Los arqueólogos húngaros han anunciado que «con toda probabilidad» han encontrado los restos del sultán otomano Solimán el Magnífico, que murió en 1566 en su intento de conquistar este país europeo. Solimán el Magnífico.
Según cita el periódico The Washington Post a Norbert Pap, jefe del departamento de Geografía Política, Regional y Estudios del Desarrollo de la Universidad de Pécs, en Hungría, durante las excavaciones se encontraron objetos que indican que los restos pertenecen a Solimán, así como otras pruebas históricas. No obstante, para confirmar este hallazgo se necesitan más excavaciones e investigaciones.
Hasta su muerte a los 71 años, Solimán fue el sultán que más tiempo permaneció a la cabeza del Imperio otomano. Durante los 46 años de su reinado los turcos expandieron en gran medida su posición dominante en los Balcanes, Oriente Medio y el norte de África. De acuerdo con Pap, la tumba del sultán fue construida sobre el lugar donde se encontraba su tienda de campaña durante la conquista de la fortaleza de la Szigetvar y donde murió.
Los historiadores explican que Szigetvar fue defendida por los lugareños encabezados por el noble croata-húngaro Miklos Zrinyi. El asedio supuso una victoria pírrica para los turcos y retrasó durante décadas su avance hacia Viena, que finalmente fracasó.
La muerte del sultán, las bajas de 30.000 soldados causadas por el sitio y la irrupción del invierno obligaron a los turcos a retirarse a Estambul. Los húngaros no pudieron reconquistar la ciudad hasta 1689. Además, el experto ha comentado que algunas de las estructuras halladas cerca de la tumba, todas bajo tierra, sugieren que en el lugar también podría encontrarse una pequeña mezquita y un monasterio de derviches.
Artículo publicado en MysteryPlanet
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