Si usted es diputado raso, sepa que, según el actual reglamento que rige en las Cortes españolas podrá gozar de unas vacaciones que superan a las de un escolar. Semana Santa de 18 días, navidades de más de mes y medio y un verano como el de un párvulo estudiante. |
“Ser político hoy en día, se esté o no en el poder, es un lujo que no podemos permitirnos el resto de los mortales. Si su hijo llega y le dice: ‘¡Mamá, quiero ser político!’, no le haga cambiar de idea, su futuro está asegurado.”¿Cuántos políticos no han trabajado nunca en el sector privado? ¿Cuál es la familia que lleva ciento cuarenta años en el poder? ¿Qué político ha enchufado a doscientos familiares y amigos? ¿Quién es el que acumula más cargos? ¿Saben nuestros diputados qué es el CO2? ¿Cuál es la pregunta más estúpida que ha hecho un político en una cámara? ¿Dónde acaban los políticos cuando dejan de ser políticos? ¿Quién dijo: ‘Estoy en política para forrarme’? ¿Sabe cuántos retratos de políticos ha pagado con sus impuestos? ¿Qué carrera garantiza un puesto en la vida política? Abra este libro y compruébelo usted mismo”, así arranca el libro de Sandra Mir y Gabriel Cruz, Mamá quiero ser político, un texto que viene a colación de la respuesta que Jesús Posada, presidente de las Cortes españolas, daba ayer a los periodistas para acallar las críticas que recaen sobre el tiempo de trabajo de nuestros políticos.
Este martes, la tercera autoridad institucional más importante del país se afanaba en aclarar que los diputados españoles no gozan de tantas vacaciones como se les atribuyen. Y al respecto aclaraba, que si bien no han de acudir a plenos en determinadas épocas del año, que coinciden con los periodos vacacionales, sí que participan en comisiones, mesas de trabajo, presentaciones o conferencias en el seno de la Cámara de Representantes. Pero no todos tienen tantos cometidos. En realidad solo aquellos que tienen más responsabilidad, lo que por cierto atañe a la decisión del partido político al que pertenezca. Por eso, los grandes partidos son los que cuentan con más diputados ociosos, puesto que tienen más diputados y por tanto menos cargos que repartir.
“Hacer trabajar”
Este miércoles, el diario ABC recuerda en una de sus informaciones que pocos países pueden presumir de “hacer trabajar” a sus diputados mucho más de 140 días al año, si tenemos en cuenta que en el Parlamento español no se trabaja ni lunes ni viernes, y por supuesto, jamás un sábado o un domingo.
El regreso de sus señorías de esta Semana Santa, programada para el próximo martes 29 de abril, apenas abre un periodo de escasos plenos que no darán comienzo hasta el 6 de mayo. Después, pasado el mes de mayo y junio llegará el receso de verano, una suma de meses y días que ascienda a más de 70 jornadas de descanso.
En estos momentos, el Parlamento español debate un nuevo reglamento que podría incorporar cambios sustanciales a su regular funcionamiento. Cambios que contemplan la posibilidad de que sus señorías fichen al entrar y salir del Congreso de los Diputados, o que sean multados por sus innumerables ausencias.
Otros parlamentos
España, sin embargo, no el único parlamento que cuenta con abultadas vacaciones. En Bruselas, por ejemplo, la cámara de representantes europeos disfruta de periodos vacacionales de varios meses a cambio de jornadas maratonianas de martes a jueves y sueldos de 14.000 euros/brutos/año. Un diputado español cobra en la actualidad 5.684 euros/brutos/mes.
En Reino Unido, Westminster solo trabaja 145 días, mientras que en Estados Unidos lo hacen entre 140/170 días. Ahora bien, los estadounidenses pasan la mitad de su tiempo hablando con sus electores y haciendo campaña en sus distritos. El caso de Francia es muy similar al de España. Tienen tres meses de vacaciones estivales, 15 días por Navidad, entre una y dos semanas por Pascua, y por supuesto, puentes, festividades y vacaciones especiales.
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