Estados Unidos está lidiando en estos momentos con un enemigo nuevo, invisible y letal, por lo que lo último que necesita son más amenazas.
Sin embargo, llegan malas noticias desde el Atlántico: meteorólogos aseguran que la época de ciclones tropicales será más activa de lo habitual.
Científicos del departamento meteorológico de la Universidad Estatal de Colorado predicen que se formarán ocho huracanes —cuatro de ellos de categoría superior a 3— y 16 tormentas tropicales —cuando en un año habitual suelen desarrollarse de media doce ciclones tropicales y seis huracanes, tres de ellos grandes—.
Y aunque la temporada de huracanes comienza oficialmente el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, esto no quiere decir que no pueda formarse alguno fuera de esta franja temporal, como al parecer será según reporta el sitio especializado Weather.com.
Aguas cálidas
Dos motivos explican este pronóstico: La ausencia de El Niño y una anomalía térmica positiva en la temperatura del Atlántico.
Cada vez que el fenómeno oceánico se desarrolla en el Pacífico ecuatorial la actividad ciclónica se reduce, ya que aumenta la cizalladura, los vientos que soplan en las capas altas de la atmósfera y que inhiben el crecimiento de estos sistemas meteorológicos en sus primeras fases de desarrollo.
El hecho que las aguas tropicales están más calientes de lo normal.
Esta es la configuración perfecta para que una sistema de bajas presiones pueda desplazarse por el Atlántico e ir ganando categoría durante el recorrido hacia el Caribe y la costa este de Estados Unidos.
Habrá que ver además si alguno de esos ciclones puede modificar su trayectoria, dirigirse hacia el norte y afectar a la península Ibérica, pues el pasado año hubo varios que lo hicieron.
El ciclón Pablo incluso pasó a la historia cuando se transformó de ciclón tropical a huracán frente a las costas gallegas. Un caso extraordinario que, según han reconocido los meteorólogos, obligará a replantear la ciencia de estos gigantes de la atmósfera.
Probabilidad elevada
El reporte presentado por la universidad, además, determina los promedios y probabilidades de impacto en la costa de Estados Unidos. «La probabilidad de que al menos un huracán importante toque tierra en 2020 a lo largo de la costa de los Estados Unidos es del 69 %, en comparación con un promedio de 52 % en el último siglo», dijeron los investigadores.
«Hay una probabilidad del 95 %, el promedio es del 84 %, de que al menos un huracán este año toque tierra en los Estados Unidos».
Por su parte el Centro Nacional de Huracanes (NHC en inglés), publicará su informe en las próximas semanas donde sabremos más qué esperar y cómo se preparará el Caribe y Norteamérica para enfrentar esta amenaza que, a diferencia del coronavirus, será bien visible desde nuestros satélites en órbita.
Fuente: CSU. Edición: LVG/DL.
Fuente: CSU. Edición: LVG/DL.
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