Daniel Pérez Berlanga, el hombre de 37 años que esta mañana pretendíavolar la sede de Génova, no es empresario ni está arruinado. Vecino de la localidad turolense de Bronchales (con menos de 500 habitantes), es hijo de un antiguo alcalde socialista, Juan Pedro Pérez -pintor de profesión- y Teresa Berlanga, una empleada de una residencia de ancianos de un pueblo contiguo, Orihuela del Tremedal.
El detenido, soltero y con brotes esquizofrénicos en el pasado, es un parado de larga duración. Su último empleo reconocido es haber trabajado intermitentemente para la empresa de maderas Utisa, en Cella, otro pueblo minúsculo muy cercano al suyo.
Cuando esta mañana fue detenido por la Policía tras empotrar su Citroen Xsara en el corazón de los populares, confesó “estar arruinado y haberlo perdido todo”. Una afirmación que choca frontalmente con su vida real. La imagen que tienen de él sus vecinos, que esta mañana amanecían que uno de sus vecinos era portada de todos los periódicos y televisiones de España por haber atentado contra la sede del Partido Popular.
Sus paisanos echan abajo el testimonio que el afectado ha narrado a la Policía y coinciden en varios puntos: a Daniel no se le ha conocido “trabajo estable en la vida”, vivía con sus padres y pudo haber “coqueteado” durante un tiempo con las drogas. El acusado intentó este verano conseguir un trabajo como vigilante micológico del pueblo, pero no pasó las pruebas oportunas. Oficialmente, lleva en paro desde mayo de este año, pero también trabajó tiempo atrás en la empresa Agua de Bronchales.
A la izquierda, vista general de la calle génova (efe). a la derecha imágen de cómo ha quedado la sede popular (interior)
Entre los vecinos también resaltan que el “chico”, que tiene una hermana que vive en Zaragoza, sufrió trastornos mentales hace unos diez años, lo que provocó que pasara un tiempo internado en un centro psiquiátrico.
Por lo que no descartan que ayer jueves, “que pasa el hombre del butano”, sufriera otro brote esquizofrénico que le incitara a "comprar dos bombonas, coger el coche" y recorrer los casi 400 kilómetros que separan este minúsculo pueblo de la sierra de Albarracín de Madrid para provocar el incidente intencionadamente.
El alcalde del pueblo, Francisco Nácher, ha reconocido esta mañana los trastornos psicológicos que sufrió tiempo atrás el detenido. De hecho, apuntó que incluso una vez se le acusó por “robar un coche”, así que empotrar su propio vehículo contra la sede de Génova no va a ser su primer antecedente.
http://www.elconfidencial.com/espana/2014-12-19/ni-empresario-ni-arruinado-el-hijo-del-ex-alcalde-de-bronchales-queria-volar-genova_596797/
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