Miembros de la Policía local del Estado mexicano de Guerrero, el 6 de noviembre de 2014 /
Reuters / Daniel Becerril
El reciente asesinato de la alcaldesa del estado mexicano de Morelos, Gisela Raquel Mota, muestra algunos rasgos preocupantes sobre cómo está cambiando la violencia de los cárteles, escribe el columnista Ioan Grillo para el periódico 'The New York Times'.
La guerra entre las autoridades y los narcotraficantes va más allá del tráfico de drogas, ya que ahora los cárteles pugnan por el poder político. Después de detener a dos sospechosos de matar a la alcaldesa, la Policía afirmó que ese asesinato formaba parte de una campaña del cártel de Los Rojos para controlar ayuntamientos y robar recursos de la ciudad.
Los carteles obligan a los alcaldes a entregarles el 10 % de sus presupuestos anuales
Mientras algunos de los capos han sido abatidos o arrestados, sus aliados y socios han formado sus propias organizaciones, que pueden ser "aún más violentas y depredadoras", afirma el columnista.
Por ejemplo, sin su líder, los sicarios que habían trabajado para el cartel de los Beltrán-Leyva formaron grupos como Los Rojos y Guerreros Unidos, que pugnan por el territorio y "dejan montones de muertos". El año pasado, el estado de Guerrero registró el mayor número de asesinatos per cápita en México, mientras que Morelos ocupó el cuarto puesto en esa clasificación.
Estos nuevos cárteles continúan con el tráfico de drogas, si bien también han utilizado "sus ejércitos de asesinos" para extorsionar y robar petróleo. "Ahora, quieren entrar en uno de los negocios más lucrativos de México: la política local", advierte Ioan Grillo.
Después de la muerte de Gisela Raquel Mota, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, reveló que Los Rojos había amenazado a otros 13 alcaldes del estado en los últimos meses. El asesinato de la alcaldesa fue una "acción deliberada para sembrar un clima de terror, tanto entre las autoridades como en los ciudadanos", declaró el gobernador.
Además, los carteles obligan a los alcaldes a entregarles el 10 % de sus presupuestos anuales, por lo que estos grupos "se están alimentando" de fondos federales.
"La política local no es la única manera de aumentar sus empresas criminales, sino un negocio en sí mismo", indica Grillo. A medida que toman el control de estos políticos, los cárteles "se transforman en la sombra ominosa del poder" y utilizan las herramientas del Estado para controlar a cualquier persona que viva o trabaje en su jurisdicción, continúa el autor del texto.
Con más de 2.000 alcaldes en México, la mayoría de los cuales tienen poca protección, "los cárteles tienen un gran mercado que aprovechar", destaca Grillo, quien recuerda que la táctica de destituir a alcaldes parece expandirse más allá de Morelos.
El columnista opina que la respuesta más obvia al problema de los cárteles pasa por "crear un sistema de justicia eficaz para aplastar a los sicarios" y estima que la reforma policial podría ayudar a afrontar ese reto.
México necesitara políticos locales que puedan afrontar "tanto los sobornos como las balas". Sin embargo, "la brutalidad de asesinatos como el de la alcaldesa Mota es un ejemplo escalofriante para aquellos jóvenes valientes que pudieran aventurarse a seguir su ejemplo", concluye el artículo.
https://actualidad.rt.com/actualidad/197111-carteles-mexico-matar-alcaldes
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