Al parecer, el pequeño estado africano de Djibouti ha ordenado a los EE.UU. abandonar su base militar secundaria de Obock en la nación con el objetivo de entregar la instalación a los militares chinos y su contingente de 10.000 soldados, levantando grandes preocupaciones en Washington, que posee la mayor base militar en Djibouti, el Camp Lemonnier.
"El anuncio, hecho el día después de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry visitó Djibouti en mayo pasado, es muy preocupante para la Pax Americana, por lo que se refiere en la parte superior de un importante paquete de inversiones económicas por parte de China que tiene al presidente de Djibouti [Ismaïl Omar] Guelleh hablando abiertamente de la importancia de sus nuevos amigos de Asia", escribió la revista estadounidense CounterPunch en un artículo el lunes.
Según el informe, los EE.UU. están a punto de perder una de sus bases militares en Djibouti, el hogar de la instalación militar permanente más grande de América en África, que incluye 4.000 soldados y una flota de aviones no tripulados de Estados Unidos que ejecutan misiones de bombardeo en los países musulmanes de la región como parte del programa oficial de Washington de drones.
La nación del Cuerno de África, ubicada estratégicamente en la entrada crítica desde el Océano Índico al Mar Rojo, se encuentra a las puertas de la concurrida vía fluvial del Canal de Suez y proporciona un puerto a la vecina Etiopía sin salida al mar.
El informe señala, además, que el Departamento de Defensa de Estados Unidos paga a Djibouti casi $63 millones al año por el uso de la base militar de Camp Lemonnier, que también sirve como una de las mayores bases de aviones no tripulados del mundo.
China, añade el informe, ha ofrecido a Djibouti una oferta mucho más generosa, es decir, la realización de un proyecto ferroviario de $3 millones desde la capital etíope, Addis Abeba a Djibouti.
"Beijing también está invirtiendo $400 millones en la modernización de puertos notoriamente insuficientes de Djibouti," añadió el artículo de CounterPunch.
De acuerdo con el artículo y los informes de prensa occidentales recientes, la presencia militar china en Djibouti ha introducido - entre otras posibilidades - la perspectiva de los planes de Estados Unidos para organizar un esfuerzo de "cambio de régimen" en la nación africana bajo el pretexto de un cambio democrático.
El diario Británico Daily Telegraph destacó las preocupaciones de los funcionarios del Pentágono respecto a la profundización de la participación comercial de China en Djibouti en un informe en mayo pasado, diciendo que el desarrollo puede hacer que Washington "tenga que trasladar las operaciones de recolección de inteligencia sensibles a lugares más seguros fuera de Djibouti donde están mejor protegidos de la intercepción de los chinos".
La instalación militar de EE.UU. en Camp Lemonnier en Djibouti es la base fundamental de drones de Washington.
El diario británico dijo además que hay "miedos" de que el presidente Guelleh pueda buscar "imponer restricciones al acceso de los militares de Estados Unidos a Camp Lemonnier, como poner límites a la circulación de personal militar y las operaciones militares llevadas a cabo desde la base".
El diario también citó a un "alto funcionario estadounidense", al decir que el "acuerdo comercial entre Djibouti y China ha planteado serias preocupaciones de seguridad con respecto al Camp Lemonnier. Existe el temor de que si el presidente Guelleh se acerca demasiado a China entonces él pueda tener la tentación de imponer restricciones sobre el acceso de Estados Unidos a la base, lo que afectaría seriamente a los intentos de Occidente de reunir información de inteligencia sobre el Estado Islámico y al-Qaeda".
Apuntando a un esquema potencial de Estados Unidos para planificar una operación de cambio de régimen en Djibouti, el diario británico añade, "los diplomáticos estadounidenses también están resistiendo los intentos del Sr. Guelleh para la reelección el próximo año, lo que argumentan es inconstitucional. El Sr. Guelleh ha estado en el poder desde 1999, y por ley debe retirarse. Si es así, Washington espera que un líder más razonable sea elegido, uno más alineado con los intereses del Pentágono".
Por otra parte, en un artículo del 23 de abril titulado "China llega a Djibouti," la revista estadounidense Foreign Affairs escribió que "Washington tendría que unirse con otros aliados como Francia, Alemania y Japón para tratar de contrarrestar la creciente influencia de China en Djibouti."
"Si no lo hace, Washington podría encontrar que el país anfitrión de su única base militar en el África subsahariana deberá más favores a China, su creciente rival global, que a los propios Estados Unidos", destacó la revista.
Fuente: Press TV
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