inquisición. Y hoy son las copias apócrifas más fieles y menos censuradas que tenemos, puesto que tuvieron menos roce con la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Aquí hay que hacer una salvedad.
Las traducciones orientales apócrifas por el hecho de estar más libres y sin el corset del status quo católico, se contaminaron con las leyendas y tradiciones propias del lugar. Esa es la razón por la que muchos apócrifos parecen extraídos de las páginas de “Las Mil y una Noche”. Eso no quiere decir que no tengan un fondo de verdad.
Las traducciones orientales apócrifas por el hecho de estar más libres y sin el corset del status quo católico, se contaminaron con las leyendas y tradiciones propias del lugar. Esa es la razón por la que muchos apócrifos parecen extraídos de las páginas de “Las Mil y una Noche”. Eso no quiere decir que no tengan un fondo de verdad.
¿Sabía usted que las Biblias orientales incluyen apócrifos prohibidos por la Iglesia Católica? Los cánones bíblicos difieren según la Iglesia que sean: católica, protestante, griega, copta, nestoriana, armenia o etíope. Así, en la Bíblia armenia encontramos Corintios 3, en la copta a Clemente 1 y 2, en la etíope hayamos agregado el famoso Libro de Enoc, entre otros más. ¿Por qué la Iglesia católica no incorpora esos apócrifos en su Biblia como lo hace la Oriental? ¿Les faltan cojones?
¿Cuál fue su base de datos?
¿De donde obtuvieron los escritores bíblicos la información para hacer sus libros? ¿Del Espíritu Santo? Ya, pero eso es una metáfora, ¿no es cierto?, porque no creo que una paloma de verdad se ponga a hablar en el oído de nadie, aunque todo puede suceder en el mundo mágico de la Biblia. Fuera de bromas. ¿Cómo se crearon los evangelios? Después que murió Jesús, sus discípulos se pusieron a contar su historia. Eran testigos presenciales.
Así, de boca en boca, trasmitidas oralmente empezaron a conservarse y enriquecerse las tradiciones sobre un Mesías que hacía maravillas. Al pasar el tiempo, se dieron cuenta que mejor era dejar por escrito esas maravillas para que no fueran olvidadas y pasaran así a la posteridad (Lucas 1:1-4).
Así, de boca en boca, trasmitidas oralmente empezaron a conservarse y enriquecerse las tradiciones sobre un Mesías que hacía maravillas. Al pasar el tiempo, se dieron cuenta que mejor era dejar por escrito esas maravillas para que no fueran olvidadas y pasaran así a la posteridad (Lucas 1:1-4).
Entonces se elaboró una lista esquemática de los hechos, milagros y frases de Jesús, pero sin hilo conductor. Sólo una colección de logias (dichos) sueltas sin atar cabos. Así han deducido los estudiosos la existencia de la Fuente Q (de quelle que significa “fuente” en alemán), también denominada “Logia”. Se piensa que los escritores de Marcos (¿por qué pensar que fue un solo escritor?) se basaron en esta fuente. Luego Mateo y Lucas tomaron de Marcos porque se han hallado incontables hechos en común entre ellos.
De 662 versículos de Marcos, 406 son comunes a Mateo y Lucas. Esa es la razón que a Mateo, Marcos y Lucas se les conozca como los “evangelios sinópticos”. Parece que Juan bebió de otra fuente, que los expertos han bautizado con el nombre de “Evangelio de los Signos”. El historiador cristiano Eusebio de Cesárea habla una “Logia” que se perdió. Algunos creen que esa logia perdida (fuente Q) es el Evangelio de Tomás.
De 662 versículos de Marcos, 406 son comunes a Mateo y Lucas. Esa es la razón que a Mateo, Marcos y Lucas se les conozca como los “evangelios sinópticos”. Parece que Juan bebió de otra fuente, que los expertos han bautizado con el nombre de “Evangelio de los Signos”. El historiador cristiano Eusebio de Cesárea habla una “Logia” que se perdió. Algunos creen que esa logia perdida (fuente Q) es el Evangelio de Tomás.
De otro lado, paralela a la fuente escrita, siguieron circulando las tradiciones orales sobre el Nazareno y recién en siglos posteriores se plasmaron en formato escrito. Existieron tradiciones sobre Jesús de viva voce, más allá de las Escrituras. A pesar de la oposición de la sóla scriptura, movimiento que propugnaba que sólo lo que estaba en la Biblia era verdadero. Las tradiciones orales tardías serían el origen indudable de muchos apócrifos. La discusión continúa hasta nuestros días.
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