La nieta de uno de los testigos del asesinato de John F. Kennedy que logró captar el terrible momento en un vídeo casero, demanda que el gobierno de EE.UU. le devuelva la cinta original o le pague diez millones de dólares en compensación.
Gayle Nix Jackson presentó la demanda el pasado sábado, un día antes de cumplirse el 52 aniversario del homicidio de JFK en Dallas, en 1963.
En ella argumenta que el video de su abuelo, Orville Nix, es tan importante como el de Abraham Zapruder, con el que el gobierno federal llegó a un acuerdo en 1999 que alcanzaba los 16 millones de dólares. La película de 8 milímetros está grabada desde el lado opuesto de la limusina de John F. Kennedy desde donde Zapruder filmó su ángulo de los hechos.
Orville Nix vendió su cinta a la agencia de noticias UPI por 5.000 dólares en 1963, con la creencia de que el original se le devolvería después de 25 años.
Durante ese tiempo, fue entregada al gobierno estadounidense para que la infame Comisión Warren la estudiara en detalle junto con otras pruebas del asesinato del que fuera presidente estadounidense. De acuerdo al texto de la demanda, el último paradero conocido de la cinta es el Comité sobre Asesinatos de 1978 y, a partir de ahí, se le pierde el rastro.
Gayle Nix Jackson decidió demandar después de que fuentes oficiales le confirmaran este año que el gobierno no se encuentra en posesión de la cinta original y que no conocía su paradero.
Farris Rookstool III, del FBI, ha afirmado que ayudó a la familia a obtener una copia del film que guardaba la agencia norteamericana.
La réplica se encuentra ahora en el museo dedicado a JFK y su asesinato en Dallas. Jackson, que ha escrito un libro sobre el asunto, ha estado tratando para recuperar la película original durante años porque, de acuerdo con su opinión, podría determinar si hubo un segundo hombre armado implicado en el asesinato, como se sospecha extraoficialmente hace tiempo.
Publicado el 25 de noviembre de 2015
Artículo publicado en MysteryPlanet.
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