Restos de puntas de piedra de lanzas arrojadizas, descritas en un nuevo trabajo de investigación, son tan antiguas que en realidad son anteriores a los primeros fósiles de nuestra especie en 85.000 años.
Hay un par de posibles consecuencias, y ambas son alucinantes. La primera es que nuestra especie podría ser mucho más antigua de lo que previamente se pensaba, lo que cambiaría para siempre el árbol genealógico humano existente.
La segunda, y más probable en este momento, es que una especie antecesora era extremadamente astuta e inteligente e hizo herramientas sofisticadas mucho antes de que el Homo sapiens surgiera.
El Homo heidelbergensis, también conocido como Hombre de Heidelberg, vivió en África, Europa y Asia occidental, desde hace al menos 600.000 años. Él claramente se movió bastante, y muchos piensan que esta especie es el antepasado directo del Homo sapiens en África y de los neandertales en Europa y Asia.
Una muestra de puntas de piedra de Gademotta, las cuales exhiben características micro y macrofracturas indicativas de ser usadas en lanzas arrojadizas.
El nuevo trabajo, publicado en el último número de PLoS ONE, se centra en las puntas de piedra para lanzas recientemente identificadas, las cuales datan de hace 280.000 años. Fueron encontradas en un yacimiento de la Edad de Piedra etíope conocido como Gademotta.
Yonatan Sahle (izquierda), un investigador postdoctoral del Centro de Investigación de la Evolución Humana en la Universidad de California, Berkeley, y su equipo, analizaron los artefactos.
Determinaron que las lanzas se hicieron a partir de obsidiana encontrada cerca del lugar. Los fabricantes de las mismas tuvieron que diseñar la forma puntiaguda de las cabezas de dichas lanzas y sus mangos. A continuación, fue necesario unir las puntas firmemente a tales mangos. Incluso hoy en día todo esto requeriría de habilidad, concentración y múltiples pasos.
¿Podría acaso un especie de Steve Jobs, dentro del Hombre de Heidelberg -como innovador de su conjunto de herramientas-, haber llegado a elaborar esta útil punta de lanza y su proceso de producción?
"Posiblemente", dice Sahle.
"Los avances tecnológicos no necesariamente se asocian con cambios anatómicos (entre las especies Homo)", dijo. "Los avances podrían haber empezado antes".
Por tanto, la inteligencia necesaria para crear tales herramientas podría haber precedido a nuestro actual tipo de cuerpo. En base a las recreaciones que he visto del Hombre de Heidelberg (y Mujer de Heidelberg), sí se parecen mucho a nosotros. Se sabe que eran bastante altos y musculosos.
Foto: Localización y estratigrafía del yacimiento de Gandemotta.
En cuanto a por qué semejantes herramientas innovadoras de este período sólo se conocen en este sitio de Etiopía, Sahle tiene algunas ideas.
"Primero, las materias primas de alta calidad se encontraban cerca, así que las mismas podrían haber permitido una plena expresión de las capacidades tecnológicas", dijo.
"En segundo lugar, una mayor población existía en este enclave", continúa. Con más individuos alrededor, habría habido una mayor oportunidad para la difusión de ideas innovadoras. Si había de hecho una especie de Steve Jobs en el grupo, podría haber influido en más individuos e incluso haber creado una suerte de línea de montaje prehistórica de lanzas.
"En tercer lugar, hubo un gran lago aquí", añade Sahle. "Puede ser que el mismo haya atraído ocupaciones estables en su seno, alimentando aún más los avances tecnológicos".
Todavía no está claro que los seres humanos prehistóricos cazaran con lanzas. Una mezcolanza de restos de animales fue hallada en el lugar, pero los investigadores no han sido capaces de analizarlos todavía.
Lo que está claro es que las lanzas eran arrojadas desde cierta distancia a la presa, en lugar de ser empujadas hacia las víctimas, al estilo neandertal.
Publicado por Guillermo Caso de los Cobos el noviembre 18, 2013 a las 4:30pm
Fuente: Discovery News | Jennifer Viegas | 13 de noviembre de 2013 (Traducción de G.C.C. paraTerrae Antiqvae)
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