El economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, opina que tras cinco años de crisis, la economía mundial va a entrar en su última etapa, “un devastador tornado” en los mercados emergentes y el doloroso proceso de reformas políticas y monetarias.
Según la teoría de Jacobsen, todas las crisis económicas se desarrollan de acuerdo con el mismo escenario. La economía vive cuatro etapas sucesivas de una crisis y a continuación, empieza a regresar a la normalidad. Actualmente, la economía mundial está experimentando la tercera etapa de la crisis. Jacobsen indicó en una entrevista al portal ruso Finmarket que la cuarta etapa de la crisis ya será el comienzo de la finalización de un gran ciclo de crisis.
El primer paso de la crisis actual fue la crisis bancaria en EE.UU. El segundo fue la crisis de deuda en Europa. Ahora comenzó la recesión en los mercados emergentes, que afecta, entre otros, a Rusia. Esta crisis en los mercados emergentes, predice el economista, terminará con una grave devaluación generalizada.
Hasta 1973, existió el sistema mundial de estándar de oro, pero luego entró en vigor la estrategia de la inflación objetivo (‘inflation targeting’) según la cual el banco central proyecta una tasa de inflación y luego trata de dirigir la inflación real hacia la meta propuesta.
Jakobsen señaló que el sistema económico global se enfrenta en 2014 a ciertos riesgos. El primer riesgo es la desaceleración de Asia, seguida por la de toda la economía mundial. Este proceso ya está ocurriendo: la economía de China se ha desacelerado del 10% al 7%, la de Indonesia, del 7% al 4%.
El economista indica que esta etapa de la crisis actual le recuerda a los hechos de los años 1997-1998 en Asia y Rusia, así como a la crisis en Europa en 2002. Ante la desaceleración del crecimiento y los problemas en el mercado de divisas, los países están poniendo en práctica una estrategia de aumento de las tasas de interés. Pero esta estrategia ralentiza aún más el crecimiento económico y obstaculiza las reformas.
El segundo riesgo tiene que ver con las consecuencias del estímulo activo de la economía por parte de los bancos centrales. El estímulo por la emisión de una gran cantidad de moneda y la desaceleración del aumento económico generó un “monstruo”, la ‘exportación’ de la deflación. Los precios de los productores en China caen, los beneficios de las compañías disminuyen, lo que conduce a incumplimientos y provoca la posibilidad de una crisis bancaria. Jacobsen asegura que ya no se puede evitar este problema en Europa ni en cierta medida en EE.UU.
En Europa, se observa más claramente la división entre el norte y el sur. En EE.UU., aumenta la brecha entre los ricos y los pobres. Los países en desarrollo prestan demasiado dinero, y este proceso está fuera de control. Los bancos centrales están luchando con la inflación, y no contribuyen a la introducción de reformas, mientras que los gobiernos están tratando de proteger sus monedas a través de tasas más altas de interés.
El economista concluye que los países están atrapados en “el modo de espera” y el precio de este tiempo perdido sin deseo de hacer ningún cambio es la pérdida de oportunidades para mejorar la situación.
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