viernes, 22 de enero de 2021

Peste, vacunas, tiempos de cambio, los viejos órdenes, el fin de un imperio, el nacimiento de un imperio.


Por SPECOLA | 20 enero, 2021

La pandemia hace que tengamos que mantener un ritmo distinto en nuestro trabajo y que los encuentros personales se han reducido drásticamente. La situación nos está cambiando a todos y hoy quisiéramos transmitir a nuestros lectores la extraña situación que estamos viviendo en el gobierno de la Iglesia y en el Vaticano.

Tenemos la impresión de que en un primer momento el sentimiento general era de trasladar los encuentros previstos hasta que la epidemia pasara. El mes de febrero y marzo asistimos a un desplazamiento de acontecimiento a los últimos meses del año que al fin terminaron en nada. 

Hemos pretendido entrar en un letargo pensado que esto era cosa de muy poco tiempo y que retomaríamos la tan ansiada normalidad. En una segunda fase se llegó a la paralización y el desconcierto. No tenía sentido seguir hablando de cosas que no sabemos si alguna vez sucederán y que además, tan desplazadas, perdían su sentido. Llegamos a una sensación de vacío, que pensamos está pasando.

Nos tenemos que habituar a vivir con el virus y no sabemos cuando terminará, hemos de aprender a organizarnos con el virus y esto es lo que ahora está sucediendo. Las vacunas se nos vendieron como la panacea que todo lo iba a solucionar, vemos que ya no se habla tanto de esto. 

Sin entrar en otras teorías, razones para pensar mal hay y muchas, empezamos a poner nombre a mutaciones del virus y empezamos a dudar de que las vacunas actuales, suponiendo que sean eficaces, que es mucho suponer, lo sean para las mutaciones. La vacuna supone introducir un excitante en nuestro organismo que no siempre tiene los efectos deseados. Para manipular a las masas no son necesarias muchas vacunas y tenemos pruebas más que sobradas.

Estamos en un periodo peligroso en el que vemos cómo las cosas se aceleran y por desgracia parece que para mal. Los imperios caen y estamos al fin de un periodo. Hoy cambia el presidente en los Estados Unidos, pero nos quedamos con las ganas de saber quién ha ganado las elecciones. Las grietas no están solamente en San Pedro y las tenemos bien visibles en el capitolio. 

Estamos viviendo momentos de incertidumbre y desconcierto en el que tantas seguridades están cayendo. Creemos que no debemos perder el tiempo en las cosas caducas. Si seguimos el evangelio, vemos el poco interés que mostró siempre Jesucristo por la política del momento y no vino a nacer en un sitio especialmente pacífico. Los objetivos son otros y estamos perdiendo demasiadas fuerzas pretendiendo luchar contra un mundo que está desapareciendo.

Estos son tiempos de construir, de mirar alto, de cimentar bien nuestra fe y dejarnos de tonterías. San Juan Pablo II sabía que antes o después el comunismo caería porque estaba muerto de raíz. Los nuevos órdenes mundiales están destinados a morir, mejor, ya están muertos, son pura apariencia de una vida ficticia. 

Causarán mucho daño, se llevarán por delante a muchas personas, demasiadas, empezando por los millones asesinados por los aborteros y continuando por los millones que se dejan arrastrar por teorías muertas. Hemos de cuidar el tesoro recibido que no es nuestro y no entregarlo a los cerdos. No son tiempos para estar despistados sino centrado en los verdaderos fundamentos.

Hoy no tenemos muchas noticias, ayer tuvimos una avalancha. El virus empieza a dejar de ser primera noticia y entramos en un periodo en el que muchas cosas caerán, bien caídas están, y otras están naciendo. Esperemos tener el olfato necesario para seguir el buen camino.

«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»

https://infovaticana.com/blogs/specola/peste-vacunas-tiempos-de-cambio-los-viejos-ordenes-el-fin-de-un-imperio-el-nacimiento-de-un-imperio/

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