Agustí Colomines, ayer, en Sevilla / @JMSANCHEZPHOTO
17.10.2018 13:17 h.
Agustí Colomines no engaña. El historiador, gurú de Carles Puigdemont, tiene claro que el movimiento independentista debe considerarse a sí mismo como un proyecto rupturista que vaya en serio, con todas las consecuencias.
Pero, dado que se ha querido, como dicen los propios dirigentes independentistas, llevar a cabo “un proceso pacífico”, --a pesar de determinados incidentes violentos— la independencia de Cataluña tardará más de la cuenta. “En todas las independencias del mundo ha habido muertos, en la nuestra hemos decidido que no queremos muertos, entonces, si decides que no quieres muertos, tardas más, el proceso es mucho más largo”, ha señalado Colomines en una entrevista en La Xarxa.
Colomines ha ido fustigando a los sectores exconvergentes, a pesar de que él mismo procede de ese entorno, al haber sido un colaborador de Artur Mas. Lo que indica este historiador es que el independentismo no puede ser una especie de movimiento que presione para negociar un mayor avance en el autogobierno, sino un proceso que haga factible la independencia, aunque pueda llevar más tiempo del que se había previsto o del que se había prometido.
Forzar un referéndum
Como uno de los fundadores de La Crida Nacional per la República, el instrumento político que apoya Carles Puigdemont, Colomines anuncia que el objetivo es “forzar un referéndum, no negociarlo a la baja”. Con ello, señala la posibilidad de negociar una consulta, con diversas preguntas, que no fueran estrictamente una dualidad entre independencia sí o no, y que estaría en el ánimo del Gobierno del PSOE, junto a sectores más pragmáticos de ERC y del PDeCAT. Eso es lo que la Crida desea evitar.
Confrontación, por tanto, percepción de lucha contra el Estado, y nada de acomodos o de operaciones de diálogo que distraigan el objetivo final. Esa es la posición de Colomines, que representa el sector más duro en estos momentos del independentismo, alineado con la ANC y con Puigdemont.
Contra el PDeCAT
Nada de normalizar la situación. “¿Normalizar qué? Mientras haya presos y exiliados, ¿qué queremos normalizar?”. Todas las contradicciones, las renuncias y las incoherencias del proceso, las atribuye Colomines a “este experimento tan catalán de intentar una independencia sin un solo muerto”.
La intención de la Crida debe ser, a juicio de Colomines y otros impulsores del proyecto, como Antoni Morral, Ferran Mascarell o David Madí, superar cual tentación de volver al pasado reciente. Eso significa que no se trata de “salvar” a un partido “moribundo” como el PDeCAT, en palabras de Colomines, sino de organizar un movimiento-partido de carácter transversal netamente independentista y rupturista.
https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/colomines-sin-muertos-independencia-tardara-mas_192329_102.html
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