miércoles, 27 de mayo de 2020

¿Los Arcontes se están Alimentando del Miedo al Coronavirus?


El nuevo coronavirus, llamado SARS-CoV-2, y la enfermedad que causa, COVID-19, están arrasando el mundo. Con decenas de miles de muertes ya, y cientos de miles de personas infectadas en todo el mundo, es seguro decir que el coronavirus se ha convertido en uno de los eventos más grandes del siglo XXI.

 Entonces es normal que la gente reaccione con miedo ante este enemigo invisible. Recordemos que cuando comenzó lo primero que hizo la gente fue arrasar con todo tipo de productos en los supermercados y grandes superficies, desde papel higiénico hasta ibuprofeno, incluso si las autoridades decían que no existía posibilidad de escasez de productos de primera necesidad.

Y ahora el mundo se enfrenta una dura situación, la cuarentena. Cuando todo el mundo se está desmoronando, es terriblemente difícil para la mente humana, algo frágil en el mejor de los casos, hacer frente, y cada vez más, los médicos informan la propagación de la desesperación, la preocupación y la depresión entre la población. 





Por lo que podemos decir que el coronavirus está infectando a la gente con otra enfermedad, el miedo. Lo que muchos no saben es que con su miedo están alimentando a los Arcontes, seres invisibles que se manifiestan como ‘pensamientos propios negativos’ y cuya finalidad es cosechar la energía de las emociones negativas.

¿Qué son los Arcontes?

Como ya publicamos en Mundo Esotérico y Paranormal, los gnósticos, una rama mística del cristianismo, han sabido sobre las fuerzas oscuras durante siglos y escribieron sobre ellas describiéndolas como “Arcontes”

Los gnósticos creen que los Arcontes son los sirvientes del Demiurgo, el “dios creador” que se interpone entre la raza humana y la experiencia de la divinidad. Aunque los Arcontes a menudo se representan como criaturas hermafroditas y de aspecto extraterrestre con un apetito insaciable de violencia, no es el miedo que usan para evitar tu trascendencia, sino la ignorancia.


Según los expertos en la materia, el principal objetivo de la fuerza arcónica es mantener a los humanos ignorantes de sus orígenes divinos más allá del universo físico. El universo funciona en una especie de equilibrio, un organismo autorregulador en perfecta armonía.

 Cualquier cosa que intente alterar ese equilibrio, es atacada inmediatamente por los anticuerpos del universo, los Arcontes. Sería algo similar a un virus infectando a la gente y alimentándose de su huésped.

Cosechando nuestra alma

La cosecha de almas es cuando un Arconte establece un sistema o trampa donde puede recolectar la energía de un alma pura o inocente. Así se alimenta a sí mismo. El ser mantiene vivo el alma, sin darse cuenta de que se encuentra atrapado, en modo de sueño o estasis, y se alimenta de su vibración oscilante.

Los Arcontes también pueden tienen la capacidad de tomar la forma de cualquier ser o entidad normal (como un humano) que usa tu energía para su propio beneficio. Un ejemplo de esto es mediante el miedo. 

El miedo es algo que es perpetrado por grupos de arcontes y tal vez incluso por la “élite mundial”, porque quieren usar su miedo para crear más miedo para su propio beneficio y manifestar aún más miedo. Este es el ciclo perpetuo de alarmismo que solo ayuda a los seres que eligen vivir en la oscuridad del miedo.

Cuando tienes miedo, y especialmente cuando un gran grupo de humanos tiene miedo, esto crea una abundancia de energía de miedo de la que se alimentan los arcontes. Cuando sentimos una fuerte sensación de miedo, estamos otorgando nuestro poder a los seres que desean alimentarse de esta energía y controlarnos con más miedo. 

Es por eso por lo que los principales medios de comunicación crean noticias para generar miedo que se utiliza para múltiples propósitos. Un claro ejemplo de esto ocurrió después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando miles de estadounidenses estaban dispuestos a renunciar a sus derechos y libertades para detener a los llamados “terroristas”.

El miedo es generado por una causa para crear el efecto del caos generalizado. Ciertos grupos crean el llamado “Ordo ab Chao”, que significa “Orden desde el caos”. La razón por la que crean orden a partir del caos es porque pueden controlar efectivamente casi cualquier situación. Entonces los Arcontes se alimentan del miedo humano. No son de la luz, son la oscuridad en toda su forma.


¿Qué podemos hacer?

Para evitar que nuestras almas sean cosechadas lentamente por cualquier medio, debemos confiar en nuestros propios instintos y no suscribirnos al miedo. Podemos elegir ver la parte positiva en cualquier situación.

 Podemos elegir sentir amor en cualquier momento, sin otra razón que el hecho de que simplemente manifestará más amor. Podemos elegir no sucumbir al miedo confiando en nuestra propia guía innata e intuición sobre cualquier situación. Podemos elegir ver la luz en todo y manifestar solo luz y amor en nuestras experiencias personales.

Es cierto que en estos momentos es bastante complicado encontrar la luz ante tanta oscuridad, y mucho más cuando mucha gente se encuentra en una situación extremadamente delicada, sin poder trabajar, sin generar ingresos que les permita subsistir y con los medios “bombardeando” constantemente con noticias pesimistas sobre nuestro futuro. 





Como curiosidad añadir que el Gobierno de España ayudará a las televisiones privadas con 15 millones de euros para, supuestamente, compensar gastos de emisión y la fuga de anunciantes, mientras que los profesionales sanitarios no están debidamente protegidos y la población no tiene recursos económicos.

Este es un claro ejemplo de como los medios son realmente importantes para generar mas miedo a la población, incluso hay quien sostiene que somo nosotros mismos los que estamos haciendo crecer el coronavirus. Sea como fuere, lo Arcontes se están alimentando de la energía del miedo. Por supuesto, tienes el libre albedrío para escoger si continuar alimentando los Arcontes, o hacerles frente con energía positiva.

Sigue a tu corazón y no te dejes llevar por la situación en la que nos encontramos.


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