El Vaticano abrió el martes al público los frescos recientemente restaurados de las Catacumbas de Priscila, conocidos por alojar la imagen más antigua que se conoce de la Virgen y el Niño, así como pinturas que según algunos observadores muestran a sacerdotisas de los primeros años de la Iglesia.
El cardenal Gianfranco Ravasi, ministro de Cultura de la Santa Sede, presidió la apertura del “Cubículo de Lázaro”, una diminuta cámara mortuoria con imágenes de escenas bíblicas del siglo IV, los apóstoles Pedro y Pablo, y uno de los primeros romanos enterrados en las estructuras similares a literas de las catacumbas, como era común en la antigüedad.
El cementerio laberíntico que se extiende por kilómetros bajo la zona norte de Roma es conocido como “La reina de las catacumbas” porque incluye las criptas de Papas y un pequeño y delicado fresco de la Madonna dando pecho a Jesús, que data del años 230 al 240 D.C., la imagen más antigua que se conozca de la Virgen con el Niño.
Aún más sorprendente es que la catacumba muestra dos escenas en las que, según los defensores del movimiento de ordenación de mujeres, aparecen sacerdotisas: uno en la Capilla Griega color ocre, que muestra a un grupo de mujeres celebrando un banquete, presumiblemente el banquete de la Eucaristía.
El otro es un fresco en una cámara mortuoria ricamente decorada con una mujer vestida con un ropaje que parece sotana y con las manos en la posición usada por los sacerdotes para la oración pública.
La Asociación de Sacerdotisas Católicas Romanas, que incluye a mujeres que han sido excomulgadas por el Vaticano por participar en supuestas ceremonias de ordenación, sostiene las imágenes como evidencia de que hubo sacerdotisas en los primeros años de la Iglesia y que por lo tanto debería haber mujeres oficiando misa en la actualidad. Fabrizio Bisconti, el superintendente de la comisión de arqueología sagrada del Vaticano, dijo que esa lectura de los frescos era “pura leyenda y fábula”.
Aunque la guía oficial de las catacumbas dice que hay “una clara referencia al banquete de la sagrada comunión” en el fresco, Bisconti aclaró que la escena del banquete no era una eucaristía sino un banquete fúnebre, y que, a pesar que hay mujeres presentes, no estaban celebrando misa. Bisconti declaró que el fresco de la mujer orando con las manos en alto era solo eso, una mujer orando. “Hay lecturas del pasado que son sensacionalistas, pero no son confiables”, sentenció.
Asimismo, al preguntarle sobre esas escenas a Ravasi, dijo desconocerlas y refirió las dudas a Bisconti. El Vaticano ha restringido el sacerdocio a los hombres argumentando que Jesús eligió sólo a hombres como sus apóstoles. Las catacumbas de Priscila llegarán al mundo digital gracias a Google Maps que creará un tour virtual disponible para todo público.
Fuente: mystery planet
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