Pinturas rupestres: la caza del dinosaurio, otra prueba en contra de la Evolución.

Esta pintura rupestre del Perú en Utcubamba, nos recuerda los temas que se presentan en las piedras de ICA y las figuras a Acambaro, en las cuales se ven dinosaurios y temas eróticos, y fueron precisamente esos temas (sobre todo el de los dinosaurios), los que llevaron a la comunidad científica a desacreditar las piedras de ICA y las figuras de Acambaro como genuinas.

Pero esta pintura rupestre no ha podido ser desacreditada, es original y en ella se ve la caza de un dinosaurio y al igual que las piedras de ICA y las figuras de Acambaro también se presentan temas eróticos como el que se puede apreciar en la figura de abajo dentro del circulo amarillo.

Sigue siendo absurdo que en el caso de las piedras de ICA y las figuras de Acambaro que también contienen temas eróticos, se consideren falsificaciones hechas por los lugareños, como si para los lugareños humildes y de moral católica, les fuera fácil realizar temas eróticos.




Más sabemos que los indígenas prehispánicos no tenían una moral rigurosa como la de los conquistadores españoles y católicos. Para los indígenas de antes de la conquista, como buenos paganos, las representaciones eróticas son tan comunes, como en otras culturas paganas, como la India, la Antigua Roma, etc.

También en esta imagen erótica de la pintura rupestre de Utcubamba, podemos apreciar tanto en la silueta del hombre como el de la mujer, la típica deformidad craneal que los propios indígenas del Perú se realizaban, como se pueden apreciar en estos cráneos de la imagen de abajo.

Sea como sea, esta pintura rupestre junto con las piedras de ICA del Perú, son pruebas reales de que alguna vez, hombres y dinosaurios convivieron.

 Esto nos haría cuestionar, ¿Qué tan validas son las teorías científicas que niegan que hombres y dinosaurios convivieran?

Obviamente la comunidad científica no hace mucha publicidad a este tipo de hallazgos, los cuales prefiere negar con el fin de que el dogma científico mantenga su vigencia. 

Si la ciencia no estuviera bajo el control de los humanistas seculares, ni sometida al dogma de la evolución, cualquier científico al ver esta pintura rupestre, comprendería que contiene los mismos temas que las piedras de ICA, lo que lo llevaría a suponer que los temas armonizan y que son de autoria indígena prehispánica y no de lugareños de la década de los 40s o 50s de moral católica y de total desconocimiento de lo que es un dinosaurio. 

Pero aun los hombres de ciencia como cualquier ser humano se someten a los dogmas, sean estos de tipo religioso o científico.

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