Valiosísima información y muy bien contada de muchas cosas que te sonarán pero que cae, en la última parte, en el mismo error que está denunciando: la dualidad.
Como muchos new age, confunden la mente con la ilusión y así, acaban tirando “el bebé con el agua sucia de la bañera”; es decir, al darse cuenta de que la mente está llena de basura (programada desde los medios), deciden tirarla ENTERA a la basura cuando lo cierto es que la mente y su herramienta, el pensamiento, es la herramienta para obrar en el mundo de las tres dimensiones.
Es decir, que, SIN SER CONSCIENTES DE ELLO, los productores del vídeo acaban alentando la dualidad: “la mente es mala pero los sentimientos son buenos” (cuando también puede haber malos sentimientos, por supuesto). Una cosa es la mente descontrolada y otra muy distinta, la mente clara.
También el documental crea la ilusión de que las circunstancias externas pueden no afectarte cuando lo cierto es que funcionamos en red y, por tanto, todos nos afectamos energéticamente unos a otros (otra cosa es que seamos capaces de disminuir ese daño). Igualmente, confunden la consciencia de la realidad con la sumisión a la realidad establecida, incitando indirectamente a la pasividad, como es habitual en el discurso new age.
Lo dicho: muy buena y profunda información pero demasiado extremista algunas veces la interpretación que hacen de la misma, y mucho cuidado con la cuarta parte porque si no utilizáis el discernimiento os volveréis unos fanáticos new age. De cualquier modo, el vídeo es sumamente valioso, lleno de matices y de pensamientos elevados, muy apto para organizar un debate en torno a él pues llega más lejos que casi todo lo que hubiéramos visto hasta el momento.
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