jueves, 14 de mayo de 2020

Göbekli Tepe esconde un Patrón Geométrico

Científicos israelíes descubren un extraño patrón geométrico en la arquitectura del yacimiento de Göbekli Tepe, en Turquía.

Göbekli Tepe esconde un patrón geométrico

Gil Haklay y Avi Gopher, arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv, han descubierto un patrón geométrico en Göbekli Tepe que pone patas arriba todo lo que sabíamos sobre este yacimiento arqueológico considerado como el templo más antiguo de la humanidad.





En un estudio publicado en el Cambridge Archaeological Journal aseguran que los recintos descubiertos en esta región de Turquía, con una antigüedad de 11.500 años posee un patrón geométrico oculto que revelaría un plan arquitectónico de estas estructuras neolíticas para formar un triángulo equilátero.

Así, miles de años antes de la invención de la escritura o de la rueda, las tribus de cazadores-recolectores decidieron establecerse en las proximidades de Göbekli Tepe para erigir estas tres estructuras circulares como una sola unidad y, posiblemente, empezaron a construirse al mismo tiempo.

En 1960, un arqueólogo de la Universidad de Chicago, descubrió en los alrededores de una aldea cercana a Urfa (Turquía) un montículo con restos arqueológicos

En su opinión, el lugar no tenía gran interés, y sólo destacó la presencia de algún cementerio medieval y varios artefactos de sílex.

 Su informe despertó, sin embargo, el interés del arqueólogo alemán Klaus Schmidt quien, en 1994, treinta y cuatro años después, localizaron un montículo que no era natural, sino resultado de la actividad humana, a 4 kilómetros de la ciudad de Sanliurfa.

Un año después habían desenterrado al menos veinte círculos de pilares de piedra caliza, en forma de T, que presentaban determinadas características humanas y estaban decorados con una serie de relieves de animales. Los análisis dataron el hallarzgo en torno al 9000-7500 a.C., es decir, en pleno periodo Neolítico.

Las estructuras circulares de Göbekli Tepe son los templos más antiguos de la humanidad 

Estudios posteriores demostraron que estas impresionantes construcciones megalíticas constituían el primer templo de la historia de la humanidad. Venían a demostrar que no fue la agricultura la que hizo que los cazadores-recolectores se volvieran sedentarios, sino la religión.

"El descubrimiento inicial del sitio fue una gran sorpresa y ahora estamos demostrando que su construcción fue aún más compleja de lo que pensábamos", dice Haklay, un arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel, al periódico Haaretz.

Según los investigadores, la primera fase de construcción en Göbekli Tepe se remonta a unos 12.000 u 11.000 años atrás. Los constructores erigieron varios círculos de piedra concéntricos, colocando en las paredes enormes pilares en forma de T que alcanzaron casi seis metros de altura. Una tarea titánica si se tiene en cuenta que los constructores procedían de asentamientos muy alejados entre sí. Tuvo, además, que implicar un trabajo organizado.

El nuevo estudio se centró en tres de los recintos más antiguos del complejo. 

"Se especula mucho que las estructuras fueron construidas sucesivamente, posiblemente por diferentes grupos de personas, y que una se cubrió mientras se construía la siguiente. 

Pero no hay evidencia de que no sean contemporáneos ", declara Haklay. 

Este investigador trabajó anteriormente como arquitecto y aplicó un método llamado análisis arquitectónico formal al yacimiento arqueológico. Este método se utiliza para rastrear los principios y métodos de planificación utilizados en el diseño de estructuras existentes.

Así, usando un algoritmo, identificó los puntos centrales de los tres círculos irregulares de piedra que se ubicaban a medio camino entre el par de pilares centrales en cada recinto. Sin embargo, lo sorprendente fue que esos tres puntos podrían vincularse para formar un triángulo equilátero casi perfecto.

Los vértices están sólo a 25 centímetros de distancia de formar un triángulo perfecto con lados que miden 19,25 metros. 

"Ciertamente no esperaba esto", recuerda Haklay. "Las probabilidades de que estos puntos centrales formen un triángulo equilátero por casualidad son muy bajos". El descubrimiento de este patrón pone en evidencia un diseño abstracto complejo, algo que en opinión de los investigadores, no podía realizarse sin crear primero un plano de planta a escala. 





Por consiguiente, el hallazgo no sólo confirma unas habilidades arquitectónicas que hasta ahora eran negadas por la ciencia, sino que además, adelanta el conocimiento de la escritura (aunque fuera con rudimentarios dibujos en el suelo) para conformar la construcción.

Investigaciones previas de Haklay y Gopher en otros yacimientos, muestran que los arquitectos en el Neolítico no construyeron refugios y hogares al azar, sino que tenían la capacidad de aplicar principios geométricos rudimentarios y crear unidades de medida estándar. 

En un momento en que la invención de la escritura estaba a milenios de distancia, esto podría lograrse, por ejemplo, utilizando cañas de igual longitud para crear un plano rudimentario en el suelo, sugiere.

Aunque con posterioridad los recintos de Göbekli Tepe sufrieran múltiples modificaciones, en la fase inicial fueron concebidas como un solo proyecto, lo que significa que el “templo” era tres veces más grande y requería tres veces de más mano de obra, un nivel sin precedentes en las sociedades de cazadores-recolectores de ese periodo convulso.


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