Alertan de una nueva escala de fenómenos solares que podría colapsar los 500 reactores nucleares del planeta.
El riesgo solar que enfrenta nuestra civilización tecnológica no es únicamente el de la repetición de un "Evento Carrington", como el de Septiembre de 1.859, sino el de una nueva escala de eventos solares que podría ser de 10 a 1000 veces superior.
No se trata de una teoría, sino de un nuevo super evento solar que ha sido detectado y que ya tuvo lugar en nuestro planeta al menos dos veces en los últimos 1.300 años: en el año 775 (de mayor intensidad y conocido como "Evento Carlomagno"), y también en el año 993.
Para la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial, el EMP y los fenómenos Black Swan (AEPCCE), que lleva varios años informando de forma pionera entre sobre este "riesgo natural" desde su web divulgativa, el Observatorio del Clima Espacial y en cuyo trabajo se han basado distintas resoluciones y recomendaciones como la Resolución unánime del Congreso de los Diputados de 2012 , no debería quedar solo en palabras y debería ser atendido por las autoridades mundiales.
El “Evento Quebec" de marzo de 1.989, la propia Nuclear Regulatory Comission de Estados Unidos (NRC), ya reconoció incidentes nucleares asociados en media docena de instalaciones nucleares y emitió una circular que divulgamos hace ya varios años y que hemos remitido a nuestro propio Consejo de Seguridad Nuclear Español junto a otra documentación a la espera de que se terminen de adoptar unasmínimas medidas al respecto siquiera a escala nacional.
"tener, o no tener, una adecuada prevención nuclear preparada cuando un evento solar o de pulso electromagnético de gran dimensión se produjese (o ante un ataque de tipo artificial) cambia todo el escenario catastrófico de referencia".
Y así: "Si todos los reactores nucleares del planeta pudiesen ser desactivados de emergencia de manera coordinada ante un fenómeno repentino de tales características - y que sólo nos dejaría unas pocas horas de margen para reaccionar - y pudiese ser mantenida, después, su refrigeración de manera autónoma por sus operarios mientras se continúa el proceso de apagado ordenado (semanas o meses) con independencia de lo que sea que pase a su alrededor y en el resto del país, entonces, seguiremos teniendo la gestión de una catástrofe internacional nunca vista y una carrera contra reloj para intentar evitar varios millones de víctimas en todo el planeta.
Ese sería el escenario optimista ante un super Carrington a la vista de la ausencia total de medidas preventivas en el momento actual".
Y concluyen - "si ni tan siquiera tuviésemos preparada una estructura internacional sólida y seria, que ante una alerta solar de entidad suficiente permitiese una desconexión coordinada internacional de nuestros cientos de reactores nucleares y la correcta protección de nuestras piscinas de combustible gastado, al resultado de algo así ya apenas se le podría llamar "catástrofe" en su acepción técnica, el resultado sería otra cosa más cercana a un ELE, o Evento a Nivel de Extinción".
Con 437 reactores nucleares actualmente en funcionamiento en el planeta, contando solo los civiles, y otros 66 en construcción, es decir potencialmente más de 500 reactores nucleares afectados, incluidas sus piscinas, no habría prácticamente nada que poder gestionar a nivel de protección civil, ante la magnitud del daño asociado a este riesgo en caso de llegar a desencadenarse y su carácter altamente imprevisible, la prevención nuclear previa es la única opción como sociedad.
ALERTA SUR EEUU !!
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