domingo, 19 de julio de 2015

El hallazgo de oro nazi más importante del norte de Alemania

Parte del tesoro hallado.
«¿De dónde proviene el oro?» —se preguntan los medios alemanes— «¿Quién lo ha escondido ahí?» A principios de esta semana fue presentado en Luneburgo (Baja Sajonia) un tesoro de 207 monedas de oro —unos 1.400 gramos— que descubrió el arqueólogo aficionado Florian Bautsch por un valor de unos 45.000 euros. 

«Se trata del hallazgo de oro nazi más importante del norte de Alemania», han dicho los expertos sajones. Parte del tesoro hallado. En octubre de 2014, Bautsch encontró diez monedas bajo un árbol en la localidad de Oedeme en Luneburgo dando aviso a las autoridades. 

Bolsa con sello del 'Reichsbank'.En las excavaciones posteriores, los arqueólogos oficiales encontraron otras 207 monedas a una profundidad de un metro, la más antigua es del año 1831 y la más nueva de 1910. 

Más difícil para los científicos ha sido identificar la fecha en que las monedas fueron enterradas. Estaban en bolsas de aluminio oficial con sellos del banco del Reich y la esvástica nazi, razón por la cual los estudiosos estiman que el tesoro data de los años 40, e incluso podría ser de después del fin de la guerra: «Que las bolsas selladas fueran enterradas, sugiere que se trata de material saqueado, para recuperarlo en una fecha posterior», han comentado los encargados del Museo de Luneburgo donde se encuentran las monedas. Bolsa con sello del ‘Reichsbank’. 

Por un único día, HOY DOMINGO, las monedas serán exhibidas al público general en el museo mencionado, para luego continuar con la investigación: «Queremos saber de dónde viene el dinero, quién lo enterró ahí y porqué», ha dicho la directora de la institución Heike Düselder.

 El arqueólogo aficionado que recibirá 2.500 euros como recompensa —ya que técnicamente encontró solo 10 monedas—, se encontraba en el sitio investigando algo que parecía una tumba. Bautsch es un joven empresario que en su tiempo libre sale a recorrer la ciudad con su detector de metales. Aquel 27 de octubre de 2014 encontró las monedas que fotografió con su teléfono móvil y envió a los arqueólogos de Luneburgo, Edgar Ring y Jan Joost Assendorp. El resto, es historia.

Artículo publicado en MysteryPlanet

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