Cientos de estructuras de piedra de miles de años de antigüedad han sido identificadas en el Sahara Occidental, un territorio poco explorado por la arqueología.
Crédito: Nick Brooks y Joanne Clarke.
«Las estructuras parecen ser de todos los tamaños.
Algunas están predispuestas en forma de medialunas, otras círculos, así como también rectangularmente, esbozando suertes de plataformas.
En cuanto a su constitución, son simples rocas apiladas para formar un gran complejo que abarca unos 630 metros.
Y a pesar que los arqueólogos no están seguros del propósito exacto de las estructuras, especulan con que algunas podrían marcar la ubicación de tumbas. Pocas excavaciones fueron llevadas a cabo para comprobarlo, pero han permitido hallar artefactos que pueden ser datados por radiocarbono.
Entre los sitios ya excavados está Tumuli (‘pila de rocas’) que contiene sepulturas humanas de 1.500 años de antigüedad. Las investigaciones sugieren que el Sahara Occidental fue una vez un lugar más húmedo con más cantidad de fauna que la que tiene en la actualidad.
De hecho, los arqueólogos han registrado arte rupestre que muestra ganado, jirafas, órices, y ovejas, mientras que los geólogos han encontrado evidencia de lagos y otras fuentes de agua que ya no existen.
Territorio inexplorado
«Dada la historia de conflicto en este territorio, las investigaciones arqueológicas y paleoambientales han sido extremadamente limitadas», explica Joanne Clarke, de la Universidad de East Anglia.
Crédito: Nick Brooks y Joanne Clarke.
. «El mapa arqueológico del Sahara Occidental permanece literal y figurativamente casi en blanco, particularmente la zona alejada de la costa atlántica», agrega Nick Brooks, investigador independiente que junto con Clarke ha escrito un libro al respecto. Problemas de seguridad
En la actualidad, los problemas de seguridad en la región han provocado que todo trabajo de campo se detenga.
El grupo terrorista al-Qaeda del Magreb islámico opera en el desierto cercano al Sahara Occidental, y en 2013 secuestró a dos voluntarios españoles en un refugio de Tindouf, Algeria.
Crédito: Nick Brooks y Joanne Clarke
Mientras la gente Sahrawi y la República Democrática Árabe se oponen fuertemente al grupo terrorista, es muy difícil que las autoridades puedan patrullar las vastas áreas del desierto donde se localizan las misteriosas estructuras pétreas.
«Esto significa que los arqueólogos no pueden trabajar de manera segura por ahora. Y este problema no es exclusivo del Sahara Occidental, los riesgos derivados de los grupos terroristas que operan en la región impiden a los arqueólogos trabajar en el norte de África en general», concluye Brooks.
Fuente: Live Science.
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